Buenas, soy Yuu, no sé por qué, siempre me lleno de FF, pero es que si no los escribo me siento mal u.u además este es más profesional (?) xD en teoría busco tener un lenguaje rebuscado c:
Notas:
La narración será en 1era persona (a POV de Link) y los flash back en 3era.
Flash back: serán representados por –Días, tomando como referencia un acontecimiento o deber- Hace cuanto sucedió y /lugar de los hechos/ c: de esta forma se sabrá si es un flash o no. Y se cierra con la narración en 3era persona y una separación.
/Cambio de escena otro lugar/ c:
Negritas importante
"Cursiva" es pensamiento
-Gatos de la Ciudadela-
Por: Yuu-Link
Capitulo 1: Mi nuevo hogar.
"Podría jurar que a veces cuando la luz del ocaso cubría Ordon escuchaba su vos diciéndome, "¿Qué tal, Link?" pero esas sólo eran alucinaciones mías… quizá la extrañaba demasiado, sus estúpidas risas macabras que enchinaban mi piel, o sus molestas ordenes y su calidez después de que Zelda salvo su vida, dando la suya a cambio. Yo pienso que algo de la bondad de la princesa fue la que le dio esa amabilidad a Midna… pero en fin, simplemente sé que mi mejor amiga, ahora gobierna el crepúsculo, me hubiera gustado ver su surgimiento como reina del pueblo Twili, pero que se le va a hacer.
Ya un año había pasado desde mi aventura…
Ahora vivía en una aburrida rutina, donde nada interesante pasaba, mi nuevo hogar ahora está situado frente al reconstruido castillo de Hyrule, y como no, si Ganondorf dejo un estallido en él y un desorden que se arreglo en unos meses... con trabajo duro y muchas manos, incluyendo las mías.
Todo iba normal, hasta que hace 4 días, en mi 17º cumpleaños, mi vida dio un giro envuelto en… Gatos y un compromiso a romper"
-Martes, turno de noche, vigilancia- Hace 4 días. /Entrada Oeste/
-Bueno, la noche parece tranquila, ¿No es así, Link? – Comento un soldado a su lado, que tenia voz de mujer.
-Ciertamente, Ashei – Contesto el joven Hyliano, que estiraba su cuerpo con cansancio – Tiene rato que no pasa nada interesante en los turnos de noche, cada vez es más aburrida la ciudadela.
-Bueno, Link – se poso junto a la puerta – Has salvado Hyrule, se te reconoció como héroe y ahora te gusta más ser un solitario joven que combatió todo el mal solo y ahuyento a los bandidos – La joven pelinegra sonrió ante los refunfuñones del joven que sabia ella tenía razón, no hacía mucho en la ciudadela había muchos bandidos. Hasta que Link tomo cartas en el asunto y comenzó a tomar doble turno. Noche y día la ciudad estaba a salvo, mejor prefirieron irse a otros lugares, pero no dentro de Hyrule, pues Link los amenazó de muerte.
-Ya, ya – Dijo acompañando con señas de alto apenada mente – Es verdad – rasco su nuca – Es mi propia culpa que la ciudadela por fin este en paz… incluyendo todo Hyrule, de hecho.
-Entonces no te quejes, además luces cansado, cuidare el puesto, mejor vete a casa Link – Sugirió Ashei. Era verdad, con los dobles turnos había terminado cansado hasta tal punto en que no podía estar bien de pie.
-Está bien – bostezo estirándose un poco.
-Hey, no hagas eso, que– Hizo lo mismo que Link – a mí también me da sueño.
Ambos rieron y luego Link dijo – Bueno, entonces me voy – luego recordó algo rápido – Pero antes, Telma me dijo que tenía que pasar hoy.
-¿Para…? –Pregunto curiosa. Rasco su mejilla y luego vio a un gato correr cerca sin tomarle mucha importancia.
-No lo sé, dijo que era una gran sorpresa. Conociéndola debe tramar algo – Preocupado llevo su mano derecha los ojos tapándolos un poco, con algo de pesadez.
-Yo que tu, mejor iba con cuidado, ya sabes cómo es Telma con sus "sorpresas". No quiero darle mala fama, pero sus sorpresas a veces no son tan divertidas como tú o yo pensaríamos que lo son. Pero en fin, buenas noches, Link. Si ves a Shad avísale que mañana le entrego el mapa de la cosa que descubrió.
Link miro con desgana bajo la sorpresa que le tenía preparado, asintió con la cabeza y salió hacia la taberna de Telma.
Por el camino se encontró con Giovanni. Este le saludo con alegría y el su gato ronroneo sobre la pierna de Link.
-Buenas noches, Giovanni – Dijo Link, atento a los movimientos del pequeño gato y sus amigos.
-Muy buenas noches, hijo. Parece que Gengle te ha tomado cariño. Hace tiempo que no te veía, muchacho – Comento feliz de verlo, el gato ahora estaba en brazos de Link – Bueno, solo venia a ponerles comida a los otros gatos, tengo que dormir. Buenas noches.
-Buenas noches, señor Giovanni… -Mira al gato- Pero sí que has crecido Gengle, dime, ¿Qué ha sido de ustedes? ¿Alguna novedad? –Pregunto crédulo, sabía que no le responderían, sin embargo, paso lo contrario.
-No me quejo, la vida de un gato es tranquila si lo piensas un poco… y pues la novedad es la princesa… es preciosa ¿No crees, Link? – Respondió Gengle muy feliz, ronroneándole a Link.
-Si, creo que su vida es fácil y si, la princesa Zelda es… espera, ¿¡ME RESPONDISTE!? –Link soltó por inercia al gato, quien sólo maulló.
-Miau, ¡ten más cuidado! Parece que todos caemos de pie, pero con un susto y una altura más grande podemos lastimarnos. –El gato rodo en el suelo y luego se restregó en un árbol que ahora estaba lleno de vida, en el patio de la casa de Giovanni.
-Pero, es tan raro escuchar lo que dices… digo, estoy en mi forma humana, aun así pude escucharte, entendí lo que dijiste y… - En ese momento una niña que jugaba por ahí miro a Link con extrañeza y pensó "¿En verdad le está hablando a un gato?"
-¿Link, por que hablas con un gatito? –Pregunto una niña pelirroja de cabello corto y ojos grises.
-Ema, no… bueno, a veces los animales transmiten sentimientos, por eso – contesto nervioso. La inocencia de la niña creyó en sus palabras y esta siguió su camino junto a su madre, quien le miro algo extrañada.
-Ema es una niñita muy curiosa – dijo otro gato al lado – Pero nadie más distraído que Thunder, Saphir, la princesa gata le ha robado el corazón a cientos de gatos de la ciudadela, tal como su misma dueña, la princesa Zelda.
-¿Zelda?, bueno, tengo entendido que busca esposo… - comento Link, sonrojándose un poco – Y supongo que lo encontrara, con su belleza no lo dudo. Pero Saphir, su gata blanca jamás sale, no creo que sea posible que alguien la corteje – Link acaricio a un gatito más pequeño de por ahí.
-¡Yo lo haré! –Tras ellos apareció un gato medio blanco con manchas negras, una oreja negra y la otra blanca, de su cabeza, pelos grises y blancos hasta su cola. No más de un año de edad – Soy Thunder, pero necesito ayuda de usted, héroe.
-¿Mía? – Link se señalo – Un momento – Miro al gato más detalladamente – Pero si es el gato que la otra vez casi cae en la cabeza de su majestad – Lo tomó por el cuero de atrás (Donde no le lastimas) y luego el gato comenzó a soltar zarpazos a donde fuese.
-¡Bájame! ¡YA Bájame! ¡Odio que me carguen así, es incomodo! –Maullaba el gato. Link termino por dejarlo libre.
-Lo siento, aun así creo que tu objetivo era la gata negra, ¿no? –Comento Link algo risueño – Y yo pensaba que sólo nosotros los Hylians hacíamos tales locuras por una mujer.
El gato hizo una mueca, sí, una mueca y Link continuo riendo – Bueno, ¿¡me ayudas o no!? – El gatito se había enojado y respondido de esa forma.
-Pues no veo el problema, lo único que tendría que hacer es hacerte pasar por mi gato, luego llevarte ante Zelda, quien seguro mostrara esa bonita sonrisa que tiene ante ti.
-¡Miau! ¡Louise tenía razón! – Parecía estar feliz y ronroneando – Tú eres un buen Hylian.
Link sonrió un poco, pensando que no era mala idea, después de todo, ¿Qué podría salir mal? –Aunque por ahora… bueno, acompáñame, así no sufriré tanto con la sorpresa de Telma – Dijo y cargo al gato de forma y lo ponía casi en su hombro.
El joven camino, las miradas de las personas con ternura hacia el gato iban surgiendo a medida que caminaba entre el mercado de noche, no pasando de las 9, pues a esas horas había música y alegría, la cual cesaba a las 11.
Tras una corta caminata, Link bajo las escaleras hacia el bar de Telma. A punto de abrir la puerta, el joven sudo de la frente y luego armado de valor la abrió.
Todo estaba obscuro, hasta que…
¡PUM! ¡CRASH! ¡MIAU! ¡KGIII!
Algo escucho tornar, la luz se encendió, Link y el gato cayeron por el susto, el gato maulló y luego araño a Link en la cara soltando el típico sonido que ponen al mirarse gato vs gato o vs un perro.
-… -Todos guardaron silencio, hasta ver que el gato y Link habían quedado en una posición bastante divertida.
Las risas resonaron y luego una gran felicitación – ¡Sorpresa! – Dijeron el grupo, menos Ashei, Ilia, los niños de Ordon, Luda la niña de Kakariko y su padre Renado el curandero, Uli la madre de Colín, El alcalde Bo, Agitha quien se había convertido en la mejor amiga de Link, Darbus el jefe de los gorons y Gor Coron el viejo antiguo patriarca de los gorons.
-¿Qué?... ¿Cómo? ¿Dónde? –Se pregunto el joven rubio cenizo mientras se paraba del suelo – ¿Qué es todo esto? –Volvió a preguntar Link.
-Como lo supuse, me alegra que haya sido de esta manera – dice la joven Ilia, quien abraza a Link de forma muy fuerte – Te olvidaste de tu cumpleaños, Link – La sonrisa de su amiga le tranquilizaba, era serena y amable, a vista de Link.
El sorprendido héroe, también era olvidadizo, muy dormilón, pero era responsable y muy amable. Aunque él no quisiese últimamente era muy galante para muchas mujeres en la ciudadela. También se debía a muchas que se interesaban por su titulo noble de, Sir Link Héroe de Hyrule y del reino crepuscular – Vaya, esto… todo esto, ¿Para mí? –Link tenía una sonrisa cálida en su rostro – Gracias, deberás no pude ser más afortunado de haber cruzado mi camino con cada uno de ustedes, chicos - Después de las palabras de agradecimiento comenzó la fiesta, Link comunico a Shad lo que Salma le dijo y este asintió tranquilo, parece que ese mapa era sumamente importante.
Unos minutos más tarde la puerta se abrió y dejo ver una silueta conocida y una en negro. La primera era Salma, que traía el pastel, todo lo que le había dicho de la sorpresa había sido puro cuento para asustar al joven Hylian. La otra era una mujer encapuchada, que Link reconoció al instante, se trataba de Zelda. La futura reina había ido a su cumpleaños, al cumpleaños de un campesino… sólo… de él.
Nadie sabía, pero durante el tiempo que había conocido a Zelda a profundidad, el joven había quedado anonadado, su pasado, su forma casual de ser eran tales como cualquier otra persona, no tenia ideales de nobleza en cuanto a tener sumos alto, tampoco tenía sueños vanidosos o sueños con millones de lujos, simplemente velaba cada día y cada noche por que Hyrule estuviese bien, abastecida con todo lo necesario, que sus habitantes tuvieran una vida sin falta de alimentos, trabajo o lugar donde vivir. Que sus lazos reales con las razas Zora y Goron estuviesen en paz y fuese una unión tanto militar como política y económica, siempre preocupada por los demás… por Hyrule, olvidándose de ella misma en ocasiones, no era lo que debía hacer, pero era por una causa "PAZ". Eso era lo que a Link más le atraía de la princesa, su corazón noble.
-Princesa – La encapuchada se quito su vestimenta, para verla vestida de forma casual, sin esa coronilla de siempre, sin ese vestido, esos tocados de oro, simplemente era Zelda.
-Link, te he dicho un millón de veces que solo me llames Zelda – La cálida sonrisa de la princesa había hecho sonrojar a Link, lo que no paso desapercibido por Ilia.
Ilia también tenía un secreto. Hacía tiempo que desde pequeños Link le había robado el corazón, por todo lo que el mostraba de sí mismo, pero en el tiempo en que Link se había trasladado a Hyrule, cuando lo visitaba y le contaba cosas de la princesa, ella supo que Link jamás correspondería a su amor. Tanta belleza y tal corazón bondadoso de Zelda no podía ser igualado. Así que decidió rendirse con ese pequeño sueño de amor que tenía pensando en ambos y decidió que su amistad valdría mucho más que una confesión fallida y terminando siendo lastimada. Ahora su meta era ayudar al joven a declarar lo que sentía, puesto que Link no era tan bueno mostrando sus sentimientos, no era lo mismo hacer eso a ser un héroe, para el arriesgar su vida en batalla era menos peligroso que declararse a esa bella mujer que seguro lo rechazaría, pues parecía que sólo eran buenos amigos, eso era peor que una daga en el pecho.
-Está bien… Zelda – La tensión se hacía más y más, hasta que el gato, Thunder, intervino.
-¡Dile algo, no seas torpe! – Link le dio una mirada fiera, Zelda se dio cuenta que él no venia sólo.
-Tu gato es muy hermoso, quizá deba presentarte mañana con Saphir, pequeño –El gato, siendo atrapado por el nombre "Saphir" miro atento a la princesa pensando "ES UNA DIOSA MISERICORDIOSA, MAJESTAD" - ¿Cuál es su nombre, Link?
-El es Thunder, es mi nueva mascota de hoy en adelante, más bien diría, compañero – Link acaricio al gato con cariño.
El gato maulló, bajo y se restregó en la princesa, que olía a la gatita.
-Vaya, si es muy amigable y tierno, como tú, Link – Las palabras volvieron a sonrojar al muchacho.
Los demás celebraban, Ilia tomo a Link por el brazo, diciendo un "Discúlpeme un segundo, majestad" llevándolo fuera de la taberna.
-Link, ¿a caso no hablamos de que al menos sigas una conversación con la princesa? – Dijo Ilia con un tono severo.
-Sí, pero… no sabes lo difícil que es hablar frente a esa persona que tanto… que te gusta…
-Claro que lo se – Murmuro, dejando a Link con cara de sorpresa, pues escucho perfectamente lo que dijo.
Sin tomarle más importancia, Zelda salió de la Taberna, para hablar con Link.
-Espero… no interrumpir, pero es necesario que entable una pequeña charla con el héroe de mi reino – comento la princesa muy cortésmente, Ilia hizo una reverencia, lo que Zelda solo agradeció, Ilia cerró la puerta – Link… -La palidez de la piel de la princesa hacia que Link enloqueciera, que se perdiera en el matiz de su rostro. Sus labios rojizos lo hacían perder la cabeza, el aroma y color de su cabello lo atraían y los ojos color azul tan relucientes como zafiro lo hacían perderse
Dos toques, tres toques, el corazón no podía soportar mucho mas, Link comenzaría a agitarse un poco.
-Bueno, yo quería hablarte sobre lo de mi matrimonio… bueno, en realidad no he elegido esposo – Pronto, inexplicablemente las mejillas de la princesa se enrojecerían, confundiendo a Link – No quiero casarme si no es por amor… digo, una unión el resto de mi vida tendría que ser compartida con millones de sentimientos, pero no podía contárselo a alguien más, solo en ti confió. El consejo pide que mi matrimonio se haga en pocos días, pero yo no lo deseo de esa forma, además cada pretendiente está lleno de avaricia, sabe que el reino es basto y sus habitantes trabajadores, Link, tienes que ayudarme – Rogo la princesa – Te lo suplico, noble héroe – Pronto comenzaría a bajarse lentamente para pedirle de todo corazón, Link al verla se agacho antes y cuando ella bajo cruzaron miradas.
-Zelda, princesa de Hyrule, te ruego que no me pidas de nueva cuenta algo, no de esta manera… -Tomo su mano derecha y provoco que se alzara – Sabes que como héroe y como tu súbdito y eterno aliado los favores que me pidan no serán demasiado… Un joven tan pobre como yo, no merece que la princesa de una petición de esta manera.
-Claro que si, por que esta vez es un favor muy grande… un favor… que… -Paro un segundo – Necesito que me acompañes al reino que desea mi unión con el príncipe… pero yo no lo deseo… y… mi excusa… Mi excusa solo seria que ya tengo planeado casarme con alguien más, pero…
-¿Pero…? – Cada vez tenía el presentimiento de lo que diría, tenía esa esperanza, solo faltaba decir la palabra mágica.
-Pero en verdad no tengo a ningún hombre al que ame… o al menos… no sé si me corresponda –Volvió a enrojeces de la vergüenza – Además... no hay tiempo, es en 4 días y en 4 días no conseguiré a nadie más… y la verdad no tengo tanta confianza en nadie mas, solo en ti, Link.
Por la mente de Link cruzaban las preguntas, ¿Quién sería el que tenía en sus manos el corazón de su doncella?, ¿Por qué lo elegiría? Y la más importante, ¿Cómo fingiría ser de la realeza?
-Zelda, si esperas impresionarlos no creo ser el indicado, no sé nada sobre cómo ser un noble, tú misma lo has visto, los del consejo me miran mal por no saber que estúpido cubierto debo usar, ¿por qué? Qué más da, una chuchara es una cuchara – Zelda amplió su sonrisa y miro a Link de forma dulce.
-Comprendo ese pesar, de pequeña yo decía lo mismo, me era de lo más desagradable tener que cambiar de cuchara por tonterías… -La joven se abalanza sobre el pecho del joven de forma que el queda indefenso – Link, en verdad no quisiera causarte ninguna molestia, todo esto me lleva a una enorme depresión y estrés… estoy harta de escuchar que es por el bien de Hyrule, de evitar una guerra por el territorio… pero que hay de mí, no soy un ser inconsciente… yo también siento amor, quizá no de quien desearía ese amor en especifico… pero… bueno, tu entiendes.
-Lo tengo muy consciente, Zelda… no te preocupes, fingiré ser un noble, solo… ¿Podrías enseñarme a como serlo? – la inocente risa del joven hizo que la joven sonriera de oreja a Oreja, siendo tan seria y reservada, pero siempre abierta ante la presencia de su joven caballero y amigo.
-Por cierto, tu gato es bastante lindo, espero que se acomode en el castillo, durante los 4 días necesito tenerte en presencia, para que los del consejo tengan una idea de el supuesto pretendiente… entonces entras a escena, Link… ¿Seguro que quieres hacer esto? –Pregunto preocupada.
-Muy seguro, mi futura reina a la que serviré hasta mi muerte – hizo una reverencia y luego ambos entraron a seguir celebrando el cumpleaños del joven.
Y bueno, supongo que así inicio esta historia… puesto que hoy es mi primera vez en el castillo, quiero decir nuestra primera vez…
-¿Verdad, Thunder? – Me sentía muy feliz, todo iba a la perfección, pero aun me quedaba en la curiosidad de mi mente, quien sería el amor de la princesa.
-¡Miau! ¡Claro que si, dueño Link! – Camino junto a mí, hasta que entramos al palacio…
CONTINUARA
Hola, solo espero que esta primera parte de 4 te haya gustado, si te gusto apóyame con un review, para checar mis errores c: Si algo no te ha agradado tienes derecho a comentar tu opinión n.n constructiva. Bueno, nos leemos luego.
