Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter le pertenece a la maravillosa escritora J.K. Rowling.
Este fic participa en el reto especial navideño "Doce Palabras para Celebrar" del foro La Sala de los Menesteres.
Gracias a mi hermana, JessyRiddleFriki-Black por siempre ayudarme con el beteo de mis escritos.
Este fic es dedicado a ti por agradecimiento por cada idea y ayuda que me brindas, pero sobre todo por alegrar mis días y estar en las buenas y malas a pesar de la distancia. Lo mejor que me ha pasado éste año es a verte conocido. ¡Gracias!
Pareja: Rodolphus Lestrange & Sybill Trewlaney.
—Debemos terminar nuestra amistad—dijo Rodolphus en un siseo frío a la chica que amaba a sabiendas que no debía, pero su corazón nunca había entendido las razones.
Su razonamiento siempre le dictó que no debía quererla, pero su corazón simplemente latía por ella. Él tenía un deber con su familia, con la familia Black y Sybill no podía ser parte de esa vida. Aunque fuera lo único que deseara en esas navidades, pero él debía cumplir con la obligación de mantener el buen nombre de la familia y comprometerse con Bellatrix Black, aunque su corazón no lo entendiera.
Sybill estaba sentada en un cojín en el suelo, mientras lo observaba triste y con el corazón hecho trizas. Siempre había sabido que eso sucedería, pero esperaba que por primera vez en su vida las estrellas, las cartas y las hojas de té se equivocaran, no solamente de su destino, sino del de él.
"Tu futuro es oscuro. Perderás tu inocencia y harás cosas terribles. La muerte acechará tu vida".
Esas palabras que le dijo la primera noche que se conocieron siempre la habían acompañado como un mal presagio. Las pesadillas siempre al acecho a la espera de que se cumplieran y esa noche había llegado el momento de que sus vidas tomaran distintos caminos. El de él oscuro y el de ella desolado y vacío, porque lo había amado desde la primera vez que se conocieron, aun sabiendo que su futuro no era junto a él, pero su corazón nunca había entendido las razones.
—Éste es el adiós—dijo con la voz rota mientras las lágrimas inundaban sus mejillas.
Rodolphus sabía que tenía que dejarla ir, pero su corazón no quería entender. Se arrodilló frente a ella y la besó, dejándole su alma, su corazón y su amor.
NOTA DE LA AUTORA
Espero que les guste.
Se aceptan tomatazos, crucios y críticas.
