Perezosamente comenzó a abrir los ojos, al escuchar el insistente sonido del despertador, lo busco con la mano tanteando sobre la mesa que se encontraba junto a la cama. ¿Por qué tenia que estar esa molesta cosa de su lado de la cama?, cuando al fin lo encontró, logro apagarlo.
A pesar de que tenia sueño, no podía quejarse de no haber dormido lo suficiente, ya que había dormido tranquilamente toda la noche, se giro para mirar a la persona que se encontraba a su lado, un hombre de aproximadamente 22 años, ojos y pelo negro un tanto corto, su esposo, llevaban casados casi un año y un poco mas de un mes sin hacer nada mas que dormir en la cama.
Era solo eso, dormir a su lado, desde hace un tiempo que era lo mismo, todas las noches, ella se acostaba, después de haberse cepillado el cabello, puesto el pijama y lavado los dientes, se acomodaba y empezaba a quedarse dormida, luego el se venia a acostar, sentía como acomodaba la cabecera, después le rodeaba la cintura con un brazo, acercándola a el y se dormía.
Realmente no sabia que pasaba, no podía decir que fuera culpa de ella, si el hubiera hecho el intento ella hubiera accedido, pero no había sido así, simplemente no pasaba nada, no insinuaba nada, ella no iba a buscarlo, realmente no estaba segura si le molestaba.
sakura...- sintió que la llamo la voz de la persona a su lado
si sai? –
tenemos que levantarnos –
lo se – respondió fríamente
En eso se había transformado su matrimonio, oraciones cortas dirigidas un poco por obligación y otras veces por decir algo y así evitar el silencio incomodo que se formaba últimamente entre los dos.
Se levanto, busco su ropa, fue al baño de la pieza de invitados a bañarse, ya que sabia de antemano que sai ocuparía el de su habitación, cuando estuvo lista, tomo un café y se despidió de su esposo.
me voy!! – grito desde la puerta
adiós- escucho que le gritaba desde arriba
Salio y subió a su auto, un convertible rojo, cada uno tenia su propio auto, el de sai era azul oscuro, comenzó su camino al hospital, en el trayecto prendió la radio, escuchar su música favorita la ayudaba a dejar de lado todo lo que tenia en la cabeza y así llegar un poco mas despejada al hospital, para atender lo mejor posible a sus pacientes los cuales no tenían ninguna culpa de sus problemas, suspiro profundamente, estos últimos días estaba tomando los turnos mas largos, para así evitar ir al casa, una por que sabia que no habría nadie, y dos por que en caso de que sai si estuviera prefería evitarlo.
Ya había hablado con el de eso una vez, pero fue en vano, el terminaba arreglándolo todo con una sonrisa y un beso en la frente.
Llego al estacionamiento del hospital, busco su lugar, estaciono delante de un letrero que decía "Sub-directora Dra. Sakura Haruno", si Haruno, ella prefería mantener su apellido, siempre había alegado que no era posesión de nadie, como para cambiarse el apellido.
Se bajo del carro, el cargo de sub-directora lo gano con mucho esfuerzo, a sus 22 años era un logro haberlo conseguido, todo gracias a su maestra, tsunade, la cual era la directora del hospital, gracias a sus enseñanzas y su esfuerzo había conseguido el puesto.
Tomo su cartera y unos papeles, que había dejado en el asiento del acompañante con anterioridad, cerro con llave su carro y comenzó a caminar a la entrada del hospital, al llegar cerca de las puertas estas se abrieron automáticamente, una vez adentro vio toda la gente enferma que había allí, desde niños a ancianos, era un hospital publico por lo que no había preferencias con la gente adinerada, eso le alegraba, ayudar a los que realmente lo necesitaban, sonrió, la primera sonrisa del día, camino hacia la recepción, allí la saludo una joven de cabello azulado y ojos perlados.
Buenos días, sakura-chan – dijo aquella chica
Hola, hinata – respondió alegre
Tienes varios pacientes hoy- dijo con tono preocupado
No importa, para eso estoy-
Siguió caminando y paso por otra puerta, esta la tuvo que empujar para pasar y llegar a un largo pasillo, la primera puerta era de tsunade, afuera de esta habían unos asientos, apenas cruzo el umbral de la puerta diviso un joven de su edad aproximadamente.
Por kami, ¿Quién es el?, decía observándolo detenidamente, tenia el pelo negro, con reflejos un tanto azulados, lo que hacia que resaltara su tez blanca, estaba absorto observando el suelo, manteniendo una expresión seria, mientras su cabellos caían tapando parte de su rostro, dándole un toque sexy y misterioso.
Ella siguió caminando sin dejar de mirarlo, a cada paso que daba que la acercaba a el, su corazón latía mas y mas rápido, cuando paso a su lado, sintió que el iba a levantar la vista por lo que miro al frente y comenzó a caminar lo mas rápido que pudo a su oficina, abrió y cerro la puerta de golpe, se apoyo sobre esta y suspiro, tratando de bajar su ritmo cardiaco, camino a su escritorio y dejo sus papeles sobre la mesa, se sentó, ya estaba mucho mas calmada.
Presiono el botón de un telefono que se encontraba sobre su escritorio.
que pase el primer paciente-
en seguida, sakura-sama- contestaron por el altavoz
No tuvo que esperar mucho para que pasara el primero, un niño de diez años, con un simple resfrió, lo reviso para cerciorarse que no fuera nada mas, le receto medicamentos y este se fue junto con su mama, la cual le sonrió feliz y aliviada.
Enseguida se le cruzo por la mente los hijos, cuando seria la edad indicada para tenerlos, debía hablar de eso con sai, aunque antes de casarse nunca tocaron el tema, en algún momento se lo comentaría.
Escucho que tocaban la puerta – adelante- dijo, pensando que seria un paciente, volvió a lo suyo, terminar de llenar la ficha del niño que acababa de irse, esperando a que el supuesto paciente que había llegado pasara y tomara asiento, se sintió observada por lo que subió la vista hacia la puerta, se sorprendió al encontrarse a tsunade mirándola y al mismo tiempo esperando que ella notara su presencia.
tsunade-sama – dijo parándose y haciendo una pequeña reverencia, la aludida solo sonrió un tanto divertida
necesito hablar contigo sakura- dicho esto entro a la oficina – o mas bien, alguien necesita hablar contigo.
¿Alguien?, ¿quien querría hablar con ella?, rápidamente tuvo su respuesta al ver a ese alguien entrar a su oficina, era el mismo chico que había visto hace unos momentos.
el necesita pedirte un favor, sakura – le hizo una señal a el para que tome asiento en una silla que se encontraba frente al escritorio de sakura, el lo hizo – espero pueda ayudarte – dijo dirigiéndose a el, este solo hizo una mueca, entonces tsunade se retiro.
Sakura lo observaba, de nuevo sentía como su presencia causaba el mismo efecto en ella, las piernas le flaqueaban, por lo que tomo asiento, dirigió su mirada a los ojos de la persona que se encontraba en frente de ella, eran negros y profundos, sin una gota de expresión en ellos, completamente vacíos de sentimientos, lo cual hubiera ayudado a saber que necesitaba, lo siguió observando, era realmente guapo y pensar en ello no la ayudaba a controlar lo que la hacia sentir...al parecer no estaba enfermo, entonces ¿que quería?.
- mi nombre es Uchiha Sasuke – comenzó a decir con una voz grave y profunda, que provoco un leve escalofrió en la pelirrosa- como dijo tsunade, necesito pedirte un favor...
