Encuentros
Alex sabia ahora que arreglar todo lo que había hecho en estos meses sería casi imposible, sin embargo ahora, al lado de Lorna tenía la oportunidad de intentarlo; ella había crecido mucho en este tiempo y él jamás dejaría de sentirse preocupado por ella.
Habían tenido una relación larga y tormentosa pero al final siempre volvían a encontrarse, como aquellas parejas destinadas. Tener a un Scott joven tampoco ayudaba a sus sentimientos de culpa si no más llegaba la incomodidad entre ellos, habían pasado tantas cosas.
— ¿Regresaras a los Uncanny Avengers? — pregunto en algún momento Lorna y con una sonrisa extrañada el rubio solo negó. ¿Por qué volvería? Si sentía un leve escalofrió al solo pensarlo, además con la situación actual dudaba mucho que pudieran congeniar nuevamente, no, los mutantes los suyos le necesitaban ahí.
Y entonces Remy finalmente contrajo nupcias con Roge, pensando en felicitarlos fue como desencadeno todo lo que paso aquel día.
Ella estaba ahí, con aquel vestido de diseñador color amarillo que hacia resaltar su figura. La Avispa, miembro fundador de los Vengadores, actual miembro de los Uncanny Avengers y la chica con la que tuvo un ¿romance? ¿Podía llamarse un romance a aquel coqueteo?
Fue solo un instante en el que tardo en comprender aquella sensación en su pecho cuando ella giro para verlo a los ojos, azul contra azul, sintió como la sorpresa le quitaba el aire de los pulmones y como ella misma sufría de la misma condición puesto que la sonrisa que tenía en los labios minutos antes había desaparecido, se veía pálida y él, Alexander Summers sintió la necesidad de acercarse hasta ella y tomarla en brazos por su se desmayaba.
Alguien más se le adelanto en ese instante. Iron man, Tony Stark la sostenía por los hombros y ella componía una sonrisa falsa antes de salir de ahí rumbo hacia otro lugar.
— ¿Alex? – la voz de Lorna paso a segundo plano cuando sin proponérselo ya estaba corriendo en dirección de Janet.
Janet, Jan… ese nombre repitiéndose en su cabeza y doliendo constantemente en su pecho como si de algo muy obvio se trataba, si era su compañera de equipo y si le gusto… gustaba… él… él.
La encontró sentada en una banca alejada de todos y con un semblante neutral y pensativo. ¿Cómo hablarle? ¿Qué decirle? Si quiera sabia porque estaba ahí exactamente.
— Katie…
Y ese nombre, ese simple nombre, el nombre de su madre fue como un grito ahogado en una dimensión inexistente, porque su alma, la de ella y la de él eran parte de ese futuro que no existe, viviendo una vida que ya no pudo ser y teniendo una hija en común que Kang se había llevado con él.
No pudo evitar lo siguiente, su poder estallo causando una reacción en todos. Cuando se dio cuenta la avispa se encontraba frente a él con lágrimas en los ojos, con ese bonito vestido amarillo manchado de carmín, su corazón se rompió en ese instante, su esposa… ella era su esposa y la había lastimado.
Janet sintió ahogarse tan pronto sus ojos chocaron con los azules de Alexander Summers¸ no importaba mucho que Tny estuviera sosteniendo su mano, ni que hacia menos de cinco minutos Nadia y ella discutieran por teléfono respecto a la alimentación de la más joven. Nada de eso importaba porque en su cabeza solo estaba una voz, chiquita y frágil, una voz de campanita diciendo una y otra vez mami.
Salió corriendo.
Sus recuerdos que ella misma había bloqueado estaban ahí junto con el rechazo de Alex y lo que siguió a su secuestro y… no pudo pensar en más porque después de ese incidente, al volver lloro tanto que termino bloqueando lo que la lastimaba a muerte.
Su hija no existía
Su alma no volvería
— katie…
Fue el susurro que salió de sus labios antes de incorporarse y encontrarse con sorpresa a aquel que había roto su palabra. Estaba anonadado ¿es que no lo recordaba? No podía culparlo puesto que ella lo bloqueo y sin embargo… sin embargo muy dentro de ella lo odiaba. ¿Cómo había sido capaz de olvidar a su hija? ¡Después de todo era su culpa que se la llevara!
Y entonces estallo, el poder de Alexander le dio hasta cierto punto todo porque segundos antes Tony había desviado el poder de Kaos con una armadura pero gran parte de su cuerpo había sentido ese destructivo poder, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y cerró los ojos.
continuara...
