No soy creador de Naruto, los Personajes utilizados son creación de Masashi Kishimoto


Capitulo 1: No estoy solo

Soledad, eso era lo que había sentido toda su vida, una amarga, fría, cruel y por sobretodo, injusta soledad. Desde pequeño, desde que nació, su más fiel y eterna compañera, eso es lo que podía decir Naruto Uzumaki sobre la soledad, era una silenciosa compañera, siempre a su lado, a veces, invisible cuando se encontraba con sus amigos, con sus compañeros de trabajo, tanto así que Naruto olvidaba su existencia, sin embargo, siempre, sin excepción, esta volvía a hacer acto de presencia y le saludaba con los brazos abiertos cuando el joven de pelo rubio llegaba a su hogar y decía un feliz "Tadaima", en ese momento, el silencio de su hogar le recordaba que su compañera aún estaba a su lado.

Una triste sonrisa se mostró en el atractivo rostro del joven Naruto Uzumaki, ahora con 19 años, el cual se encontraba en su oscura habitación de su pequeño apartamento, sentado en frente de su pequeño escritorio, con un lápiz en su mano y un pequeño libro en frente de él, recordando los momentos en donde la soledad era su única compañía, pues como se había mencionado antes, ahora que era mayor tenía muchos amigos, muchas amistades, las cuales borraban esos momentos que compartía con su compañera, sin embargo, cuando era niño, un inocente niño, no había nadie que le ayudara a eliminar la presencia de su "alma gemela".

"Ha pasado mucho tiempo…..muchas cosas han cambiado Kaa-chan…Tou-chan". Comentó en un pequeño susurro, sabía que no tendría respuesta, sabía que estaba solo y que su única compañía le encantaba guardar silencio, sin embargo debía decirlo, sabía que sus padres siempre vigilarían por él y él quería comentar como había cambiado tanto su vida, habían pasado muchas cosas desde los últimos años, sobre todo los últimos meses, por ello se encontraba allí, en su escritorio escribiendo en su pequeño diario, si, era ridículo que un joven como él lo hiciera, más aun a su edad, pero esto era lo único que le entretenía en aquellos momentos de soledad en su habitación, era un secreto, sabía que si sus amigos se enteraban se burlarían incansablemente de él, sin embargo, no dejaría de hacerlo, ese pequeño libro, conocido como diario, era el primer regalo que había recibido en su niñez, aunque en un principio no entendía de que se trataba, con el paso del tiempo logro comprender el significado de ese pequeño cuaderno, aun recordaba con cariño y añoranza el momento en que el viejo tercer Hokage se lo regalo.

Flash Back

Era su quinto cumpleaños, se suponía que ese debía ser el mejor día del año, sin embargo, era todo lo contrario, había salido en la mañana temprano para comprarse un pequeño pastel con los ahorros que había hecho de lo que recibía mensualmente del viejo Hokage, tenía un plan, había esperando con ansias este día, ahora que era un poco más grande y más sabio, según él, iba a celebrarse su propio cumpleaños, sin embargo, no salió como lo había planeado, había ido a la pastelería y había elegido una pequeña torta para él, torta que no podría llevarse a casa, ya que al momento de pagar, el dueño de la pastelería le reconoció y le echo a tirones de su local con la excusa de que su presencia alejaría la clientela, el pequeño Naruto no le quedó otra cosa más que recoger sus monedas del suelo e irse con lágrimas en los ojos hacia su hogar, tal parecía que no habría cumpleaños este año.

Apenas había llegado a su habitación se sentó en su cama y lloro amargamente, había planeado tanto ese evento, justo ahora que sabía lo que significaba un cumpleaños no podría celebrarlo, se encontraba aun llorando cuando de pronto unos pequeños golpes se escucharon en su puerta, se secó las lágrimas con rapidez y corrió hacia la puerta, esperaba que no fuera algún aldeano molesto por sus travesuras, más grande fue su sorpresa que al abrir no se encontraba un aldeano furioso, en su lugar se encontraba un sonriente Hokage, el cual sacando sus manos de sus espalda le mostro una pequeño paquete envuelto con dedicación.

"Feliz cumpleaños Naruto". Dijo sonriente el tercero, ante esto el pequeño se echó a llorar desconsoladamente, cosa que conmovió al anciano, el cual con una sonrisa le acaricio su pequeña cabeza. "Vamos ábrelo". Sugirió con ternura, el pequeño Naruto no espero otro aviso, sin más comenzó a abrir el paquete para encontrar un pequeño libro cosa que no comprendió, a la verdad había aprendido a escribir hacia poco tiempo, sin embargo, no comprendía el porqué de ese regalo, ante la mirada curiosa de Naruto al Tercero no lo quedo otra cosa que explicar el porqué de su regalo.

"Es un diario, en el podrás escribir todo lo que sientes y piensas, todas las cosas que deseas decir y no puedes hacerlo puedes escribirlo en él, además nadie lo sabrá, solo tú". Le explico el anciano, el pequeño rubio miro asombrado ante la nueva revelación, miro con sorpresa el pequeño libro que estaba en sus manos.

"¿Es como un cofre del tesoro?". Pregunto con inocencia, ante esto Sarutobi no hizo otra cosa que reír ante la ocurrencia del pequeño.

"Podría decirse, es el cofre del tesoro de la vida de Naruto Uzumaki, en el deberás guardar tus más profundos pensamientos y sinceros sentimientos, debes recordar, es tu cofre del tesoro, solo tú debes saber que hay dentro". Comento son una tierna sonrisa el anciano, Naruto se emocionó ante aquella información.

"¡Entendido, lo guardare con recelo-dattebayo!". Exclamo a gran voz.

Fin Flash Back

"Cofre del tesoro". Susurro con una sonrisa el joven de 19 años al recordar una hermosa escena de su pasado, quizás ese fue el inicio, el inicio de su vida, desde el momento en que recibió ese diario se esmeró a tratar de anotar las más fantásticas aventuras en él, por ello comenzó a hacer su vida un poco más interesante, sus travesuras se volvieron más continuas y más asombrosas, no le importaba los regaños o los peligros, quería anotar cosas interesantes en su diario, su cofre del tesoro tendría un montón de cosas interesantes.

Luego de aquel recuerdo sintió una pequeña necesidad, una pequeña inquietud, por lo cual comenzó a releer algunas páginas de sus inicios, en ellas, a parte de sus travesuras, siempre encontraba la misma palabra: Soledad.

"¿Por qué? ¿Por qué estoy solo?". Eso era una de las frases típicas que resaltaba en las primeras páginas y era cierto, de pequeño no tenía amigos, nadie le quería, nadie le valoraba, siempre se encontraba solo, incluso llegaba a creer que si alguien conocía la verdadera soledad ese era él, sin embargo, mientras más avanzaba en las páginas de su diario podía ver como poco a poco, nuevos nombres comenzaban a rellenar las hojas de su diario, ahora ya no todo lo escrito era sobre él, ahora habían amigos, había compañeros, y poco a poco cada vez iba en aumento, nunca disminuía, siempre aumentaba, nunca perdía un amigo, siempre hacia más y más. Continuo avanzando hasta que llego a las páginas del final de la cuarta guerra ninja, en ese momento pudo ver con claridad, como el Naruto de esa época era totalmente distinto al de sus inicios, incluso podía jurar que cualquiera que no supiera su historia no creería de donde comenzó esta, sin embargo, para eso estaba su diario, el cual era el testimonio fidedigno de sus vivencias.

"Amigos". Susurro Naruto pensando en cada uno de ellos, estaba seguro que si incluso no quisiera podía olvidarse de alguno, pero no había como juzgarlo, eran tantos amigos que le era imposible recordarlos a todos sin antes ponerse a pensar por varios minutos, era algo difícil de creer, nunca espero tener tantos amigos, el solo quería ser reconocido, pero sin darse cuenta en el camino a su objetivo, en ese largo camino que comenzó en un inicio solo, poco a poco más y más personas comenzaron a caminar a su lado, no se quejaba de aquello, más bien, le alegraba y agradecía a Kami-sama el hecho de aquello ocurriera, no podía imaginarse sin amigos.

Continuo con su lectura, podía notar con facilidad como el Naruto solitario del inicio creció, no solo físicamente, sino, mentalmente, ya no era un niño de 5, de 13 o de 17 años, ahora era un joven, y como tal nuevas necesidades comenzaban a nacer en él.

"Amor". Dijo en un pequeño susurro el joven rubio y era cierto, desde pequeño siempre deseo siempre el calor de un hogar, el calor de una familia, su mayor deseo, aparte de ser Hokage, era que al llegar a casa su alegre "Tadaima" fuera contestado por un igualmente alegre "Okaeri", en un principio deseaba una madre, un padre o quizás un hermano que dijera esas tiernas y significativas palabras, sin embargo, al crecer y madurar deseaba que esas palabras salieran de los dulces labios de una mujer, y no cualquier mujer, una mujer que lo amara, que lo quisiera no por ser el héroe de la cuarta guerra ninja, el héroe de Konoha, hijo del Cuarto Hokage o el próximo Séptimo Hokage, no, quería que se le quisiera por ser simplemente el, Naruto Uzumaki, un joven ninja de la Hoja que solo deseaba ser el mejor, sin embargo, ese era el problema, ese Naruto no conocía el verdadero amor.

"Familia". Susurro nuevamente Naruto pensando y leyendo su diario, era gracioso, el Naruto que se presentaba en las casi ultimas paginas hablaba mucho de aquello, a pesar de ser quizás el ninja más codiciado de las mujeres, a pesar de tener un montón de fans y fans club, ese Naruto solo deseaba una familia, una mujer que le amara con la cual podría formar una familia y así eliminar de una vez por todas todo rastro de soledad, eso era algo que su corazón deseaba en lo más profundo de su ser y que a pesar de ser joven aun, él sabía muy bien que estaba listo para eso, sin embargo, no había nadie que le amara, nadie, tenía amigos y los tenia por montones, pero no había nadie que lo amara de esa manera que él deseaba o eso era lo que él creía en ese momento.

"Hinata". Ese era el nombre que resaltaba tanto en las últimas páginas y le parecía curioso, antiguamente, ese nombre ya había sido mencionado, aunque con bastante rareza y cuando lo era, siempre era en un momento bastante significativo, sin embargo, ahora podía ahora comprender la importancia de ese nombre, era tan estúpido, como le gustaría poder volver a ser niño y comenzar a escribir de nuevo su diario haciendo más referencias a ese nombre, sin embargo, no se podía, lo echo, echo estaba y debía aprender a vivir con sus errores y su estupideces.

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Naruto al recordar a la dueña de ese nombre, esa hermosa mujer, cuanto había crecido, cuanto había cambiado, sin embargo, algo nunca cambiaría y eso era el amor incondicional que ella tenía para con él, con solo pensarlo no podía evitar que su corazón se acelerara y que una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, la amaba, la había encontrado por fin, después de mucho buscar se pudo dar cuenta de que ella siempre estuvo allí, su otra mitad deseada, estaba feliz, por primera vez en años se sentía completo, su felicidad estaba casi completa, solo faltaban pocos detalles, pero no importaba, sabía que con Hinata su felicidad estaba asegurada, era casi como un sueño, aun no podía creer que ya llevaran 4 meses de relación, y junto con esa felicidad en su interior crecía un pequeño temor, se había vuelto tan dependiente de Hinata que temía que ella le dejara, le aterraba que ella dejara de amarlo, por ello intentaba esforzarse al máximo, demostrarle que podía ser el mejor novio, no le importaba que tuviera que suplicarle a Sai para que le prestara sus libros de citas o rogarle a Shikamaru, el cual llevaba unos pocos meses de experiencia más que él, para que le diera consejos, amaba a Hinata y quería lo mejor para ella, por eso el quería asegurarse de cumplir su promesa, estaría con ella hasta que muriera y suplicaba que una vez que eso ocurriera todavía, en la otra vida estuvieran juntos.

"Mucho ha cambiado". Comento Naruto luego de leer la última página de su diario, miro su reloj y vio que ya era bastante tarde, cosa que lo asusto un poco, si seguía perdiéndose en sus recuerdos quizás no alcanzaría a escribir, por lo cual tomo con firmeza su lápiz y comenzó con una simple y profunda frase.

"En el pasado siempre estaba solo, pero ahora tengo amigos, finalmente me he dado cuenta de que es lo que quiero proteger, por eso haré lo necesario para conservar esta felicidad…Kaa-chan…Tou-chan…no estoy solo". Comenzó a escribir Naruto mientras la luna brillaba en su punto más alto.

Nota: bueno pues este es mi primer fic de Naruto y el primero luego de mucho tiempo, quiero comentar antes que todo que en realidad no me gusta escribir historias que alteren la historia canon de alguna seria, sin embargo, luego de una noche de pensamientos e ideas se me ocurrió este fic, espero que les guste.