Lo que vi en ti
-signum, Por favor, lleva a Alicia a casa, yo me iré en la motocicleta, pronto las alcanzo-no soportaba más, necesitaba alejarme de todo y de todos, quería escapar, ir a un lugar tranquilo, donde nadie me pudiera encontrar, tome mi motocicleta, y Salí de allí lo más pronto que pude, de inmediato estuve en la carretera, dirigiendo a cualquier lugar fuera de la ciudad, aceleraba cada vez más, los autos parecían de juguete, no les prestaba atención, llegue aquella playa solitaria en la que un día la pasamos en familia, pero ahora ha quedado en eso, 'recuerdos'.
No soporte más y grite, saque toda mi ira que llevaba dentro, mi tristeza, mi frustración, mi odio, quería que ese mar y ese cielo, que se veían tan pasivos, fueran testigos de mi descarga emocional, pues no podía desahogarme con nadie más, ante Alicia debía de actuar normal, ahora yo sería su pilar, su ejemplo a seguir, pero en estos momentos ni yo sabría muy bien qué camino elegir, he perdido a mis padres y con ellos todo.
*flashback*
-vamos chicas, solo serán unos días-Precia abrazaba fuertemente a sus jóvenes hijas que la miraban con cara triste.-además, la pasaran bien con la tía Carim, recuerden que prepara unos pasteles exquisitos-les guiño un ojo.
-bueno niñas, volveremos el lunes por la mañana, deséenos buena suerte, les traeré un regalo a cada una.-kaito, deposito un beso y abrazo a sus hijas y se dirigió al auto que los llevaría al aeropuerto.
Mis padres iban hacer un viaje, en parte de negocios y otra por descansar y aprovechar un par de días juntos, eran los mejores padres que me pudieron haber dado a mí y a mi hermana, siempre nos han dado el amor que necesitamos, e inculcándonos muy buenos valores.
Según mi padre, aquel viaje sería muy prospero en nuestra economía, por eso se lo veía tan emocionado y más que por el dinero, yo diría por viajar con mi madre, el amor que le tenía, era indiscutible, siempre la vio con esos ojos, brillantes y su sonrisa de enamorado, eso es lo que más me gusta de ellos, su amor.
-Fate, promete que cuidaras a tu hermana, que no la dejaras sola en ningún instante. –Precia miraba seria a su hija, esperando una respuesta.
-te lo juro madre, no la dejare sola-fate abrazo a su madre y esta se montó en el auto.
- adiós las amamos, cuídense-mis padres se marcharon.
Fue el mejor fin de semana que pudimos haber pasado mi hermana y yo. la tía Carim, jugaba con nosotras todo el día, nunca se cansaba y siempre nos preparaba dulces muy deliciosos, el domingo pasamos todo el día en la piscina, hasta que nuestros dedos se volvieron como pasas, esa noche, la tía Carim se notaba preocupada, pero no nos dijo nada.
El lunes por la madrugada, me desperté muy agitada, con un dolor en el pecho y llorando, tenía un mal presentimiento, no sabía a qué se debía, así que no le preste atención y me volví a dormir.
De repente, escuche que la tía Carim se sentó en el filo de mi cama y me acaricio el cabello suavemente, escuchaba que sollozaba, ¿qué es lo que le pasaba?... de repente sentí que me transmitió una pena y no pude más.
-¿Qué sucede tía, por qué lloras?-pregunte inquieta.
-Fate, vístete, debemos ir a un lugar-no dijo nada más y salió de mi habitación, dejándome muy desesperada.
Cuando baje al salón, vi a mi hermana igual de inquieta que yo, tomamos el desayuno rápidamente y la tía Carim nos llevó en el auto, junto con signum, quien por cierto ni siquiera me miraba. Ella era mi mejor amiga, a la persona que más confianza le tenía, siempre está a mi lado y me respeta mucho. En el trayecto nadie pronuncio una palabra, mi tía no paraba de llorar y no sabía por qué, además ese día faltamos a clases, seguramente mis padres nos darían una sorpresa pensé.
Llegamos a un edificio blanco y muy grande, de allí salían y entraban personas vestidos de negro, algunos lloraban y otros nos vieron con tristeza cuando bajamos del auto. Pero que ingenua he sido, no veía lo que realmente pasaba, algo malo les sucedió a mis padres y nadie nos decía nada.
-tía, que pasa, porqué estamos aquí, la gente nos observa raro-Alicia estaba demasiado asustada, sentí que me tomo del brazo tratando de protegerse.
-signum, por favor espérame adentro-mi tía se volvió a nosotras y nos miró a los ojos-pequeñas, lo que les voy a decir, es muy difícil, pero sé que juntas lo superaran, y sabrán que aquí me tienen y yo las ayudare incondicionalmente-su voz se quebró de repente y nos abrazó.
-el vuelo en el que venían sus padres…p-perdió…el control y… cayó… Lo siento, ellos fallecieron-sus palabras me dejaron fría, mi hermana empezó a llorar sin consuelo, yo, yo no sabía que pensar.
Salí corriendo al interior del edificio, lo que vi me rompió el corazón en mil pedazos, no podía creerlo, Alicia ya estaba a mis espaldas y me tomo de la mano, apretándola fuertemente, nos dirigimos hacia los féretros que yacían al fondo de aquella sala, no quería mirar, algo en mi interior me decía que mis padres estaban allí dentro, tan solo me quedé en silencio en respeto a su alma.
En ningún momento solté la mano de Alicia, ese sentimiento de protección me envolvió desde el instante en que la tía Carim nos dio la peor noticia de mi vida, ahora nos hemos quedado huérfanas, sin nadie que nos de las fuerzas que necesitábamos, Carim nos informó que debía salir de urgencia a su país, por asuntos de trabajo, así que las únicas en aquella inmensa casa, seriamos solo mi hermana Alicia y yo, dos chicas de 17 años, que no sabían nada de la vida.
Dos días de velación fue necesario, para que varias personas muy allegadas a mis padres les dieran su último adiós, por mi parte deseaba que todo eso no se hiciera, quería que mis padres descansen en paz lo más pronto posible.
El entierro fue muy duro para Alicia y para mí, no soportaba ver como esas dos cajas que llevaban los cuerpos de mis padres se hundiera tan fríamente en esa tierra, quedarían en el suelo, y de alguna forma eso me dolía, Alicia estaba devastada, no paraba de llorar y me abrazaba muy fuerte.
Cuando termino aquel martirio para mí, todos se marcharon quedando allí solo signum, Carim, Alicia y yo, dijimos unas palabras y nos marchamos a la salida del cementerio
*fin flashback*
Me tumbe en la arena, no me importaba morirme de calor, por la ropa negra que llevaba, nada me importaba en esos momentos, no sabía qué hacer con mi vida, ni con la de mi hermana, solo sé que yo hice una promesa, que nunca pienso romper, de repente, sentí que un cansancio me invadía y todo se volvió negro.
Me dolía demasiado la cabeza, y al abrir mis ojos me encontré con la cara de una chica, hermosa, no sabría descifrar lo que en esos instantes sentí, pero no podía dejar de verla, vi que se alejó y pude verla mejor, llevaba unos shorts muy cortos diría yo, pero no le iban nada mal, era delgada y tenía muy buen cuerpo, salió de aquella habitación y entonces desperté del trance en el que estaba.
Una cabaña muy bien acomodada, un poco rustica, pero, muy acogedora, no me sentía mal allí, de hecho me sentía como en casa y eso me gustaba, no sé por qué pero ese ambiente me ayudo a olvidar un poco la pena que llevaba, pero, quería saber quién era esa chica y por qué estaba en aquel lugar.
-hola, me llamo Nanoha takamachi y soy una salva vidas de esta playa, al verte allí tirada, pensé que estabas mal, de hecho por lo pálida que te vi, pensé que estabas allí tirada hace varios días-hablo por encima de una tabla que tenía en las manos, en la que hacia anotaciones.
-yo, yo no sé qué me paso, de repente sentí que el cansancio me invadió y el sueño pudo más, sobre lo de pálida, no me había dado cuenta, seguramente es por que no he comido en dos días.-no podía creerlo sus ojos azules eran hermosos, mas que el mar, más que el cielo, eran únicos.
-ok, entiendo, deberías ir a tu casa a descansar, por lo pronto te daré algo de comer, para que recuperes tus energías, ¿esa moto de allí, es tuya?-dijo señalándome mi moto.
-s-sí, la había olvidado, últimamente ando muy despistada, pero no será necesario que me des de comer, ya es tarde y mi hermana me debe estar esperando en casa, me debo marchar, gracias por haberme traído aquí.-no podía decir más, ella solo asintió y de camino me mando un poco de pan.
Tome mi motocicleta y por alguna razón me sentí mucho mejor, Salí de allí, para dirigirme a mi casa, Alicia me necesitaba, y ahora que me sentía mejor, le podía dar más fuerzas, la protegería y cumpliría mi promesa, pero ahora me he hecho otra promesa, volver a ver a Nanoha…
