Nota: Este fic participa en el reto "Citas Célebres" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black. Consistía en crear una historia a partir de la cita inicial.
Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling. Incluso Voldemort, que sólo responde ante sí mismo.
31 de Octubre
"No puede ser bueno aquél que nunca ha amado".
Miguel de Cervantes.
Un hombre alto y delgado contempla la escena con el rostro impasible. Los ojos fríos, desprovistos de toda humanidad, de aquél que empuñó el arma fatal, se deleitan ante el macabro espectáculo que tiene delante. El cuerpo de Lily Potter yace en el suelo, inerte, carente de vida.
Voldemort se relame, mientras recuerda sus gritos. Ella le imploró, le suplicó. Rogó, desesperada, por la vida de su hijo y ofreció la suya en su lugar. Pero él permaneció impasible. Sólo quería al niño.
Sin embargo, ella no se movió. Lo que al principio le había parecido divertido, casi excitante, se tornó en una molestia. ¿Quién era ella para interponerse? Él era el único capaz de decidir entre la vida y la muerte y había optado por dejarla vivir. ¿Así se lo agradecía? Asqueado, levantó la varita y se dispuso a satisfacer sus demandas. Le otorgó la muerte que tanto había suplicado.
Bufa con desagrado. El valor es una cualidad encomiable, siempre y cuando quede subyugado bajo el poder de una mente clara y lúcida. Siempre que no tome el poder y te obligue a cometer actos suicidas. Siempre que no te lance a los eternos brazos de la muerte. Como a ella.
Su rostro se contrae con desprecio. ¡Qué estúpida! ¿Acaso pensó que su sacrificio valdría para algo? ¿Qué el amor la salvaría? Una sonrisa sarcástica se dibuja en su cara cuando piensa en su antiguo mentor. En aquél que defiende la fuerza de un sentimiento tan vano e inútil. En aquél que piensa que la debilidad del amor es patrimonio de almas nobles.
Una risa siniestra recorre la estancia. Si el amor es la más poderosa de las armas, ¿cómo es posible que ella yazca en el suelo? ¿Por qué la fuerza de su amor no ha podido salvarla? ¡Maldito viejo! Él se dejó llevar por todas esas patrañas que infectan al mundo con utopías e idealismos. Dumbledore pudo ser grande, pero acabó convertido en un alfeñique. En un ser deleznable que le repelía.
Por suerte, él si conoce la verdad. La muerte es la más poderosa de las magias, la única capaz de terminar con todo. La última etapa. Es un enemigo invisible que camina a tu lado desde el día en que naces, dispuesto a arrebatártelo todo cuando des un paso en falso. Un enemigo contra el que no piensa perder.
El miedo a morir le incita a actuar rápidamente. Levanta la varita y, dispuesto a terminar con aquél que amenaza su reinado, Voldemort pronuncia las fatales palabras con las que sella su propio destino:
—¡Avada Kedavra!
Un rayo de luz verde atraviesa el cuarto. Después, sólo queda oscuridad. Sólo silencio y muerte.
