El segundo, mi segundo Fan-Fic, me he esmerado demasiado en esta historia, no sé si sea completamente original pero no podía evitar subirlo y realmente al menos para mí ha tenido un gran desarrollo además que es mi primer drama de romance, y que mejor con una historia de reyes y reinos. También hare varias referencias a los libros y música que me inspiraron para hacer esta historia. Sin más preámbulos, los dejos para que disfruten y recuerden, no olviden dejar sus reviews.

NOTA: Los personajes y criaturas no son propiedad mía, son pertenecientes de Satoshi Tajiri.

El Reino Lumiouse.

Hace mucho tiempo en el reino de Lumiouse ubicado en la región de Kalos, una región que escondía los más grandes secretos al igual que pokémon, existía un rey de nombre Lysson, un hombre con cabello color naranja que siempre viste elegante y con un aspecto duro e imponente era querido por todos los habitantes del reino, junto a su reina Grace, una hermosa mujer con cabello corto de color café y ojos azules tenían tres hermosas hijas.

Aria, la más grande, una joven de 17 años de edad quien tenía un hermoso cabello rosa y muy largo, también contaba con una silueta envidiable y con modales que cualquier princesa debe tener solo que ella era más compasiva por los habitantes del reino así dándoles comida a los que no tienen hogar.

Korrina, la mediana de 16 años de edad, poseía un largo cabello color amarillo o rubio, esta era una princesa un poco tosca en cuanto a actitud ya que le encantaba jugar y hacer muchas actividades, tenía una silueta muy bien hecha que con facilidad podía competir con su hermana Aria.

Por ultimo tenemos a Serena, una hermosa jovencita de 15 años de edad quien tenía una hermosa piel blanca que la hacía ver frágil, también poseía un hermoso cabello largo solo que color miel y unos ojos azules idénticos a los de su madre, en cuanto a cuerpo ella no contaba con una figura muy destacable solo era delgada pero gracias a su bella cara angelical, su cuerpo no hacía falta, contaba con una actitud tímida, le gustaba hacer actividades con sus hermanas pero la mayor parte de su tiempo le fascinaba leer, escribir poemas e imaginar a su príncipe azul.

Todas ellas contaban con un fiel pokémon, Aria tenía un Fennekin, Korrina con un Lucario y Serena tenía un Eevee.

De las tres solo Serena estaba en la mira de alguien, el príncipe Alan, un apuesto príncipe que era hijo del rey Sycamore del reino Fluxus, un reino igual de poderoso que Lumiouse, este príncipe tenía un cabello color azabache y unos ojos azules con una personalidad muy peculiar.

Aunque el príncipe Alan era muy sociable, no se le daba bien el habla a este era muy poco común solo hablaba cuando se le era necesario al igual que su ceño, parecía siempre estar enojado. Alan amaba a Serena y aunque el rey veía perfecto que el príncipe Alan desposara a su hija, Serena no pensaba de misma manera ella quería a un hombre que tanto en la amara como ella a él y el príncipe Alan no la veía con dichos ojos, es más su mirada era idéntica a que el deseara coger y coger con la peli-miel y eso hacía que ella no lo amara.

Estas tres princesas eran queridas y amadas por sus súbditos, todos los hombres anhelaban tener en sus brazos dichas hermosuras, todos excepto uno. Ash Ketchum un herrero y vendedor de bayas para los entrenadores pokémon, él era un muchacho de 15 años de edad quien quedo huérfano desde hace 4 años, desde entonces vive solo y ha puesto en práctica todo lo que le enseño su madre antes de fallecer, y aunque podemos decir que él estaba solo este es más que una simple metáfora, él nunca estuvo solo estaba acompañado de cuatro pokémon.

Pikachu, su fiel amigo, desde que el cumplió 10 años su madre se lo regalo después de un viaje que hizo la. Misma para buscar minerales para el negocio herrero, nunca se ha separado de Pikachu y jamás tenía planeado hacerlo.

Charizard, un gran y temible pokémon, desde que él era un pequeño Carandero Ash lo encontró solo en el bosque justo en una tormenta a punto de morir, gracias a que le ofreció su hogar Charmander siempre honro a dicho muchacho.

Sceptile, un pokémon planta, este pokémon cayó en los brazos de Ash a las afueras del reino, este pequeño Treecko quien estaba solo y abandonado sin comida ni hogar llego Ash en su rescate, brindándole un hogar y comida el pequeñín jamás se apartó de su amo.

Greninja, el pokémon sigiloso, cuando era un Froakie fue expulsado de su rebaño dejándolo sin comida, tomando medidas desesperadas empezó a robar en los establecimientos comida para sobrevivir hasta que un día el pokémon fue atrapado y golpeado por un cocinero solo hasta que llego Ash en su rescate, tomando la culpa de este pequeñín fue azotado por latigazos horribles y aunque perdió mucha sangre ese día, gano un nuevo amigo.

Este joven quien no solo era herrero y vendedor era un fabuloso entrenador pokémon y si bien los entrenadores eran personas a las que privilegiaban en el reino, el no quería ser una persona rodeada de lujos así que él lo hacía mientras nadie viera, y si entrenador destacado lo hacían único eso no era todos, él era querido por varias doncellas de donde él vivía, tenía unas "z" en sus mejillas y una piel morena con unos ojos de color café y un cabello alborotado color azabache. Podrá no ser atractivo pero su actitud de pensar en los demás antes que el mismo hacia que cualquier mujer se enamorara del muchacho, solo que él no piensa igual. Ash al haber visto morir a su madre morir frente a él, quedo con un trauma un trauma del que pensaba que si le entregaba su corazón a una mujer la vería morir igual que a su querida madre, la lo atormentaba así que decidió no enamorarse y vivir solo con sus pokémon haciendo herrería y vender bayas o al menos eso él pensaba.

Un día como cualquier otro, Ash salió junto a Sceptile para recolectar semillas hasta que lo detuvieron entes de que se fuera.

-Ash amigo no te vayas-grito una voz a lo lejos mientras el volteaba a ver de quien se trataba.

-Brock, que es lo necesitas amigo mío-respondió a la voz notando que era su amigo de nombre Brock.

-Solo venía a advertiros o más que una advertencia es una invitación-dijo el muchacho moreno.

-Es acerca del baile no es así-dijo Ash mientras cruzaba sus brazos.

-Exacto, por eso me agradas solo decidme si ira junto a nosotros al baile que realizara el rey esta noche-comento Brock tomándolo de los hombros.

-Bueno creo entendéis que esto del baile no se me da, e ir a hacer el ridículo frente al rey y la reina me arrebataría mi reputación con el rey Lysson-respondió Ash.

-Se perfectamente que vos no seis muy bueno con los pies pero almenas debes intentadlo, porque el que no arriesga no gana-alentó el joven al azabache.

-Lo pensare, te tendré una respuesta antes de las cinco, pasa a mi casa a esa hora y te diré mi respuesta, entendido-dijo Ash extendiendo su brazo.

-Entendido amigo-respondió estrechando sus brazos.

Despidiéndose los dos amigos se apartaron lentamente y prefirió no salir a recolectar bayas esta ocasión se tomaría el día para pensarlo, entro a su casa y anuncio su llegada con sus pokémon.

-Pikachu, Charizard, Greninja he regresado-grito el azabache mientras su Pikachu corría hacia su hombro dándole la bienvenida-hola Pikachu, sé que no he tardado mucho pero es porque decidí pensar en si ir al baile o no-comento Ash a su amigo.

Se sentó en un banco que tenía cerca y comenzó a meditar, acariciando a su Pikachu seguía y seguía meditando.

-Greninja, no sé si ir al baile o no, pero un poco de hambre ya me dio-comento en rima a su amigo acuático haciendo que todos tuvieran hambre.

Se acercó a la cocina y les preparo un poco de comida a sus compañeros mientras el calentaba un poco café y sacaba el pan que tenía en su despensa, sentándose en el comedor, Ash junto a sus compañeros disfrutaron de un desayuno en familia hasta que la puerta de su negocio de herrería sonó, Ash poniéndose de pie fue directo a la puerta acompañado de Charizard quien era su ayudante en la herrería.

-Permítame un segundo señor-pidió permiso Ash mientras llegaba hasta la puerta.

-No hay problema-respondió la voz detrás de la puerta.

Llegando a la puerta, abrió lentamente y grande fue su sorpresa.

-Mi señor que está haciendo por aquí a estas horas de la mañana puede estar en peligro-dijo Ash viendo que su cliente era el rey Lysson.

-No os preocuparos, solo venía a darle mi invitación formal al baile que daremos esta noche en el castillo-respondió el rey mientras Ash quedaba impactado.

-Se lo agradezco señor pero no soy muy bueno bailando y temo hacer el ridículo en la fiesta-dijo preocupado Ash.

-El saber bailar es lo mínimo, yo te invito puesto a que gracias a tu herrería los caballeros del reino han podido destaca en cuanto sables y armaduras así que no espero un no como respuesta y lo esperare en el castillo a las 7 comprendió sir Ash-comento Lysson.

-Comprendo señor así que será todo un placer ir-respondió el azabache.

-Ahora no os preocupéis acerca de bailar, si gusta mi hija Aria puede ser vuestra pareja de baile-ofreció Lysson a Ash.

-Señor le agradezco de verdad lo que hace por mí pero no creo que sea adecuado-dijo temerosamente Ash.

-No hay pero que valga joven, usted bailara con mi hija y no se diga más-exclamo el rey.

-Entendido mi rey-respondió el azabache mientras hacia una reverencia a su rey.

-Lo estaré esperando en el castillo-dijo el rey mientras acariciaba el cabello de su súbdito.

Alejándose del establecimiento de Ash subió a su carruaje y dio paso a su castillo.

-No hay vuelta atrás Charizard, tendré que ir al baile-suspirando el muchacho escucho un ruido del comedor-Pikachu no me digas que otra vez te dieron ataques-grito el azabache mientras cerraba su puerta.

Eran las 12 del día y el rey llego al fin a su castillo, entrando por la puerta principal subió las escaleras junto a sus caballeros y entro en donde se encontraba su silla del rey viendo que príncipe Alan estaba ahí.

-Me sorprende lo mucho os interesa mi hija-comento el rey mientras se acercaba al muchacho.

-Es que su belleza no se compara con la de ninguna otra princesa mi señor-respondió Alan dándole un caluroso abrazo al rey.

-Alan.

-Lysson.

-Decidme que el motivo de su visita es más que visitar los aposentos de mi hija-pregunto con curiosidad el rey mientras se apartaba de los brazos del príncipe.

-Por supuesto que no, jamás me perdería el baile que está organizando mi señor-respondió Alan con sinceridad.

-No esperaba menos de vos, solo resolvedme una pregunta príncipe, ¿Acaso no vendrá vuestro padre a dicho baile? A él le encantan este tipo de eventos-pregunto Lysson.

-Ese era plan mi señor, pero mi padre cayo en cama con una enfermedad que si bien, no es maligna no le permite bailar y se perfectamente que hubiera venido a dicho baile con entusiasmo-respondió Alan mirando por el vidrio que había en el cuarto.

-Oh, mis condolencias príncipe Alan, espero pronto se recupere.

-Muchas gracias mi rey, solo espero yo también y esta vez vuestra hija no me rechazo.

-Ella es muy terca, pero siempre sabe cuándo darse por vencida y muy probablemente esta vez sea la vencida.

-Eso espero mi señor, ahora si me lo permite visitare los aposentos de su hija.

-Tienes mi permiso.

Así que Alan se apartó de aquel cuarto para dirigirse a la habitación de Serena, mientras ella se encontraba sentada en su sofá leyendo un libro de romance, mientras imaginaba lo que leía suplantaba aquella protagonista mujer por ella misma para así sentirse dentro de la trama, cuando un sonido la interrumpió.

-¿Quién es?-pregunto la peli-miel.

-Alan mi princesa-respondió aquella persona detrás de la puerta.

-Oh eres tú, pasa-dijo sin ánimos la joven princesa.

-Buen día princesa, como amaneció la mujer más hermosa de este reino-dijo un cumplido el príncipe mientras que Serena ni se inmuta.

-Yo bien, solo hasta que llegaste-respondió muy cortante.

-Vamos princesa, deme tan solo una oportunidad para cortejarla-dijo el azabache mientras tomaba asiento a lado de Serena.

-Nunca, usted no sois mi tipo y jamás lo será-respondió Serena cerrando su libro y poniéndose de pie.

-Princesa no sea tan mala, me iré de su habitación solo si dice de qué color será el vestido que lleve esta noche-dijo el príncipe mientras este se paraba detrás suyo y la tomaba de su cintura y oliendo su cabello.

-¡Jamás!, ahora si me lo permite tengo que ir a almorzar y seguro mis hermanas ya me han de estar esperando junto a mi padre y madre-exclamo la princesa quitando al príncipe de su cuerpo y saliendo de su habitación.

-Por eso me traes loco Serena, tarde o temprano me amaras-dijo en voz baja Alan.

Dirigiéndose al comedor nota que solo su hermana Aria y su madre ya estaban ahí.

-Buen día madre, buen Dia hermana-saludo a su familia Serena.

-Buen Dia Serena-dijeron al unísono su madre y hermana.

-Serena me entere que vino a verte Alan nuevamente-comento Aria viendo como tomaba asiento su hermana.

-Si fue a mis aposentos como ya es costumbre-respondió Serena un poco enfadada.

-Vamos Serena, no puedes odiar a alguien solo porque si debes darle una oportunidad al muchacho-comento Aria.

-Yo sé perfectamente que no es mala persona, solo odio la forma en que me hostiga, si no se comportara así, solo pensaría su propuesta tan solo la pensaría-respondió Serena con el mismo tono.

-Hija, tu realmente no lo amas no es así-pregunto su madre.

-No, no lo amo yo aún no encuentro a nadie para ser honestas-dijo más relajada la peli-miel.

-Eso lo sé, pero esto no se trata de amar o no, se trata de compromiso y ahorita en reino está sufriendo mucho peligro y solo la alianza con el reuní Fluxus nos ayudara, acaso crees que el baile lo hizo tu papá porque si, dime Serena.

-No.

-Entonces, vuestro padre hace todo lo que puede para mantenerlas tal como están y tú lo pagas de esa manera, yo no me case con tu padre porque lo amaba, lo hice por compromiso, porque yo aun siendo una plebeya amaba a alguien pero el príncipe me quiso a mí y veía mas mi futuro que lo que a mí me interesara, ahora dime porque razón crees tú que quiere tu padre que te cases con el príncipe Alan.

-Porque el reino corre el peligro de un ataque hecho por el reino de Laverre y ellos tienen como aliado el reino de la condesa Diantha.

-Vamos Serena, solo hazle ese favor a tu padre y seguro con el tiempo aprenderás a amar al príncipe-dijo su madre mientras se sentaba a lado de su hija quien empezó a derramar lágrimas.

-Hermana relájate que seguro nuestro padre no tarda en llegar y no querrás verlo triste-comento Aria mientras le limpiaba aquellas lágrimas de su rostro.

No paso mucho cuando llego Korrina acompañada de su Lucario y dando los buenos días a todos en la mesa, después de unos minutos el rey llego, una vez que atravesó la puerta del comedor, sus tres hijas y esposa se pusieron de pie para darle los buenos días correspondiendo este su saludo. Tomo asiento y los cocineros llegaron de inmediato con la comida para todos y así iniciando el almuerzo.

-Grace invite formalmente al herrero, espero no haya sido un error-comento el rey a su reina.

-Al joven Ash, no realmente fue una estupenda decisión, él es muy tímido y dudo que haya pensado en venir hasta que lo invitaste-respondió Grace.

-A lo que sigue, Aria tu seréis su acompañante, no lo hagas sentir mal, ha sido de mucha ayuda para vuestras tropas-comento el rey a su hija mayor.

-No os preocupéis papa, pero no se supone el baile es rotativo-respondió Aria.

-Lo es, pero quiero que le enseñes lo básico de baile para que no tenga problemas vuestro invitado-dijo Lysson a su hija.

-Entonces déjalo en mis manos-respondió Aria.

-Y tu Korrina-dijo Lysson dirigiéndose a su hija rubia.

-¿Yo que?-preguntó Korrina dejando de comer en sincronización con su Lucario.

-No me digas que no tienes el vestido para esta noche-dijo el rey mientras ponía sus manos en su rostro en seña de frustración.

-No-respondió con una mueca-pero en un rato más iré con la costurera para que me haga uno antes del baile.

-Te lo encargo hija, y tu Serena, es mucho pedir que bailes junto al príncipe Alan-pregunto su padre frunciendo el ceño mientras su madre lo miraba.

-No padre-dijo sin actitud la peli-miel.

Acabando de almorzar todos fueron a hacer actividades independientes, mientras que Serena se fue a su habitación para así abrazar a su pequeño Eevee, mientras que Ash ya les había platicado todo a sus amigos, Brock, Clemont y Gary. Estos se pusieron de acuerdo para ir al baile y que Clemont dejara a su hermanita con los pokémon de Ash para que no se sienta muy sola. Así mismo fueron con la costurera May para hacerle un traje de Gala a Ash.

-Serena, tú no me amas pero pronto lo harás y lo que pienso ya no serán mas ilusiones-dijo el príncipe Alan mientras empezaba a olfatear una pantaletas de Serena ya usada.