Era una misión sencilla, entrar, eliminar los infectados con el parásito "X", Samus nunca pensó que fuera a necesitar ayuda. Todo había marchado bien hasta el momento de entrar al laboratorio. Había metroids por todas partes, acompañados de no una, si no tres SA-X peleando con los metroids, fue cuando la fría voz sonó.

--El laboratorio será desprendido en 5… 4…3…2…1

El laboratorio comenzó a caer, atraído por la gravedad de un planeta cercano a la estación espacial. Samus no supo que pasó después, solo despertó rodeada de restos de la nave y metroids muertos por todos lados. Los SA-X habían desaparecido, seguramente habían salido de la nave, era posible que sus parásitos X se multiplicaran y salieran a esparcirse por todos lados. Samus tardó unos momentos antes de salir a realizar el reconocimiento del área. Era una ciudad normal, o lo sería si no hubiera estado vacía, era probable que hubiese pasado varios minutos u horas inconsciente, por lo que los parásitos posiblemente habían comenzado a tomar huéspedes.

--Y no tardarán en venir por mi… me buscarán…

No necesitaba nada, llevaba lo que necesitaba en su traje, solo saldría de los restos de la nave y buscaría ayuda, era completamente imposible acabar con todos los X ella sola, había todo un planeta infectado. Caminó por horas sin encontrar ningún obstáculo, humano o radio, todo estaba muerto en ese lugar, no parecía haber nada peligroso, pero tampoco había algo útil.

--Esto no va bien… me recuerda a Zebes cuando enfrenté mi misión cero.

-- ¡Ayuda!

Había sido el grito de un humano… o de alguna forma inteligente de vida que probablemente luchaba contra algún infectado. Samus corrió hacia el edificio del que provenía el sonido. Entró a toda prisa en la habitación, era un almacén de armas poco evolucionadas, dobló después de un estante y vio a un chico en el suelo, disparando con

un arma bastante extraña, el SA-X recibía los disparos, pero como era de esperarse, no le sucedía nada. Las balas rebotaban de la armadura del X, Samus no tardó en reaccionar y disparó hacia el techo, derrumbándolo sobre el SA-X.

--Vamos, ¿qué esperas? Corre, salgamos de aquí…

--Bien… muchas gracias…

--Si, deja eso para después, solo salgamos del edificio.

El chico no tenía más de 16 años, no parecía tener experiencia en combate y sin embargo, llevaba un arma primitiva clasificada como "Magnum, Desert Eagle, 50 mm., cargadores rápidos de 10 balas, resortes para disparo rápido", el chico tenía cabello largo y oscuro hasta la espalda, llevaba una insignia en la chamarra de cuero negra y sus oscuros ojos reflejaban un único sentimiento, soledad.

Salieron del edificio y corrieron por unos minutos hasta llegar a un edificio policiaco.

-- ¡Deténgase! No abra esa puerta… todos los que estábamos ahí dentro tuvimos que salir porque había muchos de esos seres…

-- ¿Esos seres?

--Con figura humana hechos de una masa azul…

--Ya veo… los X asimilaron a varios… necesitamos ir al edificio de la federación galáctica de este planeta…

-- ¿Federación Galáctica?

-- ¿Acaso no la conocen?, tienen una estación arriba de ustedes…

-- ¿La estación Rusa?

-- ¡Rusia!... ésta es la tierra… el planeta del que… del que… él viene… llévame a ese lugar…

--Está difícil… queda del otro lado del pacífico… está casi imposible de cruzar, necesitamos un avión o un transporte aéreo…

-- ¿Un avión?... ¿aún se usa?

--No sabe pilotear uno… ¿o sí?

--No….

--Y yo solo sé conducir el helicóptero… solo podríamos llegar al aeropuerto de la ciudad en él…

--En el aeropuerto debe haber sobrevivientes… uno de ellos debe ser piloto… ¿no crees?

--Bien, vamos… subamos por las escaleras de emergencias… estarán despejadas…. La llevaré.

El chico tomó a Samus de la mano y comenzó a correr, pero se detuvo rápidamente.

--Eh… disculpe… pero… ¿qué es usted?... es decir… ¿de qué especie es?

Samus se retiró el casco, dejando ver su hermoso rostro y su cabello dorado.

--Humana… esa cosa que enfrentaste… es una copia mía…

--Ya veo… Mi nombre es Matt… Matt Logan…

--Samus Aran, mucho gusto…

Ambos estrecharon manos y se dirigieron a las escaleras