Disclaimer: Owari no Seraph y sus personajes no me pertenecen.
Nieve.
A Guren no le gustaba mucho la nieve, era algo absurdo, te mojabas, te morías de frio y aun así la gente era feliz tirándose bolas y haciendo muñecos y ángeles de nieve. De hecho, en cuanto empezaron a caer un par de copos Sayuri fue corriendo a su despacho y le pidió en el caso de que cuajara si podían terminar las clases antes para que los chicos disfrutasen de ese día.
Muy a su pesar, tuvo que permitirles el capricho, ¡qué remedio! De todos modos salir un par de horas antes no iba a cambiar nada, los mocosos seguirían siendo mocosos solo que mojados y congelados, si cogían un resfriado por pasarse hasta tarde fuera haciendo el idiota no era culpa suya.
Y lo mismo iba para su escuadrón, le daba igual que al día siguiente estaban muertos de fiebre en la cama, irían a trabajar y si protestaban le daba igual.
Aunque probablemente acabaría apiadándose y haciendo él todo el trabajo.
Efectivamente, tal y como Sayuri había previsto, la nieve cuajó y los estudiantes salieron a jugar, lo que causaba un gran escándalo que se filtraba hasta por las ventanas aunque estuviesen cerradas, así que Guren se vio obligado a poner un vinilo de jazz en el tocadiscos para evitar todo el ruido.
A diferencia de ellos, a él no le apetecía salir fuera a morirse de frio, prefería estar en su despacho calentito, con un café bien caliente en su mesa y buena música para distraerse mientras leía los informes de la última reunión a la que casualmente no había asistido pero gracias a Shinya podía ponerse al día de lo que habían hablado y de paso a decirle si iba a salir fuera.
-No, no quiero.
-Moh Guren, eres un aburrido, un poco de diversión no te hará daño.
-Tengo trabajo que hacer.
-¿Y desde cuando eso es excusa? Seguro que lo que quieres es dormir.
-Shinya…calla.
-Cállame.
Guren refunfuñó al oír como su amigo lo retaba, siempre hacia eso cuando podía y algún día se iba a llevar una sorpresa porque lo callaría de verdad, el cómo era algo que tenía que decidir.
-Eres un pesado.
-Moh, que cruel eres conmigo.
Al final tuvo que echar a Shinya de su despacho a patadas, o casi, mientras él no dejaba de reírse y llamarle aburrido y de nuevo reinó la paz en su despacho.
Aunque duró muy poco.
BUM
BUM
BUM
No llevaba ni una hora y media con los informes que algo comenzó a chocar contra su ventana, molestó por el ruido se dio la vuelta y se acercó a su ventana, para ver que alguien estaba lanzando bolas de nieve contra su ventana, amenazando con romper el cristal si se tiraba con un poco de más fuerza.
-Maldita sea -pensó Guren.
De muy mala gana, abrió la ventana haciendo que un frio invernal entrase por esta y congelase el despacho entero en un momento, Guren resopló y asomó la cabeza por esta para ver quién era el imbécil que estaba a punto de cargarse su ventana.
Había asumido que el culpable de aquello era Yuichiro, aquel maldito mocoso haría lo que fuese con tal de sacarlo de sus casillas, iba a matarlo en cuanto lo pillase, cuando decidió cuidar de él nadie le dijo que iba a resultar tan horrible el cuidar de un adolescente, él no había sido así de irrespetuoso con sus superiores. Bueno, con los que apreciaba, a Guren jamás se le hubiese ocurrido enfrentarse a su padre y hasta la fecha él era lo más parecido a una figura materna que tenía aquel chico.
Pero no era Yuu.
A escasos metros de la ventana se encontraba Shinya, con una bola en la mano, lista para lanzarla de nuevo.
Y lo hizo, lanzó la bola de nieve en el momento en que Guren asomaba la cabeza para ver quién era y estampándosela en toda la cara al Teniente Coronel.
Lo siguiente que Guren escuchó tras que el impacto de la bola en su cara fue la risa de Shinya, clara y musical, aunque en aquellos momentos eso le irritaba, se limpió con la manga de la chaqueta del uniforme
-¡SHINYA! -exclamó al verle- ¡Te voy a matar!
Sin pensarlo dos veces, Guren cogió su arma y salió del edificio tan deprisa que no vio que en el suelo de la entrada se había acumulado hielo con lo cual terminó resbalando y cayendo del culo al frio suelo.
Un coro de risas resonó tras su caída, Guren soltó un gruñido maldiciendo en voz baja a Shinya por haberle hecho salir.
-Moh Guren, deberías ir con más cuidado -le dijo la voz de Shinya.
El moreno alzó la mirada y se encontró cara a cara con su amigo el cual le ofrecía su mano para ayudarlo a levantarse con una de sus gentiles y odiosas sonrisas, a pesar de llevar solo el uniforme y el abrigo que usaban en el ejercito cuando llegaban el invierno no parecía estar pasando frio, tenía las mejillas sonrojadas quizás por el frio, quizás por la excitación o quizás por haber estado jugando como un niño.
Por orgullo, Guren rechazó su ayuda e intentó levantarse por si mismo pero de nuevo resbaló y habría caído al suelo de no haber sido sujetado por el otro.
-Cuidado -le dijo- hay hielo.
-No me digas -ironizó Guren-¿acaso no sabes soltar más que tonterías?
-Que cruel eres -protestó Shinya- yo solo he venido ayudarte.
-Es por tu culpa que me haya caído -le dijo el otro.
-¿Mía? -le preguntó Shinya inocentemente.
-¿Quién me ha lanzado una bola de nieve a la cara? -le recordó el Teniente Coronel.
-Pero Guren, yo estaba lanzando las bolas a la ventana -le explicó su amigo- eres tu quien la ha abierto y se ha puesto en medio.
-No te hagas el inocente conmigo -refunfuñó Guren.
-¿Y qué vas a hacerme si digo que te la he lanzado a propósito? -le preguntó Shinya con su habitual sonrisita- No puedes castigarme, Guren, soy tu superior.
-Que le den a los rangos, Shinya -replicó él.
-Me gustaría ver como lo intentas -le dijo el otro.
A Shinya le encantaba lanzar esa clase de pullas hacia Guren pero él sabía que nunca hacia uso de su rango contra él, en realidad se consideraban iguales en ese aspecto, Shinya solo Mayor General porque llevaba el apellido Hiragi, de llevar su apellido original, el cual no recordaba o decía no recordar, probablemente no tendría un rango más alto que el suyo.
-Te odio -fue lo único que le dijo Guren mientras se apartaba de él.
-Mentiroso -replicó el otro.
Lo peor de todo, era que aquello era cierto, Guren no sabía odiar a Shinya, o no podía mas bien, y aunque cuando se conocieron había resultado molesto e impertinente y había querido odiarlo tras la revelación de que era el prometido de Mahiru no había podido, de hecho, ambos habían intentado odiarse mutuamente y habían terminado en aquella extraña amistad que tenían.
Guren intentaba no pensar mucho en Shinya, siempre le resultaba algo complicado y confuso, era su amigo si, era su mejor amigo, su camarada, la única persona que le conocía de verdad, la única que sabia todos sus planes y quien no lo traicionaría, pero a veces aquellas pullas e insinuaciones lo confundían, ¿lo hacían por molestarle o había algo más? En un par de ocasiones se había sentido tentado a preguntar pero terminaba descartando la idea, se trataba de Shinya así que no podía ser algo tan rebuscado.
-Gureeeeen -lo llamó el otro- ¡despierta!
-Tché, ¿qué quieres pesado? -le preguntó él.
-¿Hacemos un muñeco de nieve? -le preguntó.
-No -respondió Guren secamente.
-¿Por qué no? -le preguntó el otro.
Guren podía haber contestado que era demasiado infantil, ¿pero quién era él para decir eso? Tanto él como Shinya habían sido privados de infancias así que podía entender el comportamiento infantil a veces de su amigo, no podía negarle el gusto de hacerlo pero eso no implicaba que fuese a hacerlo él, era demasiado orgulloso como para eso.
-Hace frio -dijo contestando lo primero que se le paso por la cabeza.
A juzgar por la mirada que Shinya le echó seguramente estaba juzgando si Guren estaba diciendo la verdad o no.
-Pero tú puedes hacerlo -añadió rápidamente- tu mismo si acabas agotado y enfermo.
-¿Ves como eres un encanto cuando quieres? -le dijo- Te preocupas por mí.
-Cállate -replicó Guren- solo quiero que atiendas la próxima reunión por mí.
-Mentiroso -volvió a decir Shinya aunque esta vez en un tono burlesco- reconoce que no solo te preocupas por mi si no por todos.
-Cállate -repitió el otro.
-¿Sabes? Ya he jugado demasiado por hoy -le dijo Shinya- ¿qué tal si vamos a tomar un chocolate caliente?
-¿Es que no voy a poder librarme de ti nunca? -refunfuño su compañero.
-Eres imposible -suspiró el otro pasándose una mano por su pelo.
Guren no pudo evitar observar el color del cabello de su amigo, ya sabía de sobras que color era, claro, no era ni ciego ni daltónico pero nunca se había parado a verlo de ese modo, era casi como la nieve, seguramente si Shinya se tumbase sobre el suelo nevado su cabello se camuflaría a la perfección.
Era extraño y hermoso a la vez, Guren se preguntaba cómo alguien podía tener el cabello del color de la nieve o como el de la luna, o al menos eso creía él, nunca había tenido cerca a esta para saber si de verdad ese era su color.
Un extraño color de cabello adornando un rostro igual de hermoso y dos ojos azules del color del cielo.
No podía evitar ponerse de los nervios al darse cuenta de que algo en Shinya le resultaba hermoso, era extraño pensar así de él, era Shinya al fin y al cabo, y resultaba más veces ser un dolor en el culo que una belleza que observar como si fuese una obra de arte.
-Está bien, está bien -le dijo- no pongas esa cara, iremos a tu puñetero apartamento a tomar chocolate caliente.
Eso pareció volver de nuevo a Shinya a su estado habitual, con una sonrisa se colocó a su lado y lo empujó disimuladamente.
-Vamos, vamos -le dijo- que hace mucho frio y no quiero enfermar -añadió repitiendo lo que su amigo había dicho antes.
-La madre que te…-gruñó Guren.
Se estaba volviendo un blando y todo era culpa de Shinya.
How Do I fluff pls
En serio, puedo hacer sufrir de múltiples modos a cualquier pj, no se me caerá una uña por hacerlo, pero...¿fluffy y cosas lindas? Eso es que no me sale ni pagando xDD
Pero queria intentar un Gureshin fluff porque bastante drama hay ya en el manga y como me ha quedado muy largo, lo he dividido en dos partes, es una parida, lo sé, pero en fin, no soy una experta en cositas bonitas xD
Y se me da mal el fluff pero poner titulos y hacer descripciones peor, en mi defensa dire que poner nombres y resumir no es algo sencillo (?)
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