El inicio de una nueva vida
Era una noche cerrada en el pequeño pueblo de Mansfield. En los sótanos del gran castillo románico sólo se podía escuchar los suspiros exhaustos de una bella dama. Era muy hermosa, pelo largo, rizado y pelirroja, cuando abrió los ojos, los tenía inyectados en sangre. Aún se podía escuchar el grito desgarrador del último habitante del pueblo. Sus labios dibujaron una mueca macabra, donde se veía unos colmillos afilados y sanguinolentos.
- ¿Y¿Qué pasó después? – Pregunté con interés.
- Pues, algunos dicen que murió, pero yo creo que sigue en su castillo, esperando a sus siguientes víctimas. – Dijo el anciano misteriosamente.
- Eso son sólo leyendas. – Dijo Carlos, mi mejor amigo.
Después de discutir, cogimos el coche y salimos del pueblo de mi abuelo.
- ¡No me lo puedo creer! – Exclamé asombrada - ¡Nos hemos perdido¿Cómo te has podido perder, si hemos tomado esta carretera millones de veces?
- Venga, no te sulfures. – Intentó tranquilizarme mi amigo. – Allí se ve luz, vamos a echar un vistazo.
Nos acercamos y vimos que era un pueblo, y en el centro un castillo, de donde provenía una luz, así que decidimos pedir asilo esa noche.
A mi no me gustaba nada ese lugar, era idéntico al de la historia, pero Carlos me animó y entramos en cuanto la puerta se abrió. Fuimos bien recibidos por la dueña del castillo. Carlos la miró fascinado, era muy hermosa, pelo largo rizado, pelirroja y ojos marrones. Yo me dije a mí misma que era una casualidad.
Cuando comimos, nos fuimos cada uno a nuestra habitación. Yo intentaba dormir, pero no podía. Era noche cerrada, como la historia que nos contó mi abuelo. No se escuchaba nada, de repente, oí pasos por el pasillo y se abrió mi puerta. Era Carlos, estaba muy nervioso, me sacó de la cama y escapamos del castillo. No entendía nada, y él no me quiso explicar, estaba demasiado nervioso.
Se hizo de día y llegamos a los acantilados. Nos escondimos en una de las cuevas de las numerosas que había. Me decidí a preguntarle de nuevo a mi amigo lo ocurrido la noche pasada. Como estaba más tranquilo me contó que la mujer apareció en su habitación y notó una extraña sensación en el cuello, así que la golpeó con la lámpara de la mesita de noche y me vino a recoger. Yo, en un acto instintivo, miré su cuello y, cuál fue mi sorpresa, había dos marcas de colmillos. De repente se aferró a mis brazos, sus ojos estaban inyectados en sangre, me intenté soltar, pero me fue imposible, estaba aterrorizada. Acercó su boca a mi cuello y me mordió. Sentía cómo me robaba la vida con cada gota de sangre que tomaba. Me sentía cada vez más y más débil.
- ¡Serás mía para siempre! – Le escuché decir antes de desmayarme.
Me desperté gritando, me levanté y me fui a mirar al espejo, tenía unas marcas de colmillos antiguos en el cuello.
- ¿Otra vez soñaste con ese día cielo? – Me preguntó una voz masculina. Apareció la silueta de Carlos de entre las sombras.
Yo reí – Sí. – Contesté – Con el día en que nos unimos y fuimos libres para siempre. Por cierto, gracias por este maravilloso espejo, gracias a él se puede reflejar mi imagen.
A él se le dibujó una sonrisa en sus bellos labios. – No hay de qué querida, lo he hecho para que pudieras contemplarte todas las noches como te contemplo yo.
- Muchas gracias amor, por todo lo que has hecho, haces y harás por mí. – Con mi sonrisa pude mostrar mis colmillos. Carlos se me acercó y me besó. Llevábamos cien años juntos, y todavía nos quedaban muchos más.
Fin
Bueno... este fue mi primer shot...
La verdad es que me lo marcaron en la escuela de idiomas y lo hice en español para luego pasarlo al ingles xD Por eso es cortito, poruqe no me podia pasar de 250 palabras... iguamente me pase xD
Espero que les haya gustado... si lo leen... u.u
Estoy pensando en continuarlo, no lo sé...
Si lo continuo lo explicare todo mejor
