Disclaimer: South Park le pertenece a los maravillosos Trey Parker y Matt Sotne
Parejas: Stan X Kyle, Craig X Tweek, Kenny X Butters
Capitulo 1: Un día como todos los demás.
Sharon Marsh preparaba en la cocina un plato con galletas que había comprado en el supermercado además de dos vasos de leche para su hijo y su nuevo amigo. La castaña se sentía orgullosa de que a unos días iniciado el preescolar el pequeño Stand ya trajera un amigo a casa. Tomo la bandeja con las cosas y las llevo a la sala donde ambos pequeños habían armado un estilo de fuerte o casa con ropa y con las cosas de la sala.
– Aquí tienen chicos, provecho. – Menciono con una sonrisa mientras dejaba la bandeja sobre la mesa de estar y se sentaba en el único sillón que los niños no habían tomado para su juego.
Los chicos corrieron con una sonrisa a la mesa de centro a comer y Sharon se quedó mirándolos por unos segundos. El amigo de Stand era un pequeño judío de cabello alborotado y pelirrojo, el cual le sonría a su hijo mientras comían. Los miro mejor apreciando la vestimenta que crearon con ropa que habían sacado de su marido.
– Así que, Stand eres tú un príncipe y tu Kyle eres una… ¿Princesa? – Pregunto extrañada al ver al pequeño con una camisa de su marido como si fuera un vestido y una especie de corona en la cabeza.
– ¡Se equivoca, soy el rey de los elfos del bosque y Stand es mi caballero! – Grito el pequeño mientras trataba de no sonrojarse por lo dicho por la mujer.
– ¡Si mamá, estamos en una aventura y tenemos que vencer al malvado dragón! – Agrego su hijo rápidamente mientras estiraba su brazo para tomar la pequeña mano de su amigo. – Cuando ganemos la batalla viviremos juntos por siempre en el castillo de los elfos ¿Verdad Kyle? –
– ¡Claro que sí, después de todos somos los mejores amigos! – Exclamo el pequeño judío sonriéndole de vuelta a su amigo.
Sharon les dedico una sonrisa cálida, agradecía enormemente que su hijo tuviera un amigo para pasar el rato, siendo este el primer recuerdo que le traerían los chicos.
Años después veía a su ya guapo hijo sentado en el comedor mientras comía en silencio antes de ir a la escuela, le recordaba esa anécdota a su hijo cada vez que lo veía deprimido por tener una pelea con su mejor amigo, como lo había sido la noche anterior, por lo que logro entender por los gritos, Stand había tenido una nueva pelea con Wendy y rompieron nuevamente, Kyle tratando de hacer entrar en razón le decía la verdad sobre la chica y su hijo, necio como solo él podía llegar a ser algunas veces, le había gritado un sinfín de cosas que termino en unos cuantos golpes por parte de ambos.
– Deberías pasar a buscarlo para ir a la escuela. – Sharon miro con una sonrisa su taza café mientras su hijo levantaba la vista con su ojo algo morado.
– No creo que sea la mejor idea, tal vez debería dejarlo por esta vez. – Menciono apagado mientras revolvía sus ya revueltos huevos.
Stand sabía perfectamente que quería resolver rápidamente sus problemas con Kyle, pero aun así sentía que por esta vez ya había hecho mucho daño, las cosa que dijo e hizo no merecían el perdón de su amigo, ni menos por una chica la cual no prometía nada en su futuro.
Sharon suspiro, antes de beber lo que quedaba en su taza de café, para luego dejarla sobre el lavaplatos. Se acerco a su hijo y deposito un beso en su frente para luego salir de la cocina camino a la entrada de la casa, ya se le hacía tarde para el trabajo. Abrió la puerta dejándola abierta mientras avanzaba por la entrada de la casa y le dedico una sonrisa al chico pelirrojo que se veía medio nervioso. Observo bien al joven, había cambiado bastante desde el pequeño rey de los elfos del bosque. – Esta en la cocina. – Menciono mientras se alejaba caminando, escuchando detrás de ella un débil "gracias" seguido de la puerta de la casa cerrándose de golpe, parecía ser que este sería un día normal.
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Tweek subía las escaleras de la casa de los Tucker rumbo al cuarto de su "novio". Desde el incidente de las asiáticas los chicos se habían mantenido unidos, no en una relación amorosa, pero si en una amistad que creció tanto como ellos en el tiempo, aun así, mantenían las apariencias de un noviazgo solido por el bien de sus familias y del pueblo, ya varias veces habían visto como las cosas se derrumbaban cuando intentaban terminar, incluso una vez una de sus compañeras japonesas que los emparejaba de niños había intentado quitarse la vida al saber que ambos terminaban.
Llego a la puerta del moreno y sin tocar entro encontrando a un Craig envuelto en ropa de cama como ya lo había visto muchas veces, se acercó con cuidado tratando de no meter ruido, hasta que estuvo lo más cerca posible de él.
– ¡Wah, Craig, despierta llegaremos tarde a clases! – grito mientras dejaba caer su mochila al piso.
Craig, ya acostumbrado a los buenos días de su novio, se sentó en la cama para luego estirar su cuerpo haciendo sonar unos cuantos huesos de sus brazos y su cuello.
– Buenos días Tweek. – menciono un aun somnoliento mientras trataba de desenredarse de la cama. – ¿Qué hay hoy de desayunar? – Era ya costumbre del moreno que el rubio paranoico le trajera desayuno al menos tres veces a la semana, por lo cual esperaba el clásico café de la tienda de la familia de Tweek y algún dulce o tostada que hubiera preparado su "suegra".
Y como bien pensó así fueron las cosas, al instante que pregunto el joven ya tenía servida dos tazas de café que traía en termo en su mochila, las cuales le había pasado a Craig para poder sacar unos emparedados de jamón que había preparado la madre del rubio.
Comieron casi en silencio, de no ser por cosas puntuales que mencionaban sobre la escuela o por algo que habían visto de nuevo en internet. Después de comer Tweek salió de cuarto para que Craig se vistiera.
No paso mucho tiempo para que ambos jóvenes se vieran caminando por el pueblo hacia la secundaria de South Park, la gente los miraba y les sonreía, lo cual normalmente para el rubio seria mucha presión, pero después de tantos años de lo mismo estaba algo más tranquilo con toda la situación.
– Oye Tweek, que tal si hoy jugamos o vemos algo en mi casa. – Menciono Tucker algo asqueado de solo pensar que era viernes y no tenía nada que hacer.
Por otro lado, el rubio le dedico una mirada extrañado, no era normal que Craig se olvidara d ciertas cosas. – E-entonces, ya no iremos al cumpleaños de Clyde… P-por qué me presionaste para ir. – Menciono mientras comenzaba a darle su clásico tic en el ojo.
– Cierto, casi lo olvidaba, bueno supongo que tendremos que ir. – Levanto la mano y la dejo caer con cuidado sobre la cabeza de su novio. – Pasémosla bien un rato. – Le dedico una sonrisa dulce antes de que entraran al recinto.
Así eran casi todas las mañanas de ambos, encontrarse en casa del otro o de camino a la escuela para poder asistir juntos a clases, pasar las tardes juntos o con su team y luego Craig dejaba en casa o en la cafetería a Tweek, una costumbre que tenían muy arraigada, pero en su diario vivir, una vida tranquila, la cual se vería interrumpida por la fiesta de Craig esa noche.
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– Aun no puedo creer que me hayas pegado en el ojo ¡Como mierda voy a ver bien en clases! – Le gritaba muy enfadado a su amigo mientras caminaban por el pasillo de la escuela camino a clases.
– ¡Yo debería estar enojado, tú fuiste el que me llamo de todo anoche, además que me rompiste el labio, como voy a cumplir mi plan de esta noche así! – Hace tiempo Kyle tenía planeado salir con Heidi y quería pedírselo esa noche en la fiesta de cumpleaños de Clyde, para su desgracia el problema de su labio impedía cualquier intento de querer besarla para que la noche fuera perfecta.
– ¿Cómo están los super mejores amigos? – Pregunto Kenny mientras se acercaba por atrás de los jóvenes abrazándolos a los dos. – Pero que mierda ¿Pelearon de nuevo? – Agrego rápidamente molesto mientras les miraba las caras. – Hoy no se van a agarrar nada si van con esas caras.
Kenny poseía cierta reputación en la escuela y es que en su mente no estaba nada más que extender la larga lista de chicas que él consideraba afortunadas de estar con él. Para muchos el joven rubio era considerado un héroe, para otros era un maldito bastardo y luego estaba el pensamiento de rubio que se acercaba con un abrigo calipso.
En el momento que Stan y Kyle vieron como el chico de ojos celestes decidieron que era momento de alejarse, no porque Butters no les agradara, pero la verdad es que ninguno de los dos estaba como para soportar las preguntas del joven por que se veían de esa manera.
– ¿Qué les paso? – Pregunto al momento que se quedaba al lado de Kenny esperando una respuesta, el joven de la capucha naranja solamente negó con la cabeza.
– Ellos se entienden. – Menciono mientras una sonrisa burlesca se dibujaba en su rostro. – Por cierto ¿Iras a la fiesta de Craig? – Agrego rápidamente tratando de cambiar el tema.
Butters bajo la cabeza, Kenny comprendió rápidamente que los padres del joven no le habían dado permiso para ir. El joven inmortal se limitó a levantar el brazo y colocarlo sobre los hombros de Butters acercándolo a él.
– Al parecer tendré que raptarte nuevamente. –
– No…no es necesario, no quiero que nos descubran como la otra vez. –
La última vez que Kenny había tenido la gran idea de raptar a chico de ojos celestes los padres de este ultimo los habían atrapado al momento de volver a la casa, justo cuando lo ayudaba a subir por el costado de la casa a la ventana de la habitación. Ambos no solo se habían ganado el sermón de sus vidas si no que un par de moretones por caer al intentar subir.
– Vamos, será divertido, si las cosas no fuera un tanto peligrosas no tendría gracia hacerlas. – Agrego muy convencido mientras le dedicaba una sonrisa coqueta causando un leve rubor en el joven rubio.
– Esta bien, pero no hasta tan tarde. – Hizo una pausa para zafarse del abrazo de su mejor amigo antes de sonreírle de manera burlesca. – Pero iré solo con una condición. –
¿Butters Stotch poniéndole a la una condición? Kenny lo miro extrañada y le dedico rápidamente una sonrisa risueña antes de darle el permiso para continuar con un gesto de su mano.
– No me dejaras tirado por una chica. – Respondió seriamente.
– ¿Que? – Lo miro algo molesto, pero al ver que Butters no cambia la reacción de su rostro entendió que esto era iba en serio. – Esta bien, no chicas. – Declaro finalmente en un tono tanto vencido.
El rubio aniñado no pudo evitar sonreír al tiempo que se acercaba a Kenny tomándole el brazo y tirarlo por el pasillo hacia el salón. – Ahora a clases, nada de escaparse para ir a fumar. –
Y ya que Kenny ya había cedido una vez no le quedaba nada más que aguantársela por el resto del día, le agradaba mucho pasar el tiempo con el chico ya que a comparación de los demás le hacía bien, le decía las cosas como eran sin ser demasiado brusco y lo traía a la realidad con su dulzura, además de apartarlo de sus dos grandes adicciones: el tabaco y las mujeres.
N/A: Es la primera vez que escribo para este fandom, espero que a las personas que lo lean les guste y se les agradecería mucho un Review en especial si es para mencionar algo para mejorar, en especial la narrativa. Sera un Longfic por lo cual espero que lo disfruten tanto como yo lo hago al escribirlo.
