Hola!
Cómo andan? Feliz añooo! Jaja. Que tengan todos un mejor 2008 y que se cumplan todos sus deseos y planes n.n
Y bueno... Para introducir mi fic comenzaré por aclarar lo que dice en el summary: "Excuse me what is pain - Cont. By N.K." Aquello significa que este fic no es más ni menos que la continuació de ese genial y angustioso fic escrito por mi querida Neferura.K. Lav, te adoro un montón n.n.
Le he pedido su atorización y me la ha dado para continuar su fic que tanto me marcó y gustó. A los que no se lo han leído, se los recomiendo, es buenísimo.
Ahora si! Estoy muy feliz de poder haber hecho este fic y también muy realizada. Espero de todo corazón, les guste.
A medida que avance el relato les iré dando una lista de canciones, y pondré el link de ellas en mi profile para que puedan escucharlas mientras leen el fic.
También les digo de antemano que la personalidad de Anna está muy cambiada, pero lo hice a propósito. Implicando que ha madurado y todo el asunto, les parece?
Ahora bien, con todo esto aclarado, y por supuesto Shaman King no es mío, y sus personajes, por más que lo añoro y deseo en todos los sentidos, tampoco lo son, pues bien... A leer!
1. Reencuentro.
(Me enamora - Juanes)
La radio sonaba a todo lo que daba, llamando las miradas de los efímeros transeúntes, produciendo que fijaran sus babosas miradas en el convertible plateado, en su conductora y en su apuesto copiloto.
Su cabello rubio ondeaba al viento, el mismo que le golpeaba de lleno a su acompañante en el rostro. Sus lentes de sol ocultaban la negruzca mirada, y los aires de la plena juventud le hacían ver radiante.
-Qué me dijiste que tenías hoy? -preguntó la guapa chica al joven-.
-Teoría… -respondió este con una mueca de asco, logrando sacarle una buena carcajada a la conductora-.
-No hay cómo saltársela?-.
-No…por desgracia, es obligatorio para pasar el año-.
-Bueno, sarna con gusto no pica-.
-Anna…Yo elegí psicología…no una copia magistral de la clase de literatura que me impartían en el cole-.
-Eso es porque aún no le has visto el lado bueno, pero a ti en verdad te gusta mucho escribir-.
-Por qué lo dices…? -replicó el chico frunciendo un poco el ceño-.
-"¿Qué pretendes haciéndome daño?¿Disfrutas mi sufrimiento, te gusta verme llorar por ti?" –repitió la chica con total neutralidad para luego dirigirle una mirada de "te recuerda?"-.
El chico se quedó atónito.
-Q…-pronunció antes de abrir los ojos y la boca al máximo- CUÁNDO DEMONIOS LEÍSTE TÚ ESO!!! -le gritó apuntándole con el índice-.
-Deberías ser más cuidadoso con tus cosas, Horo…cualquier persona podría llegar y leerlo-.
-Pero si sabías que era mío! Eso no te da derecho a llegar y leerlo!! -reclamó frunciendo el ceño-.
-Ya, ya…-pronunció la chica con tranquilidad cerrando los ojos- sólo leí esa parte…nada más-.
-Hmph…-gruñó-.
-De todas formas… -continuó- para quién era?-.
El peliazul parpadeó.
-…-se cruzó de brazos y fijó los ojos entrecerrados en la guantera- nada importante…era un enano…malos tiempos-.
-Los tiempos antes de que vinieras a Tokio? -Le preguntó la rubia haciendo que la mirada del peliazul oscureciese por un momento-.
-Sí…antes de que me hallaras en medio de la carretera-.
-Jah! Eras realmente un asco-.
-En qué sentido…? -le preguntó el ainu sin resentimiento alguno-.
-Tu autoestima…se podría decir que llegaba al mismo infierno, pasaba del suelo-.
-Ah…sí…-.
-Pero…siempre has sido un muchacho muy apuesto -la chica le guiñó un ojo, produciendo que este se sonrojara- bueno Horo-chan…aquí te bajas-.
-Ah! Sí, verdad -el chico se fijó en la construcción que se posaba frente a sus ojos-.
Entre tanta charla se le había olvidado su destino, aquellos recuerdos le revolvían el estómago.
-Bueno…nos vemos más tarde…-dijo viendo como el chico bajaba del vehículo- Ah! Por cierto, Horo…-.
-Mm?-.
-Recuerda que no debes comprometerte con nadie esta noche-.
-Por qué lo dices?-.
-No lo recuerdas? Hoy es el cumpleaños de Yoh, habrá fiesta en su casa-.
-Qué!? Pero te dije que hoy tengo que estudiar-.
-Ya…no jodas Horo…estudiarás otro día, además Yoh me pidió explícitamente que fuera contigo-.
-Pero…por qué-.
-Porque así es la cosa… Bueno, te veo a la noche. Llámame cuando llegues a casa para recogerte, si?-.
-No estarás?-.
-Iré de compras con las chicas… -respondió mientras echaba a andar el motor-.
-Anna… -pronunció el chico cabizbajo-.
-Mm?-.
-Irás con Pillika?-.
-Con todas…-.
-Ah…-musitó con un dejo de tristeza-.
-Bueno cuídate, bye!! -se despidió antes de pisar el acelerador y perderse en la distancia-.
Siguió observando el reluciente auto hasta que le perdió de vista, luego miró al suelo… suspiró.
Vio su reloj, ya faltaban pocos minutos para que empezara su clase. Se dirigió a paso calmado hacia su facultad.
Aquellas reuniones del grupo de la chica no le sentaban nada bien, hacía un par de años había descubierto que las amigas de Anna no eran nada más ni menos que del grupo de su hermana.
Y qué iba a saber él? Una vez que comenzó a vivir con la chica, la relación y conversaciones surgían solas. No era necesario preguntar de familia, amigos... amores...
Si se daba la oportunidad para enterarse de algo. Pues bien! Jamás habían planeado nada. Y por eso mismo, aquella inesperada llegada fue un balde de agua fría.
Cuando se encontró con ella no pudo contener las lágrimas.
-Pi…Pillika-pronunció el chico detrás del mesón de la cocina con los ojos abiertísimos-.
-Ho…Horo…?-pronunció ella de igual manera con el ceño fruncido-.
-…-el chico respiró entrecortadamente con la boca abierta-.
Todo el resto les observaba como bichos raros.
-Esto…les parece si nos vamos a tomar una cerveza chicas? Volvemos en un rato!…-pronunció la dueña de casa, saliendo con el resto de las invitadas-.
-Se puede saber qué mierda haces tú aquí?- pronunció la joven hecha una furia-.
Ese encuentro no había sido nada agradable, si embargo se había decidido a hacer la paces con su hermana. Y aunque aún quedaban huellas…la relación había mejorado considerablemente, sin embargo aun se rozaban en ciertos aspectos.
Prefería mantener una relación distante, para no provocar mucho roce, y encontrársela en circunstancias como esa no contribuía mucho a sus planes.
-Realmente neurótica…-pronunció en un suspiro antes de escuchar un chillido a sus espaldas-.
-Horooo!!!!!-.
-Chizune? –pronunció luego de ver a la pelirroja acercándosele-.
-Koniiichiwa –pronunció ella sonriendo de oreja a oreja y colgándose a su cuello-.
-Hola… -dijo él devolviéndole la sonrisa-.
-Cómo amaneciste?-.
-Mm…más o menos… -dijo echando a andar con la chica colgando de su brazo-.
-…pesadillas otra vez?-.
-Etto…sí, creo…-dijo esquivando la mirada algo nervioso-.
-Me habías dicho que se pasaban-.
-Bueno es que…-.
-… -la chica meditó- Horo!!!-.
-Qué!! -replicó este-.
-No puedes hacer eso!!-.
-Ya se Chizu, Ya se! Es sólo que no me agradan las pastillas! Si me las tomo me voy de largo y luego me atraso a la uni y…-.
-Horo... -le reprochó ella- sabes bien que eso no es cierto, por qué sigues haciéndolo! Es lo único que te ayuda-.
-Me ayudaría más un psiquiatra-.
-No bromees que esto es serio-.
-Pues no me agrada que lo sea-.
-Créeme, ya me di cuenta-.
-Mm…-respondió cabizbajo frunciendo el ceño-.
La chica le observó unos instantes.
-Nee ne! –le animó- te parece si salimos a alguna parte luego de clases? No lo sé…sería entretenido…para que te despejes-.
-Etto…no lo sé Chizu…-dijo este recordando el compromiso de Anna-.
-Vamos! Será entretenido!-.
-Rayos…-dijo llevándose una mano a los ojos-.
Estaba entre la espada y la pared, si decía que sí, La próxima vez que viese a Anna sería para rogar por su vida…y su masculinidad. En cambio, si se negaba, perdía la mejor oportunidad de todas para confesarse con la chica más increíble que había conocido…
-No... no quieres?- dijo ella algo afligida-.
-No! No es eso…lo que pasa es que…verás…Anna tiene un cumpleaños esta noche y…tengo que ir…es de un amigo muy importante para ella –pensó lo último-.
-Ah! Bueno entonces…supongo que puede quedar para después-.
-Mm…-replicó sin seguridad- aunque…qué tal si me acompañas?-.
-Ah?! Enserio?-se sonrojó-.
-Sí, claro! Sería divertido-.
-Pero no sería muy descortés?-.
-Para nada…le diré a Anna que vas y pasaremos a recogerte-.
-De verdad?!- sonrió ella abiertamente-
-Mjm- sonrió levemente-.
-Genial! -.
-A las ocho entonces..-.
-Mm…a las ocho -asintió ella-bueno…ahora me voy, mi aula es por allá -dijo apuntando al lado contrario- cuídate mucho! Nos vemos! -dijo para luego posar un tierno y sorpresivo beso en la mejilla del ainu- bye!-.
-…bye…-pronunció anonadado mientras la veía alejarse-.
Su corazón latía a mil por hora por alguna extraña razón. Y sin embargo antes de que el efecto se fuera, ciertos ojos ambarinos se le vinieron a la cabeza, produciendo que el efecto de felicidad se fuera de tropezón.
-Demonios…-dijo entre dientes mientras se pasaba una mano por la cara-…de verdad necesito un psiquiatra-.
------------------------
-Uff…-suspiró nuevamente prendiendo la luz del corredor y dejando las llaves en la mesita- día de mierda – pronunció pasándose una mano por el rostro mientras se dejaba caer en su cama-.
Su vida desde que había llegado a Tokio no había sido nada fácil. Buscar empleo, matarse estudiando para poder entrar en una buena universidad…
Y poniendo todo su potencial anímico para olvidarse de cierto chico…
Fijó su vista en el techo. Aquellos recuerdos que había enterrado en lo más profundo de su ser a veces salían a flote. Cuando se sentía solo…o en sus pesadillas.
Levantó un poco el torso de la cama y lo inclinó nuevamente para ver debajo de ella.
Ahí con el pelo colgando, vislumbró su antiguo diario.
-Y pensar que nunca planeé tenerte -sonrió de medio lado mientras lo alcanzaba con una mano- mi gran oyente… -dijo mientras los ojos se le empañaban-.
Nuevamente los malos recuerdos…
Brr, brrr, brrr
El vibrador de su celular le sacó de sus melancólicos pensamientos.
-Anna?- dijo al teléfono-.
-Horo! Que bueno que te encuentro, estás en casa?-.
-Sí, ya estoy aquí-.
-Genial! Entonces arréglate rápido que ya voy-.
-Si, pero...qué tengo que ponerme?-.
-Nada muy formal, sólo ponte algo alegre y deportivo y date prisa porque paso y nos vamos-.
-Cómo…-se sorprendió el peliazul-no pasarás a arreglarte?-.
-Jah! Te he sorprendido? No, no lo haré, ya estoy lista. Así que arréglate, nos vemos!-.
-Espera!-.
-Mm…?-.
-Voy a llevar a una amiga así que tendremos que ir a recogerla-.
-Una…Uyyyyyyy ya te decidiste en decírselo?-.
-Sí, esta noche lo haré-.
-De veras!!????-.
-Mjm-.
-Genial, entonces no hay problema, estate listo que ya estoy que llego eh? Bye!-.
-Bye-.
Klack
Se desperezó con desgano, se frotó los ojos y se preparó para la próxima batalla campal que habría de tener con su closet.
Finalmente sonó su celular; Anna avisándole de su llegada. Bajó al auto vestido con unos jeans azul oscuro, casi negro, camisa negra y chaqueta de tela negra también.
-Alto ahí, vaquero -le lanzó la chica al ver que osaba entrar al auto-.
-Ah?-se extrañó el joven-.
-No pienses ni de broma que irás así-.
-Qué? Por qué no-.
-Porque es una fiesta!! No un funeral! Te quiero aquí dentro de diez minutos con otra cosa-.
-Ah!? Pero qué me pongo!-.
-Pero qué me pongo! -le remedó- esta semana te he comprado tres combinaciones enteras y distintas así que te pones una y se acabó, y pobre de ti que haya más de una prenda color negro, me escuchaste?-.
-… -el peliazul tenía la boca abierta- Ya va comandante, ya va-.
Y como lo acordado, diez minutos después aparecía el joven vestido con un chaleco negro del que emergía por debajo de las mangas y el cuello, los puños y el cuello de una camisa blanca y jeans azules claros.
-Le parece milady?-preguntó el chico ya hastiado-.
-Me encanta -respondió ella sonriendo de soslayo- ya sube que nos atrasamos para ir a buscar a tu chica-.
Horo se subió y el auto arrancó con rumbo a la casa de Chizune.
-------------------------
El corazón le latía a mil por hora, la voz de la chica por el citófono le había puesto la piel de gallina, el pomo de la puerta giró, se abrió un poco y…
-Hola! –salió ella con su característica e imborrable sonrisa-.
-Chi… Chi… Chizune, tú…-.
-Mm... ?-dijo ella mientras volteaba a cerrar con llave-.
-Estás preciosa-pronunció absolutamente deslumbrado-.
-Ah?...-dijo ella sonrojándose a más no poder- gracias…tú también estás muy guapo hoy-.
-Eh? En serio?-dijo sonriendo tontamente con una mano en la nuca-.
-Ajá-sonrió ella-.
-Pues…gracias-.
-Oi! -sintieron desde el auto- ya tendrán más tiempo para eso allá-.
Resultado…los dos oyentes absolutamente atónitos.
-Eres la mina más rara que conozco-le dijo el ainu mientras le abría la puerta del auto a la chica, para luego subirse él-.
-Si...pero no podrías ser quien eres de no ser por esta mina rara, ne?-.
-...Cierto Anna, cierto...-.
------------------------
(Rising sun – DBSK )
-Holaaa!!!- saludó con una sonrisa de oreja a oreja el castaño dueño de casa por sobre el volumen de la música -.
-Feliz cumpleaños-le dijo la recién llegada con una sonrisa sensual y posándole de golpe el regalo contra el bien formado pecho, para luego darle un pequeño beso en los labios- eso es sólo un adelanto-.
-A...Anna-dijo este viendo con sorpresa a su novia-.
-Aquí está tu 'encargo' –dijo ella apartándose de la puerta para dejar entrar a la pareja- viene, eso si, con compañía-le dijo con sonrisa cómplice al oído-.
-Oh! Bueno...lo importante es que viniste no?- dijo él sonriéndole de igual manera al peliazul-.
-Hola Yoh...-dijo el aludido entrando a la casa- te presento a Chizune, una amiga-.
-Ah! Hola...encantada-dijo ella con una reverencia-.
Reverencia por parte del castaño.
-El encanto es mío- seguía sonriendo- pasen, están todos adentro-.
-Ah! Yoh...aquí está tu regalo-dijo entregándole una cajita-.
-Oh! Gracias –dijo posando una mano en su espalda en signo de agradecimiento-.
Al entrar pudieron vislumbrar a un montón de gente bailando al brillo de las tenues luces al estilo discoteca, de pronto luces robóticas que iluminaban dando un aspecto realmente prendido.
Mucha gente por allá y por acá bailando, algunas parejas besándose en rincones y en medio de la pista. Al fondo el ventanal daba al patio, casi o igual de lleno que el interior, y a un costado un mini bar con barman y todo haciendo tragos al ritmo de la música.
-Yoh! Puedo hablar contigo un segundo-dijo la chica acercándose al aludido-.
-Sí, por supuesto...chicos les dejo, disfruten y sírvanse lo que quieran, Horo...los chicos están en el bar...por si acaso ;)-dijo alejándose de la pareja para hablar con su novia-Y bien?-.
-Ven Chizune, te quiero presentar a unos amigos –le dijo viéndole con dificultad por la peculiar iluminación-.
--------
-Jah, qué demonios estás haciendo?-.
-Eh? Por qué?-.
-... -mirada de sarcasmo- Sabes perfectamente que el chico se ha recuperado por fin y llega con su chica y respondes de esa manera? Está bien que sea tu cumpleaños y sí, ella es una extraña, pero tú no eres así, no hay por qué arruinarle el mambo al crío-.
-Ah? Qué... no, no es eso, es sólo que...-.
-Te molesta acaso?-.
-No...pero no estaba en mis planes-.
-Ah! Y cuáles se supone que eran tus planes-.
-No sé exactamente, pero...ella no debía venir, él...tenía que estar solo...de preferencia-.
-Ah si, ah? Y por qué? -dijo ella subiendo la voz ya algo cabreada-
-Anna! No te enojes, mira...te explicaré, lo que pasa es que sucedió algo muy sorprendente, una coincidencia bastante increíble-.
-Ajá, increíble tu abuela, escúpelo ya-.
------
-Y entonces le dije...hola nena y ella dijo...-.
-Ryu por favor cállate, tus historias me están matando-decía el castaño pelilargo frotándose los ojos con una mano-.
-Pero si ya estaba llegando a la mejor parte!-.
-Es que no entiendes que ninguna de tus historias tienen una 'mejor parte'!! -vociferó el castaño-.
-Ya déjense de gritar por favor... -propuso cierto peliverde al otro lado de Ryu, sentado en el bar-.
-Te apoyo Ly...-dijo un enanín apoyado en la barra sujetando su cabeza a dos manos-.
-Bueno Lyzerg, Manta y como les iba diciendo...-.
-ARGH!-por parte de Hao-
-Ay...-el ojiverde desvió la mirada a otro lado, vislumbrando a cierto peliazul de rostro familiar- Horo!- le saludó con una sonrisa sorprendida-tanto tiempo sin vernos!!-.
-Lyzerg-le devolvió la sonrisa- así es...muchos inviernos sin ir a divertirnos, no?-.
-Horo-Horo! Qué alegría!-dijo el más alto igual de sorprendido-.
-Horo?-dijo por último el castaño-dios... esto si es un milagro! Has cambiado mucho!-.
-Mm...supongo-rió- Ah! por cierto, les presento a Chizu-chan, una amiga de la uni-.
Saludos y presentaciones al estilo de cada uno.
-Ne! y qué es de ustedes?-.
-Aquí...estudiando, hago trabajo de medio tiempo en un bar, pero tuve que escaparme un rato para venir a este evento-le dijo Hao más jovial que de costumbre-no me perdería el cumple de mi hermano por nada, ya sabes...no se como consigue tantas amigas hermosas-.
-Jeh! Eso es algo que nunca cambiarás no es así?-.
-Mm...oye...-dijo de pronto al aire- Y el chino malhumorado?-.
---------
-Encontré a la persona 'X', Anna-.
-A quién?-dijo ella extrañada-.
-A esa persona, la que dejó así a Horo!
-Qué?!-.
---------
-No sé... fue al baño hace un rato -respondió Manta despabilándose- Ah! Horo! Qué grata sorpresa! –Sonrisas-.
-De seguro ese minino está haciendo de las suyas -espetó Hao con tono socarrón-
-Cómo no, con tantas mujeres lindas dando vuelta por aquí-.
-No te confundas, Ly -dijo de pronto Ryu-.
Signo de interrogación general.
-Qué intentas decir?-.
-Pues... es difícil decirlo, pero...-.
-El chino es gay, Lyzerg -irrumpió Hao-.
----------
-Que encontré..-.
-Si te oí, Yoh! Quiero saber detalles!-.
-Ah bueno...-.
-Cómo la conociste!!-.
-Bueno...la verdad siempre la he conocido-.
-Cómo!-ojos de plato-.
-Verás...éramos amigos desde el cole, recuerdas que conozco de ahí a Horo? No es casual que también ella fuera en el mismo colegio-.
-Me estás...-.
-No, no bromeo-.
-Y...me pediste que él viniera solo porque...-.
-Ajá...-.
-No...-dijo ella incrédula-
-Así es, ella vino-.
-----------
-Eeeeehhhh?!!! -soltaron Lyzerg y Manta al unísono-.
-No sabían? Ya se declaró hace tiempo-.
-Ajá...hasta yo sabía -dijo Ryu-
-Increíble...-.
-Este...chicos... -irrumpió Horo- se puede saber de que están hablando? n.ñU-.
-----------
-Por qué!!! Por qué demonios la trajiste!-.
-Pues porque es mi amiga! Además le comenté una vez de Horo y...ella lo reconoció casi inmediatamente, dijo que haría cualquier cosa con tal de enmendar su error...se veía realmente desesperada-.
-... -la chica meditó- no me convence, en absoluto Yoh-.
-Ay por favor! No la conoces!-.
-No! Pero me basta haber conocido a Horo para saber lo que es capaz de a hacer- Siguió tratando de autoconvencerse-
-Anna...por favor -el castaño le insistió-
-... -la chica le vio con desconfianza- Está bien! No me interpondré, pero con una condición-.
-Aigh...dime-.
-Preséntamela primero-.
-----------
-De qué? del chino? -inquirió Hao-
-Pues... supongo... -respondió Horo algo confundido-.
-Es un viejo amigo, que hasta hace un par de años era hetero...o al menos eso creíamos-irrumpió Manta algo consternado-
-Jah! De qué se extrañan tanto! Con lo promiscuo que es, era esperable no?-espetó Hao-
-Eso sí...lo que quiere, lo consigue-dijo Ryu-
-Es casi obsesivo...-dijo Lyzerg igual y más consternado que Manta-.
-Y...él vino?-preguntó el ainu-
-Sí! Estaba aquí hace unos minutos...pero...ya no está-.
-Se nos esfuma como el viento-dijo Ryu sosteniendo su copa con aire melancólico-.
-Alguien que conozca chicos?-sintieron una voz muy parecida a un ronroneo a sus espaldas-.
(Endless story - Reira)
---------
-Este... bueno...no hay problema, pero te advierto que no será lo que esperas-.
-Ay ya! Si ya trataste de convencerme antes! Está bien, no tendré prejuicios-.
-De hecho...si los tendrás...-.
-Ya te dije que no...-.
-Anna...-.
-Ya a ver, entonces dime!-.
-----------
-Mira! Hablando de ello!-dijo Hao-te nos habías perdido gatito-.
-Te he dicho mil veces que no me digas gatito-dijo el recién llegado frunciendo el ceño y cerrando los ojos-
El ainu le observó. Su corazón se detuvo.
No podía ser...
----------
-Es que...-.
-Es que, qué!-.
-Es que ella...no es precisamente...ella-.
-...-mueca de extrañeza-explícate-.
----------
-Gatito! Te presento a un antiguo amigo de Yoh y muy amigo nuestro! Él es Horokkeu Usui, pero dile Horo -se puso de pie el Asakura para acercarse al recién llegado- Horo... él es Ren, el minino predilecto -dijo pasando un brazo lascivo por los hombros del Tao-
---------
-Ella...es...un él-.
-Cómo?-.
-Que...no es chica-.
-...es...-.
-chico-.
---------
El joven aludido abrió los ojos sorprendido, y entonces los dirigió lentamente a quien le presentaban.
-Ho...ro...-dijo él, atónito-.
--------
-Chico?!-.
-Así es...-.
-... -mirada desconcertada-Y...cuál es su nombre...-.
--------
-Ren...-Apenas murmuró el peliazul con la misma expresión de sorpresa y sin embargo, con un dejo de temor-.
Ahí quedó, plantado sin reparar en cómo vestía, en lo mucho más maduros que lucían sus rasgos, o en lo más alto que se había vuelto. No reparó en nada, excepto en los ámbares que le penetraban con una mezcla de emociones inexplicables.
Viendo cómo el otro le abrazaba de esa manera tan insinuante, llevándole un montón de recuerdos desagradables a la cabeza.
-------
-Ren Tao...-.
---------
-Horo!-medio gritó el pelivioláceo, sacándose al pelilargo de encima-.
-Qué? ustedes ya se conocen?-dijo Hao algo sorprendido-.
-Horo...-susurró el pelivioláceo casi como suplica, mientras que avanzaba un par de pasos hacia el petrificado peliazul-Horo yo...-.
El otro no respondía, los pies no le daban, su mente viajaba ahora en un laberinto de emociones, un disparo de recuerdos se le hacían presentes y no podía, no podía detenerlos ante esa dorada mirada.
Y cuando por fin despertó, tenía al otro abrazándole contra su pecho.
De pronto reaccionó.
-Aléjate!-dijo empujándolo con desprecio y también con terror-.
Ese cálido y repentino sentimiento le hacía sentir tan vulnerable, tan dócil, tan débil.
-No te conozco, psicópata-dijo con profundo odio el peliazul –vamos Chizu-chan, afuera está más agradable que aquí adentro-concluyó aferrándose a la mano de su amiga -.
Y dedicándole una profunda mirada de odio al ojidorado, se dirigió afuera.
-Ok...me pueden explicar qué demonios ha pasado aquí? -reclamó Ryu confundido-.
-Horo...-murmuró el pelivioláceo entrecerrando los ojos-.
---------
-Re...QUÉ!!!!???? Nuestro amigo incondicional es el hijo de puta ese!!!!???????-.
-Anna no grites por favor- decía tratando de sonreír-.
-Grito, Yoh! Grito todo lo que quiero! Por qué no me lo dijiste antes!-.
-Pues porque no lo encontré tan grave! Lo siento...-.
-Argh...-.
---------
-Horo...-murmuró al chica algo temerosa por la reacción del peliazul-.
Sin embargo él no le escuchaba, seguía absorto en su mundo caminando apresurado por entre la gente, aferrado a la mano de ella...tenía ganas de llorar.
-Horo!!-nada...seguía siendo arrastrada por ese Horo que no conocía-Horo por favor!-dijo al fin tomándole el brazo y volteándole para verle a los ojos-qué rayos te pasa...-.
-Chizune...-.
Y por fin cayó en cuenta, aquello no podía estar pasando, se encontraba con su pesadilla en carne y hueso, luego de tres largos y arduos años, y aún le seguía controlando de esa manera. Aún conseguía cambiarle tan de pronto, tan rápida y fácilmente.
-Lo siento...-dijo este alzando el brazo de la muchacha hacia sí...y fundiéndola en un abrazo-.
--------
-Ren...-sintió de pronto que le decía el castaño-.
-Dime...-dijo sin emoción al escucharle, sin siquiera mirarlo-.
-Acompáñame si?-le dijo levantándose de su asiento y apartándose del grupo-.
-Mm...-dijo siguiéndole-.
-Él era el famoso chico del que me hablaste?-le dijo una vez a solas-.
-Él era...-Afirmó el pelivioláceo evitando verle a los ojos en todo momento-.
-Ren...mírame-.
-No...-.
-Ren...-.
-No me obligarás-.
PLAF!
El ojidorado se vio plantado contra la pared, acorralado por los resistentes brazos del castaño.
-Mírame te dije...-.
-Ya basta...-dijo el otro poco convencido, sintiendo como una mano le tomaba del mentón con rudeza, y le obligaba a virar el rostro-.
-Que me mires pedazo de...-.
-Ya! Ya te miro!-dijo dirigiéndole una mirada de odio- te veo...contento?-.
-Eso es...ahora bien, qué demonios le hiciste a ese chico-.
-Nada..-.
-No mientas! Tu historia del pobre víctima se fue a la mierda cuando vi a ese chico, algo le hiciste y te exijo! Que me lo digas-.
-Que no le he hecho nada joder! Éramos amigos en el colegio, yo le gustaba y estaba obsesionado, yo nunca lo tuve mucho en cuenta...y siempre me echó la culpa de que yo era el abusador-.
-...Y lo más probable es que eso haya sido cierto, cuándo vas a entender que a mi no me engañas, gatito?-.
-Ngh...-.
-Esto es simple...si no quieres que averigüe por mi mismo lo que pasó entre ustedes, y sabes muy bien que puedo hacerlo, más te vale que soluciones todo y hagas que ese chico te perdone y supere su trauma-.
-Ay por favor! Qué mierda te importa a ti lo que haya pasado con él o no cabronazo-.
-Me importa él-.
-Jah! Desde cuándo, cinco minutos?-.
-Y qué va, el tío está bien bueno, pero ese no es el asunto. YO soy tu dueño gatito, y debes agradecerme el que te de algunas libertades, otros amos no lo harían. Y como soy tu dueño te ordeno que en menos de un mes consigas su confianza de vuelta-.
Ambos se quedaron viendo unos segundos. El uno con recelo y el otro con una sonrisilla socarrona, que fue cambiando levemente a una más juguetona y auto-suficiente.
-Estás loco-.
-Por ti... -siseó con un brillo lujurioso en sus ojos, rozando el rostro del pelivioláceo-.
-Ngh... -musitó incómodo al sentir los pequeños besos que el castaño le brindaba en el cuello, para luego besarle la comisura de los labios y concluir lamiéndoselos con deseo- Ya basta… -habló el ojidorado poco convencido de manera ronca, apartando al moreno en un jadeo contrariado-.
-Tú me has incitado Rencín… Yo sólo me someto a tus encantos-.
-Por favor… -giró los ojos con ironía-.
-Ya sabes Ren, jeje. Así que ve, y no me importa lo que tengas que hacer... búscalo y discúlpate, y que no pase de esta noche -dijo soltándole con cierto desprecio-
-Cabrón-.
-Perra-.
-Hijo de... -.
-Epa! Cuida tu boquita... Ni se te ocurra meter a mi madre en esto, que era una mujer intachable. Además... puedo castigarte cuando quiera -concluyó para irse de vuelta a la barra-.
-Me cago en tu madre... -concluyó-.
Se introdujo en la masa que bailaba, buscando a cierto peliazul que había perdido de vista, pero...
-------------
-Te voy a dejar a casa...-le pronunció el Usui a la chica al oído, esta se separó para verle con asombro-.
-Pero...-.
-Es mejor que nos vayamos, no fue la mejor idea, no es un lugar para ti, Chizu...vamos-concluyó abrazándola y brindándole un tierno beso en su frente-.
Luego la tomó nuevamente de la mano, para llevársela hacia la pista, sin darse cuenta en absoluto de ciertos ojos dorados que lo fulminaban con recelo.
------------------
-Anna -dijo el peliazul al encontrar a la rubia a un lado de la pista-.
-Ah! Horo! Que bueno que te encuentro, sabes que quería...-.
-Me voy a casa-.
-Qué?-.
-Voy a llevar a Chizu a su casa y luego me voy, préstame el auto quieres?-.
-Pero...qué sucedió!-.
-Muy largo...luego te explico-.
-No! Alto ahí, tú me explicas todo ahora-.
-Anna por favor, de verdad no estoy de ánimo, y este no es el preciso momento-.
-Entonces yo te acompaño-.
-Estás loca! Es el cumpleaños de tu novio, pásala bien, divierte y luego hablamos, no es nada grave, sólo...necesito un rato a solas-.
-Pero...-.
-Está bien... puedo estar solo, no me pasará nada-.
-Ay Horo... bueno... en verdad... no se si te pueda prestar el auto, cómo me voy luego-.
-No te vas-le dijo Yoh ofreciéndole una copa de pronto- te quedas aquí conmigo-le sonrió-.
-Qué?...-dudó ella-.
-Está bien, si no quieres dormir conmigo hay otro cuarto... ya sabes-.
-Oh! Bueno... si es así...está bien Horo, toma, pero...cuídalo mucho si?-dijo la rubia pasándole las llaves del auto el bolso que aun no se descolgaba-
-Gracias!-dijo recibiendo las dichosas llaves-eres única-.
-Lo sé-.
-Jm-el peliazul sonrió, y despidiéndose de la pareja, se encaminó hacia la puerta-.
-Se te fue el encuentro eh?-le lanzó la chica-.
-No, créeme, si se fue...es porque ya se encontraron-.
La chica parpadeó extrañada.
-Anna...-sintió una voz grave y característica a sus espaldas, volteó a ver- tanto tiempo-.
-Tú!-exclamó la chica algo enfadada-.
-Se te ofrece algo, Ren?-preguntó cómplice el castaño menor-.
--Sí...-dirigió su vista a la rubia, las manos en los bolsillos- necesito que me des tu dirección-.
---------
Nuevamente la radio sonaba, pero no por alegría, sino para disimular el incómodo silencio que producía el estar a solas en ese rato.
-Etto...Horo...-comenzó la chica, el peliazul tragó saliva-.
-dime...-dijo tratando de parecer tranquilo-.
-Esto... no es por entrometerme, pero...-.
-Si...?-dijo disimulando el miedo a lo que se venía-.
-Este...ese chico...con el que...ya sabes, el...gay-dijo lo último algo atragantada-él...quién era?-.
-Quieres que te diga la verdad, Chizu?-la chica asintió algo confundida-no tengo idea-.
-Ah?-replicó ella absolutamente perdida-.
-Yo... yo no sé quien es esa persona en verdad. Creía saberlo... pero... a golpes comprendí que... no tengo la más mínima idea de quién es-.
-Pero... lo conoces-.
-No, Chizu... el Ren que yo creí conocer...-se detuvo a respirar, aquello jamás lo había verbalizado, era doloroso, ardía- era una mentira-.
La chica parpadeó sorprendida, el auto disminuyó la velocidad hasta que se detuvo por completo.
-Llegamos-concluyó el ainu-.
-Ah! si...-dijo ella no muy convencida-.
-Lo siento por todo Chizu-chan...yo...no fue la mejor idea...-.
-Ah! No! Está bien yo... entiendo... no debía haber aceptado desde un principio-.
-No te culpes... aquí la culpa la tuve yo, en serio-.
-No, yo debía haber dicho que...-.
-Chizu, por favor, yo soy el responsable-.
-No, Horo yo...-la chica levantó sus ojos, las miradas se encontraron-.
Los dos rieron de buena gana al mirarse, y es que era tan ridículo. ¿Acaso se estaban peleando por la culpa?
-Gracias por todo, Horo...de todas formas fue agradable verte-.
-Sí... gracias a ti, por la paciencia-rió mientras veía a la chica abrir la puerta- Chizu...-la detuvo, ella le miró con tranquilidad-.
Lo que sucedió a continuación, no necesitó palabras. Sólo eran un par de miradas que sabían lo que querían... y lo que se venía. Sin saber cómo, se hallaban, ya los dos rostros juntos, tan pegados como para sentir la respiración del otro, y entonces... sucedió.
---------------
-Larala...-cantaba feliz mientras buscaba sus llaves en el bolsillo-.
Terminó de subir las escaleras a medio alumbrar. Y se sobresaltó bastante al descubrir que no se hallaba solo en aquella estancia, pero...
-Horo... -sintió su penetrante, grave y sensual voz, pronunciar su nombre-.
Continuará...
-------------------
Y bien?! Les ha gustado? Alguna duda de cualquier tipo? Pues haganmelo saber n.n. Un beso enorme para todos ustedes, espero ansiosa sus comentarios y todo el alboroto no? jaja.
El próximo capítulo les vendrá aún mas ardiente e.e jej xd
Los dejo, cuídense! Ja ne!
Gato --- K-chaz
