¡Hola a todos!
Estoy de vuelta con esta nueva historia, es algo nuevo para mi trabajar en un fic como este, espero que sea de su agrado, aunque debo comentarles que a muchos capaz y no les guste este fic, a muchos si, solo espero no decepcionar a nadie; este fic tendra 6 arcos argumentales de los cuales poco a poco se iran desarrollando y espero que no solo sea de su agrado, sino que se convierta en algo que les encante leer.
Adicionalmente agradezco a MarcelaRomero752, ya que ella me facilitó la imagen de este fic.
¡Sean bienvenidos y disfruten!
Volumen 1
Capítulo 1: Arco 1: Entre listones te veas.
-¡Vuelve acá!
-¡Jajajajaja! ¡Sigues siendo un novato muchacho! ¡No puedes conmigo!
Un nuevo día había llegado a Nerima en Tokio, Japón, y Genma, el patriarca de la familia Saotome había por fin amanecido en la casa que desde hace 10 años había abandonado junto con su primogénito, el joven Ranma Saotome.
Su relación aparte de ser padre e hijo era un tanto difícil, las constantes torturas de parte de Genma hacia el joven de trenza larga y cabellera negra eran comunes desde el día de su partida, siendo más fuerte durante sus entrenamientos a hasta el punto de dejar sin comer al joven; sin embargo conforme los años pasaban el joven Ranma lograba vencer a su padre ante la mirada atónita de la gente que en sus viajes se encontraban pues quien iba a pensar que un hijo golpeara de tal manera a su cansado padre.
Eso era lo que entre lágrimas se preguntaba el viejo y descarado de Genma.
Hoy, la mañana siguiente de su regreso las cosas no habían cambiado mucho…
-¡Devuélveme mi almuerzo viejo hipócrita!
-¡¿Cómo te atreves a llamarme así?! ¡Eres un mal hijo!
-¡Detente y pelea como los hombres!
Para la gente de Nerima no era tan habitual que un par de locos pasaran corriendo tan temprano por todas las calles del distrito debido a que mucha gente experta en artes marciales realizaba el entrenamiento por esas calles o en los diferentes Dojos que existían, sin embargo no era lo mismo ver a un tipo casi anciano comiéndose el alimento de su hijo en plena carrera.
-¿Y esos quiénes son? – Preguntó una linda joven de cabellos castaños
-No me interesa, sigamos caminando, no quiero llegar tarde a clases – Le contestó de manera desinteresada una joven de cabellos largos azulados
-Eres una aguafiestas hermana.
-Eso a ti que más te da.
Laa jóvenes se fueron quedando detrás del padre Saotome y su vástago quienes seguían corriendo sin importarles la ola de destrucción que dejaban tras de sí hasta que Ranma tropezó debido a una reja que separaba la calle del rio que cruzaba Nerima cayendo al agua en el acto.
-Ranma, Ranma, ¿Cuándo vas a aprender a tener cuidado cuando corres? – Dijo Genma negando con la cabeza y los brazos cruzados
-Maldito viejo, ¡Ya verás cuando te atrape! – Dijo mientras salía del agua.
-Ya mejor deja de pelear niño berrinchudo y vete a la escuela que se te hará tarde
-¡Se me hizo tarde por tu culpa! ¡Además si no quiero ir a la escuela es asunto mío!
-Ranma… - Genma de un momento a otro se puso serio, generando en el joven un poco de incertidumbre ya que cuando su padre se ponía en esa actitud sabía que en parte podría tener razón y no le gustaba discutir con el teniendo dudas – Si tanto quieres hacer tu voluntad y no ir a estudiar, vamos a casa y díselo tú mismo.
Ranma se quedó petrificado con una enorme gota de sudor que caía en sus sienes y una expresión de terror que pocas veces se le veía.
-Diablos, tienes razón viejo – Admitió Ranma.
-Toma y ve a la escuela – Dijo seriamente Genma mientras le entregaba su maletín de estudios y cancinamente el joven lo tomaba y daba la espalda a su padre para encaminarse hacia el colegio Furinkan, donde recibiría la educación preparatoria, pero la voz de su padre lo detuvo y sin voltear lo escuchó atentamente – Y recuerda Ranma, una educación como el Arte Marcial te vuelve un gran maestro y mejor persona – Ranma ahora tenía una enorme cara de incredulidad, las palabras de su viejo bien podrían ser filosóficas
En eso Genma se fue, a veces podría tener razón en lo que decía, pensaba Ranma mientras se subía a aquella reja y continuaba su rumbo.
Pocos segundos después…
"Ranma, espero que esas palabras las entiendas y agradezco el almuerzo que me dejaste. Tu padre"
-¡Me las vas a pagar maldito viejo!
Gritó el joven con todas sus fuerzas a la entrada del colegio mientras lanzaba un papel contra el piso, ya que en donde se suponía que vendría su almuerzo solo estaba una nota de su padre y comprendió que la grandiosa frase que le dijo solo fue para distraer su mente.
-Ahora tengo que ver si hay comedor en esta escuela sino voy a morir de hambre
-Cuidado donde pisas
-¿Eh?
-¿Acaso no ves por dónde caminas? – Escuchó una voz que venía del piso
-¿Tú quién eres? –Preguntó Ranma mientras extendía su mano y extrañado ya que sin querer al caminar le piso una mano a un joven que estaba con el ojo morado y tirado en el piso
-Más respeto a tus superiores – Contestó de manera ingrata el joven que vestía el uniforme de kendo azul en la parte superior y negro en la inferior mientras negaba la ayuda de Saotome – Yo soy el Relámpago Azul de Furinkan, Tatewaki Kuno y tengo 17… ¡aaahh!
Las palabras se detuvieron debido a que la espada de kendo que tenía el joven y estaba utilizando para incorporarse se partió a la mitad cayendo de narices contra el suelo provocando las carcajadas de parte de Ranma
-Ahora entiendo porque eres el relámpago azul, porque te estrellas contra el suelo jajaja
-¡¿Quién te crees que eres?! – Dijo molesto el joven Kuno levantándose de golpe y plantándose frente a Saotome
-Yo soy Ra… ¿Pétalos negros?
Ahora el que se detuvo fue Ranma debido a que mientras estaban en discusión una lluvia de pétalos de rosas negras comenzaron a caer alrededor de ellos.
-¿Ahora qué? –Preguntó cansino Kuno
-¡Y yo que sé!
-¡No te estoy preguntando a ti bandido!
-Ba… ¿Bandido? – Ranma pregunto sorprendido por la manera en que Kuno lo llamó – Yo no soy ningún ban…
-¡Jojojojojo!
Se escuchó una risa ensordecedora en todo Furinkan mientras que Kuno se ponía en posición de defensa con la mitad de su espada y Ranma al verlo hizo lo mismo mientras buscaban de dónde provenía el ataque.
-¿Qué crees que haces?
-En realidad no lo sé pero al igual que tu siento que se acerca un peligro
-Tú no conoces el peligro que se avecina, más aún si no sabes cómo defenderte
-"Señor Kuno", yo soy experto en el Arte Marcial estilo combate libre
-Ja, eso lo dudo
-¡Pruébame! – Dijo de manera egocéntrica el joven Saotome mientras daba un salto de costado
-¡Ahora veras!
Kuno inicio su ataque mientras Ranma esperaba que su rival se acercara a él pero una nube de gas cayó sobre ellos provocando una intensa tos en ambos y haciendo que Kuno cayera desmayado
-Demo… coff, coff, nios, es un somnífero… - Dijo Ranma de manera difícil pero en cuanto estuvo a punto de saltar lejos del gas, vislumbró a través del humo una figura femenina que parecía estar ahogándose debido al gas, así que tomó una enorme bocanada de aire como pudo se acercó a ella.
Sin embargo jamás se dio cuenta de que estaba dirigiéndose a una trampa, ya que la bomba que libero el gas, tenía un artilugio que con el más mínimo movimiento activaría un ataque de listones usados en la gimnasia rítmica; que desgraciadamente para Ranma al correr para salvar a la damisela en peligro golpeo con el pie, provocando una caída que la misma joven a la que Saotome iba a salvar, no pudo esquivar.
En otro lugar de la escuela…
-Tendo Nabiki
-¿Si? – Contestó la joven
-¿Podría decirme donde está el joven Kuno? Las clases han iniciado y aun no se presenta en el salón
-¿Y porque he de saberlo yo? – Preguntó la joven con desdén
-Porque es muy conocida tu fama de que todo lo sabes – Contestó una de sus amigas
-Jajajajajajajaja – Una carcajada unísona se dejó escuchar en el aula
-¡Silencio jóvenes! – El profesor de manera malhumorada los silenció a todos y las risas cesaron en un solo instante – ¿Sabe o no donde esta Kuno, señorita Tendo?
-Mmm… Pues claro que sé, seguro está intentando conquistar de nuevo a mi hermana – Dijo de manera despectiva – Pero como ya sabemos todos, al hacerlo es muy probable de que se encuentre noqueado en el patio principal
Todos guardaron silencio y nadie se atrevió a decir cosa contraria, pues sabían que eso era cierto, sin embargo en ese momento un fuerte estruendo se dejó escuchar en toda la escuela.
-Vaya, creo que esta vez sí hizo enojar a mi hermana – Dijo Nabiki mientras todos salían corriendo a ver qué era lo que había pasado – Bueno, esto no debo de perdérmelo – Añadió en sus pensamientos mientras sonreía al imaginar a Kuno caído
-¡Oigan! ¡¿Quién les autorizó salir del salón?! – Un ignorado profesor le gritaba a su alumnado - ¡Bah! No tiene caso… - Se quejó lanzando al suelo su libro de estudio
Lo mismo se repitió en cada una de las aulas de la escuela Furinkan, desde los de tercer grado hasta los novatos de primero, Nabiki pertenecía al segundo grado mientras que su hermana, quien tambien corría por los pasillos para ver que sucedía, pertenecía al primer grado.
-¡Akane! – Gritó la castaña
-¿Eh? ¿Qué sucede Nabiki? – Pregunto la peli azul deteniendo su andar
-Nada… emmm, ¿No fuiste tú la que provoco esa explosión?
-¿Qué? ¿Porque habría de haberla provocado yo?
-Sabes bien porque
-No sé de qué hablas… - Contesto la menor de las Tendo sonrojada – Mejor vamos a ver qué fue lo que en verdad sucedió.
Nabiki solo movió la cabeza de manera negativa mientras pensaba como es que su hermana no aceptaba lo que hacía, pero al igual que Akane, siguió su camino hacia la entrada principal de la escuela para ver qué fue lo que había pasado.
-Pero que…
-¿Qué diablos es esto? – Preguntó Hiroshi, uno de los compañeros de clase de Akane mientras la joven y su hermana llegaban al lugar de los hechos.
De inmediato se dieron cuenta de que se trataba de un gas somnífero ya que los primeros jóvenes que llegaron se encontraban durmiendo en el patio y la entrada de la escuela, pero lo que les hizo derramar una enorme gota de sudor y tener una expresión de indiferencia fue los listones de gimnasia que se encontraban colgados y amarrados de todos los lados donde se pudieran encontrar.
-Creo que ya sé quién es la culpable de esto… - Dijo Akane
-Seguro… - contestó Nabiki – Los listones la delatan
-Tambien los pétalos de rosa…
Mientras todos alrededor veían el espectáculo, dentro de la nube de gas que poco a poco se estaba disipando, se encontraba una máscara antigás tirada en el piso, mientras que la espalda de Ranma estaba contra el suelo, ya que la utilizó para caer y evitar que la chica que estaba en sus brazos saliera dañada; ambos estaban completamente enredados en los listones de la trampa.
Los cabellos negros de la chica caían a un costado de ambos, sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia, cada uno podía aspirar el aliento del otro pareciendo que se daban un respiro de vida; él podía notar sus labios rosados al igual que las mejillas de la chica que tenía frente a sí y un suave aroma a cerezas, provocando que tambien se sonrojara y el calor le subiera de manera exagerada al rostro; ella por su parte estaba viviendo una serie de sentimientos encontrados, miedo, incertidumbre e impresión por el chico que la tenía en sus brazos, hundiéndose en esos profundos ojos azules sintió su corazón latir de manera acelerada mientras ambos perdían el conocimiento debido al gas.
Un tiempo después…
Poco a poco Ranma iba abriendo los ojos y al despertar se vio en la enfermería, desgraciadamente para él, no podía recordar casi nada de lo que había sucedido, se sentía mareado y desorientado pero lo suficientemente cuerdo para ir a su aula y comenzar con su vida escolar, bien sabía que no podía darse el lujo de no entrar a clases, porque al llegar a casa si no tenía una buena historia escolar el filo de una katana estaría arriesgando su piel.
Tocó la puerta del aula y la profesora le permitió la entrada, mientras que Ranma se quedó estático sin poder creer lo que miraban sus ojos, la profesora le quitó el papel que tenía en la mano y se dio cuenta de que era un nuevo estudiante de su clase
-¡Vaya joven Saotome, lo esperaba desde temprano – Le dijo para después dirigirse a los demás chicos del aula – Jóvenes, les presento a Ranma Saotome, él es nuevo en la escuela y les pido lo traten bien – Dijo la profesora Hinako que estaba en su forma infantil, al momento Ranma a pesar de verlo no creía fuera la profesora pero cuando notó que todos le obedecían optó por aceptarla como su maestra escolar – Pero como el joven Saotome llegó tarde se quedará a hacer la limpieza del aula al terminar las clases. Por favor tome asiento señor Saotome.
Al dirigirse a un asiento en la parte trasera del salón que se encontraba vacío, su mirada se cruzó con la de una joven de cabellos azulados, ella lo miró con desdén y el a su vez la ignoró.
-Esto va a ser más difícil de lo que pensé, pero no hay nada que pueda contra el gran Ranma Saotome
Continuará…
