DISCLAIMER: Bayonetta y Nier pertenecen a Sega y Square Enix respectivamente, no es de nadie más que de sus respectivos dueños.

La trama del juego será la misma pero con los personajes de NieR en ellos.

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PELIGRO MORTAL

VIGRID – LOS ULTIMOS DIAS DE LA GUERRA DE CLANES

Tras escucharse unos fuertes sonidos de muchísimo caos y destrucción entre ambos bandos, un joven de cabellos plateados ojiazul y de extraña vestimenta consistiendo de unos pantalones cortos, una camiseta de manga larga en color blanco y sus antebrazos estaban cubiertos por unos guantes de colores oscuros, había despertado después de haber estado inconsciente durante un largo tiempo, todo lo que veía era sangre, gente muerta y sobre todo unas gigantes figuras matándose entre si junto a unas personas que poco a poco iban muriendo asesinadas a su alrededor.

Muchos árboles estaban destrozados por obras de unos monstruos con aspectos de ángel, provenientes de Paradiso, así como el otro bando invocaban a los seres infernales de Inferno.

El joven corría y corría con el alma que lo llevaba al diablo, ¿cómo llegó hasta aquí? ¿Por qué estaba envuelto en una cruenta guerra sin sentido?

— ¿Qué demonios es todo esto? —pensó el joven asustado mientras corría como podía. — ¿Cómo llegué a esto?

El misterioso peliplateado se escondía tras un árbol solo para ver una masacre en donde unas chicas de extrañas vestimentas le disparaban a uno de los monstruos con una cabeza al revés y otras dos de dragón, lo que lo horrorizó de verdad es la forma como ese monstruo se comía a las chicas, una por una, estaba asustado, muy asustado.

La gota que derramó el vaso fue que esa criatura sintió su presencia y el joven peliplateado corrió por todo el bosque, pero el monstruo era demasiado rápido que con las uñas filosas le rajó la espalda provocándole graves heridas y comenzara a sangrar de forma alarmante.

— Mierda… Esto no se ve bien… —masculló el peliplateado adolorido.

El joven estaba tirado en su propio charco de sangre, estaba muy herido de muerte, sus parpados le pesaban muchísimo en lo que trataba de no cerrar los ojos, se oía sus propios latidos de corazón.

El monstruo de dos cabezas del dragón se disponía a acabar con su vida cuando de pronto, una figura muy gigantesca apareció para finalmente despedazar a la criatura en pedazos.

El joven peliplateado apenas podía tener claridad en la visión, pero no lograba ver a esa misteriosa persona acercándose, ¿acaso sería un enemigo, o un aliado?

— ¿Dónde están las demás brujas? ¿Acaso todas fueron abatidas por esos malditos ángeles de Paradiso? —comenzó la misteriosa figura que resultaba ser un hombre de cabellos blancos, era algo idéntico al muchacho, pero de aspecto maduro. Llevaba una camiseta de manga larga bajo una gabardina y unos pantalones de mezclilla, que por cierto estaba también manchado de sangre debido a una hemorragia que el mismo apenas pudo detener, al menos por un rato.

— ¿Q-Que pasó? —articulo el joven chico tratando de no perder la conciencia en tono débil.

— ¿Muchacho? ¿Qué estás haciendo aquí? Parece que fuiste herido. —comento el hombre mayor al ver el estado deteriorado del chico. — No puede ser, la anciana líder de umbra cuenta con nosotros.

— ¿Anciana… de-de Umbra?

— Luego te explico, el futuro es muy cabrón, ¿eh? —negó el brujo mientras lo comenzaba a cargar en sus brazos. — ¿Cómo te llamas, chico?

— No lo sé… No recuerdo mi nombre… Es tan confuso… —admitió el joven peliplateado no recordar nada de su pasado.

— Esta bien, me llamo Niar, el único brujo de Umbra, ahora depende ti. —concluyó el mencionado hombre mayor en lo que se alejaban de la zona de la muerte a un lugar desconocido.

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UN DIA DESPUES DEL FINAL GUERRA – IGLESIA ABANDONADA.

Despues de durar dos días inconsciente, el joven peliplateado lentamente abrió los ojos debido a unos rayos del sol tenue que penetraban las paredes transparentes de la iglesia, pero algo le pasaba al joven.

Ya no se sentía pesado, podía moverse con normalidad, sin problema alguno, aunque tambaleaba un poco pero no le era problema, lo que notó a continuación, fue que al verse el espejo notó que tenía un raro objeto redondo de oro con joyas y demás adornos pegado en el pecho.

Se disponía a explorar la iglesia medio destrozada cuando de un momento a otro vio a alguien tirado en el suelo acompañado de unas grandes manchas de sangre en el piso, ese era el mismo hombre que le había salvado la vida, con una herida de bala en la cabeza, muerto.

— No puede ser… ¿Qué fue lo que le pasó? —articuló el joven impactado.

El joven caminaba lentamente para contemplar el cuerpo inerte de Niar, al lado habian unas cuatro pistolas sueltas cerca de él, al momento de tocar una de sus armas, un recuerdo invadió su mente.

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FLASHBACK ~Musica: Nostalghia & Tyler Bates & Joe - Plastic Heart~

Mientras Niar cargaba al joven peliplateado fuera de la zona de guerra para mantenerlo a salvo, la herida en el abdomen empeoraba cada vez más, pero eso no lo detenía con tal de ir a un lugar seguro por un motivo muy importante.

Chico. Es todo lo que puedo hacer… por cualquiera de nosotros. —dijo el brujo cargándolo hacia lo que era esa dicha iglesia algo destrozada por la cruenta guerra entre los clanes.

¿Qué quiere decir, señor Niar? —preguntó el joven ya algo debilitado debido a que estaba perdiendo más sangre que de costumbre.

Eres mi última esperanza, la última esperanza de la líder de los Umbra. La última esperanza de todos. —declaró Niar sorprendiendo al chico.

Vi como usted mató a esa criatura, estoy seguro de que puede. —el joven peliplateado intentó animarlo a que continuara su lucha.

No, chico… —negó el brujo explicando sus razones. — Yo estoy reventado, me han herido de muerte y apenas he podido parar la hemorragia, soy un muerto viviente.

No es posible… —dijo el joven desconcertado por la noticia.

Pero tu… Puedes acabar con esto… ¡Debes hacerlo! —expresó Niar quitándose un raro objeto del tórax del pecho para luego ponérselo en el de él luego de sentarlo en una de las bancas.

En ese momento, el chico comenzó a sentir unos cambios raros en todo el cuerpo y mente, un aura roja lo rodeaba.

¿Qué me está pasando, señor? —inquirió el joven peliplateado asombrado.

Bienvenido al Umbra, hijo mio. Bienvenido a la guerra. —respondió Niar declarándole su identidad.

¿Qué dice? —indago el joven confundido. — ¿A que se refiere con que me uni a la guerra?

Te has convertido en un brujo de Umbra, pero hay un alto precio que pagar, Yo te di el traje. Te di mi vida… Prométeme... —dijo Niar dándole motivos por la que luchar como un brujo a partir de ese momento. — Prométeme que lucharás al lado de cualquier bruja de Umbra que te encuentres, es todo lo que puedo hacer, eres todo lo que puedo hacer.

Fue entonces cuando el brujo de Umbra agarro una de sus pistolas y se encañono justo en la yugular.

A partir de ahora te llamarás Niar, y continuarás con mi legado. No me olvides. —concluyó el mencionado justo al darse un tiro, suicidándose.

íNiar! ¡no…! —expresó el ahora llamado por el nombre del hombre que acababa de morir.

El joven perdió el conocimiento para luego ser sumido en un sueño onírico…

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SUEÑO ONIRICO

Todo era negro, todo eso estaba vacío, el joven, ahora bajo el nombre de Niar, trataba de buscar una salida caminando en círculos, cuando el fondo empezó a tornarse rojo como la sangre, y al darse vuelta se encontró con un ser diabólico de partículas negras, y ojos parcialmente amarillos, fue entonces cuando el chico se acordó de algo.

Pero si eres… —pausó consternado al empezar a reconocer a ese sujeto. —Shadowlord.

Me sorprende que sepas quien soy, jovencito. —comento el demonio de forma halagadora. —Parece que el viejo Niar te ayudo a salir vivo de esa cruenta guerra de clanes.

El señor Niar se dio un tiro, y ahora me encomienda continuar con su trabajo como ahora un brujo de Umbra… —explicó el joven.

Asi que es eso, bueno, vamos a formar un pacto, pero tendrás que entregarme tu alma, y a cambio tendrás poderes sobrenaturales que te ayudaran a sobrevivir a toda adversidad que surja. —explicó Shadowlord impactando al joven brujo en el proceso.

¿Tengo que… entregar mi alma? —cuestionó Niar pasmado por la declaración.

Si, es para que hagamos un pacto, por lo que te aconsejo que hagas lo que hagas, no dejes que te maten, de lo contrario, tu alma será arrastrada al inferno. —le comentó Shadowlord.

No puede ser… —dijo Niar preocupado.

Debes de hacerlo si quieres seguir con vida, además de evitar enfermedades que matan a los seres humanos… ¿Qué dices?

Niar se puso a pensar un momento, si no aceptaba el pacto, no saldría con vida de cualquier batalla e incluso padecería una grave enfermedad que lo llegaría a matar, el señor Niar le habia confiado el destino y no debia defraudarlo de ninguna manera.

Acepto, hagamos el pacto. —accedió el joven Niar aceptando su destino sangriento.

Así será, Niar. —concluyó Shadowlord.

Y así fue como él y el ser demoniaco formaron el dicho pacto… Niar le había entregado su alma y sintió como unos misteriosos poderes fluían por sus venas, y de alguna forma comenzó a hacer unos misteriosos movimientos de break dance y cosas así. Luego también de la nada sacó unas dos pistolas con el nombre "Giustizia Nera" y empezó a disparar a unos blancos que parecían ser los que aparecieron en la guerra de clanes, matándolos en el proceso.

~FIN DE LA CANCION~

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DE VUELTA A LA REALIDAD.

Luego de ver ese recuerdo, finalmente entendió lo que debía de hacer a partir de ese momento, matar ángeles que se cruzaran en su camino, si quería seguir con vida.

En ese momento, de la nada apareció un grupo de esas clases de monstruos flotando en frente de Niar dispuestos a pelear y exterminarlo.

[NieR: Replicant/Gestalt Nightmares & Arrange Tracks: Emil / Ultimate Weapon No. 7]

El chico en ese momento sacó sus pistolas para luego dispararles a los monstruos y fue así como de alguna forma comenzó repartir varias golpizas de forma habilidosa no solo con las manos sino con los pies haciendo movimientos de artes marciales.

Niar agarró la cola de uno de los ángeles y lo lanzó contra la pared agrietándola, entonces cargó contra el monstruo y de un balazo en la cabeza lo hizo pedazos haciendo que este explotara en ciertas cantidades de sangre.

Los demás intentaron asestarle un golpe con sus lanzas pero Niar sin querer hizo que el tiempo se ralentizara al momento de esquivar el ataque, todo se movía lento a excepción de él.

Fue así como el joven peliplateado les metió una buena tunda realizando varios ataques maleficio para poder acabar con toda la horda de enemigos.

Tenía mucha más agilidad, muchísimo más el mismo hombre mayor.

[Fin de la canción]

Después de terminar con ellos, Niar caminó hacia las puertas para dejar la iglesia, sin siquiera percatarse de que estaba siendo observado por una misteriosa figura en lo muy alto del lugar.

El joven decidió empezar una nueva vida como un brujo de Umbra, y tarde o temprano descubrir su pasado.

Su nombre era: Niar…

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EN LA ACTUALIDAD…

Dentro de un gran avión militar, estaban unos cuantos nobles de Vigrid formados en una sola línea, siendo visto a escondidas por unas dos misteriosas figuras esbeltas detrás de la pared.

Fue así como todos esos nombres sacaron un cuchillo, y luego se dieron una apuñalada en el corazón, derramando sangre en el proceso para luego transformarse en unos monstruos ángeles en el proceso.

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CEMENTERIO.

Llovía muchísimo en todo ese lugar en lo que parecía ser un servicio funeral, o eso es lo que se pensaba…

— Parece que el Eggman ha caído por última vez. Hasta el viejo Eggman el Destructor acababa aplastado al final, ¿no? —hablo un hombre gordo de sombrero negro en acento italiano caminando hacia una hermosa y esbelta monja alta de ropas blancas haciendo oraciones con unos lentes y una marca debajo de los labios en una esquina inferior.

—Sabes, todavía no entiendo por que demonios me hiciste venir aquí, yo solo reparto la mercancía… Oye, ¿No sabes que dia es hoy?

La monja lo que hacía era rezar en un idioma extraño, ignorando los comentarios del tipo que le estaba hablando.

— Leer el libro del señor no servirá de nada. La gente deseaba que mataran de una vez a ese imbécil. —continúo hablando el gordito no importando ser ignorado por la mujer. — Mira a tu alrededor… El viejo Eggman no era famoso. Todo sea por la familia. Si no nos ocupamos de él, se ocupan de nosotros; y yo prefiero los zapatos de goma, el cemento es muy pesado.

La ciudad de Vigrid era asi, y el hombre del sombrero negro lo sabía, continuaba hablando de varias cosas sin sentido.

— Si por mi fuera, rezaría para que acabara bien frito, o por lo menos tostado. —continuaba hablando el hombre mientras se fumaba un cigarro. —Reza todo lo que quieras, pero este solo acaba viendo al Señor, si el Señor baja a desayunar.

Fue asi como al gordito le dio hambre.

— Hablando de comida, ¿te queda mucho? Mis hijos están haciendo pastel de cumpleaños para esta noche. Esos cabroncitos son de lo mejor. —comentó contemplando el ataúd. — Bueno pues, adiós… —se despidió soltando el cigarro, disponiéndose a irse…

De repente, una luz tenue amarilla invadió el cementerio alarmando al hombre, quien se detuvo en seco.

— ¡¿Qué mierda…? ¡¿Estan aquí?! —farfulló poniéndose nervioso ante lo que se avecinaba más adelante. —¡¿Por ese imbécil?! ¡Odio esa maldita luz! ¡No puedo ver nada!

El hombre sin querer tumbó una lápida debido a lo muy nervioso que estaba, sin siquiera percatarse de lo que tenía en frente, no porque no tuviera buena vista, sino como algo que ni siquiera un ser humano común y corriente como él podía mirar.

— ¡¿Pero están ahí, ¿no?! —indagó el hombre tratando de levantar la lápida. — ¡¿Me estas escuchando?! ¡Puedes verlo, ¿verdad?!

— Los veo. Son mensajeros de Dios, descendiendo sobre sus divinos rayos hasta la Tierra. —la monja finalmente hablo mirando hacia arriba.

— ¡Dios… mío! —expresó el gordito empezando a asustarse por el comentario de la mujer.

— Señor, muéstranos el camino y protege las almas de nuestros seres queridos por toda la eternidad. —rezó la mujer en tono tranquilo para crear un extraño portal con su dedo índice.

La monja realizó un gran salto hacia el dicho portal solo para presenciar los mismos ángeles monstruos en el aire, el hombre en cambio vio como ella desaparecía, o mejor dicho se hacía invisible, fue así como se escuchó varios golpes y varias detonaciones haciendo que él se alejara corriendo del lugar intentando ponerse a salvo.

En la perspectiva de la mujer, el hombre del sombrero se hizo invisible, en cambio los ángeles de aspecto grotesco se hicieron visibles y la misteriosa monja comenzó a repartir golpes de forma brutal por medio de las patadas y puñetazos mandándolos a dormir.

Llegaron otros más pero la mujer se miraba muy decidida.

— Se ven cansados… Dejen que los mande a dormir… —sentenció la mujer caminando como si de una pasarela se tratase.

Entonces reanudo sus golpizas a los ángeles por todo el lugar mientras el hombre gordito seguía huyendo como el alma lo llevaba al diablo con todo y las lápidas siendo destruidas.

— ¡Mierda! ¡Por favor! ¡Es mi día de cumpleaños! —masculló visiblemente miedoso por el ambiente.

La monja seguía vapuleando a los ángeles por medio de uno de ellos en una vuelta de 360 grados para luego lanzarlo contra las demás lápidas creando un efecto domino hasta el punto de casi golpear al gordito, quien se caía hacia atrás con una de las tumbas cayendo cerca en medio de sus piernas.

El hombre estaba visiblemente aterrado, pensaba que esos tipos lo iban a terminar matando en lo que rezaba diciendo que retiraba todo lo que decía sobre Eggman y que solo estaba bromeando.

De repente, la tapadera del ataúd salió volando para la sorpresa del señor del sombrero, y entonces apareció un hombre grandulón calvo de piel morena con alguna clase de tatuaje en el rostro, lentes negros y una vestimenta básica que consistía en una gabardina marrón y pantalones del mismo color, todo eso lo hacía ser un hombre intimidante, con quien nadie, absolutamente nadie debía toparse por ningún motivo.

— La próxima vez que intenten ponerme una mano encima, mejor asegúrense de que estoy muerto… —les habló el calvo en tono aterrador dándoles una mirada asesina. — ¡Ahora quítense de mi camino…! ¡LARGUENSE!

Fue asi como los monstruos salieron volando gracias a ese eco que aquel hombre lanzó, realmente si que sabía lidiar con esa clase de monstruos.

— ¿Ro… Ro… Rodin? —tartamudeó el gordito pasmado por los hechos.

— Pero si es mi viejo amigo Enzo… —dijo el mencionado en tono casual, pero manteniendo su intimidante postura en lo que encendía su cigarro con su pulgar. — ¿Qué tal si te largas de aquí? —Si te mueres, tendré que volver a ese agujero por el dinero que me debes.

Enzo se tuvo que esconder tras una lápida tras escuchar las palabras mientras la monja agarraba a uno de los ángeles grotescos para hacer el mismo efecto domino hasta que uno de ellos termino golpeándose la cabeza contra la lápida.

— Angelitos traviesos… Voy a darles unos buenos azotes como a ustedes les gustan… —sentenció la chica en tono juguetón mientras los agarraba a todos con una sola mano y de un solo golpe los hizo trizas.

— Que belleza… —comentó Rodin satisfecho por la forma de pelear de la mujer.

La monja dio un gran salto hacia los demás monstruos para intentar vapulearlos, pero ella tenía otros planes…

Es entonces cuando se dejó cortar en ciertas partes del vestuario como en el hombro, pierna, en el trasero y finalmente en una parte de los pechos, llegando a tal grado de casi enseñar la gran parte de la piel.

[Bayonetta OST: Fly Me to the Moon (Non-Stop Climax Mix)]

Es así como la mujer se quitó la ropa mostrando su gran escultural, esbelto, y excelentemente formado cuerpo de cabellos negros para luego ser cubierto como por arte de magia formándose un atuendo del mismo color de su pelo, pero eso la hacía más atractiva, al contrario.

Con tan solo ver a la mujer lanzarle la mirada, Rodin captó el mensaje que le estaba dando y fue asi como abrió uno de los ataúdes para darle lo que quería.

— ¡Bayonetta! —dijo el calvo lanzándole una clase de pistolas, a lo que ella con muchísimo gusto aceptó.

Y asi la mencionada empezó a repartir golpes a los ángeles metiéndoles varios balazos de una forma no solo como toda una guerrera, sino de forma juguetona y haciendo movimientos sensuales como si estuviera haciendo un gran baile erótico frente a la audiencia, aun si utilizaba la gran brutalidad contra ellos.

— ¡Vaya morro, me lanzaste esos juguetes tan baratos…! —le reclamó Bayonetta algo disgustada pero solo un poco.

— No te preocupes por la calidad. —respondió Rodin a punto de dar un golpe a un ángel. — ¡Tengo cantidad!

Rodin le lanzo otras dos pistolas, las cuales terminaron en los tobillos de la chica después de que sensualmente levantara las piernas, luego puso un pie encima de uno de los ángeles y de inmediato disparó varias balas sacándole varios litros de sangre.

Bayonetta seguía combatiendo a los ángeles usando su sexualidad y haciendo movimientos muy pero muy sugerentes hasta el punto de hacer un pequeño pole dance mientras seguía disparándoles.

— ¡Pistolas! —pidió la pelinegra.

Rodin le seguía tirando todas las pistolas que le quedaban mientras ella seguía agarrándose a golpes con los monstruos, hasta que eventualmente ya no le quedaron más.

Para compensarlo, le lanzo lo que parecía ser una paleta y esta la saboreó de forma muy pero muy 'gustosa', para luego golpear a un ángel de forma muy salvaje y luego acribillarlo hasta hacerlo pedazos.

— ¡No se queden ahí mirando! ¡Los voy a poner a trabajar! —declaró Rodin mientras agarraba una lanza de un ángel para mandarlos a volar como si fuera jugar al golf. — Hasta aquí hemos llegado, ¡Ya no puedo ayudarte más, Bayonetta!

Los demas monstruos intentaron embestirla por medio de un ataúd, pero Bayonetta logró esquivarlos con muchísima eficacia dando vuelta hacia atrás y asi subirse en él para seguirles disparando.

Después bajo hacia el suelo apuntando hacia arriba por medio de un pose de baile.

— Mientras haya música, seguiré bailando. —sentenció Bayonetta en tono sensual.

Y así la mujer continuó vapuleando a más ángeles como sabía hacer, utilizar su técnica de sexualidad y brutalidad combinadas para provocar a sus enemigos y asi acabar con ellos, mientras tanto, Enzo estaba escondido detrás de una de las grandes lapidas cuando un ángel invisible lo agarró por la espalda y se lo llevó hacia la parte baja del cementerio.

— ¡Hey! ¡Todavía no estoy muerto! —le reclamó el hombre fastidiado. — ¡No puedes llevarme así nada más! ¡Lo que estás haciendo es ilegal! ¡Es una advertencia!

Bayonetta, al ver eso se dirigió hacia el lugar solo para aterrizar encima de un vehículo, destrozándolo por 'accidente'.

— ¡Maldicion! ¡¿Quién hizo eso?! —exclamó Enzo en tono graciosamente molesto mientras seguía agarrado por ese mismo monstruo. — ¡Me lo acabo de comprar!

Los demás angeles rodearon a la chica mientras se ponía de pie, dispuesta a seguirles partiendo la cara.

— ¡¿No se han enterado de que no hay lugar para ustedes en este mundo?! —declaró Bayonetta en su usual tono de toda una mujer hecha y derecha.

Y fue asi como ella llevó a cabo ese enfrentamiento, entre todos intentaron golpearla, pero eso no fue problema para Bayonetta, ya que con toda la destreza logró destrozarlos a todos a diestra y siniestra como toda una bruja de Umbra sabía hacer.

— Rodin debería pagarme por usar estos juguetitos. —comentó Bayonetta al respecto sobre las armas baratas.

— ¡¿Sabes lo que me costará arreglar esto?! —expresó Enzo algo enfadado por su carro. — ¡¿Cómo mierdas voy a meterme con esos cabrones?!

El gordito logró arrancar el auto para la satisfacción de la pelinegra.

— El motor todavía funciona bien… —expresó Bayonetta en ese estado manteniendo su estado cool. — Ahora, vamos a un poco de lo que has estado averiguando. Enzo, tengamos una pequeña charla…

— ¡¿Ya ves?! ¡Por eso quería irme a casa! —se quejó el mencionado ya muy nervioso. — Me acaban de agarrar en el aire… algo… invisible… ¡¿Y aun así quieres que te dé la información?! Nada de eso te basta.

— Síguete quejando así y despertarás a Eggman de entre los muertos… —Rodin les lanzaba una fuerte advertencia, cosa que asustó más al gordito. —Y no creo que eso les guste a ninguno de los dos. Nos vemos después, Bayonetta. Algo me dice que vas a tener que darte prisa con nuestro proyecto especial, antes de que suceda algo muy gordo.

— ¡Espera! ¡Rodin! —expresó Enzo intentando preguntarle algo. — ¡¿Qué pasa con Eggman?!

— Con lo popular que era, seguro que lo odian ahí abajo tanto como lo odiabas tú cuando estaba aquí arriba. —comentó Bayonetta de forma despectiva. —Necesitamos asegurarnos de que no vuelva arrastrándose cuando lo saquen de patitas a la calle.

— No hay nada que un lecho de flores no pueda arreglar, entiérralo. —declaró Rodin haciendo aparecer una pala para Enzo.

— Ya lo oíste. —habló Bayonetta mientras descansaba cómodamente dentro del auto. —Termina en cinco minutos, o de lo contrario irás a casa a pie.

— ¡¿Qué?! —farfulló Enzo haciendo lo que podía para evitar esa humillación. — ¡No me dejen aquí!

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En las calles de la ciudad, Enzo y Bayonetta viajaban por el tramo de una autopista, el gordito se miraba sumamente estresado debido a ese suceso, la bruja en cambio, lucia tranquila haciendo cuenta de que era un día cualquiera.

— ¡Vaya día! ¡Estoy realmente jodido! —se quejaba Enzo por la situación.

Y para rematar, un espejo del auto se rompió y lógicamente esto lo obligaría a gastarse casi todo el dinero que había ganado trabajando para que le repararan el auto, y todo por la culpa de las travesuras que Bayonetta hizo, aunque a esta no parecía importarle en lo más mínimo.

— Enzo, ¿Y si miras la carretera? —le avisó la pelinegra al ver que este no ponía atención por donde iba. —Presta atención, querido.

— ¡¿Cómo puedes estar tan calmada?! ¡No creas que tú tampoco la libraste! —le seguía replicando el mencionado ya demasiado fastidiado. —Mira que hay gente con la porquería hasta el cuello en esta ciudad, pero pelearse contra los mensajeros de dios, uno puede terminar vapuleado.

Por no fijarse, Enzo por poco chocaba contra un tráiler si no fuera que logró esquivarlo, sin embargo el volante se rompió y Enzo estaba tan nervioso que no podía poner eso en su lugar pero al final de cuentas logró ensamblarlo.

— Y encima vistiéndote de monja… ¡Cuando llegues al más allá, la pasarás muy mal en peor!

— Que quieres que te diga, me gustan los disfraces y los juguetes son buenos también… —comentó Bayonetta utilizando su usual tono de una dama con clase.

— Hace 20 años, despertaste encerrada en un ataúd en el fondo de un lago. —argumentó Enzo recordando más o menos lo que pasó ese dia. — Todo lo que recuerdas es que eres una bruja y que estas aquí para matar a todo aquel que lleve un halo encima de la cabeza para que no te arrastren de regreso a Inferno…

Lo que Enzo decía era que Bayonetta tenía que estar matando ángeles para evitar aquel cruel destino de vivir en Inferno, era por eso que la bruja de Umbra hacia lo que hacía con esa gran clase de monstruos que se metían en su camino.

— Y yo que pensaba que me estaban jodiendo la vida… ¡Que te obliguen a matar angelitos para ganarte la vida, es un vil disparate!

— Si necesitaba un biógrafo, a ti no te consideraría mi primera elección. —aclaró Bayonetta encarándolo de forma juguetona. —Yo me encargo del funeral, y tú me das la información que te pedí. Ese fue nuestro trato.

— ¡Oh, Por favor! ¡Mira como me dejaron el auto! —Enzo hizo un puchero. — Voy a trabajar de a gratis después de esto. Al menos podrías dejarme echar un trago en el bar de Rodin antes de empezar con el interrogatorio.

Enzo le mencionó a Bayonetta que la información que él mismo tenia era bueno, y que eso la ayudaría a encontrar la piedra que le faltaba de las dos, además algo de su pasado.

En ese preciso segundo, unos recuerdos vagos invadieron la mente de Bayonetta, algunos consistía en cierta parte de lo que Enzo mencionaba, como despertarse en el lago, en un santuario y algunos más pero esos era ambiguos.

— ¡Siempre prefieren las joyas al dinero! ¡Como todas…!— seguía hablando cuando repentinamente la bruja le agarró fuertemente por la camiseta, y eso le hizo pensar que se estaba pasando de la raya. — ¡Dios! ¡¿No puedes aguantar las bromas?!

— Enzo… alguien te dio un lindo regalito… —comentó Bayonetta haciéndole ver que no era por la broma, sino por otra cosa. —Lástima que no soporto esos pequeños micrófonos…

Todo era tranquilo hasta que el gordito notó algo en el retrovisor que lo alarmó.

— Eh… ¡¿Pero qué diablos?! — exclamó Enzo al ver el desastre que se aproximaba.

Habia un avión se acercaba hacia donde estaban los dos y causó una colisión haciendo que Enzo girara hacia la izquierda bruscamente y debido a que el avión se estrellaba salió volando del lugar.

Luego repentinamente el tiempo se volvió demasiado lento y Bayonetta creó el mismo portal para cruzarlo y ver a los monstruos rodeando el avión.

Al momento de que la pelinegra se subió en él, unas balas perforaron la pared formando un circulo muy grande para de inmediato salir disparado hacia donde se paraba Bayonetta, quien con sabiduría y sus habituales movimientos muy sugerentes logra mantenerse en esa posición al otro lado de donde de dos figuras que resultaron ser unas dos mujeres esbeltas y esculturales de cabellos rubios platinos, y de pelo plateados, de ropas rojas y azul cielo respectivamente.

Ambas usaron sus destrezas para asesinar a los no solo en tierra al lado de ese muro, sino en el aire, realmente ambas tenían una buena química en cuanto al combate y destreza en las artes oscuras y de armamento.

Bayonetta miraba con atención a las dos, sin siquiera percatarse de que había una figura peleando en lo más alto en el cielo arriba de ellas.

— ¡¿Ustedes?! —inquirió la bruja justo al verlas aterrizar de forma impresionante.

— ¿Qué pasó, Bayonetta? —comentó la rubia platino en tono de burla. — ¿De tanto echarte una siesta te ablandaste?

— ¿Esa es la bruja que despertó hace 20 años, no es así? —preguntó la peliplateada al verla en persona en ese mismo tono.

— Exacto, Kainé… —le afirmó la chica de las ropas rojas. —Veamos de lo que esa chica es capaz de hacer para resolver este problema.

En eso una gran cantidad de ángeles invadieron el lugar, Bayonetta estaba dispuesta a enfrentarlos junto con las otras dos brujas, cuando de pronto notó algo acercándose a una gran velocidad.

[NieR: Replicant/Gestalt OST: Blu-Bird]

Fue ese momento cuando una misteriosa figura aterrizó de forma muy brutal cortando a un ángel en dos con mucha facilidad por medio de una katana y a los otros más a base de puñetazos, patadas y balazos combinados para la impresión de las tres brujas.

Pero lo que les dejó boquiabiertas a las dos, a excepción de Bayonetta, es que no era precisamente una bruja de Umbra, sino un hombre joven peliplateado apuesto con los mismos poderes.

— ¿Qué rayos? — murmuró la rubia platino en ese estado. — ¿Qué hace ese tipo usando los mismo poderes de una bruja de Umbra? No importa, no creo que ese hombre resista por mucho.

Sin darle más lugar a preámbulos, los cuatro se pusieron a destrozar a los grotescos ángeles a base de la brutalidad y destreza de cada uno de ellos, era como un baile en la que ellos coincidían, era como si hubiera química entre ellos, al menos por el momento...

[FIN DE LA CANCION]

Justo al terminar de combatirlos, los cuatro se apuntaron con las pistolas entre sí.

— ¿Quién eres, jovencito? — inquirió la peliplateada mirándolo a los ojos intrigada.

— Podria decir lo mismo sobre ustedes… —respondió el misterioso joven. —Es increíble que haya pasado muchos siglos y sigan saliendo esas cucarachas celestiales.

— Se ve que estás muy bien informado, cariño. — comentó Bayonetta utilizando su tono juguetón lanzándole una mirada coqueta. — Para ser hombre pudiste destrozar a esos angelitos tan traviesos sin problemas.

— No me van a creer, pero soy un brujo de Umbra. —declaró el peliplateado para la sorpresa de las chicas.

— Eso es imposible, ningún hombre puede formar parte de las brujas. —respondió la peliplateada incrédula.

— Pues déjame decirte que ya hubo uno, un hombre quien me cedió sus poderes antes de morir. —aclaró el brujo el motivo.

— No me digas que lo… —la peliplateada iba a reprenderlo severamente cuando el muchacho la interrumpió.

— Antes de enfadarte, déjame aclararles a todas que yo no lo asesiné, se suicidó. El señor Niar me pidió que continuara su trabajo de la matanza contra esos ángeles grotescos que no dejan de venir, ya que él ya no podía seguir, estaba muy herido de muerte y me encomendó esa tarea. —les aclaró el joven sin rastro de mentiras en el rostro.

— Con que era eso… Te creo muchacho… ¿Cuál es tu nombre? — preguntó Kainé curiosa.

— Niar… Ese es el nombre que el señor me puso al momento de morir. —respondió el mencionado.

Justo en ese momento un gran camión traspasaba y el tiempo volvía a la normalidad solo para esquivarlo, pero Bayonetta y el misterioso peliplateado los había perdido de vista a las dos, pero de inmediato las captaron yéndose del lugar por los techos de los edificios.

— No sé quién seas… Pero si quieres echarme una mano, adelante. —dijo Bayonetta abriendo el dicho portal.

— Considéralo hecho. — accedió Niar haciendo lo propio.

Asi los dos cruzaron sus respectivos portales para ayudar a Enzo aterrizar a salvo, mientras Niar aventaba el auto a la tierra firme, Bayonetta lanzó a Enzo hacia dentro de él de forma segura.

Los dos se quedaron algo absortos recordando los rostros de las mujeres.

— Esas chicas… —dijo Bayonetta en ese estado.

Fue ese momento cuando un recuerdo le invadió la mente, esa rubia platino se paraba enfrente de la pelinegra sosteniendo un arma blanca, luego cargó contra Bayonetta y la apuñaló en el corazón, aparentemente matándola en el proceso.

A Niar también le sucedía lo mismo, tuvo un recuerdo en donde conoció a esa persona de los cabellos de plata y presenció la forma que mataba a una monstruosidad por un rayo pero de otra manera.

Y así fue como Bayonetta, Enzo y hasta Niar dejaron las calles para ir a un lugar a donde casi ningún ser humano iría…

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LAS PUERTAS DEL INFIERNO

Los tres se habían adentrado a ese lugar que venía siendo un bar como cualquier otro, pero ese era accesible para ciertas personas que en este caso venían siendo Bayonetta, quien estaba en la barra y Niar también, y Enzo, quien estaba sentado en una mesa.

— Esos imbéciles saben cómo llamar la atención. De ellos se habla hasta en mi ciudad. —dijo Rodin para luego dirigir su mirada al joven. — Y tu jovencito, se ve que sabes utilizar artes oscuras de las brujas de Umbra, ¿De dónde habrás sacado esos poderes?

— Es una larga historia, Niar me pasó todas sus habilidades antes de morir… —respondió el mencionado tratando de no parecer nervioso ante la mirada del moreno.

— Niar… Mi viejo amigo… De seguro sacrificó su vida por ti y te confió en el destino que te has estado enfrentando hasta ahora. —articuló Rodin cabizbajo recordándolo por un momento, solo para luego recuperarse rapido.

— Lo siento. —le dio el pésame el joven.

— No me digas… —comentó la bruja al oir la noticia.

— No importa, el punto es que cada vez es más difícil distinguir un mundo de otro. —continuó el grandulón con el tema. —Mundo humano, Inferno, Paradiso. ¿Puedes diferenciarlos tú, Bayonetta?

— Y encima tenemos Purgatorio, si te quedas demasiado tiempo luchando ahí pierdes la noción. —explicó la bruja.

— ¿Cómo está eso de que se interesó por la metafísica? —preguntó el joven Niar curioso.

— Hay que mantener el equilibrio, ¿no? —manifestó Rodin concernido por el asunto. —Aunque algunos de ellos se dediquen a meterse con los humanos… Tenemos que mantener el estatus quo, el problema es que la gente no deja de causar problemas. Si seguimos asi, el libro del Apocalipsis será como la ''Mama Ganso''. Se armará un gran alboroto en el cielo e infierno.

Pero a Bayonetta no parecía preocuparle tanto el asunto.

—Por mí, que el cielo y el infierno desaparezcan, yo y ese jovencito tenemos nuestros propios problemas… —declaró la bruja despreocupada.

—Algo está pasando, todo fue muy descarado, y el tarado de Enzo fue demasiado oportuno eso apesta a una vil jugarreta. —habló Rodin muy molesto ante eso último. —Alguien de quien no te acuerdas te está llamando, Bayonetta, y parece que tú tampoco te acuerdas de alguien, muchacho.

Rodin abrió una compuerta mostrándoles un gran arsenal de armas escondidas en el lugar mientras este se metió a un cuarto secreto por una cosa.

— Que armamento tiene, ¿eh? —comentó Niar contemplando las armas.

— Es un hombre que no se anda con rodeos cuando un animal amenaza su territorio, pretty boy. —dijo Bayonetta de forma muy coqueta, ruborizándolo levemente.

— Ya lo creo. —coincidió el peliplateado manteniendo la compostura.

— Les tengo una sorpresa para los ustedes dos. —les avisó Rodin trayéndoles una gran envoltura. —El mismísimo diablo mataría por hacerse con la aleación de la que están hechas. —No las arruinen, son únicas.

Acto seguido removió la envoltura revelándoles cuatro nuevas armas, las cuales eran para Bayonetta, y una espada que lucía muchísimo más filosa que la otra espada que traía en la espalda.

Bayonetta miró sus nuevas armas de fuego mostrando su seductora faceta, entonces agarra una de forma muy sugerente.

Niar por su parte agarró su espada mostrando una sonrisa sutil para contemplar su nueva arma, luego entonces Bayonetta decide realizar un pequeño espectáculo en la mesa haciendo movimientos eróticos, en lo que Rodin hacia otra bebida de copa para los dos y Niar probaba su nueva arma.

Luego terminaron apuntándose los unos a los otros con sus respectivos objetos, pero sin tener intenciones de atacarse.

— Llamándome. ¿Eh? — dijo Bayonetta de forma sensual. —No me interesan las invitaciones extrañas, aunque… estoy algo cansada de estar matando ''querubines''. Quizas debería ir por algo con más de… clase.

— No veas como te vas a poner esta noche, nena. —comentó Rodin en tono casual. —No quiero meterme en tus asuntos, ¿no tienes algo mejor que hacer? Esa gente a la que te enfrentas no es de la que espera a que te recuperes.

Al darse la vuelta, se percató de que los brujos habían desaparecido de la vista.

— ¡Enzo, lo que bebiste va directo a tu cuenta, maldito imbécil…! —declaró golpeando la mesa poniendo la copa, de manera de que el gordito se cayera de la silla del susto.

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ESTACION DEL TREN

Bayonetta estaba determinada a ir a Vigrid a descubrir cosas de su pasado, se mezclaba entre la gente cuando sus instintos le avisaron de que alguien se acercaba, apuntó sus pistolas hacia esa dirección, pero al darse cuenta de quien se trataba las bajó.

— Pretty boy, ¿Pero qué andas haciendo por estos lares? —lo saludó la bruja en su usual tono sexy.

— Pues yo también voy para allá, yo también necesito descubrir quién soy en realidad. —respondió Niar en forma casual mostrando determinación.

— Muy bien, cariño, los dos nos ocuparemos de nuestro propios 'asuntos'. —declaró la bruja de Umbra comportándose bien coqueta.

— Eh… Si… —concluyó el peliplateado en lo que ambos iban hacia adentro del tren.

FIN DEL PROLOGO

NOTA:

Me tardé mucho tiempo en decidir en escribir un fanfic asi como este, voy a aclarar algunas cosas:

- Decidí poner al joven Nier (Version Replicant) como el brujo que acompañará a nuestra querida bruja.

-El mayor que le cedió sus poderes de Umbra al joven es su contraparte que salió en versión Gestalt.

- La nueva espada que agarró el joven Niar es la Ultima Blade de Final Fantasy XV, y en esa trama es la más poderosa, dado a que es su estilo de pelear además de tirar balas.

Sin más preámbulos, espero que les haya gustado este capítulo, lamento si se les hizo muy largo el capítulo, por cierto.

Cambio y fuera.