Hola, hola! Aquí Haine! reportandose despues de muchos años de solo leer y comentar por aquí, por allá.

Bueno esta una series de Drabbles de One piece que en una iniciativa iban a ser un Long fic... pero bueno las cosas cambiaron de rumbo y terminamos en drabbles que tal vez terminen formando una historia larga.

One piece y sus personajes pertenecen a Oda-sama (Aunque eso ya todos los sabemos).

En cuanto a mi Oc y la idea de estos drabbles es mía. Por favor respetar esto y pedir permiso para usar mis personajes si es que quieren hacerlo.

Sus ojos azul caribe miraban a un cielo tan azul como ellos, a su alrededor se escuchaban los gritos de dolor de los aldeanos de la isla, que en algún momento la habían llamado "La hija del enterrador", "La loca del cementerio", "La parca", de mil y un maneras, pero jamás por su nombre, Gaia…

No le importaba que los piratas invadieran su isla, ni que no pudiera regresar a su cripta, después de estar meses encerrada en esa cueva colgada con cadenas de kairoseki, sentir el viento en la cara, el frio del mar es sus tobillos aunque eso la debilitara más de la que ya estaba, estirar los brazos tanto como quisiera, eso sabia a gloria. Alabado sea el idiota que derrumbo la montaña y la suerte de ella de salir viva de ese derrumbe.

La imagen que apreciaba en ese momento era un tanto extraña para el contexto que vivía. Con sangre deslizándose por el filo de sus guadañas y su cabeza en dirección a la playa cercana, su tiempo se detuvo observándola. Una mujer al parecer joven, vestida con una camisa muy grande para su tamaño blanca, le tapaba hasta la mitad del muslo, estaba un poco raída con algunos agujeros en algunos sectores, dejando su piel de color dorado por el sol, al descubierto. Estaba descalza con los pies en el agua hasta los tobillos, sus brazos extendidos en forma de cruz y su mirada dirigida al cielo, su cabello estaba atado en dos coletas bajas rubias casi blancas, con bucles.

Estaba ajena a toda la caótica realidad que la rodeaba, ajena a ellos.

En poco segundos, ella bajo los brazos y volteo a ver la isla, se veía humo de fondo, varias casas en llamas, muchos piratas corriendo de acá para allá, persiguiendo civiles, otros siendo perseguidos por la marina, que recién había arribado un buque de una base cercana, gritos de niños, llantos de mujeres, hombres haciéndose los valientes en vano.

Sin tiempo a procesar esa imagen, su visión fue tapada al instante por una camisa negra moteada de blanco y el pecho de lo que dedujo era un hombre, sin reacción alguna levanto la vista, le sacaría una cabeza, encontrándose con un casco rallado en blanco y azul, tapando totalmente la cabeza al sujeto, pudo ver pelo rubio saliendo de atrás del casco y varios agujeros al frente. Pero no logro ver nada de lo que escondía por dentro.

Definitivamente ella no era normal, él la amenazaba con una de sus guadañas en la nuca, si apretaba el botón giraría con una velocidad que le arrancaría la cabeza de cuajo. Él tenía en claro que a esas alturas su cuerpo probablemente tendría varias manchas de sangre de gente que acaba de asesinar.

-¿No deberías empezar a suplicar por tu vida?-

-¿Debería?-Contesto la chica.

"Es sexy" Dijo una voz grave en su cabeza, de lo que parecía ser una mujer mayor.

"Deberías empezar a salvar las almas inocentes" Dijo una voz más aguda, como la de una niña.

-No hay inocentes a los cuales salvar acá-Contesto en voz alta mirando aún al hombre.

-¿Qué estás diciendo? Si apretó este botón te quedas sin cabeza.-Le advirtió el hombre.

-Ya no tengo nada que perder…-Le dijo mirando perdidamente su pecho.

Atino acercarse más, para intimidarla, pero al contrario de lo que el pretendía, ella solos corrió su cabeza para observar la imagen de su espalda, que parecía haber olvidado vigilar, un marine venía corriendo a grito pelado y con hacha en mano, dispuesto a clavársela en la espalda.

-AAAAAAh! SOLDADO DE LA MASACRE, ESTÁS MUERTO!-

Para cuando el soldado de la masacre voltio para atacar, solo vio como la chica pego un salto digno de una gacela, engancho su pierna en el hombro del marine y con ambas manos empalo la espada que él hacía unos segundos tenia enganchada en la cintura. Los ojos del soldado se abrieron de la sorpresa debajo del casco, por la velocidad y la brutalidad con que ella no había dudado en matar a un hombre que lo amenazaba.

-¿Por qué me salvaste?-

-Ya te dije, no tengo nada que perder-

Había caído limpiamente en el suelo, cuando el cuerpo se desplomó, debajo de la camisa que ahora tenía varias manchas de sangre, llevaba lo que parecía un culot negro deportivo. Ella miro a su alrededor, varios compañeros del "Soldado de la masacre" parecían contemplar la escena que había armado.

-Quédate conmigo…-Dijo el soldado cuando paso por su lado, adentrándose en la carnicería que ahora los piratas estaban haciendo con los marines.

Lo observo por unos instantes, mientras el encendía sus guadañas, luego lo siguió, En el trayecto, muchos cadáveres caían mientras avanzaban, otros quedaban agonizando, pero ninguno de los piratas se ocupaba de hacer algo para alivianar el dolor.

Bueno hasta aqui por ahora... espero que les guste, pronto subiré más.

Los comentarios y opiniones siempre ayudan a seguir adelante! :D

Besitos!