Disclaimer: Los personajes pertenecen a Crepúsculo, la saga de libros de Stephenie Meyer.
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"Eterna Juventud"
Fuego.
Fuego por todas partes. Por sus piernas, por sus brazos, por su pecho. Fuego en sus ojos por el odio, fuego en su corazón por la impotencia de ver a la persona que más quiere —su hermana— sufriendo justo a su lado.
Gritos.
Gritos despiadados de gente despiadada. Gritos que avivan las llamas. Gritos hirientes de ellos y gritos agonizantes de él y ella.
Lloriqueos.
Lloriqueos de Alec, pero no de Jane.
—Pero Peter, ¿por qué lloras? —surge una dulce voz en medio de las llamas.
—No quiero morir, Wendy—solloza.
Y ella sonríe, le coge de la mano, y Alec olvida todo: por qué lloraba, el fuego, los gritos y hasta dónde están.
—Dime, dime que nunca te alejarás de mi lado, Wendy.
Le acaricia con su pequeña mano la mejilla casi carbonizada y susurra:
—Estaremos juntos siempre, Peter. Somos como un sólo ser.
Palabras sencillas; casi absurdas. Pero tan verdaderas y con un significado tan profundo que casi hacen un hoyo en el corazón de Alec.
Y luego no queda nada más. Sólo sus cuerpos unidos, siendo devorados por las llamas.
Jane.
Ahora Alec sólo siente el fuego cuando ve a su hermana. Sólo oye gritos de su boca cuando la acaricia en sitios prohibidos; sólo lloriquea cuando ella no está y se siente incompleto sin su otra mitad; y sólo —y en lo único— que piensa siempre es Jane, Jane, Jane, Jane, Jane.
No hay nada tan cierto como que él y ella son partes de un todo. Nacieron para estar juntos, y cuando mueran—si es que se da la remota posibilidad— seguirán unidos. Siendo uno.
—Nosotros nunca creceremos, Wendy.
—Para siempre, Peter.
Y la besa, y al cuerno con todo. Porque ahora sólo son él y ella, Alec y Jane, Peter y Wendy... viviendo eternamente jóvenes.
Pufff. Oneshot patético y raro de esos que me salen a mí. Quería escribir algo de ellos dos y se me ocurrió compararlos con los niños perdidos. Ya sabéis, nunca crecen, tal y tal. Al final acabaron siendo Peter y Wendy x'D y bleh.
-Lavie.
