¡Hola, gente!
Otro de estos drabbles con parejas raras, pero esta vez lo hice para sara_f_black en el LJ. Espero les guste.
Disclaimer: The Mentalist le pertenece a su creador, Bruno Heller, y su productora, Primrose Hill en asociación con la Warner Brothers.
OoOoO
Gracia
Grace Van Pelt era de las pocas personas, que Patrick Jane conocía, que tenía su nombre bien puesto. Desde que la vio en la oficina la primera vez, con esa mirada de niña perdida pero totalmente decidida en su postura erguida, pudo sentir ese aire agraciado en ella: un algo fuerte y, a la vez, suavemente atrayente.
Esa misma fuerza era un extraño oxímoron que sólo ella podía tener en su mirada directa y, a la vez, cariñosa; mientras lo veía comentar alguno de los casos y se alistaba para rebatirle.
Esa vez no fue la excepción. Él había comentado (ante un caso donde las 4 ex mujeres del muerto eran las principales sospechosas) que pretender que una relación durara "para toda la vida" totalmente monógama y que eso fuera la total fuente de la felicidad era, a todas luces, irreal.
Y Jane supo en su mirada fija en él, casi pudo oír los engranajes de su cerebro moverse por debajo de esa cabellera pelirroja. Iba a rebatirle, iba a decirle sin lugar a dudas que se equivocaba, y él iba a sentir, por un momento, que lo que ella le decía con esa fe ciega en la vida que tenía, era verdad. Sólo por un instante, ella lograba ser su gracia y hacerlo en verdad creer… pero no lo hizo, simplemente bajó la mirada un instante y volvió a su computadora.
Cuando todos se fueron detrás de unas pistas que Jane sabía que no iba a llegar a nada; Él estaba acostado en su sofá, viendo al techo (ese que ya tanto conocía, que hasta lograba ver las nuevas manchas de humedad al día siguiente de aparecer), pensado sobre la tercera y segunda esposa, más que todo; Jane pudo oír el sonido determinado de ella levantándose de la silla, su caminar rápido hacia él y él sonrió, empezando a levantarse del sofá para ponerle toda su atención a lo que ella dijera.
Pero Grace no lo dejó levantarse, apenas estuvo junto a él, acercó el rostro, tomó su cabeza entre las manos, con suavidad y firmeza a la vez y, cuando Jane aún no lograba recuperarse de la impresión, lo besó en los labios, suave, dulcemente; acariciándolo apenas… su cabello cayendo alrededor de él.
Y Patrick lo entendió, entendió que era posible vivir felizmente con sólo una persona toda la vida… ella dejó de besarlo y se fue de nuevo hacia su asiento, sin decir nada. Pero Jane entendió su silencio y creyó en él.
