Chanel No° 5
Por: Drama y romance
Capítulo 1: Pandemónium
Ouran High Scohool Host Club y la reconocida marca de perfume no son de mi propiedad, solo la loca situación ;)
Enjoy :)
Un día normal después de club:
Haruhi cerró la puerta con un suspiro de cansancio. Después de guardar la llave en su maletín se dio la vuelta y salto cuando de repente Nekosawa estaba frente a ella.
—Oh, no de nuevo—susurro con fastidio.
Últimamente solía ser así, siempre se encontraba con el de manera intempestiva y hasta aterradora si uno se ponía a meditar como es que salía de la nada. Y todo por culpa de su manía de ser honesta sin importar nada.
—Hey Fujioka-kun tengo algo que mostrarte...
Ella negó antes de que le mostrara el supuesto artefacto que la haría creer en el mundo de la magia, ya estaba harta de terminar en el medio de un desagradable momento. Internamente se alegró de ya estar afuera del club, ya que no quería agregar otros miles a su cuenta por pagar.
—Oh vamos, esta vez sí que te hare creer en los poderes del club de magia—dijo sacando el pequeño frasco de perfume con liquido de color turquesa.
—Bueno...es que yo tengo que salir ya Nekosawa-sempai.
Le sonrió tratando de ser amable. Pero para el chico oscuro era más que notable que estaba desesperada por huir antes de que las cosas se salieran de control como las otras veces que le mostro sus artefactos encantados.
—Solo será un momento.
—Pero.
Haruhi miro hacia los pasillos vacios y suspiro. No quería meterse en problemas ahora que su beca estaba tambaleándose en la cuerda floja.
—Además es para ayudarte con Ootori-Kun.
Ella salió de sus pensamientos y miro confundida al chico que movía a su títere.
— ¿Que hay con Kyouya-sempai?, ¿porque necesitaría ayuda con él? —cuestiono con una ceja levantada.
Nekosawa sonrió burlonamente.
—Vamos, he notado como lo miras Fujioka-kun—susurro para que nadien conociera el secreto que hasta ahora Haruhi juraba haber ocultado perfectamente.
—Wow, ¡que!...no sé de qué estás hablando sempai.
Haruhi comenzó a reír nerviosa mientras trataba de hacer desaparecer el sonrojo de su cara. Pero era imposible ¡había sido descubierta!
—Ahora si me disculpas tengo que salir antes de perder el autobús.
Antes de que saliera corriendo Nekosawa la jalo del brazo.
—Tranquilízate, no es como si fuera a decírselo a alguien. Además después de ver el amor fraternal de los gemelos Hitachiin esto no es nada.
Haruhi entorno los ojos con un fondo purpura detrás de ella. Había olvidado que fuera de los chicos nadien sabía que era una chica; dios ahora por su imprudencia sus mentes sucias estaban imaginándose cosas raras.
Se aclaró la garganta retomando su actitud seria.
—Ok Nekosawa-sempai, que es esta vez.
Echando de lado las escenas Yaoi que estaba imaginándose él le mostro el envase de perfume relleno de su tónico de amor especial que preparo personalmente con la pura intención de hacer creer a la castaña sobre la magia efectiva.
—Es una mezcla de esencias y yerbas que yo mismo cultivo. Una gota y listo, amor eterno—dijo con pose orgullosa con un fondo brillante detrás de él.
—Oh...si...que... ¿útil?
Escéptica como solo ella agito el frasco y vio como los colores se mezclaban entre sí pero cuando sonó la campana del reloj recordó que le había prometido a su padre pasar a la tintorería por el vestido azul que usaría para el trabajo.
—Es muy lindo, pero enserio tengo que irme sempai.
Él negó cuando le devolvió el perfume.
—Úsalo, solo así veras la verdad Fujioka-kun—argumento antes de desaparecer en una cortina de humo dejando a la castaña confundida.
XX
Más tarde:
Ya en su casa Haruhi estaba lavando los platos cuando su padre grito.
—Es un chanel... ¡un chanel número cinco! —grito tan alto que juro que los vecinos lo escucharon.
—Haruhi, ¿quién te dio esto?
Ella cerró el grifo y miro a su padre.
—Un compañero del instituto papa—respondió recordando a su extraño sempai.
—Oh, que considerado. Obsequiarle algo tan caro a mi querida hija.
Antes de que siquiera Ranka pensara en rociar un poco en su palma para probar su esencia y tachar de su lista el estar cerca de un perfume caro su hija se lo quito de las manos.
—Oh, Haruhi por favor solo déjame—se quejó él mientras se estiraba para alcanzar la botella esmeralisada pero Haruhi solo la guardo en su mochila.
—Lo siento papa, puede ser peligroso.
Le dio un beso en la mejilla y le deseo buenas noches antes de irse a su habitación. Estaba tan cansada y sus pies aun dolían después de horas de pie en tacones de diez centímetros.
Como odiaba los días de cosplay.
Por qué en todo el mundo, habiendo tantos libros con historias de princesas en sus páginas Tamaki había escogido la cenicienta ¡con sus malditas zapatillas de cristal!
¡Y por qué se le había ocurrido que sería una buena idea mandar fabricar unas de tamaño real!
Como quería simplemente dormir hasta muy tarde. Pero gracias a que Kyouya le había dejado las llaves del club simplemente se arrastró a poner su despertador.
"Es para ayudarte con Ootori-kun"
Ella miro hacia su maletín y pensó en esa botella. Aun trataba de hacerse creer que ella no sentía nada por el chico de cabello oscuro, que desde esa noche en la playa todas las veces se despertó con un sobresalto eran por una horrenda pesadilla y no por un sueño de esos que solo tiene una chica enamorada.
Pero y si admitía que de verdad estaba enamorada del menor de los herederos Ootori ¿qué cambiaría?
Él era y seria después de todo inalcanzable.
Haruhi suspiro y se acostó en su pequeña cama. Mientras se envolvía en los cobertores pensó en que tanto pasar tiempo con esas chicas la había trasformado en una de ellas.
Era una lástima porque así sería más difícil para ella.
XX
En el club:
Haruhi disfrutaba de una taza de té mientras miraba hacia Honey-sempai y Mori-sempai deshacerse de su disfraz de esta ocasión. Ella durante su pequeño momento de paz le dio un vistazo a su maletín que descansaba sobre el sofá.
Ella no podía dejar de pensar en lo que Nekosawa le dijo. No es como si hubiera cambiado de idea, era solamente que su mente curiosa trataba de imaguinarme como seria todo si de repente decidiera usarlo.
Pero rápidamente agito la cabeza y empujo lejos esos pensamientos impropios de ella.
Cierto chico pelinegro a su lado la miro de reojo cuando la vio sacudir la cabeza y gruñir con frustración. Hace días que la notaba diferente a como solía actuar; estaba siempre distraída, mirando continuamente hacia la nada distante de las locuras que sucedían dentro de la tercera sala de música.
Kyouya no quería admitirlo, pero estaba preocupado por ella.
—Oye Fujioka-san
Todos se dieron vuelta hacia Nekosawa-sempai y levantaron una ceja confundidos por su presencia.
—Oh, no—dijo Tamaki pálido de puro susto saltando fuera del camino del chico y mirando horrorizado cuando este se dirigió hacia Haruhi.
—Fujioka-san...
Haruhi miro hacia él y salto al igual que Tamaki.
—Sem...Sempai... —susurro regresando a su piel.
— ¿Qué haces aquí? —cuestiono Kyouya sin mirarlo tranquilo e indiferente como siempre.
Nekosawa lo miro y arqueo una ceja.
—Oh nada, solo quería hablar con Fujioka—respondió sacándole el polvo a su títere.
—No, señor, ¡trae otro artefacto infernal! —grito Hikaru lanzándose al suelo junto a su gemelo mientras se tapaban los oídos y cerraban los ojos con fuerza.
Haruhi entro en pánico y se lanzó a interrumpirlo antes de que derramara más detalles.
—Oh, sí lo había olvidado...que tal si vamos afuera.
Todos los hosts se quedaron atónitos y se preguntaban que podía querer él con ella.
XX
Afuera Haruhi miro molesta al chico.
— ¿Ya has usado el perfume? —cuestiono de verdad muy interesado en los resultados.
—No sempai, ya había dejado en claro que yo no creo en esas cosas.
Ella miro continuamente hacia atrás y suspiro aliviada cuando se percató que nadien más estaba espiando.
—Vamos Fujioka, solo tienes que rosearlo y listo.
Haruhi negó y lanzo un gemido. Ella no creía en esto y estaba harta de la insistencia del chico por hacerla cambiar de ideas.
—No quiero formar parte de esto sempai, te devolveré esa...esa cosa y ya...
—Pero Fujioka.
—No sempai, vamos.
XX
Mientras tanto en el club Tamaki corrió hacia el maletín de Haruhi. Había metido hace unos días desde que el miembro del club de magia frecuentaba a la chica un amuleto contra las malas energías y obviamente pensó que podía necesitarlo.
Los gemelos junto a Honey y Mori miraban a su líder escarbar desesperado entre las pertenecías de Haruhi.
De repente una botella resbalo hasta la alfombra. Los chicos la reconocieron como una de esas cosas que las chicas traían al club.
—Oye, es un chanel.
Kaoru miro incrédulo hacia lo que sostenía su gemelo. Tamaki también lo miro con sorpresa mientras le arrebataba al gemelo mayor la botella.
— ¿Cómo es que tiene algo así? —pregunto Honey.
—Esos perfumes son muy caros.
Kaoru miro con atención el interior de la botella y juro ver un destello extraño.
—No es de verdad.
Kyouya apareció y empujo sus gafas hacia atrás cuando recordó que cuando era más joven había visto infinidad de botellas parecidas en la vanidad de su madre.
—Es cierto el color es curioso.
Hikaru le quito una vez más la botella al rubio y roció un poco sorprendiéndose con el olor extraño y los destellos.
— ¿Vuele extraño no Takashi?
Mori asintio en silencio viendo a Tamaki tratando de quitarles la botella a los gemelos mientras ellos se burlaban y no dejaban de gastar el perfume que dejaba un olor sutil de hiervas en el ambiente.
Kyouya negó y decidió interferir siendo recibido por una nube molesta de perfume.
—Oh, lo siento Kyouya—se disculpó el rubio sonriéndole apenado.
—No sempai estoy hablando en serio.
Tamaki y los gemelos dejaron de pelear cuando vieron que la puerta estaba abriéndose poco a poco y Haruhi entraba junto a Nekosawa.
—Pero que...
Haruhi cerró los ojos cuando la densa nube de perfume la golpeo de repente.
—Oh, Haruhi lo siento...
Ella miro al rubio que descuidadamente y sin querer acciono una vez más la pequeña bomba rociándole el restante del perfume en toda la cara.
—Oh no—susurro Nekosawa tosiendo al igual que la castaña.
— ¡Que rayos están haciendo!, sempai de donde sacaste...
Con los ojos bien abiertos Haruhi inmediatamente fue a abrir la ventana. Algo que agradecieron los chicos que exhalaron profundamente una buena cantidad de aire.
Era curioso, pero todos se sentían mareados.
—Por favor perdónanos Haru-chan, no queríamos gastar tu perfume —argumento Honey mirando a la chica que pálida los miraba expectante.
—Oh, no es nada Honey-sempai.
El rubio arqueo una ceja.
—Nosotros podemos conseguirte uno original—ofreció Kaoru devolviéndole la botella que arrancaron de las manos de Tamaki.
— ¡NO! —respondió en voz alta asustando a los tres pobres chicos.
—Dijo, no es necesario Kaoru. Solo era una...una baratija que encontré...jajaja
Nekosawa internamente reacciono ofendido y dirigió una mirada hacia todos. Estaba preocupado, se suponía que no debía usarse más que una rociada.
Honestamente temía las consecuencias.
Sonó la campana y todos salieron confundidos tambaleantes y algo somnolientos. Haruhi dirigió una mirada cuestionante hacia Nekosawa, pero él se había esfumado.
Suspiro y fue a guardas sus pertenencias.
Ella también estaba preocupada. Los chicos parecían estar bien, pero algo en su interior no dejaba de retorcerse con preocupación.
—Haruhi—llamo Kyouya con su portátil y maletín debajo del brazo.
Salto asustada.
—Kyouya-sempai me asustaste—susurro sin mirarlo a los ojos.
Él frunció el ceño cuando volvió la preocupación. Él antes se había sentido nada similar, no era como la preocupación que tenía por los otros chicos...era distinta y eso le fastidiaba porque nunca había existido algo que le causara conflicto.
Él era frio y racional, no blando. Él era un Ootori...
Su visión se hizo borrosa y se tambaleo un poco causando que a Haruhi el corazón le saltara asustado.
—Sempai ¿estás bien?, sempai...
Recobrando el control miro hacia los ojos de ella y salto cuando otra emoción desconocida también lo asalto de repente.
—Si...si...
—Pero sempai...
Se apartó de ella y se fue hacia la puerta saliendo sin decir nada más. Haruhi hizo una mueca de tristeza y lanzo su acostumbrada maldición antes de que también recogiera sus cosas y saliera.
XX
Esa misma noche en la casa de cada host sucedía algo extraño. Pequeños destellos comenzaban a surgir en la oscuridad antes de que una luz blanca rodeara sus cuerpos hasta envolverlos completamente y de un momento a otros se esfumara en un flashazo que ilumino sus habitaciones por segundos.
Cuando amaneció todos gritaron asustados.
