"La infidelidad no es sólo engañar o quebrantar un código moral. Es lastimar, herir y destruir al semejante."
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—Sabes al principio creí que estabas hecho de la misma mierda que ellos.—dijo con frialdad sin despegar su mirada de la mía.—Pero después pensé que me había equivocado, pensé que eras diferente…—rio falsamente. En sus claros ojos podía ver el rencor y resentimiento.
—…Hinata.—la interrumpí con desesperación.
Estaba a punto de perderla.
—Detente Sasuke.—ordeno con voz fría.—No tengo idea de cómo siquiera pude pensar que eras diferente, tú, de entre todos eres el que tiene más mierda encima, y aún así te quise ¿Ridículo, verdad?.—pregunto retóricamente.
La había cagado.
—Es un error si me dejas explicarte lo que sucedió…
Ella soltó una fría carcajada, interrumpiéndome.—¿Explicar que? Todas las pruebas están en tu contra Sasuke. Yo te vi.—aclaro con voz divertida.
Voltee mi mirada alrededor, y reconocí entre la multitud que se había reunido a ver nuestro espectáculo a Sakura, la autora de toda esta mierda. En sus ojos pude ver la dicha y satisfacción, estaba emocionada y satisfacción con mi desesperación, a su lado Naruto me observaba con decepción y dolor. Sabia porque me miraba de esa forma, lo supe desde el principio y aún así no me importó, supe que le estaba arrebatado el amor de la única chica que él quería y me valió mierda, supe que se hizo aún lado solo porque mostré interés en ella, él de entre todas las personas me dejó el camino libre para estar con la única chica que valía la pena estar y yo lo había arruinado.
Dirigí mi mirada nuevamente a ella, era tan extraño verla así, tan anormal no encontrar amor, amabilidad y cariño en su mirada. Pero no la podía juzgar, yo habría actuado peor de haber estado en su situación.
—Hinata…
Ella suspiró y esta vez su máscara de frialdad se quebró por unos segundos, sentí como un balde de agua fría me caía encima.
Sabia lo que iba a decir.
—Se acabo.—susurro y pude escuchar el jadeó de todos a nuestro alrededor.
La desesperación creció aún mas en mi interior.
—¡No!.—grite acallando a todos.—¡Hinata, podemos arreglar esto!—grite pero ella negó.
—No hay nada que arreglar Sasuke.
Sabia que la estaba perdiendo. No me podía dar ese lujo, Hinata era todo lo mejor que había tenido y no me podía dar el lujo de perderla, pese a saber que era lo mejor.
—¡Mira si es por Sakura, ella no me importa una mierda!.—grite señalando a la maldita que arruinó todo. Podía oír los murmullos de todos, podía sentir sus miradas, pero aún así no me acobarde.
No podía perder a Hyūga Hinata.
—Yo te amo.—susurre con sinceridad.
Ella negó.
La desesperación aumento más.
—Es muy tarde Sasuke.—aclaro dándose la vuelta.
—Hinata.—susurre cogiéndola de la mano antes de que pudiera alejarse de mí.—Te amo. No me hagas esto.—susurre arrodillándome frente a ella, sin soltar en ningún momento su mano.
Los murmullos y jadeos a nuestro alrededor murieron.
Había botado mi inmenso orgullo por la borda con tal de no perderla.
—Perdóname, yo te amo.
Ella me miro unos segundos antes de negar.
—No.—y zafándose de mi agarré desapareció entre la multitud.
Era definitivo la había perdido.
Sentí algo tibio resbalar por mis mejillas, mientras observaba en shock el lugar por donde ella había desaparecido. Aun no lo podía creer, la había perdido.
—Sasuke, vamos.—escuche un susurro a mí espalda, seguido de un suave agarré en mi hombro.
Naruto, reconocí de inmediato.
—Se fue.—susurre volteando a verlo.
Él asintió.
—Se fue.—susurro.—Ahora levántate, todos te miran.
—Ella se f-fue.— susurre con voz rota, sentía un nudo atorado en mi garganta y el aire faltaba en mis pulmones.
—Yo la amo.—confesé nuevamente y Naruto asintió con dolor.
—Yo también.
