ESMERALDA SON LOS BESOS

Disclaimer: evidentemente, los personajes no son míos.

N/A: Mi primer drabble. Gracias por leer.

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Lo sé. Sé que me usa, me utiliza, como un objeto del que te deshaces cuando ya no es necesario. Cada vez que me lanza una fugaz mirada con sus ojos acerados, un escalofrío recorre mi cuerpo, una descarga eléctrica que comienza en la nuca y baja hasta el estómago. Pero sé que jamás podré provocarle la misma sensación, aunque dedicase toda mi existencia a ello. Sé que no soy especial para él, que asuntos mucho más importantes rondan su cabeza, que cada vez que me toca, me besa o me mira solo está intentando llenar un vacío que nadie puede colmar.

¿Cómo empieza la tortura de sus besos? ¿Cómo llegan sus labios a mi cuello, su mano a mi cintura, mis manos a su perfecto pelo rubio? ¿Cuándo decide aceptar el juego que le ofrezco? ¿Cómo terminamos convertidos en un torbellino verde y plateado? No lo sé y no deseo saberlo, no me voy a negar. Sus caricias de hielo recorren mi piel y hacen que me encienda como nadie más sabe hacer. Su pecho perfecto, sus brazos seguros, su cuello, sus labios, su nívea piel de marfil, sus manos, que sujetan con firmeza mis muñecas contra la pared cuando no quiere que le toque, cuando desea amar sin ser amado. Y mi corazón sube al cielo cada vez que lo hace. Me hace tocar un nirvana inalcanzable.

Muchos otros, muchas otras pasan desapercibidos entre nosotros, momentos de diversión en algún oscuro rincón del castillo, juegos de miradas con diferentes ojos, distintas caras, otros labios. Sin embargo, siempre acabamos juntando nuestras existencias, siempre preferimos compartir el calor del deseo juntos, mezclando nuestros alientos tras alguna cortina. Sé que para él no soy más que un juguete, pero soy su juguete favorito.

¿Estoy enamorada? Realmente no lo creo. Él es mi obsesión, mi locura, la inquietud que me domina cada día, la imagen que no se borra de mi mente. No es mi caballero: es mi dragón, mi serpiente plateada.