Los personajes utilizados en este fanfic son propiedad de Hiro Mashima.

Narración.

–Acciones. –

—Aclaraciones—

"Pensamientos".

Notas antes de iniciar: El fic esta totalmente narrado desde la perspectiva de Natsu, ¿entendido? Es poco usual las veces que escribo en primera persona… pero solo Natsu podría volver un embarazo algo tan divertido.

Primer mes: La noticia.

Mi nombre es Natsu Dragneel, tal vez me recuerden de los diarios. Si, soy ese que se la pasa destruyendo cosas a donde quiera que va, "el chico en llamas", cabello rosa, Dragon Salyer. Si todavía no me reconocen… ¿El titular "Boda escandalosa: novios y los invitados en prisión", les dice algo? Algo extraño de preguntar, ya lo sé.

Magnolia no es una ciudad de lo más grande, así que no era de extrañarse que todos se enteraran.

En fin, ¡Que fiesta! Realmente, no recuerdo nada después de que dije "Acepto" en el altar, solo se que quizás nos salimos de control —como siempre—, y terminamos en prisión; aunque la mayoría de las fiestas de Fairy Tail acaban así, no se para que me hago el sorprendido. Quizá tan solo es por el hecho de que no esperaba pasar mi noche de bodas en prisión.

A todo esto, me he desviado del tema.

El asunto que me llevo a tan larga introducción es algo que me ha estado rondando por la cabeza: llevo tres meses ya viviendo con mi esposa, Lucy Dragneel. Ciertamente me enorgullece que lleve mi apellido, es como si les gritara de frente "¡Es mía, malditos!" a todos aquellos imbéciles pervertidos que osan mirarla cada vez que se presenta, realmente me gusta.

Happy vive en la antigua casa de Lucy, ya que la mía es mas espaciosa y pues… él quería "darnos privacidad" aunque ciertamente solo lo hizo la noche de bodas, ahora rara vez nos libramos de él. No es que le odie ni nada, es mi mejor amigo y podría decirse que mi hermano… omitiendo que somos de razas diferentes y que técnicamente es de otro mundo — ¡A la mierda con Edoras, aun hoy no deja de confundirme!—. Mi problema con Happy es que soy… bueno, soy muy calenturiento ¿De acuerdo? En estos momentos es que no me conviene ser mago de fuego, ya que cuando me enciendo y logro que Lucy empiece a ceder, Happy llega y apaga el momento. Es realmente frustrante.

La ultima vez que estuvimos juntos fue hace tres semanas… y fue gracias a la ayuda de Charle.

Sí, admito que le rogué hasta la muerte dejando mi orgullo de hombre para que tuviera una cita con Happy. No estoy muy orgulloso de ello. Pero, en mi defensa: Happy no me dejo de otra y Lucy no se opuso cuando le comente mi plan. Si Happy tiene novia eso nos hacia muy fáciles las cosas; Happy estaría feliz, yo tendría tiempo de calidad con mi esposa, todos ganan. No soy malvado ni cruel, tan solo soy un esposo necesitado que necesita urgentemente sacar a su mejor amigo y metiche hermano del alma de su casa para tener algo de intimidad con su mujer.

Y para quienes me miren acusadoramente, les digo: ustedes harían lo mismo, y lo saben.

De todas formas, ¡no es mi culpa que siga enamorado de Charle aun cuando ya han pasado tres años desde que llego al gremio con Wendy! ¿Por qué son tres años, no? Digo… omitiendo los años que estuvimos congelados en Tenroujima, de lo contrario serian ¿Once? Digo… Diez.

Tres años ¿Quién lo diría? Me case muy joven —aunque técnicamente debería tener veintiocho en este momento—, de hecho la mayoría pensó que me iba a casar con Lisanna como cuando se lo "prometí" cuando fuimos niños, pero bueno, éramos niños y en esos momentos cuidábamos del huevo de Happy, de ser otras circunstancias seguramente jamás me hubiera hecho esa pregunta.

Wendy ya es toda una quinceañera y vaya que pego el estirón, me recuerda demasiado a Edo-Wendy, ciertamente aunque menos… ¿Atrevida? Podría decirse. Ella parece feliz con esto, después de todo, cuando le llego por fin la pubertad pudo desmentir la teoría —iniciada por Reedus— de todos de que tendría aspecto de lolita por siempre. Inclusive, ya es maga clase S, como el resto de nuestro equipo.

Como yo fui a Edoras, y ya sabia esto de antemano, admito que hice trampa en la apuesta colectiva y les gane a todos al ser el único que aposto a que ella saldría asi.

¿Qué? Era probablemente la única vez que yo tendría la oportunidad de sacarle algo a esa experiencia interdimencional.

Para quienes pregunten por Erza: ella sigue tan con su característico don obligarnos a hacernos en nuestros pantalones con tan solo una mirada mortal; como el Peter Pan del horror que jamás se ablandara por nada y por nadie, quizás por Jerall… pero no es bueno mencionarlo en su presencia luego de que Happy nos chismoseo lo que paso entre esos dos cuando se supone estuvimos entrenando. Y no bromeo, el que lo mencione esta condenado.

Creo que eso deja en claro que no ha cambiado mucho.

Lucy sigue radiante y hermosa como siempre. Al fin tenia en su poder las doce llaves del Zodiaco — ¡Por fin me acorde del nombre de las estúpidas llaves!, todo un logro para mi. En cuanto a ella, siempre va con esa sonrisa que parece iluminar todo a su alrededor, como si el sol brillara tras ella y los ángeles entonaran un credo angelical tras el.

Cursi lo se, pero soy un esposo enamorado ¿Qué le puedo hacer?

¿Dónde estaba? Ah, si. Les presumía en la cara a mi bella esposa. En fin, pasemos al siguiente.

Desnudos Gray: el rey del desnudometro. ¿Necesita un stripper de emergencia? ¡Llame ahora! —apodo reciente sorprendentemente inventado por mi, el mejor y el mas endemoniadamente largo—, ese imbécil si que no ha cambiado. Ojala tener de novia a Juvia por fin lo haga madurar, y si no pueden creer que estos pensamientos son míos, tampoco yo, me gustaría pensar que el matrimonio me ha hecho madurar, pero se muy bien que eso fue gracias a Lucy que quizás madure un poco. Pero no se engañen, solo madure un poco. Yo sigo siendo un bromista sin remedio que adora las fiestas e ir por la vida armando jaleo. ¿Qué puedo decir? Joder a mis amigos me encanta, al final terminan riéndose conmigo por mis locuras.

A quien pregunte por Juvia, bueno… con ella me llevo sorprendentemente bien. Es mi compañera de Celopatitis asi que es mas que usual estos días vernos en un rincón con un aura amenazante compartiendo palabras de odio hacia cualquier pobre bastardo que mire a nuestras parejas.

Y creame cuando digo que eso perturba a todo el Gremio.

Nuevamente me he desviado del tema principal, seguro estarán diciendo "sabemos quien eres, con quien trabajas, donde, cuando y hasta tus horarios de ir al baño. Solo dinos a que viene tanta charla."

A lo que yo les respondo; ¡Acosadores!

Nah, hablando enserio: tengo un problema.

Omitan las palabras con sarcasmo que se que quieren liberar, por favor.

Ustedes dirán "¿Tu esposa te monto los cuernos tan rápido?" al que piense eso, le juro que lo castro.

Y antes que nada, el problema no es Lucy… o quizás si lo es. "Explícate" pensaran, seguramente. ¡Esperen a que hable entonces! Tampoco es que sea fácil describirlo. "¿Entonces que esta mal?", pensaran. No lo se, ciertamente, tengo un raro presentimiento, Lucy últimamente se ha visto decaída, duerme mas de lo usual e incluso puedo jurar que esta semana la he estado escuchando vomitar en las mañanas. Y si yo —yo, Natsu Dragneel, nominado diecisiete veces al mas despistado de Fiore, y la maldita princesita me dio una medalla y todo— notó algo eso, es señal de alerta máxima, ¡Eso es lo que esta mal!

¡Ni siquiera note la semana pasada cuando Lucy se recorto las "puntas" del cabello! Prácticamente lo dejo como lo tenia el día en que la conocí, pues con los años le había crecido y hasta hace una semana lo tenia hasta la cintura. Me golpeo inexplicablemente. Súmenle cambios de humor al asunto, ha estado mas bipolar que de costumbre o que la misma Erza borracha.

Y créanme, no quieren ver a Erza Scarlet borracha.

Algo pasa y me preocupa, Lucy no es así.

Me levante de la cama temprano, era de mañana, sin embargo estaba divagando acostado en mi cama sobre lo que había estado pasando esta ultima semana. Lucy, como ya le estaba haciendo costumbre, vomitaba en el baño.

Lucy –Llame tocando a la puerta, a ella no le gustaba que entrara sin avisar y con los cambios de humor que tenía últimamente, prefiero tocar la puerta a que me rompa el cráneo con el escusado. –

Quien diga que las mujeres son débiles, realmente es un idiota. Lucy tiene la puntería de un arquero, me da con todo lo que me lanza: sartenes, jabones, una vez incluso engancho mi ropa a la pared con un cuchillo de cocina.

Un consejo sabio que Macao me dijo una vez: nunca le digan a una mujer que hasta ustedes cocinan mejor que ella. Jamás lo había entendido hasta ese incidente, espero no les suceda a ustedes.

¿N-Natsu? –Ni esposa yacía recargada en la pared frente al excusado, en caso de que las nauseas le volvieran, seguramente. – por favor, no mires. –Hice caso a la petición, no fuera a ser que provocara al demonio con rostro de ángel dormido dentro de mi esposa. –

A decir verdad este tipo de charlas matutinas se habían vuelto normales. ¿Extraño, no?

Me di cuenta de que ella no contestaba, por suerte mía no estaba devolviendo los fluidos de su estomago o les juro que a mi también me habrían dado nauseas. Los Dragón Slayers somos sensibles a los olores, el vomito no es una excepción.

Deberías ir al doctor –Dije repentinamente. El silencio estaba matándome, y quedarme ahí como idiota solo haría que pensara conspiraciones imaginarias en donde hasta el Guason participaba para poner a mi esposa enferma. –

¡El Guason! Por un carajo, desde que Levy me mostro la existencia de los Comics estoy mas raro que de costumbre.

Me preocupa que tengas algo malo –Exprese con seriedad al ver que ella no respondía. –

Lucy se quedo callada, su respiración se había calmado. Seguramente pensaba en por qué, de todas las personas que conoce, yo: su infantil, extraño y sensual —modestia aparte— esposo que adora joder a los demás con sus bromas, le sugería eso. Simple y puro: ella sabia cuanto me preocupo por ella. No le he dicho tantas veces "te amo" por nada.

De nuevo, me dirán cursi, pero yo les respondo lo mismo que antes: ¡Soy un esposo enamorado, déjenme en paz y busquen una novia!

Esta bien –Me dijo, quizás porque yo se lo pedía o simplemente por que sabía que le insistiría para que fuera hasta que los oídos le sangraran por oír mis quejas. –

Perfecto, tienes la cita esta tarde a las 4:00pm –Le solté como si nada. Relajado, tranquilo, como si fuera natural en mí pensar en las cosas y tener un plan premeditado; lo cual todos sabemos es una vil mentira. –

Le comente a Levy mis preocupaciones; y no, no son mis paranoias de esposo celoso que cree que esta siendo engañado, como alguno de ustedes seguro pensara… así como lo hicieron Wakaba y Macao.

En fin, decía: le comente a Levy —pues ella es muy inteligente y sabia mucho a pesar de ser menor que yo—, como dije, no soy precisamente el foco mas brillante del armario. Ella accedió a ayudarme y de inmediato sacó la cita con el Doctor, no me pregunten cual, solo me dijo que no era un hombre guapo, cosa que me tranquilizo. Según ella, el doctor era bueno, muy bueno para haberlo elegido Gajeel.

Si se preguntan por Levy, pues de estatura sigue igual, pero su cuerpo… sufrió una ligera metamorfosis para bien. Ustedes preguntaran por qué, pues verán, luego de su embarazo —si, se embarazo, inclusive se caso con el estúpido de Gajeel pero en secreto. Fueron inteligentes, diría yo— su pecho y sus caderas tomaron… forma, aunque no demasiada porque con su baja estatura nos recordaría a todos a esa tipa de Mermaid Heel que siempre defendía a las rechonchas. Como sea, sigue siendo la dulce e inteligente Levy de siempre.

Y haciendo un comentario por el cual seguro seria golpeado después y del cual no me encuentro orgulloso, me atrevo a pensar: a pesar de esto, Wendy las tiene más grandes.

Gajeel es otra historia, siempre anda presumiéndome que me ganó, la verdad es que se lo dice a todo el mundo, pero estoy seguro de que lo hace porque es su forma de decirle al mundo cuanto ama a sus gemelas; Nadin y Nadia, dos pequeñas de apenas un año, adorables, la verdad que se parecen a su madre… aunque Nadia tiene un carácter de puta madre, o mejor dicho: de puto padre.

En fin, me desvió otra vez. Tengo que hacer algo para ejercitar mi capacidad de concentración.

Lucy salió del baño luego de lavarse los dientes hasta dejar de sentir asco. Todo a partir de allí fue relativamente normal. Decidí no estorbar y tratar de hacer que Lucy no me diera mi reverendo golpe, pero falle olímpicamente cuando me dio con el sartén por decir que sus huevos revueltos se estaban quemando… a pesar de que era cierto ¡Se estaban prendiendo en fuego! Y eran los de ella, no los míos, por eso la advertencia. Ojala hubiera un libro para aprender a entender a las mujeres… aunque siendo sinceros, no he leído un libro desde que Erza me enseño a leer. Y los Comics técnicamente no cuentan como libros… Creo.

"Días oscuros de tu infancia", pensaran. Pues si, lo fueron. ¡Erza me dejo tres días sin comer hasta que aprendí a leer! La quiero y todo, pero es extremista. En fin, quizás no sea amante de la lectura —lectura que no narre la vivencia de algún superhéroe, aclaro—, pero con eso seguro me llevaría menos golpes si fuera un poco mas 'culto'.

Se hicieron las cuatro de a tarde rápidamente. Happy se quedo en el gremio ya que no sabia a donde íbamos y tal parece que tenia que ir con Charlie a no se donde… esos dos se traen algo. Nos despedimos de nuestros amigos en el gremio y nos dirigimos al Consultorio del Doctor que recomendó Levy y, al llegar, me alivie al saber que Gajeel tenia buen gusto al elegir Doctores.

"Celos de esposo" dirán ustedes, pero les pregunto algo: ¿me pueden culpar con la esposa que tengo? ¡Por favor! Hasta ustedes celarían a una hermosa rubia con cuerpo de supermodelo, y más si esta se fijaba en ustedes: un perfecto imbécil que la conoció por un golpe de suerte.

Bese la frente de Lucy y salí a la pequeña sala de espera ya que el doctor dijo que solamente ella debía estar dentro para proceder con los análisis sin contratiempos. Si como no, seguro que el hombre tenia experiencia tratando con Gajeel, porque si creen que yo soy celoso no lo han visto a él, el sujeto le da una nueva definición a la palabra.

Repentinamente me sentí tentado a buscar "Celoso" en el diccionario para ver si no encontraba su nombre y foto adjuntos a la palabra.

Pasaron uno, dos, tres, cuatro, cinco… minutos, que se me hicieron más bien cinco horas. Las recepcionistas limaban sus uñas con aburrimiento, estaban en su puesto esperando a que alguien entrara. A mi alrededor no estaba nadie, realmente no me esperaba precisamente una multitud pues estaba en una pequeña clínica con equipo especial para magos, una de las pocas de Magnolia.

Pasaron otros cinco minutos, realmente me estaba impacientando. En aquel tiempo se me ocurrieron muchas cosas: métodos para fastidiar a Gray, bromas nuevas que seguro me costaría que Erza casi me degollé con una de sus espadas, etc. La preocupación seguía sin quitárseme de encima. Ustedes pensaran que armo una tormenta en un vaso de agua, sin embargo no puedo evitar preocuparme. Ya se, pensaran que seguro enloquecí, no es normal en mi preocuparme, pero no lo se… no puedo evitarlo si se trata de Lucy.

Pasaron cinco minutos más. De alguna manera mi aburrimiento se convirtió en irritación.

¿A que clínica se le ocurre poner el consultorio del doctor junto al de un psicólogo? Cada 15 segundos una persona pasaba por el pasillo y se me quedaban mirando para luego irse, inclusive un niño me llamo fenómeno y su padre argumento que era de asociales tener el cabello rosa, ¡me llamo emo inadaptado!, ¡A mí!

¡Si el inadaptado en el gremio es Fried, no yo!

Juro que me contuve para no ir e incinerarlos con mi fuego, mas por respeto al niño que por no querer hacerlo. Es decir, ¿A quien le gustaría ver a su padre carbonizado? Al que si no pude evitar golpear fue al payaso —si, un payaso, ya saben: esas criaturas raras que adoraban pintarse la cara y usar pelucas de colores— que pasó frente a mí y me dijo afeminado.

¿Por qué había un payaso en una clínica? No lo se, pero le fue conveniente luego de que lo deje casi tostado.

Okay, fueron quemaduras de tercer grado. ¿Felices?

Las enfermeras, que a saber cuando me habían empezado a atacar con agujas llenas de tranquilizantes —una inclusive me apuntaba con un rifle, creo que trataba de darme con dardos que apuesto que doparían hasta un Elefante—, estaban por sacarme cuando el Doctor abrió la puerta y me llamó. Las enfermeras cesaron su ataque, vayan ustedes a saber porque, y yo aproveche para entrar.

Y así fue como sobreviví al intento de enfermeras de Silent Hill.

Escuche, Sr. Dragneel. –El doctor se sobaba la cabeza, algo me decía que el buen hombre había detonado al demonio que habitaba dentro de Lucy y esta le había pegado con algo. – tenga cuidado al tratar con ella. Esta… sensible, por la noticia. –Me dijo. –

Cabe decir que pensé lo peor. Con los años, la imaginación de Juvia se me había pegado, y si puedo presumir mis fantasías eran en HD. ¿Blue Ray?, ¿Quién lo necesita? ¡Todo se puede con i-ma-gi-na-ción!

No debería estar pensando en eso ahora.

¿Tan malo es? –Pregunte preocupado. El Doctor me dirigió una larga mirada de pena, y eso me dio mala espina. –

Ella prefirió decirle lo que sucedía. –De nuevo, pensé lo peor. ¿Y si tenía alguna enfermedad terminal? O peor ¿y si necesitaba una operación? –

¿Y si tenía una enfermedad rara y altamente contagiosa creada por una corporación maléfica que la convertiría en zombi al morir y todos nos viéramos forzados a escapar del país en grupos para poder sobrevivir?

Eh… momento, creo que estoy pensando en Resident Evil.

Bien, me estoy asustando a mi mismo. No me conviene. ¿Dónde esta el tipo cool que venció a Zero?, ¿El tipo que le dio un puñetazo en la cara a Hades, el viejito con complejo de dominador mundial de Grimoire Heart?, ¿Aquel que jodió al padre de Mystogan?, ¿El mago sin ápice alguno de sentido común que se metió a los aposentos del gremio Saberthooth y le falto nada para patear el trasero del maestro del gremio?

Enserio, ¿Dónde esta? Porque aquí no.

Me acerque a Lucy luego de que el Doctor se fue, para darnos privacidad me supongo. Me sentía como en las películas a blanco y negro que pasaban en el cine, ya saben, esas donde el ultimo chico que queda de un grupo de amigos va y esta por abrir la puerta de la habitación donde creen que esta el asesino y todos gritan "¡no entres ahí!" pero al final entra y se topa con el asesino.

Retire la pequeña cortina que le daba algo de privacidad a Lucy y ahí la encontré, recostada en la camilla; tenía la mirada ida en el techo.

Me preocupe, y mucho.

Natsu… –Me detuve de inmediato al escucharla hablar, creo que hasta me olvide de respirar. –

Con el tiempo, aprendí a interpretar que: cuando una mujer alarga la ultima vocal de tu nombre, significa que va a golpearte o te dirá algo que va a conmocionarte.

Influenciado por los nervios, preste atención.

Estoy embarazada. –

Okay, nada me preparo para eso.

Simplemente me quede ahí, en silencio, pensando:

En ese momento incomodo en donde tu esposa te dice que espera un hijo tuyo aun cuando solo lo han hecho dos veces en su vida de casados, hay muchas reacciones que puedes tener: gritar de euforia después de unos segundos, bailar Oppa Gangnam Style, etc. ¡Yo que se!

Pude haber hecho cualquiera de esas cosas, ¡Cualquiera! Pero no.

Me desmaye.

Continuara…

Nota de la Autora:

EDITADO.

Ok, dije que editaría este fic, y he aquí el resultado. A decir verdad no es muy diferente del primero, pero intente reparar la mayoría de mis horrores ortográficos y añadí algunos diálogos y pensamientos mas. Espero les haya gustado.

A los que seguían anteriormente mi historia: pido disculpas nuevamente por este edite tan repentino.

Espero leerlos, si es que alguien es capaz de perdonarme. u,u

Para quienes no conocían este fic: saludos. Soy una vieja autora del fandom que recién tiene tiempo para volver a escribir. El fic será COMPLETAMENTE en Natsu POV (Point Of Vist – Punto de vista) y constaran de un capitulo por mes en el que Lucy este embarazada mas el epilogo final.

Nos vemos.