Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Margaret Mitchell

Summary: Scarlett, corre hacia el encuentro de su verdadero amor, reflexionando acerca de su vida y la muerte de su mejor amiga, pero su reacción no es como la esperaba.

Esto es algo diferente, a lo que he escrito, pero si has leído "Lo que el viento se llevó" Sabrás de que hablo ;)


Corriendo hacia ti

Scarlett corría hacía donde estaba su amado. Corría como si por detrás fueran los Yankees persiguiéndola para matarla y para hacerle las típicas cosas que solían hacer los Yankees. Unos años atrás, al inicio de la guerra, les hubiera temido, pero al casarse con Rhett, había socializado con aún más de quien se hubiera podido imaginar, y por esa razón, le repugnaban aún más que antes.

Aún así no le molestaba correr, era una forma de descargar su tristeza, su mejor amiga había muerto, Melanie, su única amiga, después de su madre, la única mujer que la quiso, y no le tuvo ni celos, ni envidia.

Scarlett se preguntó como Mely, siempre estuvo allí, nunca habló mal de ella, siempre fue una dama, como ella siempre quiso ser, como su madre. Y Scarlett le hizo mucho mal, había querido escapar con Ashley y dejarla desprotegida, cuando en realidad, Ashley es el que quedaría desprotegido, ahora se daba cuenta, cuando Melanie se había ido.

A pesar de su apariencia frágil y femenina era una mujer fuerte, haría todo por su familia, como cuando ayudó a Scarlett a enterrar el cadáver de ese yankee. Por esa razón cumpliría su promesa, cuidaría a Beau y a Ashley, el hombre que creyó amar durante tantos años.

Ese era el punto, durante más de 10 años estuvo enamorada del hombre equivocado, o al menos creyó estarlo, lo que siempre creyó ahora se vino abajo. Veía a Ashley como un hombre que la pudiera proteger y amar como ella creía que se merecía, pensó en escapar con él, casarse y robárselo a Melanie.

Rhett era el que siempre la había amado, a pesar de sus actitudes y de sus engaños, a pesar de sus palabras y su actitud, sabía que el la amaba y ella lo amaba a él.

Por eso corría, corría a sus brazos y Ashley ya no la podía detener, ni los fantasmas de Charles y de Frank, ni las criticas de la señora Merriwether, ni siquiera el rencor por la muerte de la pequeña Bonnie.

Llegaba a la puerta de su enorme casa, Rhett abría la puerta y los dos corrían a los brazos del otro, como esas obras de las que Ashley solía hablar. Se abrazaban y Scarlett apoyaba la cabeza en el pecho se su amado, mientras él le decía te Amo y entraban a su casa a vivir el matrimonio que ella siempre quiso, con Ashley, pero ahora lo que quería era vivirlo con Rhett.

Pero las cosas no salieron como esperaba, Rhett le dijo que en algún momento la amó, más de lo que se imaginaba, pero aún cuando ella estaba en los brazos de él y cuando tenía pesadillas en la noche y el la consolaba, o cuando hacían el amor, ella se imaginaba que eran los brazos de Ashley los que la envolvían.

Ella sabía que eso era cierto.

Y también el le dijo que sus sentimientos habían cambiado, aunque había sido la persona a quien más había amado, ya no sentía nada de amor, solo afecto. Scarlett asintió, muy dolida, sabía que eso no se quedaría así, pero una vez más se dijo a si misma: Ya pensaré en eso mañana.