N/A

Espero me apoyen en este nuevo proyecto.

Sera un universo altenerno. Es un NaruIno.

Espero les guste.

Gracias por leer.


Disclaimer:

Naruto no me pertenece.


Resumen:

Ella no podía más... aquello escapaba de su entendimiento, él la engañaba y aún así seguía amándolo como el primer día... ¿qué podía hacer?, él había pedido el divorcio y ella solo quería una oportunidad más, solo una... quería que la volviera a amar como el primer día, se iba a arriesgar, jugaría su última carta... la condición para divorciarse era pasar dos meses juntos, como una familia, iba a recordarle a Namikaze Naruto las razones por las que la había amado, si eso no funcionaba entonces ella sería feliz porque sabría que había luchado hasta el final... la decisión estaba tomada... las cartas sobre la mesa... - ¡¿Te volviste loca?! - grito su madre... - Uno se rinde cuando deja de luchar - susurro con lágrimas en los ojos... no se iba a rendir hasta el último momento... - Hare que recuerdes porque me amaste así que preparate Naruto-kun - susurro sobre sus labios antes de salir de la habitación... la última oportunidad de los dos... el último esfuerzo y ella deseaba que su familia no se desintegrara... la última oportunidad de los dos... el último sueño... el último recuerdo...


Remember

Preludio

- Naru... es importante para Minato - susurro con un nudo en la garganta mientras él solo negaba con la cabeza tomando su maletín dispuesto a marcharse sin importarle nada, ni siquiera el festival deportivo de su hijo mayor - Le comprare algo después, tengo prisa - y salio de la habitación con su celular en mano mandando seguramente un mensaje a ella... a su amante, las lágrimas se acumularon en sus ojos más no las derramo, seguía sin entender en esos momentos lo que le estaba pasando a su familia, no entendía, era demasiado para ella, estaba cansada en todo el sentido de la palabra... se estaba rindiendo y no deseaba eso.

- Mamá... - giro la cabeza mirando a su hijo mayor quien contaba con ocho años, Minato, nombrado como su abuelo fallecido, su pequeño niño era rubio de ojos azules, bueno eso no se podía discutir mucho cuando sus padres eran así - Es temprano aún Minato... duerme un poco más - le pidio a su hijo quien solo sonrió un poco negando con la cabeza, incluso siendo un niño entendía lo que les estaba sucediendo - Se que no vendrá... Naruto no nos quiere - aseguro y ella solo se mordio el labio, ¿desde cuándo lo llamaban por su nombre?, se llevo las manos al rostro negando con la cabeza, no quería ver como su familia se estaba destruyendo.

- No lo llames así Minato, es tu padre - aseguro viendo que su hijo solo reía con burla, por la puerta se asomo una pequeña cabellera pelirroja, su hija Kushina hizo acto de prescencia en esos momentos, la niña contaba con seis años y era muy parecida a su abuela fallecida, de allí su cabello porque sus ojos eran azules como el cielo, justo como los de su esposo - Minato, no molestes a mamá - regaño ella y una sonrisa surco sus labios, los niños siempre tenían la facilidad de hacerla sonreir, su hermano rubio solo rodo los ojos pero no dijo nada, tan solo se acerco a donde se encontraba para sentarse a su lado en la cama.

Kushina hizo lo mismo pero ella se arrojo a la cama riendo como una niña traviesa, de hecho lo era - Quiero dormir aquí por siempre - aseguro ella mientras Minato la miraba desaprobatoriamente, al final los tres terminaron acomodados sobre la cama matrimonial aunque no cumplía del todo su cometido desde hace cuatro años... justo esos años su matrimonio se estaba acabando y ella no sabía que hacer... las esperanzas se estaban acabando.


Miro la hora en su reloj, era temprano pero tenía que pasar a casa de Sakura, estaba considerando seriamente en comprarle un auto, la vio salir con coquetería y sonrió ante aquello, esa mujer sin duda alguna era su vida, amaba a Sakura como alguna vez había amado a Ino, la puerta fue cerrada y se giro para darle un suave beso en los labios - Creo que debo comprarte un auto - murmuro acariciando su mejilla causando una suave risa de sus labios, amaba aquel sonido más que a su vida, comenzo con el camino hacía su oficina escuchando la música de la radio, sintio la mano de la pelirrosa sobre la suya y aquel gesto lo maravillo.

- Pedire el divorcio hoy mismo Sakura - aseguro viendo que ella lo miraba con sorpresa y al mismo tiempo con alegría, él deseaba ver siempre aquello en sus ojos, era lo que más deseaba si debía ser sincero - ¿E-En serio? - asintió con la cabeza mientras la pelirrosa festejaba moviendo las manos, era como una niña pequeña pero sin duda alguna le encantaba aquello, el sonido de su celular lo hizo detener el auto, miro el número de Ino pero solo declino la llamada para apagar su movil y continuar con el camino, su familia podía esperar en esos momentos porque su novia era lo más importante y siempre sería así desde ese momento.

- ¿Ella te lo dará? ¿Y los niños? - le encantaba que se preocupara por sus hijos, eso quería decir que de verdad lo amaba, que sus sentimientos eran realmente sinceros - Ellos te amarán como te amo yo... podremos verlos los fines de semana - aseguro viendo un brillo en sus hermosos ojos jade, le gustaba complacerla en todo y si ella deseaba conocer a sus hijos entonces los iba a conocer - Gracias - agradecio ella mientras besaba su mejilla con efusividad, definitivamente amaba a Sakura y quería ser feliz a su lado, eso no era malo... no, claro que no era malo.


- S-Sasuke fue a su oficina - murmuro Hinata y ella solo asintió con un nudo en la garganta, Minato había tenido un accidente en el festival deportivo, había caído mal a la piscina en una de las pruebas, tenía un corte en la ceja derecha y el brazo izquierdo completamente vendado, solo deseaba que Naruto estuviera allí - N-No va a venir Hinata... - susurro llamando la atención de su mejor amiga, la ojiperla encarno una ceja tomando sus manos entre las suyas sonriendo con calma pero ella solo negó con la cabeza, él no iba a llegar, no le importaban sus hijos... no le importaba su familia en lo absoluto, esa era la realidad por mucho que doliera.

- Ino... debes dejarlo... pide el divorcio - súplico su amiga peliazul y de inmediato negó con la cabeza, no, cualquier cosa menos aquello, ella no quería dejarlo ir, lo amaba, lo amaba demasiado como para dejarlo ir sin luchar, sin darlo todo, ella no quería dejar ir a Naruto, no podía, la sola idea la mataba - No, no y no Hina... no quiero el divorcio, esto no es por mí... es por ellos - señalo la habitación donde sus dos hijos se encontraban, no quería ver a sus hijos en medio de un pleito legal, era algo que quería evitar por completo - Ino... debes hacerlo, te engaña desde hace cuatro años... ¿cuánto más vas a soportar? - pregunto su amiga desesperada.

Ese era su asunto, ella iba a soportar cualquier cosa menos dejarlo, menos darle el divorcio, eso no lo iba a soportar en lo absoluto - Saldremos de esto Hina... no me rendire - susurro con lágrimas en los ojos, su amiga se levanto y le dio un fuerte abrazo, cerro brevemente a los ojos y entonces al abrirlos la realidad la golpeo por completo, su mundo se desmorono en segundos... él venía con su amante de la mano.


- ¿Cómo está? - pregunto llamando su atención, Hinata iba a decir algo pero su esposo Sasuke la tomo de la cintura alejandola un poco de aquel encuentro, desvio un poco la mirada al ver como aquella mujer que estaba destruyendo su hogar tomaba del brazo a su esposo - Lo daran de alta en veinte minutos... vuelve a tu oficina, te veo en casa - intento avanzar pero la mano de él no se lo permitio, se quedo quieta tratando de no llorar pero le era inevitable, no podía, se mordio el labio sintiendo algunas lágrimas resbalar por sus mejillas, se solto de su agarre girando el cuerpo para verlo con decepción.. pero aún con amor en la mirada.

- Quiero el divorcio Ino... ella es Sakura, la mujer que amo - aseguro con determinación y ella solo sintio el peso de todos los años juntos caer en sus hombros, a los quince años había quedado embarazada, nunca había pasado por su cabeza que él, que Naruto le pidiera matrimonio pero aún así había aceptado, llevaban nueve años casados, su matrimonio había sido feliz pero después de dos años del nacimiento de Kushina noto los cambios, él no la abrazaba, no la besaba, no le decía que la amaba, no pasaba mucho tiempo en casa... su matrimonio se desmoronaba delante de sus ojos y ella no sabía que hacer porque sabía que no podía hacer nada.

Una tarde lo había seguido a su oficina, lo había visto besarse con la mujer que tenía en esos momentos tomada de la mano, le profesaba amor a ella, un amor que siempre había considerado suyo ya no lo era - M-Minato esta mal Naru... hablemos después - la presión en su mano se intensifico, él no iba a aceptar un no por respuesta, se solto de su agarre y lo miro con los ojos vidriosos - No vas a huir de esto... quiero el divorcio - señalo subiendo un poco el tono de voz, se mordio el labio y solo apreto los puños, la última carta tenía que ser usada, su última oportunidad era en esos momentos, su última jugada era necesaria justo allí.

- ¿Quieres el divorcio? ¡Perfecto! Con una condición - señalo mirandolo directamente a los ojos, su mirada demostraba determinación, porque iba a luchar por el bien de su familia aunque ella resultara herida en el proceso - Bien, dime la condición - ordeno este sujetando por la cintura a la pelirrosa que no mostraba arrepentimiento alguno por estar destrozando a una familia - Dos meses, solo dos meses más como familia, después te dare el divorcio - aseguro con todo el dolor del mundo, él la miro con incredulidad para negar de inmediato con la cabeza, no se lo iba a dar si no aceptaba, era la última oportunidad que les estaba dando.

- No... no y no, solo firma los papeles - negó con la cabeza ante aquello, lo miro con seguridad, no mentía, no iba a firmar si no aceptaba aquella condición - Bien, solo dos meses y firmas - asintió viendo que la pelirrosa la miraba con odio pero solo le devolvio una ligera sonrisa - No la veras durante ese tiempo, trabajaras en casa te guste o no... si la ves te juro que nunca veras a los niños - señalo caminando hacía la habitación de su hijo... él iba a recordar, iba a recordar porque la había amado, lo iba a hacer... porque no estaba dispuesta a que su familia sufriera, no lo estaba.


- ¡¿Te volviste loca?! - grito su madre junto con su padre que estaba igual de sorprendido que sus amigos quienes la miraban como si se hubiera vuelto loca - Es por el bien de los niños - aseguro firmemente, su madre negó con la cabeza ante aquello mientras hacía aspavientos, no lo estaban tomando del todo bien - ¡Te ha engañado durante cuatro años, solo dale el divorcio! ¡Me encargare de que nunca vuelva a ver a los niños nena! - grito ella en respuesta y negó con la cabeza, eso no estaba en sus planes, algunas lágrimas se acumularon en sus ojos que se desbordaron por sus mejillas... estarían bien, se iba a encargar de ello.

- Ino-chan tu mamá tiene razón... dale el divorcio, no luches por una causa perdida - suplico Hinata y ella solo sonrió intentando limpiar las lágrimas que resbalaban de sus mejillas - Uno se rinde cuando deja de luchar - susurro con los ojos llorosos y ella no se iba a rendir... no hasta haberlo dado todo.


N/A

Espero les haya gustado.

Gracias por leer.