Capítulo 1
"Buenos días a todos en Juuban city. Yo soy Numiko Matsumoto y como todas las mañanas, les traigo las mejores rolas para que comiencen su día ¡con toda la actitud! Así que arranquemos nuestro programa con ésta canción de Major Lazer y Dj Snake, ¡Lean On!"
Los acordes de la música comenzaron a escucharse a través de la bocina del radio despertador de Serena, mientras ésta comenzaba a removerse en la cama.
"Do you recall? Not long ago
We would walk on the sidewalk.
Innocent, remember?
All we did was care for each other.
But the night was warm
And we were bold and young."
La chica sonrió al escuchar la canción; aún sin abrir los ojos, comenzó a cantar, removiéndose en la cama.
"All around the wind blows
We would only hold on to let go.
Blow a kiss, fire a gun
We need someone to lean on
Blow a kiss, fire a gun
All we need is somebody to lean on
Blow a kiss, fire a gun
We need someone to lean on
Blow a kiss, fire a gun
All we need is somebody to lean on uho uho uho"
Serena cantaba enredada en las sábanas, disfrutando de aquella canción que se había vuelto su favorita desde hacía dos meses y que no se cansaba de escuchar, por lo que, todo lo que duró la canción, ella no se levantó.
"Y esto ha sido Lean on de Major Lazer con Dj Snake. Son las 7 de la mañana con 15 minutos y nosotros seguimos en GreatHits 98.5 FM"
¡QUEEEEEE!
La muchacha saltó de la cama como movida por un resorte. Apenas y tenía quince minutos para ducharse, arreglarse, desayunar y correr hacia la escuela.
Descartó la idea del baño; se había duchado antes de dormir así que no tenía por qué oler mal. Se visitió rápidamente y peinó su cabello haciéndose los tradicionales odangos que la caracterizaban.
¿Maquillaje? Nah!. No le daría tiempo por muy sencilla que fuera la rutina de belleza: corrector, crema humectante con FPS, polvo compacto, delineado de cejas, delineado de ojos, rizado de pestañas, rubor y brillo labial.
Bueno, tal vez, mientras fuera en el camión, pudiera darse una "manita de gato".
Echó los cosméticos a su mochila y bajó corriendo las escaleras, mientras su mamá ya había preparado su almuerzo escolar.
Buenos días Serena – saludó mamá Ikuko cuando la rubia llegó atropelladamente a la cocina.
¿Por qué no me despertaste mamá? ¡Se me hace tarde!
Bueno, para eso tienes tu radio despertador, ¿no?
¡Si pero no sirve de nada! – la chica tomó su almuerzo y un pan tostado con mermelada – ¡Nos vemos más tarde mamá!
¡Qué te vaya bien!
Durante el trayecto de su casa a la escuela, Serena pudo maquillarse. "Ojalá tuviera una especie de artilugio mágico para estar lista en 5 minutos" pensó.
Odiaba arreglarse para ir a la escuela, sin embargo, el hecho de ser novia del chico más inteligente y guapo del instituto la había hecho cambiar un poco de hábitos (solo un poco), y arreglarse era uno de ellos.
Genial, primer día de clases y yo llegando tarde – se dijo, mientras consultaba su reloj.
Eran las 8:10 de la mañana cuando Serena arribaba a Juuban College, dirigiendo sus pasos al área de la preparatoria; Por más que corriera, sabía que tendría retardo.
Los pasillos se encontraban completamente desiertos cuando la chica los atravesó; para su buena suerte, no se encontró con ningún prefecto o algo por el estilo.
Rezaba para que la maestra hubiera tenido problemas al aparcar el automóvil, pero sus rezos no fueron escuchados; Mónica Sakurada ya había iniciado la cátedra.
Recelosa, se detuvo frente a la puerta del salón, indecisa si pasar o no, pero tomó valor y giró el pomo de la puerta.
Y es por eso que tendrán que anotarse en la lista que en un momento se les pasará para que se haga el sorteo – dijo la maestra, mientras se dirigía a un pupitre y le daba al chico de la primera fila la hoja de papel.
¿Cuándo sabremos qué salón se nos asignará? – preguntó una chica
Lo más probable es que hoy al medio día sepamos en qué salón les tocará hacer su servicio social.
Maestra – dijo Serena, asomando el rostro por la puerta – ¿me permite pasar?
¡Por supuesto que no Tsukino! Espera en el pasillo y ya tienes falta el día de hoy.
¡Pero maestra es solo un retardo!
¡He dicho falta y fuera de mi salón!
Con cara compungida, Serena tuvo que esperar a que la clase de dos horas de Mónica Sakurada terminara.
Tras dos largas horas de aburrirse en el pasillo, pues no se les permitía a los alumnos estar en el patio o jardines de la escuela en horas de clase, la cátedra de Sakurada había llegado a su fin.
El rostro de la rubia se iluminó cuando Amy y Mina salieron a su encuentro.
¡Chicas! – la muchacha las abrazó melodramática - ¡las extrañé!
Serena si usaras el despertador que te regalé, hubieras llegado a tiempo – comentó Amy
Si lo uso, pero pusieron Lean On y…
Serena esa canción dura como dos minutos – dijo Mina con los brazos en jarras – así que no es excusa para que hayas llegado tarde.
Bueno… - la rubia de odangos chocaba sus dedos índice – mejor díganme de que trató la clase.
Del servicio social que haremos en la primaria – comentó la peliazul mientras caminaban hacia el baño
¿Servicio social? ¿Por qué?
Porque, Serena, cada determinado tiempo lo hacemos en la escuela, no se de qué te sorprendes – dijo Mina
Ya lo sé, pero, ¿Qué no acabamos de hacerlo? Digo, cuidar el huerto contaba, ¿no?
Si pero eso fue el semestre pasado y recuerda que Juuban promueve los valores. Ahora tenemos que ser senpai de los chicos de primaria.
¿Y cómo es la dinámica o qué?
Nos van a sortear para ver qué grupo nos toca y después nos asignarán a un niño al que ayudaremos con tareas y aconsejaremos. Es algo así como la dinámica del huevo que hicimos en tercer grado de secundaria, solo que esta vez con verdadera responsabilidad – dijo Mina
¿Pretenden que me haga cargo de un niño cuando no soy responsable ni de mí misma?
Pues al parecer sí – respondió Amy
Además ni me anoté. No estuve en la clase.
No te preocupes por eso Serena, la señorita Mónica te anotó – agregó Mina - aparte, todos los grupos de tercer semestre participarán. Así que Darien también será niñero de alguien.
¿Mi Darien cuidando niños? – los ojos de Serena brillaban – entonces si participaré.
Tienes que hacerlo, es obligatorio – dijo Amy – y será mejor que nos apuremos antes de que tengas otra falta.
Dulce tentación
Al otro lado del gran campus que albergaba el Jardín de infantes, la primaria y la secundaria de Juuban college, un nuevo ciclo escolar daba comienzo también ahí.
Los padres, apurados, llevaban a sus hijos de la mano para que arribaran pronto al templo del saber, así como se hacía la gran fila de autos de los cuales descendían los chiquillos que corrían impacientes por reencontrarse con sus amigos.
Sin embargo, había una personita que en esos instantes estaba muy nerviosa.
Resignada, la niña bajó del auto de su padre, quien le dedicó palabras motivadoras para reconfortarla, mientras le mostraba una tierna sonrisa.
La pequeña solo se limitó a mirarlo, con los grandes y expresivos ojos llenos de pánico, y dirigiéndole una sonrisa fingida, se despidió, adentrándose en lo que sería su nueva escuela a partir de ese instante.
¡Buenos días chicos! – dijo la señorita Molly Osaka a sus alumnos – bienvenidos a su primer día de clases. Espero que vengan con las pilas recargadas para que su año escolar sea inolvidable.
Todos los chiquillos comenzaron a hacer alboroto.
Todas las caritas que veo en estos momentos son conocidas, a excepción de una – Molly se inclinó sobre el pupitre de la pequeña – corazón, ¿podrías presentarte por favor?
La pequeña se levantó de su asiento mientras sus compañeritos la observaban; la chiquilla era pelirroja y tenía ojos azul zafiro, lo que la hacía portar una belleza sin igual a pesar de contar con solo 10 años.
Sus facciones eran delicadas y a juzgar por lo exquisitamente ataviado que estaba su uniforme, era una niña de dinero.
De hecho, todos los que asistían a Juuban college tenían una buena posición económica.
Buenos días, mi nombre es Kakyuu Kou, pero todos me dicen Chibi Chibi. Tengo 10 años y vengo de Kinmoku Elementary School.
Bueno Chibi Chibi, pues bienvenida y espero que te sientas muy a gusto aquí en Juuban – Molly sonreía amablemente – Bien chicos, vamos a iniciar la clase.
La mañana comenzó a transcurrir. Chibi chibi se adaptaba rápidamente a su nueva escuela.
Al llegar el medio día, la maestra hizo un anuncio.
Bueno chicos como saben, en Juuban se promueven los buenos valores y principios, por lo que hoy iniciamos el programa "Take a brother", en la cual ustedes contarán con un hermano mayor que los apoyará en todo durante el ciclo escolar, tanto dentro como fuera de la escuela.
Algunos niños hicieron muecas mientras otros se mostraban felices.
Esto será muy benéfico para ti Chibi Chibi, ya que tu "hermano" o "hermana" te ayudará a adaptarte mejor – comentó la maestra, quien observaba a la niña.
Acercándose a la puerta, Molly agregó: – Pasen chicos por favor.
Uno a uno, los estudiantes del tercer semestre de preparatoria de Juuban entraron al salón de clases.
Éste año, contaremos con el apoyo de los chicos de tercer semestre y a nuestro salón ha sido asignado el grupo C – la castaña mostraba con la mano a los chicos que uno a uno iban entrando al salón – así que muchachos, bienvenidos y gracias.
Serena entró junto con Mina y Amy, siendo captada su atención por una niña pelirroja de ojos color zafiro.
A su vez, la pequeña Chibi Chibi prestó su atención hacia la chica rubia de peinado de odangos, iguales a los suyos, a diferencia que los odangos de la pelirroja tenían una bonita forma de corazón que su hábil padre hacía a la perfección.
Parece que has encontrado a tu kohai Serena – musitó Mina en su oído
¿De qué hablas Mina? – respondió la chica, quien no apartaba la vista de la pelirroja.
De ella – la rubia de media cola señaló indiscretamente a la niña.
¿Hay algún problema, chicas? – Molly se encontraba con los brazos en jarras frente a ambas rubias.
No, para nada Señorita Osaka – respondieron al unísono.
Bien, como veo que están ansiosas en iniciar el programa, escojan a sus hermanos.
Serena dio un paso al frente, hipnotizada por la chiquilla pelirroja, dirigiéndose hacia ella.
Hola – dijo la rubia, agachándose
Hola – respondió la niña
Tu peinado es igual al mio – Serena sonrió
Si, solo que mis odangos son en forma de corazón.
¿Cómo te llamas?
Kakyuu, pero todos me dicen Chibi Chibi
Es un gusto entonces, Chibi Chibi. Mi nombre es Serena – extendió su mano a guisa de saludo.
Al contacto, ambas percibieron una conexión especial, sintiéndose a gusta una con la otra.
Mina escogió a una pequeña pelinegra y Amy a una peliazul. El resto de los compañeros de las chicas hicieron lo mismo.
Muchas gracias chicos – dijo la castaña maestra – Recuerden que a partir de este momento, estos niños son su responsabilidad tanto dentro como fuera del aula. Bueno, con esto la clase ha concluido, nos vemos mañana.
Cada chico salió acompañando a su pupilo a la salida de la escuela, donde sus padres los esperaban.
Serena salió con su kohai, a quien llevaba tomada de la mano mientras arrastraba la mochila de ruedas de ésta.
Eres nueva, ¿verdad Chibi Chibi? Porque nunca te había visto antes aquí.
Si. Vengo de Kinmoku
¡Oh! Esa escuela es muy buena, ¿por qué te cambiaste?
Porque nos mudamos de casa y a papá le quedaba muy lejos llevarme hasta Kinmoku y luego ir a su trabajo.
Ya veo – la rubia atravesaba el patio con la niña – No te encargaron tarea, ¿verdad? Porque si es así tendré que…
No, no te preocupes, no tengo tarea.
Bueno, de todos modos te daré mi número telefónico, para que me llames si necesitas algo.
Eres muy amable Serena - la niña sonrió.
Ambas llegaron a la puerta de la primaria. Serena sacó un papelito de su bolsa y con el bolígrafo que llevaba en la bolsa de su camisa escolar, anotó su número telefónico.
Toma. Llámame si necesitas algo
¡Muchas gracias Serena! – la pelirroja guardó el papelito en la bolsa de su falda.
Ojalá algún día tu mamá quiera hacerme mis odangos en forma de corazón – comentó la chica mientras tocaba los odangos de la niña.
No tengo mamá – Chibi Chibi apretó su falda
Yo… lo siento mucho, no sabía – la muchacha estaba apenada.
No te preocupes – la niña movió la cabeza – de todos modos papá me los hace y es un gran estilista.
La pelirroja alzó la vista hacia la calle, descubriendo un lujoso auto color plateado en el cual un apuesto hombre se encontraba recargado.
Iba vestido con un pantalón blanco de lino, una camisa azul casual y mocasines blancos. El largo cabello negro que portaba lo llevaba atado a una cola de caballo baja y tenía aretes en forma de luna creciente. Observaba a ambas chicas con particularidad atención.
Ya me voy Serena, ya llegó mi papá por mí – dijo la pelirroja, mientras tomaba su mochila de manos de la rubia.
¿Tu papá?
Sí, es él. Hasta mañana – la niña le dio un beso en la mejilla a la chica y se dirigió al hombre que la esperaba.
Serena levantó la vista hacia el padre de la menor, quedándose impactada al ver a aquel atractivo hombre de apariencia bastante joven.
Por su parte, al descubrir que la chica que minutos antes acompañaba a su hija lo observaba, se quitó los lentes de sol, quedando impresionado por la belleza de aquella jovencita.
Al instante, sus miradas se encontraron.
La rubia se sobresaltó al descubrir que la mirada penetrante de aquel caballero era de un hermoso color azul zafiro.
A su vez, él quedó embelesado con los enormes e inocentes ojos color azul cielo que lo miraban expectantes.
Era como si un extraña atmosfera los envolviera en ese instante.
¡Hola papá! – saludó la niña, sacando al hombre de su ensoñación.
Hola hija – se inclinó hacia su pequeña para darle un beso. Abrió la portezuela y ayudó a su hija a subir al carro – ¿cómo te fue en tu primer día de escuela?
Bien papá
Me alegro – el pelinegro cerró la portezuela y rodeó el carro para subirse.
Antes de hacerlo, echó una última mirada a la rubia que los seguía observando, atenta.
Veo que ya hiciste una amiguita, aunque creo que está demasiado grande para estar en cuarto de primaria – comentó el hombre, antes de poner el auto en marcha.
No es mi compañera papá – rió Chibi Chibi – ella es mi senpai. Hay un programa en la escuela que se llama "Take a brother" y ella será mi hermana mayor durante todo el ciclo escolar. Se llama Serena y va en tercer semestre de preparatoria.
Ya veo – comentó él – bueno, me alegra ese tipo de programas. Ahora, vayamos a casa que hoy te preparé tu comida favorita.
¡Si! – la niña gritó jubilosa mientras el carro ya alcanzaba la calle.
Dulce tentación
Serena estaba parada en la puerta de la primaria, sin despegar la vista de encima de aquella singular familia.
De una manera u otra, se sentía cautivada por aquel hombre de cabello largo y negro.
Siguió cada uno de sus movimientos y no apartó su mirada hasta que el auto arrancó y alcanzó la calle, saliendo de su campo de visión.
¿Qué había sucedido?
De repente había tenido una extraña conexión con el padre de una niña de 10 años, que por muy joven que se viera, ¿Cuántos años podría tener?
Realmente era muy mala para calcular edades.
Enseguida, una voz la sacó de sus pensamientos.
Serena
La chica volteó, descubriendo a su novio cerca de ella.
¡Darien! – corrió hacia él, quien la recibió con un amoroso abrazo.
¿Ya entregaste a tu kohai?
Si, así es – respondió él, depositando un tierno beso en su frente
¿Qué grado te tocó?
Primero. Adoro a los pequeñitos – dijo él - ¿y a ti?
Cuarto.
Qué bien. Bueno, vayamos de regreso a la prepa y qué te parece si a la salida, vamos por una soda al Crown.
¡Eso me parece perfecto Darien!
Y tomados de la mano, la pareja emprendió su camino hacia el área de preparatoria de Juuban college.
Que tal Bombones!
Bueno aquí les dejo el primer capítulo de mi nuevo fic, el cual surge de una bonita dinámica en el grupo de Facebook Ladies Kou Oficial del cual soy parte, así que espero que a Rogue Kou le guste, ya que yo seré la estrella que concederá su deseo ;)
No tengo día para publicar, conforme llegue la inspiración estaré escribiendo.
No se pierdan el próximo jueves la actualización de Lovers
Besos estelares! :*
