Hola gente! DIOS YO ESTABA MAS PERDIDA QUE UN PINGÜINO EN EL DECIERTO. Pero para que vean que los extrañe mucho (y que me fastidio solo escribiendo reviers) se me ocurrió este lunes 19 que podía escribir un poco de Style… Verán aun no empiezo clases, y gracias a una muela que me tiene OUT en la cama, tengo mucho tiempo libre, ya que en estas condiciones no puedo viajar ni pasear ni salir, así que empecé a escribir y bueno luego de una linda llamada al celular (*v*) me inspire para escribir este fic… Espero que les guste, lo digo de una vez, es puro Style, y no uno cualquiera, es sumamente meloso, cursi y romanticón, así que si prefieres no arriesgarte y leer otra cosa PERFECTO. Yo cumplo con advertir y decir que South Park no me pertenece, Es de Trey y Matt

Capítulo 1: ¿Me enseñas a besar?

Las cosas suceden así porque tienen que suceder. Intentó reír, pero no pudo. Había sido un cobarde marica…

…otra vez.

Había estado a segundos de decirle a Kyle lo que sentía por el…

…pero no lo hizo.

Ya no recordaba qué pendejada había inventado, pero quedó con Kyle como un "sólo amigos".

Genial. Sólo amigos… (Mierda)

Lo invitó a pasar las vacaciones a su casa, ignorando el hecho de que sus casas estaban a 3 cuadras, tratando de que así, le fuera más fácil declararse.

Pero ya hace dos semanas que pasaba todo el día junto a el, y no lo lograba…

- ¿Stan? – Kyle había dado tres suaves golpes a la puerta, y había ingresado a su habitación -. Tu madre y tu padre se fueron a una cena de aniversario, y ya que tu hermana aprovecho para escaparse con su novio Jhon… estamos solos.

Solos. Estamos solos… Inhala, exhala. Inhala, exhala. Tranquilo. Todo va bien. Sólo… sé tu mismo.

- Ah… tengo hambre… - ¡COÑO! ¿Cómo pudiste decir eso? ¡Pero me dijiste que fuera yo mismo!

Kyle puso los ojos en blanco, pero no reprimió una risita.

- ¿Quieres que te prepare la cena?

- Yo te ayudo – eso es, mejora tu imagen, tú puedes…

- ¿Sabes cocinar? – alzó una ceja -. Eso si quiero verlo…

Pero lo inesperado por el judío sucedió, (no Eric Cartman no le pidió disculpa por todas las gilipolladas que ha causado): la cena resultó un éxito. Lo que Kyle no sabía, era que Stan había estado estudiando mucho para ése momento.

Estaba estudiando cocina, literatura, Ciencias…

En fin,

Todo lo que le gustaba a Kyle…

Porque a él... ¡Le gustaba Kyle!

Terminaron de comer, luego de haber hablado sobre muchas cosas sin importancia. Pero se sentían bien.

- En fin, Stan, mejor me voy a dormir – dijo el pelirrojo, y se levantó de su asiento, dirigiéndose al cuarto de huéspedes, el cual ocupa desde que sus padres se fueron con su hermanito Kyle a Canadá por unos asuntos legales.

- ¡No! Es decir… hummm… ¿Por qué no te quedas?

- No, estoy cansado… - le dedico una dulce sonrisa y se dio la vuelta -. Nos vemos mañana.

- ¡KYLE! – lo llamó, desesperado. ¡Ya no tendría otra oportunidad como aquella!

- ¿Qué, Stanley?

- Humm… ¿recuerdas… aquel… beso que nos dimos… por haber perdido… esa apuesta… ha… hace un tiempo?

- Sí… - Kyle sólo lo murmuró. Sus mejillas ardían.

- Pues… estuve… hummm… pensando… - no lo miraba a los ojos. Sencillamente no podía.

- ¿Qué?

¿Cómo se lo digo? Oh,no carajo… está impaciente…

- ¿Piensas en eso de vez en cuando? – no supo el por qué de ésa pregunta… debería haber sido más inteligente y haberle preguntado si quería repetirlo. Pero ya era tarde…

- Sí – la voz de Kyle se volvió fría y bacía -. No besas bien ¿Sabes?

- Ah, ¿No? – sintió la ira fluir por sus venas "¡cabron!" -. ¿Acaso tú eres un profesional?

Kyle soltó una risita tonta. Y Stan sabía lo que eso significaba…

…pretendía herirlo.

- Pues al menos yo no le vomito la cara a la gente que beso

Genial, lo había conseguido. Lo había herido.

Su sonrisa era radiante.

- Pues enséñame, a ver si eres tan bueno

- ¿QUÉEEE?

- Que me enseñes a besar – repitió, logrando controlar el rubor de sus mejillas -. ¿O es que acaso tienes miedo?

Se colocó a cinco centímetros de su boca. No sabía de dónde había sacado la valentía.

- No tengo miedo – susurró el aludido -. Ya verás.

- ¿Empezamos? – casi rozó sus labios.

- No hoy. Mañana es tu primera clase.

- ¿Debes lavarte los dientes? – Se burló el pelinegro.

- Debo dormir. Adiós.

Y se marchó. Stan no pudo evitar sonreír.

Era una mejoría, ¿no?

Aún no debía declararse…

Le bastaba con besarlo.

FIN DEL PRIMER CAPITULO, aunque no me crean, esta historia ya esta terminada, son 8 capítulos, subiré uno por día. Y a consecuencia de ser tan obsesiva compulsiva (ya que una vez que empecé a escribirlo no pude parar) aun me quedan varios días en cama, por lo tanto ya estoy escribiendo otras historias (si se que les debo esas otras historias)… pero igual no daré detalles. Hasta aquí, los dejo.