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EL DRAGÓN DORADO
Escrito por El Palabragrís
Preludio
Palabras escritas
La muchacha subió los escalones lentamente, parecían miles e interminables, como inclementes piedras pulidas que le abrían el camino hacia el mirador de Palacio, cerca de los muros exteriores, desde donde podía observarse en plenitud la extensión del reino que continuaba con la cotidianidad de su vida, ignorante aún de los sucesos ocurridos. Se sentía cansada, agotada por los vaivenes del día y por las lágrimas que amenazaban con liberarse de la prisión de sus ojos; un llanto que debía callar para que nadie más se percatara, pues debía ser fuerte. Es lo que se esperaba de ella.
Tomada con fuerza en su mano, la carta que había recibido minutos antes. Ya había vivido tragedias antes, pero ninguna así.
Ninguna.
Una vez que llegó al palco exterior, decorado majestuosa y elegantemente con floreros de oro y plata que resplandecían con fuerza bajo el sol del atardecer, se permitió mirar hacia el horizonte, donde las lejanas montañas que señalaban la frontera se alzaban teñidas de naranjo bajo la sombra de enormes nubes carmesí. Entonces, ante aquella conmovedora imagen, se liberó y cayó de rodillas, empapando con sus lágrimas la alfombra que yacía a sus pies al tiempo que cubría su rostro con las manos. Eran lágrimas de tristeza y angustia.
Aún recordaba las palabras escritas, aquéllas que le informaban que estaba perdida para siempre, para siempre, y que jamás volvería:
«Sinceramente, no sé cómo comenzar esto.
He recabado la mayor cantidad de información posible, y aún me cuesta creerlo. Además, por mucho que lo he intentado, él sigue sin hablar, retraído en su propio mundo. No lo culpo. Lo que debe estar viviendo en este momento ha de ser terrible.
Según supe, sólo se trataba de un trabajo más. Pero en el trayecto algo salió mal, algo que aún no logro descubrir, pero que parece ser más grande de lo que cualquiera de nosotros creyó en un primer momento.
No sabes el pesar que siento al tener que ser yo el que te informe de esto. Sería ideal poder decírtelo en persona, pero mi instinto me dice que no tenemos tanto tiempo como para que yo regrese. Además, tienes todo el derecho de saberlo a la brevedad posible: los rumores resultaron ser ciertos...».
Slayers © Hajime Kanzaka & Rui Araizumi, Kadokawa Shoten, Fujimi Shobo, E.G. Films, J.C. Staff
~Escrito el 30 de noviembre de 2008 / Revisión final el 7 de julio de 2014~
