Love Live Sunshine!
Mi perfecto mundo imperfecto
Disclaimer: Love Live! Pertenece a su creadora Sakurako Kimino y a ASCII media works junto con Sunrise.
NdelA: Segunda historia que tenía en el tintero. La primera es con You céntrica en primera persona, esta es con Riko céntrica pero en tercera persona y tengo una más de Chika céntrica en primera persona pero no creo que me de tiempo darle un último vistazo para subirla hoy, quizás mañana.
— o —
El mundo de Riko era, por decir lo menos, perfecto. Tenía una brillante carrera como pianista, premios y reconocimientos por su talento musical, era la hija modelo de sus padres, el orgullo que presumir, la mejor estudiante en la universidad, el cuadro de honor, se mantenía sola gracias a la beca que tenía y aunque sus padres la apoyaban, ese dinero lo usaba para ahorrar. También tenía la relación perfecta, una novia hermosa que la amaba, quería y apoyaba en su carrera. Eran una pareja de alto perfil en la universidad. La chica del promedio ideal con la líder de un reconocido grupo de cantantes que empezaba a despegar en las mieles del éxito.
En resumidas cuentas, todo calzaba en perfecto orden, espacio y tiempo. Todo organizado y debidamente planeado sin contratiempos, y si llegaba a haber estos, podían ser solventados porque siempre dejaba un cierto margen para ese tipo de situaciones. Nada salía de su control.
Nada.
Hasta ese día fatídico en que se topó con la peor de sus pesadillas.
Era, por decir el menor de sus defectos, irritante, insoportable, odiosa, pequeña, insolente, machorra, excesivamente... ella. No podía evitar sentir ese sentimiento de rechazo profundo desde el primer momento en que se cruzaron y este solo fue creciendo con mayor fuerza conforme tuvieron que convivir, a veces a fuerza a veces por coincidencia.
Su nombre, Watanabe You, bajita, de cabello castaño grisáceo, ojos azules, cuerpo atlético, con una sonrisa en el rostro que mostraba su entusiasmo desbordante, con un estilo al vestir que la hacía ver más como un chico guapo que como una linda chica, sin ningún tipo de recato o comprensión de lo que era el espacio personal de otros. Su voz, su voz era lo peor. Ese sonido chillante y agudo que siempre se oía alegre y que le ponía los nervios de punta cuando la escuchaba cerca de ella.
No podía evitarlo. Al principio trató de mostrarse educada, pues ella era una chica respetuosa, sin embargo era imposible. Sobre todo cuando la chica llegaba a ser tan excesivamente buena, aunque gracias a sus desaires había ido cambiando hasta el punto en que ninguna de las dos podía estar cerca una de la otra, pero tenían que hacerlo. El común denominador para su relación era el hecho de que You era la mejor amiga de su novia. Molesto e irritante como podía ser eso.
Las cosas fueron a peor cuando en un fatídico día Takami Chika, así se llamaba su novia, le abrió las puertas de su casa a You después de que tuviera unos problemas familiares y le retiraran el apoyo económico hasta que no dejará de ser lo que era. En otras palabras, había decidido ser sincera sobre su condición sexual con sus padres y estos no lo aceptaron.
Chika siendo su mejor amiga le ofreció su ayuda y You la aceptó para disgusto de Riko que no se enteró hasta que vio las maletas de You en la puerta de su departamento. Ese día casi le da algo a Riko, un derrame cerebral por el coraje y Chika casi muere asesinada por ella.
—Vamos Riko-chan —dijo suplicante—, es You-chan, no puedo dejarla a su suerte, es mi mejor amiga de toda la vida, no puedo abandonarla así.
—No me importa, no —se cruzó de brazos manteniendo su negativa a lo que Chika tuvo que actuar con más ímpetu.
—¡Por favor Riko-chan! —puso ojitos de borrego y le habló en ese tono que sabía no podría resistir.
—¡Agh! Está bien —cedió finalmente—, pero si llega a suceder algo tú tienes toda la culpa.
—You-chan es una buena amiga, aún sigo sin entender porque esa actitud contra ella —dijo confundida, a pesar de que ya habían hablado de eso antes, Chika seguía sin entender del todo las razones de Riko.
—Porque si y ya —soltó dando por terminada la conversación yéndose a encerrar al cuarto que compartía con su novia.
Chika se encargó de instalar a You en la casa, de momento en la sala, hasta que pudieran acondicionar otra habitación que tenían disponible pero que en ese instante estaba llena de cosas de Riko que tendrían que acomodar con más calma.
La mañana después de eso fue, por decir algo, un balde de agua ¿caliente? Para Riko. Somnolienta como estaba, había salido de su habitación sin percatarse del cuerpo de la amiga de su novia acostada en el sofá de su sala vistiendo nada más que un boxer. ¡Un boxer! Casi le da un infarto al ver su cuerpo bien trabajado, porque siendo sinceros You era, para muchas chicas y chicos, la más caliente de la universidad.
—¡Aahh! —gritó sorprendida despertando a una You adormilada que se puso en guardia toda asustada al inicio y que se relajo al ver que solo era Riko.
—Eres tú —exclamó sentándose de nuevo en el sofá sobándose la nuca del cuello, ya que tenía la espalda echa una mierda.
—¡Ponte algo de ropa! ¡Por Dios! —dijo indignada y enojada sin poder apartar la mirada de sus bien definidos abs.
—¡Oh vamos! —You se dió cuenta de su sonrojó salvaje y quiso molestarla un poco más—. Sólo disfrútalo —se recostó haciendo una pose jugando con su mano en su abdomen bajando hasta el borde del boxer.
—¡Indecente! —Riko tomó lo primero que tenía a la mano, que para suerte de You sólo era un cojín, y se lo aventó a la cara—. Iré al baño y cuando regrese quiero verte con algo de ropa encima.
You alzó las manos rindiéndose y busco su camiseta tirada en el suelo, se la puso mientras avanzaba hacia la chica hasta quedar a nada de ella. Riko pudo sentir la respiración de You cerca de su rostro y si había estado roja, ahora seguramente había adquirido otro tono por encima de ese. Su corazón estaba agitado por todas las emociones y su respiración se había puesto algo agitada con la proximidad que la ponía con los nervios de punta.
—¡Lo siento Riko-chan! —dijo en tono burlón imitando a su amiga Chika—. Pero debo ir al baño yo primero.
Tomó a la chica de los brazos apartandola con suma facilidad pues estaba como atontada y sacándole ventaja salió corriendo hacia el baño encerrándose en él. Riko tardó en reaccionar y cuando lo hizo fue toda furiosa a aporrear la puerta.
—¡Watanabe You! ¡Abre esa maldita puerta ahora! —exclamó a los gritos completamente fuera de sus cabales mientras se preguntaba cómo es que podía hacerle perder la calma de esa manera.
—¿Qué escándalo tienen? —Chika había salido de la habitación y aún tallandose los ojos se acercó hasta Riko medio mirando toda la escena.
—Tu querida amiga me gano el baño —habló molesta—, tengo una cita importante esta mañana y no puedo llegar tarde —Chika rodó los ojos con algo de fastidio, ya se esperaba que algo así sucediera.
—You-chan apresúrate —dijo hablándole a la puerta y pudo oír las risas de su amiga del otro lado—, quedamos en que ibas a llevar las cosas en paz con Riko, pórtate bien.
Del otro lado se oyó un resoplido y Chika sonrió nerviosa a su novia que estaba de brazos cruzados con el ceño fruncido esperando, estaba a una nada de correrlas a ambas de la casa.
—Esta bien —You abrió la puerta después de bajarle a la palanca del baño y se hizo a un lado para dejar pasar a Riko—, el baño es todo suyo su majestad —hizo una reverencia y se fue a echar al sofá.
El desayuno fue como estar en un campo minado. Chika tenía que esquivar las granadas y las minas que una a otra se lanzaban sin que pudiera decir nada pues al igual que cuando eres tomado preso por los policías, cualquier cosa que pudieras decir sería usada en tu contra. Lo peor vino cuando Chika tuvo que decirle a Riko un par de días después que tendría que ausentarse por un par de semanas, al menos, después de su última presentación con su grupo de rock.
¿La razón? Estaría en un campamento organizado por la compañía para la que trabajaba y tendría que ir ya que era para prepararse para una serie de conciertos y para la grabación de su disco. Ya que sus singles habían sido bien recibidos y todo iba viento en popa.
Decir que Riko le aventó hasta la cacerola era decir poco. La chica podía llegar a tener mal genio cuando las cosas no salían como ella quería. Aunado el hecho de que en ese tiempo tendría que quedarse solo con You, lo cual no ayudaba en lo absoluto a la situación.
Al menos logró que se contentará un par de días después justo a tiempo para que asistiera a la presentación que harían para un pequeño grupo de fans antes de iniciar su campamento. El evento sería en un auditorio conocido en el centro de Akiba y al menos se esperaban unas tres mil personas.
Riko llegó sola al lugar ya que Chika había tenido que irse horas antes para ensayar y prepararse. You dijo que llegaría después pues iría a una cita con una de las muchas chicas con las que solía salir. Ese era otro aspecto que Riko detestaba y odiaba de la chica. El que fuera tan casanova. Siempre tenía chicas detrás de ella, chicos también, pero prefería a las chicas. No era capaz de sentar cabeza y casi siempre se le veía con una diferente cada semana. Chika la defendía diciendo que en realidad era culpa de su amabilidad, si una chica le pedía salir con ella no podía negarse. Riko lo definía simplemente como zorres, You era una pequeña zorra que gustaba de seducir chicas a la menor provocación y Chika no la iba a convencer de lo contrario.
Y ese día no fue la excepción.
You llegó al concierto acompañada de una joven chica con todas las pintas de ser una chunni. Usaba ropa extravagante, maquillaje en tonos oscuros y con una actitud de sexo que la escandalizó. El acabose fue cuando You la llevo consigo a la celebración de después del concierto y ninguna de las chicas de la banda le quitaba la mirada de encima, sobre todo porque coqueteaba con cada una de ellas incluída Chika que se embobo con ella.
—¿Y a qué te dedicas Yoshiko-chan? —preguntó Chika para hacer conversación mientras compartían una bebida.
—Soy diseñadora de vestuario —le guiño un ojo—, en realidad soy su nueva diseñadora de vestuario —esbozo una sonrisa mientras jugaba con el cuello de la camisa de Chika con total desfachatez.
—Es verdad —intervino You apartandola al ver la cara asesina de Riko—, la conocí el otro día que fui a tu casa productora buscando un empleo y resultó que ella será la que hará sus vestuarios para su nuevo disco y yo me encargaré de algunas cosas del arte —dijo algo orgullosa.
You además de ser buena en los deportes, también tenía un talento para el dibujo y la pintura, cosa que de igual manera sacaba de quicio a Riko pues You pintaba mejor que ella, y aunque casi no vendía sus dibujos o cuadros, de vez en cuando tenía un ingreso por ese rubro.
—¡Aahh! —exclamó nerviosa Chika—. ¡Que genial! —miró de reojo a Riko que se veía bastante celosa y molesta y prefirió ignorarlo para que no se hiciera mayor si prestaba atención a su novia.
—Si, estaremos juntas en el campamento pues tendré que estudiar sus personalidades para poder diseñar algo que vaya acorde con cada una de ustedes —la joven chunni abrazo a Chika y le susurró al oído—. Sobre todo a ti corazón, tengo muchas ganas de conocerte a fondo.
Chika se rió nerviosa, sus manos estaban sudorosas y al ver la mirada de asesino serial de Riko y la cara de risa incómoda y contenida de You no la estaban ayudando en lo más mínimo. Por lo menos Riko no había escuchado esa última parte porque de haberlo hecho seguramente el lío que se le armaría sería todavía más grande.
Después de eso Riko estuvo con mala cara todo el resto de la velada viendo como Chika coqueteaba con la otra y no la ponía en su lugar. La única que parecía hacer algo era You que jalaba a la chica chunni para alejarla de Chika poniéndose entre las dos, al menos ella si buscaba que su cita supiera que existía.
El pretexto que Chika puso cuando llegaron a casa era que no podía hacerle una grosería pues trabajaría con ella para todo el diseño de vestuario y algunos otros aspectos del arte del disco y la coreografía. No podía pelearse con ella a riesgo de perjudicar al resto del grupo o a You, que había conseguido el trabajo de medio tiempo que necesitaba para tener una entrada de dinero con ella como jefa. Además de que no debía sentirse celosa pues la chica esa estaba saliendo con You, así que no debía preocuparse por nada.
Aunque no quedó satisfecha con esa explicación, no tuvo más que creerle ya que nunca había faltado a su palabra. Chika era una buena novia, fiel y la amaba solo a ella. Esta era una prueba que tenían e iban a superar juntas, esto porque al ir en aumento la popularidad de su banda y siendo Chika la voz principal y la líder, empezaría a recibir más atención de la gente. Por lo que tenía que empezar a acostumbrarse a eso.
Chika fue a su campamento al día siguiente y por alrededor de tres semanas no supo de ella más que por algunas llamadas esporádicas cada tres o cuatro días. La chica decía tener demasiado trabajo y les habían, prácticamente, confiscado sus equipos celulares. Incluso You había dicho que su nueva novia o más bien cita, porque aún no estaba definida la naturaleza de su relación, tampoco se había comunicado con ella casi nada. El trabajo de lanzar un nuevo disco debía ser demasiado.
En lo que atañía a Riko y su tiempo de calidad con You en el departamento ahora que Chika no estaba de mediadora, pues no iba tan mal. En cierto modo empezaba a acostumbrarse a su presencia y le resultaba menos irritante o molesto, además de que no sentaba mal ver a la chica por las mañanas o las tardes andando en ropa interior por la casa. Si era sincera, debía reconocer que en cuanto al cuerpo, You tenía un físico que le encantaría que Chika tuviera también. No es que su novia no fuera linda, pero ciertamente le hacía falta un poco más de ejercicio.
A You no le molestaba que Riko se le quedará viendo más tiempo del debido, incluso lo hacía a propósito el deambular frente a ella casi sin ropa. Era un poco de su ego, después de todo la chica era novia de su amor platónico de la niñez y Chika siempre acaparaba a las chicas lindas por encima de ella. Lo cual le recordaba que Yoshiko no se había comunicado con ella, ni siquiera por el trabajo, el cual le entregaba a una ayudante. Sólo que tan inmersa como estaba en eso, no le había prestado mucha atención a su distanciamiento.
Eran vacaciones de invierno, la piscina estaba cerrada y tenía sus días ocupados con ese trabajo así que pasaba el tiempo en casa dibujando y pintando para cumplir la fecha de entrega lo antes posible y recibir su paga. Siendo así, despedía a Riko en las mañanas y por las tardes cuando llegaba se daba cuenta de que el día estaba por acabar.
A Riko le resultaba bastante graciosa la situación. Era compañera de departamento de la persona que más detestaba en el mundo y estando forzada a la convivencia empezó a encontrar que no era tan malo como pensó en un principio. Realmente You estaba tan inmersa en sus tareas que apenas tenía tiempo para molestarla. Sus paseos en ropa interior empezaban a ser tan normales que hasta de algún modo los disfrutaba, claro como quien disfruta de ver un programa de TV y solo eso.
Un par de semanas después de que Chika se hubiera ido, está la llamó para avisarle que el campamento se llevaría más tiempo del previsto inicialmente y no regresaría a casa al menos en un mes o dos ya que se empataría con la pequeña gira de promoción y no podría ir a verla. Riko tuvo que respirar profundo y darle su mayor apoyo luego de rabiar internamente. Se repitió que tenía que ser una buena novia.
Ante esa perspectiva y con el resto de sus vacaciones sin actividades, pues ya había terminado sus clases de la universidad, decidió retomar su tiempo en la pintura o más bien su intento de pintura. Así, una mañana salió a comprar algunas cosas que necesitaba y al saber donde iba, You se unió a ella pues también necesitaba comprar algunos utensilios y más pintura para continuar su trabajo.
Al principio no le agrado la idea, pero ya pensándolo mejor aprovecharía su ayuda para cargar las cosas y pedirle algún consejo sobre que elegir. Fue por demás extraño conversar con la chica sobre técnicas de pintura y materiales que utilizaría en caso de querer aplicar dichas técnicas. You realmente tenía un gran conocimiento del tema y tenía bastante paciencia para explicarle las cosas.
De pronto se sintieron cómodas estando la una con la otra en la misma habitación hablando sobre sus dibujos y los progresos que tenía Riko en la pintura. La chica debía reconocer que de algún modo sus manos se habían soltado más de lo que lo hubiera logrado sola.
You terminó de pintar su última ilustración y la llevó consigo para entregarla en las oficinas de la disquera donde dejaría el trabajo para Yoshiko. Riko la acompañó para poder averiguar algo de Chika y su regreso, solo que no pudo informarse mucho. Sólo le confirmaron que Chika estaba finalizando su campamento y el lanzamiento del disco sería la semana siguiente y después las presentaciones para promocionarlo. Era obvio que seguiría sin ver a Chika por varias semanas más.
—No es tan malo Riko-chan —You intentó animarla cuando iban de regreso en el tren a casa—. Al menos la verás en los lives que harán.
Riko no le contestó nada, sólo enchueco la boca con desgana, no era este un tema que quisiera hablar con ella y You desistió de decir nada más o de molestarla. Había llegado a la conclusión de que no lo haría, tenía sus razones para dejarla en paz.
Sin darse cuenta, en una de las paradas del tren este se llenó de gente. Era tanta que You se vio en aprietos ante los empujones para obtener un lugar en el escaso espacio del vagón. En su batalla por mantener su lugar, puso su brazo contra la pared del vagón para ayudarse a tener su espacio y proteger a Riko que había quedado atrapada entre la pared del vagón y ella.
Riko trato de mantener su compostura pero le resultaba difícil teniendo a You delante de ella tan cerca. Su cara se pintó de rojo avergonzada por la posición y quiso ocultarla para que la otra chica no se diera cuenta, solo que no tenía que hacer mucho pues You también trataba de mirar a otro lado.
El perfume de cerezos que emanaba Riko llegó hasta la nariz de You y sin quererlo se vio olisqueando el dulce aroma y perdiéndose en él con los ojos cerrados.
Por su parte Riko había querido ignorar el calor que irradiaba You, era demasiado caliente y no solo de modo literal. Por dentro estaba gritando por el Kabedon involuntario y en un momento dado alguien empujo a You que prácticamente la aplastó contra la pared. Instintivamente rodeo con sus brazos la cintura de la chica delante suyo enterrando sus uñas en sus costados cuando sintió su aliento sobre su cuello y el rostro de You a centímetros del suyo.
Era tan incómodo que aún cuando se bajaron del tren ambas seguían avergonzadas hasta las orejas. Ninguna se atrevió a hablar de nada.
Llegaron a la casa y al poco tiempo, el celular de Riko comenzó a sonar. La cara de Riko se iluminó y no había que ser un genio para que You supiera quién era la que llamaba. Riko se encerró en su cuarto y You simplemente fue al suyo para ponerse a dibujar un boceto nuevo sólo porque sí.
En ocasiones eso le ayudaba a calmar su mente distrayéndose del resto del mundo. Casi una hora después su celular comenzó a sonar. You respondió con poco ánimo.
—¿Qué sucede Chika-chan? —preguntó de mala gana.
—Necesito que me ayudes You-chan —dijo con algo de desesperación, cosa que alertó a You.
—¿Qué hiciste ahora? —se pasó la mano por la cara con frustración.
—Lo siento pero me acosté con tu chica —You solo suspiró con desgana.
—¿Es en serio? ¿Cuántas veces van que haces esto? —apretó la mano con la que sostenía el celular y si hubiera puesto más fuerza seguramente lo habría roto—. No puedo seguir fingiendo que cada chica con la que te acuestes es mi novia o algo parecido. Tienes que parar de hacerlo.
—Vamos You-chan, Yoshiko en realidad no era para ti —se excusó y a You se le hizo tan pobre como siempre—. Te hice un favor, ella solo te estaba usando. Además está loca. ¡Por favor You-chan!
—En verdad que no mereces a Riko-chan, pero no es mi problema —agacho la cara oprimiéndose el puente la nariz—. ¿Qué quieres que haga?
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