Los personajes de esta maravillosa historia no me pertenecen. Cualquier semejanza con la realidad es pura y mera coincidencia.
Ahora si, espero que disfruten de este primer capítulo :)
Prólogo:
Nadie reconoció a aquel muchacho de ojos grises, y tampoco es que tengan razones para hacerlo. Quién andaba aquella lluviosa mañana de agosto, entre toda la multitud de transeúntes malhumorados con todo aquél que se dignaba a cruzarse en el camino de su apurada caminata hacia el comienzo de un día tan normal como cualquier otro, era nada más que quien hace dos años había contribuido con todo el mundo mágico para vencer al innombrable y así lograr una paz que pocas veces se había conseguido.
Tanto prestigio, tanto respeto que había logrado generar en los demás por el solo hecho de haberse atrevido a realizar lo que nadie tuvo el coraje de hacer y salir con vida de ello, tantos aplausos, felicitaciones, admiradores… Draco tenía el mundo mágico a sus pies. Sin embargo, dicen por ahí que puedes tenerlo todo y darte cuenta un día que no tienes nada en realidad, y esa era la razón que lo había obligado a mezclarse entre toda una multitud de asquerosos muggles que ya no podían con el peso de sus vidas, con la intención de llegar a la pequeña casita en el centro de la ciudad que tan bien recordaba.
Vislumbró a lo lejos aquél horrible toldo naranja que le indicó que estaba llegando y, luego de tanto tiempo, el volver a sentir sus manos sudar, el corazón latiendo casi tan rápido que parecía un zumbido y el aire escapándole sin permiso de la garganta se le antojó una sensación completamente maravillosa. ¿El perdón alcanza para poder curar todas las heridas que él había causado? No; Si la quería volver a tener en su vida necesitaba mucho más que una simple disculpa, mierda, ni siquiera había pensado que decirle cuando la tuviera enfrente. Una vez alguien le dijo, y él mismo lo había comprobado en numerosas ocasiones en el pasado, que las mejores palabras son los que fluyen del corazón, aquellas que salen directamente a través de cada uno sin detenerse a pensar, ni por un segundo, por qué las estas diciendo.
Golpeó con sus pálidos nudillos la puerta de caoba, nervioso e incómodo como pocas veces recordaba haber estado. Uno, dos, tres golpecitos bastaron para que una mujer envuelta en una gran toalla roja y dorada con el pelo enmarañado, empapado y suelto y pequeñas gotitas bajando a través de su cara y cuello para perderse en el interior de aquella tela que cubría a la delgada muchacha. Draco tuvo que respirar profundo ante tal imagen, ni en sus remotos sueños se habría imaginado que ella lo recibiría de esa forma.
- Granger - Murmuró el rubio- Tan…
- Malfoy- La voz fría y rencorosa de la castaña lo hirió más de lo que esperaba.
Lo peor es que no sabía que hacer; ¿Cómo decirle después de tantas cosas que habían pasado que la necesitaba? ¿Qué cada segundo que pasaron separados le dolían a él como miles de agujas clavándose lenta y tortuosamente en su corazón? ¿Por qué tendría que escucharlo a él?, un Don Nadie en la vida de la castaña, eso era; Ella lo odiaba, y vaya si tenía razones para hacerlo.
Inconscientemente y con la mirada vacía de Hermione Granger puesta en su rostro, el heredero de Slytherin, uno de los principales héroes del mundo mágico, aquél que con solo desearlo podía lograr lo que le plazca, el hombre más solo y vacío que había perdido lo único que le había importado de verdad en su vida, comenzó a llorar; y con cada lágrima volvieron a él uno a uno aquellos recuerdos que su mente había puesto tanto empeño en olvidar sin buenos resultados…
Bueno, acá con una nueva historia que se me viene ocurriendo. Espero que les guste! Voy a intentar actualizar lo más pronto que pueda :)
