Baile de Navidad al estilo Card Captor: La hora del vals
Resumen de la historia:
Sakura aún continuaba cambiando
las cartas Clow a cartas Sakura, pero la Navidad estaba cada vez más
cerca. Por fortuna, ya había decidido el regalo para sus
familiares e incluso les había entregado a las cartas el
regalo por adelantado: una hermosa melodía en piano titulada
"La Melodía Sagrada", que Eriol muy amablemente le
ayudó a tocar para poder grabarla. Pero aún no se
decidía por el regalo de Shaoran. Sin embargo, el Baile de
Navidad que la Escuela Tomoeda celebraba todos los años para
los alumnos de quinto y sexto año ese año sería
un baile de disfraces y máscaras. ¿Será acaso el
momento perfecto para que Shaoran reciba el mejor regalo de
todos?
Averíguenlo leyendo este fanfic, y disfruten de la
lectura.
Las clases continuaban normalmente en la escuela Tomoeda, hasta que el profesor Terada dijo que debía dar un anuncio muy importante antes de que todos regresaran a sus hogares:
- Niños, la clase de hoy ha terminado. Sin embargo, me gustaría que se quedaran unos minutos más para ultimar los detalles sobre el baile de Navidad de este año. Como todos ustedes ya saben, esta vez les tocará a ustedes decidir sobre qué tema lo basaremos. - Mientras decía esto, el había buscado y encontrado un papel que al parecer era una lista - La semana pasada les pedí que dejaran en el buzón que estaba en este salón sus ideas escritas en papel. Por mayoría de votos, se ha decidido que el baile sea sobre criaturas míticas y seres mágicos, por lo que será un baile de disfraces, además de que todos llevarán máscaras - La clase, luego de la noticia, se llenó de murmullos. - Para los que no estén del todo familiarizados con el tema, hay varios títulos de libros que pueden encontrar en la biblioteca de aquí o en la biblioteca pública, y dejaré a cargo a una persona que elegirán para que los ayude a que ustedes decidan sobre su disfraz -
Al cabo de un rato, la persona elegida para ser la encargada de los libros fue Naoko, por su gran afición a la lectura.
- Ahora necesitaremos a dos personas que se ocupen de la decoración del gimnasio interior, y otras dos que se ocupen de la iluminación y la música - dijo el maestro, y después de otro momento, entre las personas elegidas para esas tareas se encontraba Rika. - Finalemente, necesitaremos de alguien que se ocupe de la comida que se servirá ese día. ¿Algún voluntario? - preguntó el profesor. - Se alzaron dos manos - De acuerdo. Ustedes dos se ocuparán - dijo, luego de anotar en la lista a Chiharu y Yamasaki. - Como el gimnasio interior es casi tan grande como el exterior, pueden invitar a estudiantes de otras escuelas, pero les pido que sólo sean estudiantes de primaria del quinto y sexto grado. Si necesitan pases para entrar, no olviden que pueden consultar en la sala de profesores para adquirir los suyos. Este año el dinero que reunamos del baile lo donaremos al orfanato de Tomoeda, ya que necesitan de mucha ayuda luego del incendio que sufrieron hace poco. La fecha establecida para el baile es en Nochebuena, para poder recibir la Navidad todos juntos, y quiero recordarles, por último, que este será un baile de parejas, al contrario que el año pasado. Bien, eso es todo. Pueden irse - dicho esto, el profesor Terada hizo unas últimas anotaciones y metió el papel en su carpeta de siempre.
Luego de que el maestro se retiró del salón, Tomoyo se acercó a Naoko para hacerle algunas preguntas, mientras Sakura la esperaba para irse juntas. Shaoran, por algún motivo, gusrdaba sus cosas lentamente. Tomoyo se le acercó a Sakura luego de haberse despedido de Naoko.
- Oye, Sakura. Necesito que me
hagas un gran favor - dijo con una sonrisa.
- ¿Hoe? - dijo
Sakura.
- Por favor, permíteme confeccionarte tu disfraz
para el baile - a Sakura le cayó una gruesa gota sobre la sien
cuando Tomoyo dijo esto.
- Pero Tomoyo---
- Me harías
muy feliz si usaras uno disfraz que yo te haga para esta ocasión
especial, y recuerda que en este tipo de ocasiones---
- Debo
vestir de manera especial. Si, lo sé, Tomoyo - Sakura suspiró.
- Si es tan importante para ti, lo haré -
- ¡Muchísimas
gracias, Sakura! - A Tomoyo le brillaban los ojos de alegría.
Nuevas gotas cayeron, pero esta vez, sobre las nucas de Sakura y
Shaoran, que todavía se encontraba allí, demorando más
de la cuenta en hacer su mochila.
- Bien, supongo que le pediré
a Naoko algunos consejos para que me diga que clase de criatura
debería disfrazarme, ¿no? -
- No será
necesario. Yo ya lo hice - dijo Tomoyo.
- ¿Y lo has
decidido? - preguntó Sakura.
- Si -
- ¿Y de qué
será mi disfraz? -
- Será ... - Tomoyo estuvo a
punto de decirlo: - ...una sorpresa - Aquí Sakura se cayó
al suelo luego del momento de suspenso en la que Tomoyo la había
metido. - Bien, creo que mejor me iré a la tienda a comprar lo
que necesito para poder hacer tu traje, así lo podré
terminar a tiempo para hacer el mío. Nos veremos más
tarde - Y Tomoyo salió rápidamente.
- Si, te espero
- saludó Sakura. - Bien, sólo me queda ir a la sala de
profesores para ir a comprar mi entrada al baile. Shaoran, ¿tú
también irás a comprar la tuya? - preguntó
dirigiéndose a su amigo, que aún no se había
ido.
El muchachito se coloreó un poco - No creo que vaya a
ir - dijo.
- ¿Por qué no? -
- Te escuché a
tí y a Daidouji comentar el otro día acerca del baile,
y de que aquí tienen la tradición de abrir el baile con
una pieza de vals... -
- Si, es verdad eso. ¿Y qué
hay con eso? -
- Yo no sé bailar el vals. Además...
- Shaoran ocultó un poco sus ojos para que Sakura no viera que
se estaba poniendo más colorado con lo que estaba por decir -
...Además, no sabría a quién invitar. Y si
invito a alguien, de seguro le pisaría algún pie en ese
vals, y no quiero que eso pase -
Sakura se quedó pensando
un momento, y luego dijo: - Mira, creo que podemos solucionar todos
los motivos que me diste para no ir al baile, Shaoran. Si te digo
como solucionarlos, ¿me prometes que irás? -
Shaoran
no lo pensó dos veces. - Claro que si -
- De acuerdo.
Entonces primero vamos a comprar los boletos para ir al baile. Hoy me
toca preparar la cena, pero mi hermano y mi papá llegarán
tarde, así que te invito a cenar a mi casa. ¡Ah! Tomoyo
había acordado que hoy también vendría ¿Aceptas?
- todo esto lo dijo mientras caminaban hacia la sala de profesores.
-
S-si, mu-muchas gracias - tartamudeó Shaoran torpemente.
Al cabo de un rato, los dos estaban caminando hacia la casa de Sakura. El muchacho muy amablemente le ofreció a acompañarla a comprar las cosas que necesitaba, y luego a cargar con algunas de las bolsas. Pero en todo ese tiempo, Sakura no comentó nada más acerca del baile, y Shaoran se preguntaba por qué. Antes de llegar a la casa, Sakura sacó de su bolsillo el boleto de entrada del baile, y se detuvo en el camino.
- Shaoran - dijo
Sakura. - Kero está en casa, así que te diré mi
plan para que puedas ir al baile, por que no podré hacerlo
después - Tomó aire: - Mi padre me enseñó
a bailar el vals desde que era pequeña, por que yo se lo pedí
hace mucho tiempo, ya que él me había comentado que era
el baile favorito de mi mamá, y por eso me empeñé
en aprenderlo hasta saberlo casi a la perfección, así
que yo puedo enseñarte a bailar el vals -
- Ahí
tenemos uno de los dos problemas con una solución. ¿Qué
hay del otro? -
- Dijiste que no tenías a nadie a quién
invitar, y yo tampoco, así que pensé que podríamos
ir los dos a ese baile de parejas - dijo Sakura, algo tímida
esta vez, y un poquito colorada, pero con una amable mirada.
De
más está decir que el joven Li se parecía a
Marte, el planeta rojo, además de que él mismo sentía
que se le habían subido los colores hasta llegar a esa altura.
Sin embargo, vaciló un poco: - ¿Estás segura de
que quieres ir conmigo? Quizás en unos días haya otros
chicos que quieran invitarte--- "¿¡Por qué
demonios dije eso1?" pensó aterrado el muchacho, enojado
consigo mismo.
- Pues a todos los que vengan a invitarme les diré
que ya tengo pareja - dijo Sakura, asintiendo con la cabeza, dando
señal de estar bien segura de su decisión.
Shaoran
se quedó mudo por un largo momento. La palabra "pareja"
sonaba tan bien cuando ella la expresaba... - De acuerdo, iré
contigo - dijo finalmente. Por nada del mundo se perdería
aquella oportunidad de bailar con la chica que le gustaba tanto, y
¿quién sabe? Tal vez en ese baile pudiese aprovechar
para decirle lo que sentía por ella, ya que la última
vez que lo había intentado fue cuando a ambos les había
tocado hacer el servicio juntos, en esa ocasión Yamasaki se
había encargado de interrumpir la confesión.
Sakura preparó la cena, y Shaoran le ayudó. Antes de terminar todo, Tomoyo llegó muy contenta a la cita de ese día. Kero había sentido el aroma que despedía la comida desde la cocina y no pudo resistir el impulso de bajar, a pesar de que Sakura le había pedido expresamente que ese día quería estar a solas con Tomoyo. A pesar de las palabras rancias que cruzaron Kero con Shaoran, la cena transcurrió sin problemas. Cuando terminaron el postre, unos pudines que Fujitaka había dejado preparados, Kero finalmente se despidió de todos, y fue a jugar una última sesión de videojuegos antes de dormir. Fue entonces cuando Sakura, luego de darle varias buenas razones a Shaoran mientras ambos preparaban la cena, le dijo a Tomoyo que iría con el joven al baile. De más está decir que la chica se emocionó muchísimo al recibir esta noticia, y de inmediato le dijo a su compañero de clases que ella se encargaría de su traje. El muchacho quería protestar, ya que la última vez que había vestido un disfraz hecho por Tomoyo, fue en la obra de "La Bella Durmiente del Bosque", donde había tenido que interpretar a la princesa de ese cuento, y fue este comentario el que hizo reir a Tomoyo, para luego ella asegurar que no ocurriría lo mismo esta vez, y para probarlo, les iba a decir cuál era su idea de los trajes para disfrazar a ambos: como iban a ir en pareja, Tomoyo se quedó pensando por un largo rato, mientras miraba con atención a ambos jóvenes. Finalmente, se decidió:
-
Bien, creo que ya lo tengo - dijo Tomoyo. - Naoko hoy me había
recomendado algunos libros para leer, ya que me gusta leer casi tanto
como a ella, y en lugar de ir de compras fui a la biblioteca, y de
casualidad estuve leyendo sobre parejas famosas, así que tomé
apunte de eso y finalmente encontré una pareja de la que
pensaba hacerle el traje a Sakura y a quien fuese la pareja de ella,
en este caso tú, Li - la chica hizo una breve pausa, donde el
joven se le colorearon las mejillas ante el énfasis que ella
puso en sus palabras.
- ¿Y qué pareja será
esa? - preguntó Sakura, muy curiosa.
Y cuando Tomoyo les dijo de qué pareja se trataba, Shaoran estuvo a punto de caerse de su silla por la sorpresa.
Sakura no entendió del todo hasta que Shaoran, que al parecer había adquirido varios conocimientos específicos durante su niñez, le explicó con lujo de detalles de qué pareja famosa se trataba. Cuando terminó la explicación, Sakura se quedó con los ojos como platos.
- Tomoyo, no estoy segura de que sea
una buena idea... -
- ¡Oh, vamos! ¡Confíen en
mi! Les aseguro que les quedará muy bien -
- Está
bien - dijeron Shaoran y Sakura a la vez.
Pocos días después, se encontraban en el salón, y Tomoyo les anunció en el descanso que había terminado los trajes, pero que solo faltaban las máscaras. Cuando dijo esto, era el día 23 de Diciembre.
- Pero Tomoyo... ¿que hay
con tu traje? - preguntó Sakura, preocupada - ¿No se
supone que lo harías cuando terminaras con los nuestros? -
-
No te preocupes, Sakura - dijo su amiga con un tono muy alegre. - Mi
mamá insistió en hacerme ella misma el traje -
- ¿Y
de quién te disfrazarás? - preguntó Shaoran,
curioso.
- De Frigg - contestó la chica, tranquila.
-
¿Quién? - preguntó Sakura, confundida.
-
Frigg, también llamada Frigga, Fricca y Friia; es una de las
Ásynjur en la mitología nórdica. Diosa del amor,
la fertilidad y la fidelidad conyugal. Su nombre significa "la
amada" - se escuchó la voz de Eriol detrás de
Sakura y Shaoran.
- Buenos días, Eriol - saludó
Sakura.
- Buenos días, Sakura - el aludido respondió
el saludo.
- Realmente eres un chico muy culto - dijo Sakura.
-
Bueno, en realidad no es para tanto. Es solo que me interesan mucho
esta clase de cosas, y por eso es que sé sobre ellas -
contestó Eriol a la observación de su compañera.
-
Pero Frigg es la esposa de Odín, el dios principal de la
mitología y del paganismo nórdico, el cual es el dios
de la sabiduría, la guerra y la muerte - dijo Shaoran algo
irritado al ver que Sakura había desviado gran parte de su
atención hacia Eriol.
- ¡Waaahh! - dijo Sakura
maravillada. - ¡Tú también sabes muchas cosas,
Shaoran! - y ella le sonrió, cerrando sus ojos, para la buena
suerte del joven Li, que se puso colorado ante este comentario.
-
Entonces eso quiere decir que Daidouji no irá sola al baile,
ya que es un baile de parejas - dijo Shaoran, calmando su sonrojo.
-
¡Es cierto! - Sakura se asombró ante este último
comentario. - Me pregunto quién será tu pareja, Tomoyo
-
- Yo - dijo Eriol tranquilamente, para sorpresa de Sakura y
Shaoran.
- ¿¡En serio!? - los sorprendidos jóvenes
a la vez acortaron mucho la distancia hacia Eriol al preguntar
esto.
- Si - respondió Tomoyo. - Cuando fui a la biblioteca
el día que estaba buscando algunas buenas ideas para el
disfraz de Sakura, me encontré con Hiragizawa, que estaba
buscando un libro de mitología nórdica, que justamente
yo había pedido prestado para leerlo. Y él se quedó
leyendo conmigo, y cuando terminó de leer lo que buscaba, me
comentó que no tenía pareja para el baile y me preguntó
si yo iba a ir con alguien. Le dije que no, y me propuso de ir juntos
disfrazados de Odín y Frigg - explicó Tomoyo con
calma.
- ¿Y le harás el traje a Eriol también?
- preguntó Sakura, sin salir de su asombro.
- No. Le dije a
Daidouji que yo mismo me podría hacer el traje por que no
quise molestarla, ya que antes de invitarla al baile me dijo que iba
a prepararte el traje a ti y a tu pareja, Sakura - dijo Eriol. - Por
cierto, ¿con quién irás? - le preguntó a
la chica que le había contestado antes.
- Iré con
Shaoran - respondió Sakura algo tímida.
- De Isis y
Osiris, ¿verdad? -
- ¿Cómo lo supiste? -
preguntó Shaoran.
- Por que Daidouji se quedó
encantada con esa pareja, sobre todo con Isis - dijo Eriol,
sonriendo. - Se la veía muy emocionada, por que después
de terminar de leer sobre esa pareja de dioses egipcios, se puso a
dibujar bosquejos del traje sobre una silueta de tí, Sakura -
Y agregó: - Cuando está dibujando tiene una mirada
sumamente seria y de completa concentración, pero casi tres
minutos después se le dibuja una sonrisa y le brilla la
mirada, por que en esos tres minutos ya había hecho el
bosquejo con muchos detalles de un traje muy bonito -
Y le dedicó
una sonrisa a Tomoyo, la cual se sonrojó: - Nunca me fijé
en mis expresiones al dibujar - fue lo único que contestó.
-
Eres casi tan observador como Tomoyo, Eriol - dijo Sakura.
Y
en eso, se escucharon las campanadas que anunciaban el fin del
descanso. Las mismas que se oyeron al finalizar las clases. Tomoyo
les había pedido a los tres que fueran a su casa, que ya debía
hacer el molde final de las máscaras, para que estas quedaran
perfectas. Eriol le dijo que no se molestara por él, pero
Tomoyo le insistió tanto que finalmente cedió a su
petición. Llegaron a la mansión Daidouji, y encontraron
a su Sonomi en la sala de estar, con una bandeja de té en un
lado de la mesa ratona y un costurero abierto en el otro lado. En su
falda estaba le estaba dando unas puntadas a un hermoso vestido.
Cuando la madre vio llegar a su hija y a sus invitados, trató
como pudo de esconder el traje, diciendo que no permitiría que
nadie lo viera hasta que estuviese terminado. Ni Tomoyo ni los demás
insistieron, y se dirigieron a la habitación de la muchacha.
Ella se excusó un momento, luego de entrar a la habitación,
y se dirigió a la contigua, donde había una enorme
pantalla y por la cual ella veía los videos que filmaba de
Sakura cuando luchaba con las cartas mágicas. Cuando volvió,
se dirigió a un estante donde tenía el yeso para tomar
los moldes de las máscaras, y se dedicó toda la tarde a
la tarea de estampar en yeso las facciones de los rostros de sus
amigos, comenzando por Sakura, siguiendo con Shaoran y finalizando
con Eriol. La chica, antes de que sus invitados se marchasen, les
recordó que al día siguiente no iban a tener clases los
alumnos de quinto y sexto grado, por lo que se decidió que
volverían allí para salir todos juntos desde su
casa.
Los primeros en irse fueron Sakura y Shaoran, quienes se
acompañaron mutuamente. Shaoran, que estaba preocupado por que
la presencia de Clow la tomara desprevenida a Sakura si se encontraba
sola, hacía tiempo que se había tomado la costumbre de
acompañarla hasta la puerta de su casa luego de la escuela, y
por eso a veces volvía a su casa tanto cuando comenzaba a
atardecer como cuando comenzaba a verse la luna, pero eso no le
molestaba en lo absoluto, por que así podía compartir
caminatas con su amada flor de cerezo, charlando con ella y admirando
cada gesto que se le asemejaba a la gloria.
Sakura se despidió
de Shaoran en la puerta de su casa, no sin antes invitarlo a pasar
como siempre, pero Shaoran muy pocas veces aceptaba entrar, más
que nada por la presencia de cierto guardián molesto o del
hermano de la muchacha. Cuando no estaban ninguno de los dos,
aceptaba gustoso, y más cuando Fujitaka volvía temprano
de su trabajo, por que podía tener largas charlas con el padre
de Sakura sobre arqueología y antropología, y Sakura
los escuchaba conversar impresionada, pero ambos eran muy amables y
le explicaban cuando había algo que ella no entendía, y
la charla se volvía casi igual de interesante tanto para ella
como para el joven Li. Más de un par de ocasiones aceptó
cenar con la familia, e incluso aceptó quedarse en una ocasión
en la que el hermano de Sakura había vuelto temprano del
trabajo. Así era la relación que Shaoran tenía
con la familia Kinomoto.
Shaoran volvió a su casa al
atardecer, y se dirigió a su habitación a entrenar con
su espada, como lo hacía todos los días, en la hora del
ocaso como en la del amanecer. Pero esa tarde, luego de entrenar, se
tiró en su cama, y no cenó de los nervios que tenía.
Al día siguiente sería el baile, y tendría la
única oportunidad de acompañar a la muchacha de ojos
esmeralda dueña de su corazón. Cuando se dio cuenta de
eso, se levantó de la cama y se posicioné en el centro
de su habitación, posicionando los brazos como si estuviese a
punto de bailar con alguien invisible. Y comenzó a moverse
lentamente, al compás del vals que él tarareaba. Sakura
había tenido razón después de todo: ella era una
excelente compañera de baile, y le enseñó con
ayuda de Fujitaka a moverse con elegancia y seguridad en la pista de
baile. En los últimos descansos, ellos dos se juntaban en
algún lugar apartado para poder practicar...
---------- Recuerdos de Shaoran ----------
Ese día 23 se habían juntado en el gimnasio interior, aprovechando que faltaban horas para que los alumnos vinieran a decorarla. Como tenían que preparar la pista para el baile, no hubo clases de educación física ni tampoco se reunieron los clubes que normalmente se juntan allí, pero con ayuda de la carta Candado se metieron y cerraron la puerta nuevamente. Luego Sakura utilizó la carta Silencio para evitar que se escucharan los sonidos del interior al exterior. Y por último, la maestra de cartas usó a Canción, para que ella tarareara el vals, y así ellos podrían concentrarse sólo en bailar. Al menos ese era el caso de Sakura, por que Shaoran se concentraba también pero no podía evitar prestarle atención a la infinidad de sensaciones agradables que le embriagaban el corazón y que a la vez sentía al bailar con ella: la piel de su mano al tomarla entre la suya, el aroma de su cabello al tenerlo tan cerca, la visión tan cercana de esos ojos particularmente bellos, el dulce susurro al contar "1, 2, 3; 1, 2, 3" para marcar el ritmo. Cuatro de los cinco sentidos estaban alertas a todo contacto que estuviese con la muchacha, sin embargo el quinto seguía esperando lo que más anhelaba, pero se conformaba con respirar a veces entrecortadamente, sobre todo cuando eran los primeros ensayos, en donde Shaoran hacía tropezar a Sakura encima de él, lo que provocaba el sonrojo de ambos, pero en diferente intensidad con respecto al color. Con el tiempo, él se dio cuenta que la magia los ayudaba para muchas cosas, pero ésta clase de magia era una que él desconocía hasta el momento en que se dio cuenta de que sentía algo muy especial por la maestra de cartas...
- ¡Excelente,
Shaoran! - lo felicitó Sakura, cuando la carta de la Canción
terminó de cantar. - Realmente has avanzado mucho en tan poco
tiempo. Estoy muy orgullosa de ti -
- Es gracias a tí que
pude lograrlo---
Sakura negó con la cabeza: - Fue gracias a
que le pusiste mucho empeño. Tú eres muy hábil
en muchas cosas, por eso siempre puedes lograr lo que te propones -
lo elogió ella.
- Mu-muchas gracias - dijo Shaoran,
sonrojándose.
- Creo que eso es todo. Mañana no
tendrás ningún problema - aseguró Sakura. Miró
la hora: - ¡Teníamos que vernos con Tomoyo hace cinco
minutos, Shaoran! ¡Apresurémosnos! - exclamó
ella, y ambos echaron a correr en cuanto abandonaron el
gimnasio.
---------- Fin de Recuerdos de Shaoran ----------
Shaoran practicó hasta muy tarde, y se
acostó rendido. Sin embargo, no podía dormir. Estaba
demasiado ansioso de que llegara el momento en que saldría con
Sakura a la pista a bailar del vals. Pero estaba decidido: Esa noche
le diría toda la verdad.
La mañana llegó sin
muchos tropiezos, y al mediodía todos se reunieron en la
mansión Daidouji para prepararse. Primero tuvieron un almuerzo
liviano, ya que no era aconsejable comer demasiado antes de un evento
así, según Sonomi, por que podrías llegar a
sentirte mal de los nervios. Todos siguieron el consejo, y al
terminar, cada uno tomó su traje y se lo puso por turnos. La
primera en probárselo fue Sakura, y cuando salió para
saber que opinaban los demás, Shaoran se le había
escapado la voz y no podía hablar. Eriol comentó que
estaba muy linda, Tomoyo agregó que estaba soñada, y la
filmó por cinco minutos exactos. La Card Captor le preguntó
al joven Li que le parecía, y al verse distraído, bajó
de su nube y le respondió que le quedaba muy bien. Luego le
tocó el turno a Shaoran, y cuando él salió tanto
Sakura como Tomoyo se quedaron impresionadas: relamente Shaoran podía
hacerse pasar por egipcio. Luego fue el turno de Eriol, quien se
había hecho él mismo el traje, y los tres restantes
quedaron sorprendidos por la habilidad de Eriol en manejar la aguja:
su traje era sumamente prolijo, parecía Odín mismo. Al
final, sólo restaba Tomoyo, que no tardó demasiado en
cambiarse. Sakura le gustó muchísimo la apariencia de
su amiga, y los dos muchachos coincidieron que le sentaba
perfectamente el disfraz. Luego de eso seguían los peinados, y
Sonomi fue a ayudarlos a todos, y los chicos estuvieron listos
primero, y como no había viento esa tarde, la señora
les propuso que tomaran el té en el jardín mientras las
chicas terminaban de arreglarse del todo. Pasó una hora y
media completa, y la primera en salir al jardín fue Sakura, y
veinte minutos después le siguió Tomoyo.
Antes del
baile, decidieron terminar de tomar el té todos juntos.
- Esto es lo más disparatado que se podía ver en mucho tiempo: dos dioses egipcios tomando el té con dos dioses nórdicos - dijo Eriol, quien vestía con un sombrero viejo, un abrigo oscuro y con una vara por bastón, cual representaba a la famosa lanza llamada Gungnir. Llevaba una larga barba oscura postiza, algunas ojeras y arrugas dibujadas hábilmente sobre su níveo rostro, que lo ayudaba a aparentar mayor edad de la que tenía. La cara estaba cubierta bajo una máscara de color blanco mate, que le daba un toque terrorífico al traje que sin embargo le sentaba muy bien.
Las muchachas rieron ante este comentario
- Que bueno que somos partícipes
de este disparte, entonces - respondió Tomoyo, la cual lucía
muy linda, con un vestido en tonos blanco, amarillo suave y dorado
para resaltar los bordes de el cinto que marcaba su cintura.
Para
poder darle un toque más de credibilidad al traje, Tomoyo se
colocó algunas joyas falsas, para representar la afición
de Frigg por las joyas preciosas. Su rostro estaba maquillado de
manera suave, pero estaba cubierto a la vez por una máscara de
color gris perlado, para que combinara con su cabello, levantado
ligeramente y enmarcando su cabeza con varios rizos muy bien
formados.
- Todos se ven tan bien. Tomoyo, Eriol y la mamá de Tomoyo han hecho un magnífico trabajo - dijo Sakura, la que tenía el vestido más esplendoroso de los presentes en esa mesa de la tarde: lleva un ajustado vestido de color papiro, en el cuello tenía un enorme disco de franjas horizontales de color verde y rojo, intercalados ambos en color negro. Estaba coronada con un tocado con el disco solar, por ser Isis hija de Ra, el dios Solar. Las alas de milano que componían el traje estaban hechas con plumas de verdad, pero lo más livianas posibles, de manera que Sakura, al extender del todo sus brazos, se parecía a un ave a punto de volar.
Tomoyo se tomó una hora y media para componer el complicado maquillaje de Sakura: En su cara tenía una máscara hecha sobre su piel. Estaba llena de brillantes pegados uno al lado del otro, como si tuviese una máscara de lentejuelas puesta en toda la cara. Las piedras brillantes que cubrían su cara tenían tonos mezclados en color chocolate suave y dorado fuerte. La zona que empezaba y terminaba de un extremo de la sien a la otra se distinguían perfectamenteel típico maquillaje egipcio, hecho con brillantes negros unidos uno muy pegado al otro. Era la razón por la cual no llevaba una máscara que sujetar, sino que la tenía puesta todo el tiempo. El motivo también de la sorpresa que había causado la muchachita en ambos jóvenes.
- Pero Daidouji, la corona de Isis tiene en el tocado un trono por lo general. No digo que luzca mal, pero en muy pocas ocasiones se ve este tocado - comentó Shaoran. Tomoyo también se había esmerado mucho en el traje de él, ya que era Osiris en carne y hueso: tenía un traje muy parecido al de Sakura, sin embargo, él llevaba el cayado, el azote, un collar menat (como el de Sakura) y la corona atef.
Al principio, Shaoran se había resistido a que lo maquillaran, pero viendo que Eriol lo había hecho, permitió que le pusieran unas lineas negras sólo en la parte superior los ojos con delineador. Su máscara tenía una gran toque de autenticidad: era verde esmeralda, y tenía el contorno de los ojos pintados como Sakura. Completaba una barba falsa, típica de los faraones.
- Si, pero Eriol me
comentó que la diosa a veces usaba este tocado, y me gustó
más este. Le queda mucho mejor a Sakura - respondió
Sakura.
- Realmente has hecho un estupendo trabajo en el
maquillaje de Sakura, Daidouji - apuntó Eriol.
- Gracias,
Eriol - dijo Sakura. - Aunque tu disfraz me parece extraño,
pareces un viajero -
- De hecho, Sakura, eso es exactamente lo que
mi traje - dijo Eriol. Y agregó: - Seguramente Li sabe por qué
-
Shaoran se había quedado enbobado viendo a Sakura, que no se dio cuenta hasta que ella lo miró a los ojos que al parecer estaban esperando a que dijera algo. Se puso muy nervioso, y no sabía que decir...
- Shaoran - le dijo Sakura -
Eriol dice que sabes por qué tiene aspecto de viajero... -
-
Lo siento, estaba pensando en otra cosa - se disculpó Shaoran.
Y luego dijo: - Odín es descrito como el dios caminante que
transita por los caminos del mundo. Por esto a veces es llamado
Vegtamr, que significa "caminante", o Gagnráðr,
que quiere decir "conocedor del camino". Por ello Odín
es el dios de los viajeros y de todos los que se desplazan por los
caminos del mundo -
- Es impresionante la cantidad de cosas que
ambos saben sobre los dioses de distintas mitologías - dijo
Sakura.
Y siguieron su charla hasta que se hizo la hora de
irse. Se acomodaron en un gran espejo algún que otro cabello
suelto, o máscara ladeada, y se subieron a un coche mucho más
grande del que usan las guardaespaldas para llevar a Tomoyo
solamente: Era una limosina negra. Entretenidos en el corto viaje
hacia la escuela, pero con una mezcla de nervios y ansias, finalmente
llegaron. Los muchachos bajaron primero, y ayudaron a sus compañeras
a bajar del vehículo.
El gimnasio se veía
completamente diferente a como lo ven siempre. No parecía en
absoluto un gimnasia, sino que daba la sensación de que
estaban ingresando a un bosque mágico. Los de la decoración
habían preparado papel pintado para empapelar las paredes, y
su magnífico trabajo fue alabado por todos los presentes. La
música era bastante actual, pero sin embargo nadie bailaba
aún: solo se mantenían de pie, a ambos costados de la
pista de baile. Pasaron unos 20 minutos entre que recorrieron todos
los alrededores, saludando a sus amigos y compañeros de clase,
que de más está decir que se quedaron boquiabiertos
ante la apariencia de las dos parejas.
Fueron después de
esos minutos que el salón se oscureció, pero no del
todo, y una suave música inundó cada rincón del
lugar: había llegado la hora de vals.
Shaoran había
olvidado sus nervios por bailar hasta que comenzó a escuchar
la música. Inconciente tomó la mano de Sakura y la
entrelazó con la suya, con un poco de presión. Ella
encerró aquella mano nerviosa entre las dos suyas, él
la miró a los ojos y ella le respondió la mirada.
- Pase lo que pase, todo estará bien. Recuérdalo - recitó Sakura su hechizo.
En un instante, el muchacho se calmó, y la mano que estaba estrechando la cambió de posición para poder conducir despacio a su dama a la pista para bailar. Tomaron la posición correcta, y él comenzó a guiar tal y como ella le había enseñado en esos pocos días en los que practicaron muchísimo. …l no podía concebir la felicidad de otro modo más que ese: estaba bailando un vals maravilosamente con la chica más linda de todo el mundo, la cual estaba muchísimo más linda esa Nochebuena, y la tenía esa noche como pareja. Y no iba a desaprovecharlo: Quería bailar con ella toda la noche.
-
Sakura - dijo Shaoran suavemente.
- Dime - respondió ella
de igual modo.
- Muchísimas gracias por todo lo que hiciste
por mi para poder venir a este baile. Sin ti no me hubiese sido
posible hacer nada de lo que hice -
- La verdad, las gracias
quiero dártelas a tí, Shaoran - respondió ella.
- Moría de deseos de venir a este baile, pero no sabía
a quien invitar, hasta que se me ocurrió que tal vez no te
habían invitado todavía, aún cuando eso suene
imposible -
- ¿Por qué lo dices? - preugntó,
curioso.
- Por que estos últimos días he escuchado
comentarios de algunas compañeras de curso, de otros cursos
del quinto grado y hasta de los cursos de sexto. Me di cuenta qué
tan popular eres entre las chicas, Shaoran - dijo Sakura, al parecer
forzando una sonrisa al decir lo último.
- No lo sabía
- Shaoran se quedó perplejo. - Yo pensé que era Eriol
el más popular -
- Oh, si. Por supuesto que de Eriol he
escuchado más o menos la misma cantidad de comentarios que los
tuyos. Ambos son muy populares -
- Pues, ¿sabes qué?
Tu no te quedas atrás de ninguno de nosotros dos entonces -
dijo él.
- ¿Hoe? -
- Los muchachos se morían
por invitarte, hasta que supieron que ya tenías pareja. Creeme
que he visto muchos rostros tristes luego de que se enteraban de esa
noticia -
Sakura no pudo evitar sonrojarse un poco, pero para su
alivio el maquillaje no lo hacía notar- Y dime... - Sakura
titubeó, pero realmente sentía una gran curiosidad por
saber la respuesta a esa pregunta que le venía rondando por la
cabeza desde que habían comenzado a hablar de ese asunto -
...¿tú que opinas de mi? -
Shaoran se sonrojó,
y para su fortuna tenía la máscara puesta, pero
aprovechó para hacer uno de esos giros compuestos que ella le
había enseñado, donde quedaban los rostros muy pegados
y luego retomaban la posición inicial. En el momento que los
rostros se encontraron, los dos se detuvieron alrededor de 10
segundos, y se quedaron mirando fijamente, hasta que Shaoran tomó
conciencia de lo que estaba haciendo, y se dio cuenta que si daba un
paso en falso ahora, la perdería para siempre, por lo que
lentamente tomaron la posición inicial y él volvió
a guiarla. Y fue ahí cuando se animó a responder: -
Creo que esta noche no hay una chica más linda que tú
en todo este baile - dijo, sonriendo.
Sakura le devolvió la
sonrisa, complacida. - Muchas gracias por ese cumplido, pero eso no
fue lo que te pregu---
Se interrumpieron cuando la música terminó, y todos aplaudieron la orquesta de la escuela Tomoeda que había ido a tocar esa noche el tan esperado vals. Como los dos estaban sofocados, fueron a buscar un asiento, pero no encontraron en ningún lado, pero lo que vieron fue una columna vacía, y allí fueron a descansar. En eso, Shaoran se percata de algo: había una rama de muérdago colgada bajo las cabezas de ambos. Esa era Su oportunidad.
- ¿Sakura?
-
- ¿Si, Shaoran? -
- Ehhh... - el rostro de él
se iba poniendo cada vez más rojo, por lo que solo se limitó
a poner su dedo índice al lado de su cara, apuntando hacia
arriba. Sakura se fijó, y entendió todo.
- Creo que
puedo darte una recompensa por haberme acompañado esta noche,
Shaoran. - Se acercó un poco más a su compañero
- Levántate la máscara -
Shaoran obedeció, y la subió hasta su cabeza. Como estaba muy oscuro el lugar en algunos sectores, Sakura no pudo ver que él estaba completamente rojo. Además, ella cerró los ojos, y esperó.
"¿Y ahora qué hago?", pensó Shaoran. "Si le doy un beso en los labios podría ofenderse conmigo, pero si le doy un beso en la mejilla, quizás ella estaba esperando el beso en la boca y se va a sentir decepcionada". …l miraba hacia los labios de ella, desesperado. "¿Qué debo hacer ahora?".
Y como tantas veces lo quiso, antes y durante todas esas prácticas de baile, su rostro se fue acercando al de ella lentamente, y sus labios estaban a cinco centímetros. Shaoran se detuvo ahí: Sabía que ella podía sentir su aliento. Como ella no se apartó, cerró los ojos y continuó, dispuesto a dar ese gran paso...
- ¡Shaoran! - se escuchó a
Sakura, alarmada.
"¿Que hice?" decía
Shaoran para sus adentros. "Ahora dejará de hablarme de
por vida".
- ¡Shaoran! ¡Siento la presencia del
Mago Clow! - Sakura ya estaba algo separada de él. - Viene de
afuera. Tenemos que ir -
- Si - dijo Shaoran. Por un lado se
sentía aliviado, pero por otro estaba que echaba humo. ¡¡No
lo podía creer!! ¡Estuvo a menos de un centímetro
de poder besarla, y esa maldita presencia tenía que aparecer
en ese preciso momento!
Salieron disimuladamente del gimnasio, y caminaron lo más rápido que pudieron por los pasillos de la escuela, hasta llegar a la puerta del salón donde ellos normalmente recibían sus clases regulares.
- Sakura,
ten cuidado - le advirtió él, cuando ella estaba por
abrir la puerta - Puede que nos pase algo parecido a cuando perdimos
el camino para encontrar a Daidouji y cambiaste la carta Sombra para
encontrarla -
- Si, lo sé. Pero la presencia viene de aquí
y la único que podemos hacer es abrir la puerta - dijo ella. -
Aquí voy - dijo, y abrió la puerta. El salón se
mostraba normalmente, pero antes de entrar inspeccionaron bien con la
mirada, y luego de eso, los dos entraron. Pero al puerta se cerró
sola de un golpe, y al hacerlo, una gran oscuridad surgió
desde ese punto hasta cubrirlo casi todo. - ¡Escudo! - fue la
primera idea que se le vino en la cabeza. Y funcionó en parte.
Ellos se podían ver a si mismos y al que estaba al lado.
-
¿Qué rayos está pasando? - preguntó
Shaoran.
- …sto se parece mucho a cuando fue la obra de teatro y
atacó la carta Oscuridad - dijo Sakura. - La única
diferencia es que no estoy sola -
Shaoran no contestó
comentario. - De todas maneras, concéntrate. Tienes que saber
de donde proviene la presencia -
- Si - dijo Sakura. Pero no
estuvieron mucho tiempo ociosos, por que de la nada comenzaron a
aparecer distintas criaturas míticas de distintas mitologías,
sin tener que ver una con la otra. El problema era que había
demasiadas. Por suerte para ellos, la carta Escudo no se desactivó,
y pudo protegerlos de los atacantes.
- Debemos hacer algo. Si
continuamos así, no podremos tener oportunidad alguna para
atacar nosotros, y si no lo hacemos nos quedaremos encerrados aquí
- exclamó Shaoran.
- ¿Qué podemos hacer para
deshacernos de todas estas criaturas? - preguntó Sakura en voz
alta, y de inmediato se puso a pensar que carta sería la
adecuada para devolver el ataque. - "Como no sabemos cuan
extenso es este espacio, no puedo usar ninguna de las cartas
principales por que nos podríamos quedar atrapados con sus
poderes. La carta del bosque no podrá con todos a la vez. La
carta de la niebla podría desintegrarnos a nosotros también,
y la carta del Hielo no podría ser efectivas para todas las
cartas..." -
- ¡Sakura! - exclamó su compañero.
- ¡Prueba con la carta del Disparo! -
- ¿Qué?
¿El Disparo? Pero no podré acabar con todos de un solo
golpe--
- En esta dimensión no hay ninguna manera en que
podamos acabarlos de un solo golpe. La única manera es darle
un tiro certero a cada una de las criaturas -
- Muy bien - dijo
Sakura, decidida. - ¡Disparo! - invocó, y su báculo
se transformó en un arma parecida a la carta espada, solo que
en forma de lanza y con una estrella en la base de la
empuñadura.
Gracias a la influencia de la carta, Sakura
no falló ni una sola vez, y en algunas ocasiones logró
pegarle con el mismo tiro hasta tres criaturas a la vez. Cuando todas
las criaturas desaparecieron, la oscuridad se fue con ellas, y
volvieron al aula dos del quinto grado. Sin embargo, la presencia no
había desaparecido, y Sakura decidió utilizar la carta
Vuelo para llegar hasta el lugar, por que al parecer quedaba lejos.
Shaoran quiso ir con ella, pero le dijo que por favor se quedara en
la escuela. De muy mala gana, él le hizo caso.
Así
fue como Sakura, luego de un largo vuelo, llegó hasta un lugar
parecido a un enorme castillo, y en la azotea del mismo fue donde
aterrizó. Y se dio cuenta de que la presencia había
desaparecido en cuanto ella tocó el suelo con sus pies.
- ¿Quién eres tu? - se escuchó una voz muy aguda. Sakura se atemorizó, hasta que vio salir a una niña de su escondite debajo de unas antiguas escaleras. Su hermoso cabello rojizo estaba recogido en un suave rodete, y sus ojos negro azabache miraban curiosos a la chica alada que acababa de bajar a la azotea de su hogar. La pequeña vestía una pijama de tonos rosas suaves, con algunas mariposas anaranjadas y negras estampadas en él. En su brazo derecho sostenía a un pequeño perro de peluche de color azul de patas blancas, con ojos rojos y un moño amarillo en su cuello. - ¿Eres un ángel? -
Sakura no sabía que decir: Con esa extraña apariencia egipcia hay que sumarle el hecho de que tenía activada la carta Vuelo y que cuando agitó sus brazos se podían ver las alas falsas que Tomoyo le había confeccionado. Además, llevaba su báculo mágico en la mano. Ella miró a la niña a los ojos, pero no dijo nada.
- ¡Lo
sabía! ¡Sabía que si rezaba vendrías como
te lo pedí! - la niña dejó caer su muñeco
de peluche y salió al encuentro de la inesperada visita. -
¿Cuál es la tarea que debo cumplir ahora para cumplir
mi deseo? -
Sakura aprovechó la oportunidad: - La tarea es
la siguiente: me tendrás que encontrar en la vida real, y si
te has portado bien hasta ese momento, te concederé un deseo,
¿de acuerdo? - Sakura le sonrió dulcemente.
- ¡Si!
- dijo la niña emocionada.
- Ahora vete a dormir, que estás
en medio de un sueño -
- ¿Cómo voy a meterme
a dormir en medio de un sueño? - preguntó la niña.
-
Así se hace en el mundo de los sueños, querida pequeña
-
- Está bien, nos vemos ángel - Y la pequeña
se retiró hacia la parte inferior de la azotea, y de ahí
se fue a su habitación, donde durmió profundamente por
aquella promesa.
- Uff, estuvo cerca - se dijo a sí misma.
- Ahora debo volver a la escuela antes de que el baile termine - y
voló lo más rápido que pudo para llegar a tiempo
para la última hora y media.
Se metió en el baño, se acomodó un poco el peinado y todo lo demás, y salió rápidamente. Atravesó la pista de baile como una saeta y encontró a Shaoran esperando bajo el mismo muérdago donde unas horas atrás se habían puesto. Se ruborizó al recordar el momento antes de que la presencia de Clow se sintiera, y sin pensar siquiera en lo que hacía, se acercó al joven sin que éste notara su presencia.
-
Shaoran - éste se sorprendió al ver que Sakura había
regresado, y que estaba tan cerca que él no se había
percatado que estaba allí. - Hay muérdago por encima
nuestro... por segunda vez - Y antes de que él pudiese
reaccionar, ella se acercó mucho más hasta darle un
suave y largo beso en la mejilla del muchacho. Cuando se separaron,
ella estaba un poco colorada. - Ven, vamos a bailar hasta que termine
el baile - y lo tomó de la mano a la vez que le decía:
- Perdóname por haberme demorado tanto -
- No hay problema
- contestó Shaoran, quien estaba embobado totalmente. Acababa
de recibir un regalo de Navidad que no era exactamente el que quería,
pero que fue algo que jamás pensó que conseguiría:
Un beso de Sakura. Aprovechando que ella estaba distraída
guiándolo hacia el centro de la pista, él se pasó
apenas parte de la yema de sus dedos por el lugar donde Sakura lo
acababa de besar, y sentía un gran deseo de rugir a todo
pulmón su inmensa alegría interna.
Tomoyo estaba
super emocionada: ¡Había logrado captar todo ese hermoso
momento en video! Se sentía tan afortunada, que dejó de
grabar para no arreisgarse a perder ese valioso retazo de la vida de
esos dos jóvenes que logró capturar con su
cámara.
Eriol estuvo observando todo lo que pasó
desde antes de evidenciar su presencia mágica. Sabía
que había hecho mal en no haber dejado que Sakura y Shaoran se
dieran su primer beso, pero las cosas no estaban del todo claras, y
Sakura no podía permitirse el lujo de confusiones
sentimentales en medio del cambio de cartas. Se había sentido
mal por eso, hasta que vio a Sakura regresar mucho después de
que él ocultara su presencia, y le pareció un acto
sumamente tierno el beso que presenció luego.
Shaoran se quedó conforme, y por esa vez no le dijo nada a Sakura acerca de lo que realmente él sentía por ella, ya que consideraba que ya había tenido suficientes emociones por el día de hoy. Cuando dieron los campanazos anunciando la Navidad, Sakura permitió a Shaoran que le devolviera el beso, y luego de media hora más tarde, el baile fue declarado éxito rotundo y terminó.
Shaoran volvió a su casa, y se tiró a su cama sin desvestirse. Le costó dormirse, pero cuando finalmente lo hizo, fue con sus pensamientos fijos en ambos besos: la cercania que tuvo el primero de todos, el segundo que les dio Sakura y el tercero que se dio el lujo de darle a su amada.
"Noches así no se repetirán" - se dijo a si mismo en sus pensamientos. - "Y pensar que todo esto pasó por no haber aprendido a bailar el vals con anterioridad" - su último pensamiento acompañado por una sonrisa fue lo que finalmente lo hizo dormirse.
