Naruto es de Masashi Kishimoto

La historia, narración y trama es mía. Por lo tanto queda PROHIBIDO el plagio y/o copia de cualquiera de mis historias.

Let's go ppl!


Introducción:

El infortunio de la dama.

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"Algunos nacen con estrellas… y otros nacemos estrellados."

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Una lágrima silenciosa le recorría la mejilla, mientras colgaba el auricular del teléfono. La taza que contenía un caliente y reconfortante poco de café cayó al suelo, haciéndose añicos y desparramando el líquido por el piso. Dio tres pasos hacía atrás y cayó en el sofá, aún sin poder caer en todo lo que le había pasado.

Inevitablemente, el mensaje de la contestadora volvió a repetirse, y gracias al sepulcral silencio que había en su hogar, las palabras que salían desde ese aparato se hicieron perfectamente audibles a su oído.

"Eh, esto es demasiado complicado… pero, Sakura, tú sabes que te quiero mucho, y que eres una persona muy importante en mi vida. Este último año fue genial, pero… pero… yo no puedo olvidarla, y ¡Lo siento! En verdad, lo siento, pero sólo te veo como una amiga. Espero que lo puedas entender, y verás que lo mejor será que no nos volvamos a ver… me iré del país… y, suerte con tu vida. En verdad mereces lo mejor… pero yo no te merezco a ti… como ya dije, espero que me entiendas. Besos… y adiós"

¡BIP!

Sakura siguió mirando ausente el aparato, como si no pudiera creer lo que le pasaba. No había un solo sonido en su departamento más allá del mensaje que se repetía constantemente, pero ella ya no lo escuchaba.

Su novio –ex, se dijo a sí misma– Kiba, la había dejado de un día para el otro, usando la patética excusa del "No eres tú, soy yo". No eran la pareja perfecta, no eran los típicos "Vivieron felices por siempre", pero ¡Eran novios! Y ella… ella… ¡Lo amaba!

Definitivamente, jamás tendría suerte con los hombres. Y no era solo porque Kiba la haya dejado– porque estaba enamorado de otra mujer, cabe recalcar– si no porque era su quinto novio. Quinto que la dejaba en sus veintisiete años.

Cuando tuvo al primero, Gaara, a sus quince años, pensó que estaba viviendo un cuento de hadas. Ella era una chica de buenas calificaciones, aplicada, y con una educación soberbia. Gaara era atractivo, maleducado y el típico chico cool del instituto, ¡Toda una novela! La alumna modelo con el rebelde. La novela no tardó en romperse cuando Gaara la dejó porque ella era demasiado conservadora y aburrida.

A sus dieciocho años, conoció a otro chico: Suigetsu era su nombre. Divertido, bonito y trabajador. La relación con él duró dos años, pero terminó en cuanto encontró a Suigetsu acostado con otra mujer, que resultó ser su compañera de curso Karin, y a la vez, su peor enemiga.

Toda mujer con dos malas experiencias amorosas y veinte años aprendería de los errores, pero ella era una soñadora, enamoradiza, inmadura y chiquilina chica, por lo que cayó… de nuevo.

En su universidad se enamoró de Sai, un muchacho atractivo –demasiado–, educado, inteligente… ¡Y encima artista! Y sus cuadros eran hermosos. Él le propuso ponerse de novios y así estuvieron por tres años. Una tarde, a sus veintitrés, Sai llegó a su casa, compungido. Cuando ella le preguntó qué era lo que le pasaba, él pronunció las malditas palabras:

"Lo siento Sakura, eres una persona muy hermosa… pero… me gustan los hombres"

Y una mierda. Ella lloró toda una miserable semana por esa frase. Hubo un lapso de tiempo en que quiso vengarse del destino por ser tan cruel con su vida amorosa. Así que se enredó con su maestro de semiología en su universidad, Kakashi Hatake. Al principio fue una aventura, pero cuando ella se empezó a tomar en serio la historia y fue a la casa de su profesor para decirle lo que le pasaba, a la puerta le atendió la flamante señora Hatake seguida de los Hatakes juniors. Cómo no, al otro día, Kakashi le dijo que amaba a su mujer, que no abandonaría por nada a sus hijos y que lamentaba haberla ilusionado.

Pura basura.

Pasó el tiempo y con eso sus esperanzas. Hasta que un día, que cruzaba la calle repleta de transeúntes y que sus manos iban ocupadas en sus carpetas sobre anatomía humana –No hace falta decir que era una ya recibida médica y que había cursado su primer año de residente en el hospital estatal– chocó contra el último hombre que había pasado por su vida. Kiba era amable, y cuando tocó su mano al ayudarla a recoger sus papeles, Sakura supo que ese chico era especial.

Tan especial, que en ese momento escuchaba una y otra vez como el cobarde había terminado su relación por teléfono.

Siempre sola. La suerte no estaba de su lado en cuanto al sexo opuesto se tratase. Estaba cansada de buscar el amor, y también estaba cansada de que su única compañía fuera la soledad. Sentía como el dolor se comprimía en su pecho, dándose cuenta de que la habían dejado nuevamente. Tomó su teléfono y marcó desesperada un numero en especial, sin importarle si el receptor estaba durmiendo o no a esas horas de la noche.

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ÓwÓ

Sí, sí, cortito el prólogo y lo único que nos cuenta es lo pésima que fue la vida amorosa de ésta pobre chica. Pero me estoy animando a explorar tramas y me gusta experimentar; estoy entusiamada con esta historia y al capítulo uno le faltan unos pequeños retoques, aunque está de salida. Espero que les haya gustado este pequeñisimo inicio y que me dejen un comentario a través de un review ;) !