Los personajes de Clamp no me pertenecen. Por otra parte mi imaginación si, así que aquí les va

"pensamientos"

cambio de escena

Titulo: Los desconocidos

1.- Cuando llegaste a mí

Una lluvia helada y tormentosa caía en Londres, las calles parecían ríos fluviales, el frío comía a quien pasaba por él. Una joven caminaba rápidamente con su paragua luchando con el viento que se lo quería arrebatar.

"¡maldición! solo a mí se me ocurre esta vez salir a pasear y dejarme el coche en el garaje, si Tomoyo bien hecho, genial idea has tenido".

De repente en su camino veía a una persona por la espalda, aquel individuo no buscaba protección alguna, pareciera como si no le afectase como si aquella tempestad no existiese, a la joven la caridad humana la obligo a actuar extendiendo sobre encima de la cabeza de aquella persona el paragua, que ahora amparaba a ambos de la lluvia.

El desconocido miro a ver, sus ojos celestes parecían vacios y sombríos una mirada perdida

-¿Quién es?- salió de sus labios

-la verdad no me conoces ni yo a ti, pero te estás mojando, te podrías enfermar, en unos momentos llegaremos a mi piso, si tu camino es más largo que el mío te dejare el paraguas, por otra parte te brindo la confianza de que te puedas quedar en mi piso hasta que allá pasado la tormenta-

No recibió respuesta alguna por aquella persona hasta después de unos minutos

-disculpa pero no deberías confiar en alguien que no conoces, si yo llegase a ser un acecino que haría-

-mmm, la verdad no sé, pero no tienes cara de acecino, pero si lo eres, bueno me toco la hora- dijo con tono gracioso y una sonrisa extensa

- bueno te quedaras o seguirás- . Al escuchar eso el paro

-¿dónde vives?- pregunto

-Aquí mismo, en el ático de este edificio- dijo ella dirigiendo la mirada al edificio a lado suyo

-vuelvo a decir soy un desconocido-

-Muy bien, me presento Tomoyo Daidouji con quien tengo el gusto- dijo extendiendo su mano

El individuo sonrió a tal gesto y estrecho la mano extendida- Eriol Hiraguizawa un placer conocerte-

-mira que bien ya nos conocemos, ni tú eres un desconocido para mí ni yo lo soy una desconocida para ti, te vas o te quedas, es que hace un poquitillo de frío y de verdad yo quiero entrar a mi casa-.

Aquel chico la miro, con la poca luz que había en las calles no podía ver bien su rostro - está bien, gracias por tu hospitalidad- fueron sus palabras

Entraron en el edifico luego en el ascensor ella primero y el después, apenas entro ella le dio al último botón y sintió como el ascensor comenzaba a subir, se giro a para ver bien quien era su acompañante, frente a ella estaba un joven, quizás unos tres dedos más alto que ella, de piel blanca y cabello negro azulado, se le podría calcular 22 años llevaba unos jeans y una camisa de mangas largas, blanca y encima una chaqueta café claramente oscura por lo mojada que estaba, pero se perdió en sus ojos aquellos que había notado en la espesa lluvia los cuales ahora los veía como el profundo azul del cielo o el gran mar extenso

-¡hola! creo que se detuvo el ascensor- fueron las palabras del joven que con esta frase salió la joven de su hipnotismo

-disculpa, lo siento, soy tan torpe-

-no hay porque- dijo el mostrando una dulce sonrisa

-pasa-dijo ella abriendo la puerta y encendiendo la luz – esta es mi humilde casa, siente como si fuera la tuya-. Ambos pasaron al salón

-bueno iré por algo caliente, café, chocolate o té- dijo ella desde ya lo lejos

-sino te molesta preferiría chocolate-se escucho departe de el

-adicto igual a mi- dijo ella

-algo- respondió el

Tardo unos minutos y regreso con una bandeja con dos grandes jaros de chocolate, al entrar al salón se detuvo, su reciente conocido miraba a través de los grandes vidrios la luminosa ciudad de Londres

-tiene una vista estupenda, casi no recordaba como era Londres- dijo casi para el pero ella lo logro escuchar

-si a mí también me gusta- dijo haciendo que él se revire a verla

-lo siento no me percate de tu presencia- dijo el disculpándose

-Tranquilo casi nadie lo hace, ya esta el chocolate- decía ella mientras ponía en la mesa de vidrio fino los dos jaros, al sentarse en frente suyo lo miro al rostro

-llevabas lentes- dijo ella notando aquel detalle distinto en su rostro

-delicioso-dijo el al terminar un pequeño sorbo del chocolate- con respecto a lo de los lentes me los acabo de poner, me los saque por la lluvia, es que como llovía tan fuerte se estaban mojando y además si los limpiaba igual se iban a mojar de nuevo, además ahora puedo observar mejor la hermosura de mi nueva conocida¿sueles ser tan confiada con la gente?- pregunto el

Tomoyo sostuvo la taza de chocolate en sus manos y la miro fijamente – la verdad, no, suelo ser muy desconfiada pero no sé como explicarlo me diste un aire de confianza, no te puedo decir porque actué así, te vi bajo la lluvia como si no te importara el mundo y no se…-

-fue la caridad de tu corazón- dijo el mirándola fijamente.

Frente a él se encontraba una completa desconocida pero de inigualable belleza eso no había quien lo dudara, su cabello negro con un atonalidad muy oscuro, ondulado y largo, aquello pequeños rizos en los que acababan las puntas del mismo era casi un acabado perfecto que conjugaban en relación con su rostro terso, su piel blanca casi parecida a la nieve pero con un expresivo tono rosado en sus mejillas el cual resaltaba, pero resaltaba aun más sus ojos aquellos ojos violáceos, no eran azules eran violetas, nunca había visto tales en otra persona, solo en ella.

Sus ojos la siguieron hasta que tomo el teléfono, estaba de espaldas su figura, era delgada y alta, sus tobillos formados, su cuerpo bien definido caderas anchas, espalda pequeña y una cintura que podría abrazarla con una sola mano, luego la miro de perfil, ella no notaba tal escrutinio en ella, su nariz perfilada una hermosa sonrisa se dibujo en sus rostro y luego sus busto, giro levemente su mirada hacia otro lugar por el enrojecimiento y diviso una fotografía en ella se encontraba su recién conocida y dos personas mas, un joven castaño y una joven

-Lo siento era mi prima- dijo ella tomando asiento pero el estaba perdido en aquella foto, con su mano trato de atraer su mirada

-si- dijo sin notar lo que había ocurrido

-no lose, mirabas la foto de la esquina con atención- contesto ella

- a, disculpa-

-si preguntas son mi familia, bueno por llamarle así – Se levanto y se dirigió hasta la foto la tomo entre las manos y luego se sentó junto a el

-ella es la hija de la prima de mi madre, vine a ser prima mía en segundo grado se llama Sakura aparte de ser familia somos las mejores amigas la adoro, y él…- se quedo mirando la fotografía por largo rato hasta que continuo

-y el es su novio, Lee Syaoran-dijo ella depositando la foto en la mesa

-alguien muy importante para ti ¿no?- dijo el

-no lo de Lee ya lo deje atrás- contesto automáticamente

-me refería a tu prima- dijo el

-sino es que soy despistada, aunque te digo que no se que me ha pasado hoy casi nunca soy así-

-bueno como me has enseñado algo de tu familia me siento en deuda- el saco de su billetera una foto pequeña de bolsillo

-ella es muy prima Nakuru, ese es mi gatito se llama Spinel-

-y ella tu hermana o tu otra prima- dijo Ella señalando a otra joven en la foto

-no ella es mi ex novia- dijo el con algo de tristeza

-lo-lo- siento, ahora aparte de ser despistada soy bocona- dijo ella

-no te preocupes- dijo con una voz suave y cálida – casi lo olvidaba – lo dijo para sí mismo, y saco del otro bolsillo de su pantalón el móvil

-tu móvil – dijo ella

-sí, es que lo había apagado por la lluvia, para que no haga corto- dijo el – ¡dios!-esbozo

-sucede algo malo- dijo con algo de preocupación

-no Tomoyo nada, es que he recibido varias llamadas mientras el móvil estaba apagado- dijo el

La chica se perdió por un momento en su tono de voz al escuchar su nombre el había mencionado su nombre

-ahí está de nuevo, disculpa- dijo el

-Eriol iré por galletas-. La miro a verla había mencionado su nombre y se había quedado en otra galaxia escuchaba un leve murmullo en su oreja pero su cerebro no lograba coordinar nada

-a, si dígame quien es-

-COMO QUE QUIEN ES, SOY YO TU PRIMA NAKURU, HE ESTADO MAS DE TRES HORAS LLAMANDO A TU MOVIL, PAPÁ, TÍO, MEJOR DICHO TODO EL MUNDO A TRATADO DE ENCONTRARTE, MI MADRE HA IDO A LA ADEFENSA CIVIL, ADEMAS HA ESTADO CALLENDO UNA TORMENTOSA LLUVIA Y CREIMOS QUE TE HABÍA PASADO ALGO, PERO QUIEN TE HAS CREÍDO PARA NO AVISAR A DONDE VAS- se escuchaba por el teléfono la voz femenina de una mujer que parecía estar al borde de un colapso nervios

-estoy bien, tranquilita-

-¿donde estas? o ¿con quién?- reprocho la mujer

-donde estoy no te pienso decir y con quien peor aún, tranquila ya que nada me ha pasado regresare en un par de horas, voy a terminar una cosa que tengo aquí-

- Eriol aquí están las galletas-

-¡¡¡CON UNA MUJER!!!- fue lo que se escucho del otro lado del teléfono

Eriol apago rápidamente el móvil

-ocurre algo - dijo Tomoyo algo asustada

-no nada, cosa…- dijo el

-mira a parado la lluvia- dijo Tomoyo acercándose a la ventana

-tienes razón por lo cierto están ricas las galletas-hablaba con un poco de dificultad porque comía una –las hiciste tu- . Sintió como la voz retumbaba en sus oídos la cual provenía detrás de su espalda

-si- articulo con nerviosismo

En ese momento las luces de toda Londres desaparecieron y hasta el propio edificio se quedo sin luz

-AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!- fue el gran grito que se escucho por el edificio, le aterrorizaban los apagones y aun más la oscuridad, pero de repente se sintió protegida por unos brazos que la envolvían

-tranquila solo ha sido una apagón- escucho la voz suave de Eriol hablarle por encima de su cabeza mientras la abrazaba, que había hecho en un acto reflejo se había pegado a él abrazándolo

(n/a disculpe la intromisión en la lectura pero si yo tuviera un chico como ese a lado mío también lo abrazaría aunque no le temo a la oscuridad - jeje)

Iba a pronunciar palabra pero se quedo callada cuando lo escucho hablar- ven vamos junto a buscar las velas- dijo con una voz protectora

-está bien-. Caminaron varios pasos hasta que Tomoyo sintió tropezar con algo luego caer en ello y más encima callo alguien

Sus gritos no fueron escuchados, sus labios estaban haciendo presión con algo, o con alguien, sí, debía ser eso los labios de él, de Eriol contra los suyos, llámese acto reflejo pero ambos correspondieron al beso hasta que necesitaron aire y se separaron, en ese corto tiempo de separación las luces se encendieron.

Frente a él una hermosa joven.

Sobre ella aquel desconocido que por alguna extraña razón no lograba entender porque había reaccionado así en lugar de otra forma

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Bueno aquí se cierra esto, lo pongo a disposición del lector para ser juzgado duramente y fríamente, he se digo se cierra pero se termina a menos que no reciba un solo reviews por esto y de verdad entonces entenderé que a nadie le ha agradado, bueno no los molesto mas, aquí otra historia.