Hola!! primero quiero aclarar que los personajes originales del señor de los anillos, no me pertenecen, sólo son propiedad del maestro Tolkien Con esta historia sólo pretendo realizar un pequeño tributo a la Tierra Media.

Hace casi 4 años que comencé con este fic, y de a poco lo he ido continuando. En 4 años han ocurrido muchas cosas que se ven impresas en muchos momentos de este relato. Esta historia es para mí algo muy especial que encierra gran parte de mi vida y de la visión que tengo de la misma.

Muchos de los personajes, como en la mayoría de mis historias, son propiedad de mis diversas amigas que conocí por internet. Quisiera aqui detallar a quien pertenecen dichos personajes a medida que vayan apareciendo en la historia. En este primer capi sólo aparecen:

Asphil y Edhel: son míos quizás los primeros que inventé una tarde que chateaba con mi querida hobbit Malén

Espero que disfruten de este relato el cual espero terminar en algún tiempo más...

MEMORIAS EN LA TIERRA MEDIA I

ASPHIL, LA EDAIN

LA HISTORIA DE UNA MORTAL...

LA NIÑA QUE LLEGÓ CON EL SOPLO DEL DESTINO

-¡Elfos!-había gritado alguien mientras bajaba de las lomas oscuras de los Ephel Duath, lomas que ella conocía muy bien...desde que tenía memoria-¡Preparen sus arcos, alístense!

¿Qué eran "elfos"?, esa palabra jamás la había escuchado; ¿serían seres más malignos que estos hombres de tez oscura?; no, ella no creía eso. Definitivamente no había seres más crueles que esos hombres, ni que esos horribles monstruos llamados orcos. A los orcos sí los conocía, la llenaban de repugnancia y aprensión; pero había aprendido a mostrarles que no temía a pesar de su corta edad de ocho años. Muchos de sus compañeros habían muerto por culpa de los orcos, cuando estos no tenían qué comer...; pero ella se había salvado corriendo, siempre había corrido y se había subido a árboles para que no la atraparan, hasta que alguno de los hombres la encontrara y la llevara de nuevo a las jaulas.

Esa mañana era llevada junto a otros diez compañeros a Mordor. Muchos decían que de allí nadie podría volver...y ella lo sabía muy bien. Se preguntó hasta qué punto sería capaz de aguantar y de tener fuerzas para vivir...con tan sólo ocho años de edad... ¿Qué razón tendría vivir en el mismo infierno?; bueno, aunque ella siempre había vivido en un infierno de golpes, latigazos, malos tratos y abusos. No conocía el descanso ni las caricias y mucho menos el amor. Pero algo en su ser se había conservado intacto y eso era su determinación de luchar por todo, hasta por un pequeño hueco en donde dormir.

Todos estos pensamientos pasaban por su mente, cuando escuchó el grito del vigía, los cuales le sacaron de esas preguntas. Se escondió donde pudo en la desesperación de estar encadenada, los hombres no se preocupaban por los esclavos. Flechas volaron y silbaron sobre su cabeza, todo era horrible y desesperante, los demás niños lloraban; ella sólo se tapaba los oídos.

Estuvo así mucho tiempo hasta que vio unos pies frente a ella y, al levantar la vista, se encontró con un ser alto y esbelto portando una navaja de larga hoja. El ser la miró y sus miradas se contuvieron, la niña notó el brillo de la criatura hermosa, y una terrible bondad, al igual que ferocidad; pero como no estaba acostumbrada a esas presencias, se incorporó rápidamente y tomó una navaja que yacía cerca de su escondite. La sostuvo en alto con la vista profunda y clara en aquella criatura. El elfo la observó parada de esa forma, con esa arma y esa mirada llena de temor pero clara e inquebrantable...; le vio como a un pequeño ser que se aferraba a la corta vida que tenía...y piedad se encendió en su corazón...

Bajó su arma y la miró detenidamente, y en su mente la niña escuchó una voz...

-No temas, hija de Oesternesse, pues veo en tu rostro el semblante de gente noble y el sufrimiento de un alma cautiva en un país de hombres salvajes del Sur. Ven, acércate a mí...toma mi mano y yo te guiaré a un mundo nuevo y libre donde puedas soñar con tu porvenir...-así le habló quien más tarde tomaría la denominación de Edhel, y la niña no se movió pero una escarcha endurecida de años comenzó a aflojarse en su corazón al escuchar palabras tan hermosas y llenas de una magia proveniente de las estrellas, las mismas estrellas que ella observaba allá en el cielo, donde las envidiaba por ser libres y brillar sin dependencia de nada ni de nadie.

-¿Qué ganaré si te respondo que sí?-preguntó la pequeña, quien ya poseía fuerte carácter.

-No puedo prometerte algo grande a cambio, sólo mi protección y mi cariño.

-¿Por qué?

-Porque éste no es tu destino...

-¿Destino¿qué es el destino?, no logro entender...

-Aún eres muy pequeña para entender, pero lo harás. Ahora sólo dime¿quieres ser libre como las estrellas?

Y ante esa pregunta la pequeña se paralizó¿cómo sabía ese ser de voz melodiosa, cara angelical y facciones hermosas, que ella deseaba eso más que nada en el mundo?

-Sí, lo deseo.

-Yo te lo puedo dar, sólo te resta confiar...

La niña estaba emocionada pero no sabía por qué, apenas si acababa de conocer a ese ser y ya había aceptado el irse con él a quién sabía dónde. Estaba meditando esto cuando una flecha la alcanzó desprevenidamente, haciéndola caer inconsciente. Todo fue negro en su memoria y ya no vio más...

Era un sueño en el que se sumía, un sueño con voces que entonaban una canción en un idioma que ella no podía entender, pero que le llenaba el corazón de una fuerza y una alegría incontenibles.

-Despierta, dulce brillo de estrellas-escuchó en su oído, y sus ojos se abrieron de par en par sólo para observar el resplandor de una sonrisa hermosa y cautivante-Ya no debes temer, las sombras se han ido y el mal de tu corazón se ha difuminado.

-¿Dónde estoy?

-En la casa de los últimos Noldor, los Elfos del Crepúsculo; y mi nombre es Galadriel, la Reina de los Galadhrim, Dama de la Luz en la Casa de los Elfos del Oeste.

La niña sólo la observaba con ojos maravillados ante tanta belleza y dulzura, pero la Dama parecía triste y levantó su mano para acariciar el rostro de la pequeña.

-¿Qué sucede?-le preguntó la jovencita.

-Nada...sólo observo lo hermosa y parecida que eres a mi hija Celebrian...-y al terminar de decir esto los ojos de la Dama se humedecieron.

-¿Dónde está ella?

-Se fue...muy lejos...dentro del Oeste...

-¿Por qué se fue?

-Porque...-pero Galadriel no pudo contestarle, volteó su semblante y contempló una luz lejana y perdida en el amanecer. Entonces la mano de la niña rozó su rostro y la Dama se sorprendió: nunca antes un mortal había tocado el rostro de la Dama Galadriel, hija de Finarfin, hermana de Finrod Felagund, Señora de los Noldor. Y ella sonrió ante la enorme sonrisa de la niña, y la vio mucho más hermosa y verdaderamente un reflejo de su adorada Celebrian. Una pequeña carcajada salió de sus labios-Que adorable eres, aquí vivirás y tendrás un hogar.

-¿Serás mi mamá?

-Sí, lo seré...y tu nombre será: Asphil Amarthwen; porque fuiste la Damita que el destino me regaló.

Espero que haya sido de su agrado. Desde ya gracias por leer!!