Hola a todos! Bueno... para ser honesta, esta historia la tenía en mente durante meses pero nunca me decidí a escribirla, pero después con el capítulo 4x14... NO PUDE QUITARME DE LA CABEZA A QUINNTANA, así que tuve la necesidad de ponerme a escribir y desarrollar esta historia. Aquellos que lean esto y hayan leído mis otras historias... LES PIDO MIL DISCULPAS! ya voy a actualizar las demás... lo sé soy un horror, no me odien :( Pero ultimamente estoy sin inspiraciones con skins... y bueno, sin ganas de escribir, lo admito. LO LAMENTO! pero haré de todo para escribir para usd nuevamente :) sus reviews me matan! :$
Ahora sí, espero que les guste esta historia, sean buenos conmigo... soy principiante con esto de Glee! jajaja Prometo hacer esta historia muuuuy interesante ;)
Gracias a las canciones "Invisible" & "Untouchable" de Taylor Swift... me inspiraron para esta historia
DESGRACIADAMENTE, NO ME PERTENECE NI GLEE NI SUS PERSONAJES (UGH, SÓLO EN MI MENTE)
QUINN POV:
Positivo.
No, no puede ser.
Positivo, positivo, positivo… positivo.
Miré una y otra vez cada uno de los test de embarazo y la única respuesta que veía era: positivo. Volví a pestañar, respirar hondamente y luego retornar mis ojos para ver otra respuesta.
Positivo.
Tiré todos los tests en la basura y cerré la puerta del cubículo del baño en el cual me encontraba. Lágrimas, desesperación se apoderaban de mí.
Esto no podía pasarme a mí. Definitivamente debía ser un error.
Fue un error.
Acostarme con Puck fue realmente el peor error que cometí en mi vida. Sabiendo que estaba con Finn, me acosté con él… y aquí está el resultado.
Me miré en el espejo del baño.
Estoy embarazada.
Esas dos palabras recorrían una y otra vez en mi mente. Empecé a golpear la pared con bronca mientras mis lágrimas fluían por mis mejillas.
¿Qué mierda iba a hacer ahora?
Todo estaba perdido.
No podía decirle esto a Puck, porque en mi interior sabía muy bien que él no se iba a hacer responsable ni tampoco iba a aceptar que un fracasado como él sea el padre de…
No.
Todo empezó porque me sentía triste y completamente vacía sabiendo que Finn no producía nada en mí. Ninguno de los demás chicos con los que estuve me habían producido algo… algún sentimiento, placer… o lo que sea. Por eso fui a esa estúpida fiesta y me embriagué con Puck.
Estúpida.
¿Cómo pude permitir que sucediera eso?
Por lo menos… si hubiera sentido placer al haber tenido sexo con él.
Ni si quiera eso. Eso me frustraba más, porque ni siquiera pude sentirme bien en mi primera vez y gracias a esa estupidez… ahora estoy pasando por esto.
Mi futuro estaba arruinado.
Me dejé vencer y caí al suelo arrinconándome sobre una esquina queriendo despertar de esta pesadilla.
Eso es.
Debe ser una horrible pesadilla y esto debe terminar aquí. Debo despertar.
Traté de cerrar los ojos y esperar… esperar… para luego abrir los ojos y ver que todo volvió a la normalidad.
-¿Fabray? –una voz interrumpió lo que estaba por hacer y me obligó a abrir los ojos.
Genial.
Ahora debía enfrentarme a Santana López mi peor enemiga quien ahora mismo me iba a gozar terriblemente mi estado de vulnerabilidad. Aunque una vez solíamos ser mejores amigas… eso había quedado en el pasado y ahora competíamos por el liderazgo del colegio y de las cheerios.
-¿Qué haces tirada en el suelo como un triste oso panda Lucy Fabray? –me preguntó analizándome profundamente con su mirada. Traté de reincorporarme, de volver a mi estado de 'perra' pero… no pude. Volví a estallar en llanto y vi cómo Santana abrió los ojos en shock mirando a su alrededor si había alguien en el baño.
-Ok, ok… no creí que eso te iba a sensibilizar tanto… -Santana respondió y se iba acercando hacia a mí. ¿Oí bien? Pareció como una forma de disculpa. No puedo creerlo.
-¿Quinn? –la morena se arrodilló frente a mí y lo único que hice fue enrollarme en mi rodillas y ocultar mi cara en ellas para que no me viera en este estado. Perfecto, mis paredes se habían desmoronado frente a mi enemiga y ahora estaba expuesta. Yo sabía muy bien que ella era capaz de hasta filmarme y hacer una parodia de mi estado y escracharme para toda la vida en esta escuela. Ella era capaz de hacer de mi vida un infierno… y le estaba dando justo lo que necesitaba para cumplirlo. Eso me hizo incrementar mi llanto.
-Hey… Q, mírame –su voz se tornó muy suave y… algo preocupada? Sentí su mano intentando que mi mirada se elevara y la mirara a los ojos. Cuando levanté mi rostro, me encontré con esos ojos chocolates que tiempo atrás siempre me miraban afectivamente… y ahora mismo me estaba mirando como en aquellos tiempos - ¿Qué sucede Q?
Hacía muchísimo tiempo en que no me llamaba por ese sobrenombre. De alguna manera hizo que me relajara y confiara un poco en ella aunque yo sabía que era un riesgo enorme hacerlo.
-Yo-yo… -no pude decir nada porque estallé otra vez en un llanto muy fuerte que no me dejaba hablar y parar de temblar.
-Hey… -Santana se acercó y estábamos a dos centímetros, frente a frente, mirándonos a los ojos –sabes que… aunque ahora nos llevemos como peste… sigo preocupándome por ti, ok? Así que aquí estoy y puedes contarme lo que sea… -su voz y su mirada parecía tan honesta… que lo único que pude hacer fue inclinarme y aferrarme a ella.
Seguramente Dios me la había enviado para acompañarme y protegerme, porque nunca vi a Santana de esta forma… tan… amable y comprensiva conmigo.
-E-estoy… -empecé a balbucear en su pecho y ella me alejó un poco para mirarme y comprender mejor lo que le iba a contar –estoy em-embarazada –logré decir y volví a acercar mis manos en mi cara para tapar mi vergüenza. Por un momento no escuché nada ni tampoco sentí algún movimiento. Me di cuenta que también shockeé a Santana con la noticia y eso hizo que me largara a llorar nuevamente.
Era la vergüenza en persona.
-Hey… shhhh… ven aquí –en cuestión de segundos volví a sentir sus brazos guiándome a su pecho para abrazarme fuerte y contenerme -¿E-estás segura? – me preguntó y asentí la cabeza en su cuerpo.
-Los cinco test de embarazo me dieron positivo –digo con mi voz media ahogada y ella me abrazó aún más fuerte.
-¿Finn lo sabe? –Santana me preguntó.
Mierda.
Ahora venía la peor parte y… seguramente me iba a odiar más todavía al saber que estaba embarazada de Puck, quien había estado con ella por bastante tiempo.
-N-no es de él –logré decir y sentí cómo su cuerpo se tensó y volvió a alejarme de ella. Su rostro estaba confundido y su ceño estaba fruncido.
-¿Qué? Entonces…
-P-puck –dije y me tapé la boca al instante intentando luchar con la urgencia de romper otra vez en llanto y con los temblores que se apoderaban de mí. Su rostro se paralizó, luego pestañeó varias veces seguidas… como si estuviera procesando la información, tragó saliva y respiró hondamente.
-Todo va estar bien –dijo suavemente y volvió a abrazarme. La verdad que esperaba al menos algún golpe o bofetada en mi cara… no esta reacción. Pero dentro de mí lo agradecí profundamente a Dios… y Santana. Rodeé su cuello con mis brazos y escondí mi rostro allí, dejando fluir todos mis sentimientos y permitiendo que ella me sostuviera por el momento.
-No quiero asustarte ni nada… pero ¿Ya sabes qué vas a hacer? –ella me dijo luego de haber esperado varios minutos hasta que yo me relajara y pudiera hablar.
-No… pero sí sé que no puedo quedarme con el bebé –dije y ella mientras frotaba mi espalda como señal de que cualquiera fuera la decisión que yo tomase, Santana iba a estar… me iba a acompañar, me iba a proteger –sólo sé que no puedo quedarme con él
-Está bien… no te apresures… -ella me susurró tratando de tranquilizarme, y sorprendentemente lo estaba logrando -¿Qué tal si vienes esta noche a dormir a mi casa y lo hablamos mejor? –Santana me ofreció y eso hizo que abriera mis ojos con sorpresa. Hacía más de un año que no iba a su casa ni socializaba con la familia López. ¿Cómo me iban a recibir? –mis padres están de viaje… así que no tienes que preocuparte… vamos a estar tranquilas –Santana me explicó con una media sonrisa.
-Claro –acepté y luego ella se incorporó de pie y estiró su mano en mi dirección.
-Perfecto, entonces… no creo que ahora quieras volver a clases así que te llevo a tu casa… buscas tus cosas y luego vienes a mi casa ¿Te parece? –ella me pregunta mientras me paro y arreglo mi uniforme de cheerios. Simplemente asentí la cabeza con una pequeña sonrisa.
-Puedes confiar en mí, Q… -Santana volvió a acercarse a abrazarme y me susurró en mi oído. Cerré mis ojos y por primera vez me sentí bien, un poco contenta… ya que esta situación había logrado que mi única amistad que he tenido durante toda mi vida… haya retornado.
...
..
.
Una vez que me preparé las cosas para irme a dormir a la casa de Santana, salí de mi habitación, miré si estaba alguno de mis padres y al ver que no había nadie, tomé un papel y escribí que me iba a quedar en lo de Santana por esta noche. Yo sabía que no era necesario porque mis padres ni se darían cuenta que yo no estaba en casa, pero aun así… dejé una nota. Mis padres que se creen tan religiosos y respetuosos, tienen un matrimonio de lo más desunido que puede existir. Mi padre es un mujeriego que engaña a mi madre y ella, ahoga sus penas en el alcohol tratando de olvidar y creando su mundo aparte.
Creo que por esta propia experiencia me cuesta tanto sentir algo por otra persona. Al fijarme que el verdadero amor no existe y que sólo pasan en las novelas… creé mis propias paredes y me endurecí, provocando que el resto de las personas me tuvieran miedo.
Tratando de poner esta realidad a un lado, recogí mis cosas y comencé a caminar hacia la casa de los López. Por una parte estaba muy ansiosa y nerviosa, no sabía cómo nos íbamos a llevar durante toda la noche… ni tampoco sabía a qué conclusión llegaríamos acerca de lo…
De mi bebé.
Suspiré al pensar en esas palabras. El pánico se volvía a apoderar en mí y ahí me di cuenta que realmente necesitaba estar acompañada. Me sentí más agradecida con Santana, porque si ella no me hubiese contenido en el baño… hubiese sido capaz de hacer cualquier cosa.
Sacudo mi cabeza para tratar de no pensar más en ese tema, aunque sea por un rato. Cuando me doy cuenta, yo ya estaba afuera de su casa. Golpeé la puerta.
Nada.
Fruncí el ceño. Faltaría que ahora Santana me dejara plantada. Yo sabía que no debí haber confiado en ella… pero por alguna sonsa razón lo hice. Volví a respirar hondamente y con paciencia volví a golpear la puerta.
Nada.
¿Tal vez se estaba bañando? Podría ser eso, y a lo mejor no me oía. Tomé la manija de la puerta y me encontré con que la casa estaba abierta. Tímidamente entré y pude ver que todo estaba en un profundo silencio.
Qué raro…
-Santana? –la llamé mientras caminaba hacia la cocina.
Nadie.
Seguí caminando por la casa y volví a llamarla pero tampoco oía nada. Seguramente debe estar arriba en su habitación. Lentamente subí las escaleras y vi que la puerta de su dormitorio estaba algo entreabierta y se veía que alguien había ahí adentro porque estaba la luz prendida. Iba a llamarla otra vez cuando me paralicé al ver lo que estaba viendo con mis propios ojos. Por segunda vez me pregunté si estaba en alguna pesadilla o algo. Si todo esto era un sueño, debía despertar ya.
Pero un sonido me hizo dar cuenta que definitivamente esto era real.
Como Santana había descubierto un gran secreto mío, yo me había enterado del suyo.
-Ugh... San... -era la voz de Brittany. Sí, así es, Brittany Susan Pierce. Estaba viendo con mis propios ojos a Santana y a Brittany en la cama. La chica rubia estaba arriba de Santana quien estaba deborando su cuello con besos húmedos, una de sus manos masajeaba uno de sus pechos y la otra se iba perdiendo debajo del uniforme de Cheerios.
OH DIOS MÍO.
Quería bajar enseguida las escaleras y correr hacia mi casa y quedarme ahí por el resto de la noche, pero no podía moverme. Lo único que hacía era mirar aquellas dos chicas. Nunca me iba a esperar esto de ellas. Ellas definitivamente estaban teniendo sexo y yo las estaba mirando. Una parte de mí estaba intrigada en lo que debía sentirse ser tocada así por Santana. ¿Qué mierda Fabray? No lo sé... sólo... me intriga. Como nunca logré sentir placer, escuchar los gemidos de Brittany-que no parecían ser fingidos de ninguna manera- me... ¿Estaba excitando? Sí, definitivamente sí. No iba a mentir. Ver a Santana deborando el largo cuello de la rubia, su lengua lamiendo la longitud del mismo y ver cómo su mano se movía debajo de esa pollera... ver cómo las piernas de Brittany temblaban por dicho contacto, sus caderas moverse y sus gemidos pidiendo por más... sí, era muy hot y en cierto modo sentía envidia. Nunca pude sentirme de esa manera con ninguna persona y ahora-
Nada.
Sacudí mi cabeza y, sin vergüenza, continué mirando porque mis piernas estaban congeladas y mis ojos no podían dejar de mirarlas.
-Dios Britt... estás tan mojada... -Santana susurró con su voz más ronca de lo común, un tono de voz que nunca había escuchado y con aquellas palabras... y esa voz... me transmitió escalofríos por mi columna vertebral, haciéndome parpadear por primera vez.
-San... necesito que- ugh! -vi cómo Brittany abrió más aun su boca ante cierto movimiento que había hecho Santana, y pude darme cuenta que la había penetrado. Cerré los ojos por unos segundo tratando de calmar mi respiración, pero al ver que no podía lograrlo, volví a observarlas. Ambas seguían moviéndose en sinc. Santana agarrando a Brittany fuertemente por la cintura para mantenerla en esa posición y sin dejar de susurrarle cosas al oído. Nunca me imaginé ser capaz de desear ser Brittany en mi vida, pero en ese momento quería sentir lo que estaba sintiendo. Más aun al ver que todo era real, que ese placer no era fingido... ver cómo Brittany agarraba a santana del cuello como para sostenerse de algo, era envidiable. Ahora sí empezaba a creer lo que todo el mundo decía de Santana López, podía ver con mis propios ojos que ella era increíble en la cama. Lástima que no lo podía comprobar. ¿Qué mierda? ¿Por qué se me cruzaban estos pensamientos?
Volví a la realidad al escuchar un gemido muy fuerte de Brittany, avisándome que había tenido un gran orgasmo.
-Te amo -Santana le dijo a la chica porrista mientras besaba cada parte de su cuerpo esperando a que ésta volviera en sí.
-Yo también te amo -la chica contestó algo todavía agitada y entre risitas, típico de Brittany. Pude ver el amor que fluían en sus ojos cuando ambas acercaron sus frentes y luego se besaban tiernamente -eso... fue increíble -Brittany admitió provocando que Santana sonriera coquetamente.
-Lo sé... soy increíble en la cama -la morena contestó y recibió un profundo beso de su chica. Sentí algo en mi pecho. Tristeza al darme cuenta que nunca pude sentir eso, nunca pude tener ese amor con alguien y admiraba ver cómo estas chicas lo habían encontrado. Tal vez algún día encontraré esa persona, ¿Verdad? Eso espero.
Mi mente hizo un click.
Todavía seguía ahí mirándolas y sabía que en cualquier momento se podían dar cuenta de mi presencia y esto iba a ser una pesadilla de verdad. Así que bajé las escaleras y me dirigí hacia la puerta de la casa. Respiré hondo y me obligué a borrar esas imágenes que antes había visto. Tenía que actuar como si nada de eso hubiera ocurrido. No debería ser tan difícil. Después de todo soy genial en la actuación, ¿No? Así que cerré la puerta algo bastante fuerte como para que ellas oyeran que alguien había entrado.
-Santana! Ya llegué! -Grité demasiado fuerte para que me escucharan -López!
-Ya escuché Fabray! Estoy acá arriba con Britt-Britt! -Santana me respondió. Me intrigaba saber cómo iban a actuar una vez que yo subiera. Si a mí me daba una sensación algo incómoda... no quiero imaginarme ellas. Aunque... por lo que veo no tanto...
-Holas chicas -saludé mientras lentamente entraba en la habitación. Yo estaba más incómoda que ellas. Santana y Brittany estaban con una sonrisa una más amplia que la otra y no dejaban de mirarse.
-Hola Quinn! -Brittany vino a mi encuentro a abrazarme fuertemente. Sentí ganas de empujarla inmediatamente al saber que minutos antes estaba gritando el nombre de Santana mientras tenían sexo, pero traté de ocultar ese impulso y esperé a que se despegara de mí.
-Hola, Q -Santana me saludó sin moverse de su cama y sin remover esa sonrisa.
-¿Qué estaban haciendo chicas? -pregunté tratando de presionar un poco y ver qué me iban a responder. Ambas se miraron al instante sin ocultar lo que cada una pensaba, pero Santana decidió tomar el mando y habló primero.
-Estábamos... jugando -la morena simplemente dijo y Brittany soltó una risita.
-Ah? Sí? a qué? -volví a presionar.
-Queríamos saber quién de las dos aguantaba más en-
-Aguantaba más la respiración! Era algo sonso, ya no importa... igual Brittany ya se iba... -el humor de Santana había cambiado totalmente y pude ver cómo se había tensado -¿No es así Britt?
-Eh... sí -la rubia dijo algo triste- ¡Nos vemos Quinn! -me saludó mientras Santana la arrastraba fuera de su habitación. Sé que no estuve bien lo que hice, pero no pude ocultarlo. Igual, creo que si voy a hacer amiga de Santana otra vez... deberíamos empezar la relación con confianza y sin secretos, ¿Verdad? Me dirigí hacia la ventana mirándo lo que sucedía abajo. Estaban hablando de algo que no pude descifrar pero admiré cómo sus miradas y sonrisas se conectaban. Pude ver las ganas que tenían de besarse apasionadamente otra vez pero ambas trataban de ocultarlo. Lentamente Brittany se iba alejando y su brazo se iba estirando soltando de a poco la mano de Santana. Cuando escuché la puerta cerrarse, enseguida me senté en la cama y esperé a Santana.
-Lo sé todo Santana -fue lo único que dije una vez que la vi entrar en la habitación.
Y? Qué opinan? Prometo que va a ser más interesante...
Tengo una pregunta, qué prefieren? que Quinn se quede con el bebé o que lo aborte? Porque cualquiera de las dos opciones daría un gran giro a la historia.. POR FAVOR RESPONDAN :$ Gracias por dar una oportunidad a esta historia! Review?
