Frelser (Salvador)

Ren Centric


Te despiertas. Otra pesadilla. Aún escuchas los gritos, entremezclados de furia, pena y peticiones de perdón, que se ahogan cuando la afilada cuchilla de tu Kwan- Dao arranca sus dolidas gargantas. Pierde sus suplicantes corazones.
Miras a tu lado, pensando que se te ha perdonado. Miras a tu lado, a quien te levanta entre lo decadente del mundo y te promete cosas que no podrá cumplir, por mucho que lo desee. Y te esfuerzas en creerle, porque es cosa de dos. Los dos añoráis las promesas de amor que, aunque cercanas, porque, ahora mismo, susurras un 'te amo', se sienten dolorosamente lejanas.
Miras a tu lado, en un gesto automático, porque tu mirada busca la salvación. Aunque sea de mentira, y eso, cuando lo piensas, te arranque el corazón. Necesitas creer que seréis aceptados, y que tu perdón está a su lado. Y quieres creer que decía la verdad cuando prometió, incansable, que tú eras su salvador. Porque, de esa manera, no se iría.
Todos necesitamos estar con nuestro salvador.

Se siente bien cuando no recuerdas que estás maldito.
Que eres un asesino sin perdón, y no un salvador.


Gracias por leer