Nota del traductor: Bienvenidos a una nueva historia, la cual es una traducción de YamiNaruto, quien muy amablemente me concedió el permiso para que la escribiera en español. Es un fic muy bueno, en mi opinión, y los capítulos que siguen al primero se van poniendo cada vez más interesantes. No conozco las parejas, pero supongo que el autor original quiere inclinarse por el Naruto x Kaguya, o eso creo. Ya veremos más adelante según vaya actualizando.
Por último, en este fic no van a ver mi estilo de escritura. Al ser una traducción, traté de mantenerme fiel al original en inglés, agregando ciertas palabras o estructuras para que quede bien en nuestro idioma. Hay cuatro capítulos escritos por el autor, pero me va a llevar un tiempo traducirlos, así me aseguro que quede lo mejor posible.
Capítulo 1
La Pérdida de Alguien es la Ganancia de Alguien Más
[Disclaimer: Naruto no me pertenece. Es legalmente propiedad de Masashi Kishimoto. Tampoco la historia me pertenece, pero la traducción sí.]
"Personajes hablando"
Personajes pensando
"Conversación telepática"
"¡Jutsu!"
"Invocación o demonio hablando"
'Una pequeña piedra puede producir una gran ondulación.'
Incluso la más pequeñísima piedra puede causar ondas que continúan formándose incluso luego de que la piedra toque el agua. Minato y Kushina aprendieron aquello de la peor manera cuando su pequeño error les trajo problemas no sólo a ellos, sino también al mundo entero. Historia de Naruto sin Kyuubi, ignorado por su hermana Jinchuuriki.
"¡Mami! ¡Papi!" exclamó una chica pelirroja de seis años y con ojos azules, felizmente saltando de arriba a abajo. "¿Vieron eso? Fue genial, ¿no?"
"Sí, Natsumi. Eso estuvo muy bien." Una mujer pelirroja sonrió. Se agachó y besó a su hija en la frente.
La mujer era hermosa. Tenía una figura delgada, pero femenina a la vez, piel blanca, ojos violetas, cabello rojo brillante con mechones que enmarcaban ambos lados de su cara y una hebilla negra que desviaba su cabello hacia la izquierda, manteniéndolo fuera de sus ojos. Vestía una blusa sin mangas bajo un vestido largo y suelto junto con una banda azul oscura que llevaba en su muñeca izquierda, así como también sandalias Shinobi violeta estándar en sus pies. Su nombre era Kushina Uzumaki.
Natsumi le dedicó una gran sonrisa a su madre y dijo, "Okay, Mami."
De repente, la pequeña sintió una mano en su cabeza. Miró hacia arriba y le sonrió a la persona cuya mano estaba revolviendo su cabello. Era un hombre alto, de piel blanca, ojos azul brillante y cabello rubio alborotado. Llevaba puesto su uniforme estándar de ninja de Konoha con dos bandas en cada una de las mangas, un chaleco protector, un protector de frente y sandalias. Tenía una capa larga, blanca, de mangas cortas sobre su ropa normal, decorada con llamas como motivos en los bordes, junto con el kanji de 'Cuarto Hokage' escrito verticalmente sobre la espalda, y cerrado en el frente por una fina cuerda naranja.
Ese hombre era Minato Namikaze, su padre, y también el Cuarto Hokage de la Aldea Escondida Entre las Hojas.
"Estoy orgulloso de ti, mi pequeña princesa," dijo Minato, sonriendo entusiasmadamente. "Pronto vas a ser un ninja muy poderoso como tu papá, ¿verdad?"
Natsumi asintió. "Sí."
Kushina rodó los ojos ante aquello, pero no dijo nada.
"¡Pero también voy a ser la primera mujer Hokage!" Natsumi lanzó su puño en el aire mientras sonreía enérgicamente.
Kushina esbozó una gran sonrisa al tiempo que apuntaba un dedo a su esposo. "¿Ves, Minato? Ella va a ser como su madre." Moviéndose hasta su hija, ella se arrodilló enfrente de la pequeña y puso sus manos en sus hombros. "Convertirme en la primera mujer Hokage era mi sueño... El sueño que tu padre me arrebató." Disparó una mirada enojada a su esposo, poniendo nervioso al actual Hokage. "Pero estoy segura de que lograrás ese objetivo por mi." Kushina sonrió mientras miraba a su hija. "El título 'Natsumi Uzumaki el Quinto Hokage' tiene algo especial, ¿no lo crees?" Ella rodeó la pequeña figura de su hija y la abrazó.
Minato sonrió ante la escena y se unió al triple abrazo entre los miembros de su familia. Sonriendo, ambos padres sostuvieron a su preciosa hija cerca. Ellos parecían un buen ejemplo de una familia perfecta y feliz.
Pero no lo eran.
Tenían otro integrante más para completar la familia... Su hijo y el hermano gemelo de Natsumi, Naruto Uzumaki. Naruto era un pequeño chico de seis años. Tenía el pelo de un color igual al de Minato, y ojos violetas como los de su esposa Kushina.
El chico contemplaba la escena que transcurría delante de él con tristeza en sus ojos inocentes. Algunas veces, cuando sus padres le prestaban demasiada atención a su hermana, ellos se olvidaban acerca de él.
Naruto esperaba que aquel fuera el día en el que finalmente reconocerían su presencia y lo entrenarían. Lo estuvo deseando cada día desde que tenía memoria. Todo lo que siempre quiso fue su reconocimiento... su aprobación... su aceptación. Cada vez que se armaba de valor y le preguntaba a sus padres acerca de su entrenamiento ellos solo le decían que se fuera para así continuar concentrándose en el entrenamiento de Natsumi, ya que creían que ella lo necesitaba más que él.
Su gemela, Natsumi, era la heroína de la Aldea de la Hoja, la contenedora del Nueve Colas y muchos más nombres que la gente de la aldea le había dado. Ella era perfecta — según la mayoría de los aldeanos y sus padres. Para Minato y Kushina, Natsumi era todo mientras que Naruto era nada más que un niño con el que vivían.
Pero sus comportamientos tenían sus raíces en un bien conocido incidente, que transcurrió seis años atrás.
...oOo...
Seis años atrás...
Minato miró al enmascarado que era responsable por todo lo que estaba pasando en la Aldea en aquel momento. El hombre tenía cabello negro corto y vestía una capa negra larga con capucha, además de una máscara amarilla-anaranjada que resemblaba una llamarada de fuego. Este enmascarado primero tomó prisionero a sus hijos recién nacidos para prevenir que Minato interfiriera. Luego, raptó a su esposa, la contenedora del Zorro de las Nueve Colas. Y, después de extraer la bestia del cuerpo de la mujer y poniéndolo bajo su control usando el Sharingan, el enmascarado lo invocó en el medio de Konoha para destruirla.
Era un milagro que su esposa sobreviviera al proceso de extracción. La vitalidad heredada del Clan Uzumaki verdaderamente la ayudó. "¿Por qué estás haciendo esto?" preguntó, queriendo conocer la razón detrás de toda aquella locura.
"Oh, bueno... Es divertido. Todo es parte de mi plan," el hombre dijo. Invocando una larga cadena de la nada, unió ambas puntas a sus muñecas. "Para empezar la guerra... Para traer la paz."
Minato entrecerró los ojos. Quienquiera que sea, ¡es increíble! Puede controlar al Nueve Colas, maneja Jutsus de espacio-tiempo que exceden a los existentes y a los míos, y claramente tiene intenciones malvadas. Tomó su kunai de tres puntas, sacándolo de sus confines. Si no lo mato ahora, se va a convertir en un peligro más grande que el Zorro. Ajustó su agarre en el mango del arma. Si me teletransporto a la aldea, él me seguirá y las cosas se van a poner más caóticas. Si realmente es Madara, entonces dudo que pueda invocar al Nueve Colas por mucho tiempo. ¡Entonces sólo tendré que dejar la aldea in las manos del Sandaime, y matarlo aquí mismo!
"¡No hay esperanza para ninguno de ustedes!" declaró el hombre enmascarado antes de arremeter hacia Minato.
El rubio hizo lo mismo, pero el hombre se hizo intangible, permitiéndole al actual Hokage pasar a través de él. El enmascarado se solidificó de nuevo y volteó alrededor una vez que su oponente estaba detrás de él. Entonces, sacó la cadena y rodeó el pecho de Minato con ella. Sin embargo, el Yondaime lanzó su kunai hacia una sección del bosque y desapareció de la vista del enmascarado, dejando que la cadena simplemente flotase en el aire.
Los ojos del supuesto Madara se ensancharon ligeramente. El Hokage se le escapaba de sus manos de nuevo.
Minato reapareció al lado de su kunai de tres puntas y miró de vuelta hacia su enemigo. Él hace su cuerpo intangible para negar mis ataques, y luego lo solidifica para contraatacar. Mi única oportunidad es intentar e intercambiar golpes con él. Controlando su respiración, su mente fue calculando rápidamente las posibilidades y soluciones. Pero atacar en sí es un gran riesgo para él. Si puede mantener el Nueve Colas invocado por un corto plazo de tiempo, entonces no va a querer que esta pelea se alargue mucho más. El rubio dio un salto y arremetió de nuevo. Esto depende de la velocidad; ¡quienquiera que golpee una milésima de segundo antes ganará!
Ambos cargaron hacia delante otra vez, pero en esta ocasión, Minato lanzó uno de sus kunai especiales hacia el hombre, el cual —como de costumbre— pasó a través de él. Ellos se acercaron aún más hacia el otro. El kunai casi estaba fuera de la cabeza del enmascarado, quien aprovechó aquella oportunidad para estirar su mano en dirección del hombro del Yondaime. Minato tenía ya formado una larga esfera azul en su mano, preparando el Rasengan para efectuar su estrategia. Pero justo cuando el enmascarado estaba a punto de tocar al Hokage, el kunai salió completamente de su cabeza.
El supuesto Madara sonrió detrás de su máscara. "Te ten—"
En la mitad de un segundo, Minato desapareció en un flash, provocando que su oponente expandiera sus ojos. El rubio apareció detrás del hombre e impactó su Rasengan en la espalda del enmascarado justo antes de atrapar su kunai con la otra mano.
El hombre gritó de dolor en el momento en que golpeó el suelo. Maldita sea... Se teletransportó hacia el kunai que arrojó antes, pensó.
"Ese fue el Jutsu del Dios Trueno Volador nivel dos," dijo Minato orgullosamente. Miró hacia abajo y entrecerró sus ojos. El Rasengan había explotado, literalmente destruyendo el suelo, pero el hombre no estaba por ningún lado.
El enmascarado apareció sobre una losa de piedra cercana. Su brazo estaba siendo separado de su cuerpo y una sustancia blanca chorreaba de la herida. Antes de que pudiera hacer algo con respecto a eso, el Cuarto Hokage apareció repentinamente enfrente de él para clavarle un kunai en el estómago, haciéndolo escupir sangre detrás de su máscara.
¡El Hiraishin! ¡Debe haber puesto esa marca en alguna parte de mi cuerpo! el hombre pensó, maldiciéndose a sí mismo por caer en tal truco.
Minato entonces colocó su mano en el pecho de su oponente, en donde brotaron unas marcas que parecían estar destinadas a formar parte de un sello.
"¿Un contrato de invocación?" El supuesto Madara reconoció el sello de inmediato. "¿Estás tratando de liberar al Nueve Colas de mi control?"
"No, ya lo hice," dijo Minato. "Ya no es más tu arma."
A lo lejos, donde el Kyuubi estaba causando estragos, sus ojos que traían el Sharingan debido a que su mente estaba bajo el dominio de éste retomaron su forma normal. Sin embargo, el ser engañado de tal forma sólo causó que su ira se incrementase una vez más.
El hombre enmascarado saltó hacia arriba, fuera del rango del Hokage. "Te mereces el título de Yondaime... Conseguiste herirme y permitir que el Zorro se escapara de mi dominio en un sólo movimiento," dijo. "Pero algún día será mio otra vez. El Kyuubi y el mundo entero se arrodillará ante mi voluntad." Comenzó a retorcerse a sí mismo en un vórtex que apareció desde el hueco en su máscara.
"Hay muchas puertas que aún siguen abiertas para mi." Arremolinándose en el vórtex, el enmascarado desapareció de ahí.
Algo me dice que no estaba mintiendo. Minato miró al lugar que había sido previamente ocupado por su oponente.
…oOo…
"¡Minato! ¡Apresúrate!" dijo Kushina, sintiendo como gotas de sudor caían por su piel. Estaba conteniendo al Nueve Colas con sus cadenas de chakra. No era algo fácil para ella. Hacía solo pocas horas antes, había dado a luz a gemelos y había sobrevivido a la extracción del Bijuu. Eso tomó casi toda su energía, y con solo añadir la fatiga de detener al Zorro todo se volvía demasiado para ella. "¡No lo puedo contener por mucho más tiempo!"
El Yondaime estaba dibujando un complejo sistema de sellos en el estómago de una bebé pelirroja recién nacida, quien yacía en un trono ceremonial. Hacía lo mejor que podía por completar el sello, ya que no ignoraba el hecho de que su esposa casi no tenía chakra. "Por favor, resiste un minuto. Kushina-chan," dijo el rubio. "Está casi completo." Dibujó el último símbolo. "Listo." Reuniendo toda la energía que le quedaba, comenzó a formar sellos con las manos a grandes velocidades.
"¡Minato!"
"Ya casi." Apenas terminó una larga secuencia de sellos de mano, el hombre exclamó, "¡Sello!"
Con una luz brillante, el Yondaime selló al Zorro de las Nueve Colas en su hija recién nacida: Natsumi.
...oOo...
Después de que todo terminara, Minato le informó a los ciudadanos que alguien poderoso había invocado al Kyuubi para destruir Konoha, pero que él derrotó a la bestia y la encerró en su hija, quien usaría ese poder para proteger la Aldea del Hoja. Mucha gente respetaba y amaba a su líder, así que fácilmente aceptaron a Natsumi como la salvadora de su aldea.
Luego de ese día, Natsumi tuvo lo que quiso. Consiguió todo — fama, gloria, el amor de los aldeanos y de sus padres mientras que Naruto, el hijo del Yondaime y el hermano de la Heroína, fue olvidado en las sombras de su familia.
Naruto absolutamente odiaba eso.
"¿Pero cómo me puedo convertir en Hokage si no hay nadie aquí para probar mi fuerza?" preguntó Natsumi, cruzando sus brazos sobre su pecho. Para ser sólo una niña, esa era una pregunta muy inteligente.
Minato asintió, compresivo. Sin obtener ninguna experiencia de combate, ella no se convertiría en la mejor entre los shinobi. ¿Quién peleará con ella? Sus ojos pronto se detuvieron en su hijo, quien los estaba mirando desde lejos. Después de pensar en algo, lo llamó. "Naruto, ¡ven aquí!"
"Sí," respondió el chico, acercándose a sus padres y hermana.
"Naruto, quiero que tengas un combate con ella," dijo Minato.
Su hijo rápidamente asintió con la cabeza, viendo una buena oportunidad para probar a sus padres que él era digno de su amor y dedicación.
"Bien." Minato se giró hasta la pequeña. "Ahora Natsumi, vas a pelear con él, pero no te olvides de tomarlo con calma. Tu hermano no es fuerte como tú."
Naruto se sintió profundamente afectado por las palabras de su padre. Apretó su puño en rabia. Si les muestro que no soy débil, entonces me amarán como lo hacen con Natsumi. Era un pensamiento infantil de la mente del chico de seis años, pero comprensible dada su edad.
Kushina tenía una expresión de shock en su cara. No podía creer lo que su esposo había sugerido. No hemos siquiera empezado con su entrenamiento aún. Sacudió la cabeza en negación y rápidamente lo dejó de lado. Bueno, es una simple pelea. Estará bien. Sin embargo, en ese momento, ella no sabía cuan equivocada estaba. Lo que estaba a punto de suceder era algo que lamentaría por el resto de su vida.
Naruto adoptó la posición de pelea que había estado aprendiendo de un pergamino de taijutsu, mientras que Natsumi usó su propia posición que sus padres le habían enseñado. Minato dio la señal, y su hijo hizo el primer movimiento. Corrió hacia su hermana para golpearla, pero ella simplemente se movió lejos de su camino y lo golpeó contra el suelo. Él rápidamente se colocó en cuatro patas y pateó la zona que rodeaba su pierna izquierda detrás suyo. Un jadeo le indicó que había golpeado el blanco.
Entonces, el chico se puso de pie y notó que Natsumi ya se había recuperado de su ataque. La joven atacó a su hermano, tirando golpes rápidos que Naruto o bloqueó o evadió. Ella nunca se detuvo. Naruto detuvo los golpes de su hermana y envió tres de vuelta, junto con un rodillazo a su estómago que la forzó a arrodillarse. Usando esta oportunidad, la pateó en uno de sus costados, enviándola rodando unos pocos metros de su anterior posición.
Naruto estaba feliz. Finalmente había logrado derrotar a su hermana. Contempló a sus padres en búsqueda de su aprobación, pero notó que miraban detrás suyo, en dirección de Natsumi. Se giró hacia ella, para luego sentir como una oleada de miedo se apoderó de su cuerpo. Ella estaba brillando con un aura roja, maléfica. De repente, la joven desapareció y él sintió un dolor agudo en la mandíbula cuando la chica lo golpeó. Pero, antes de que pudiera recuperarse y defenderse, lo acuchilló en el pecho con sus nuevas garras afiladas, dejando una herida profunda en el área del corte.
Como antes, la joven volvió a atacar con sus garras, esta vez en su rostro. Naruto gritó de dolor al sentir una sensación ardiente en las áreas donde yacían las heridas. Su cuerpo entero parecía estar vacío de energía. Él apenas tenía la fuerza para defenderse de los ataques. Sin embargo, la pelea aún no terminaba. Antes de que Minato y Kushina pudieran darse cuenta de lo que su hija estaba haciendo, Natsumi apareció enfrente de su hermano. Reunió una pequeña cantidad de chakra rojo corrompido y envió un golpe a palma abierta a su cabeza, enviándolo en un envión hacia un árbol detrás suyo.
Naruto apenas tenía la energía para seguir despierto. Todo lo que podía sentir era dolor, especialmente desde su pecho, mientras yacía en el suelo impregnado con su sangre. Estaba consciente, y no pudo evitar oír a sus padres gritando el nombre de su hermana. Lo último que vio antes de perder la consciencia fueron algunas imágenes borrosas de sus padres levantando a una inconsciente Natsumi, olvidándose de él otra vez.
El sentimiento de ser traicionado solo hizo el dolor más fuerte. ¡No! No así... No quiero morir... ¡No quiero ser olvidado!
...oOo...
Minato y Kushina estaban parados en el corredor principal del hospital, mientras un equipo de Ninjas Médicos examinaban a sus hijos. El incidente realmente los había alterado, ya que no esperaban que un simple combate terminase en aquello. Sus dos hijos estaban ahora en el hopital, y no sabían nada sobre su condición.
El sonido de un 'click' llamó la atención de ambos. La puerta se abrió para revelar al jefe de los médicos. Él caminó afuera del cuarto y cerró suavemente la puerta detrás suyo. "Hokage-sama," dijo.
"Los niños, ¿están bien?" preguntó Minato, la preocupación de su pregunta claramente visible en su cara.
"Su hija está a salvo. Tiene un pequeño caso de agotamiento de chakra. Volverá a estar bien en unas pocas horas," Informó el hombre.
Al oír esas palabras, ambos padres sintieron como si un gran peso hubiera sido levantado de sus hombros.
"Su hijo, por otro lado..." El médico se detuvo mientras fruncía el seño, preocupando a los dos.
"¿Qué le pasa?" preguntó Kushina con algo de miedo en su voz. Sus manos temblaban ligeramente.
"No estoy seguro si va a recuperarse completamente." El hombre tomó una pausa, para luego mirar a ambos padres. "Ha perdido una gran cantidad de sangre, pero ese ya no es un problema mayor. El inconveniente es el chakra del Kyuubi. La energía que su hija dejó en el cuerpo de su hijo ha provocado un daño serio a sus órganos principales, especialmente a sus ojos. Han sido dañados irreparablemente. Su cuerpo se ha apagado para entrar en un estado de coma. Temo que no hay nada que pueda hacer. Perdónenme," dijo. "Solo Tsunade-sama can puede ayudarlos con esto. Ella es la única que tiene las habilidades médicas para —posiblemente— curarlo completamente." Dicho aquello, los dejó parados ahí, en solitario, y fue a chequear el estado de sus otros pacientes.
Cuando los dos salieron de su trance, se dirigieron rápidamente hacia la habitación de su hijo. Lágrimas se agolparon en sus ojos cuando lo vieron. Tenía una máscara de oxígeno sobre su rostro, precisamente para ayudarlo a respirar. Su pecho entero estaba cubierto en vendajes así como también su brazo izquierdo, sus ojos, el lado izquierdo de su cara y parte de su cuello. Además, su tórax tenía un par de cables unidos a una máquina que monitoreaba sus latidos y su respiración. Las vendas que cubrían su pecho y ambos ojos estaban empapadas de sangre, dándole a ambos padres una idea de la seriedad de sus heridas.
Es mi culpa. Kushina lloraba abiertamente. ¿Qué clase de madre soy? Llevé a mi hija al hospital por un pequeño problema de agotamiento de chakra pero me olvidé de mi hijo, quien se estaba ahogando en su propia sangre.
Minato no se estaba sintiendo mucho mejor que ella. Miró hacia abajo con vergüenza, en dirección a sus pies, al tiempo que apretaba sus puños. Soy un padre terrible. ¿Cómo pude permitir que algo como esto le pasara a mi hijo? Todo es mi culpa.
...oOo...
"Entonces, ¿cómo pasó?" Preguntó el Anbu cuya máscara tenía el aspecto de un cuervo. Tenía cabello corto y negro, y vestía el uniforme estándar de Anbu.
Su compañero, el Anbu con máscara de ratón, giró su cabeza en dirección suya. Su cabello era marrón y, al igual que su compañero, llevaba puesto el mismo uniforme. "La hija de Hokage-sama perdió el control sobre el chakra del Zorro, y atacó a su hermano bajo la influencia de éste," dijo.
Cuervo asintió y miró directamente al chico rubio que estaban custodiando tras la pequeña ventana de vidrio de la puerta. Dos semanas habían pasado. La condición del chico... La condición del hijo de su líder era todavía crítica, pero estable. "Pobre chico, realmente me da pena," dijo.
Ratón inclinó la cabeza ya que sabía del grave estado del muchacho. Él sólo esperaba que se despertara pronto... sano... no con alguna secuela traumática.
...oOo...
La noche siguiente, la luna llena resplandecía brillantemente in el cielo de medianoche. Sus rayos pálidos se escurrían a través de la ventana para descansar sobre el rostro de Naruto. Pero repentinamente ésta se tiño de un color rojo sangre con cuatro círculos concéntricos y nueve tomoes en estos. Su luz rojiza llenó el cuarto y luego se volvió brillante y clara. Antes de que alguien pudiese darse cuenta de aquellos cambios, todo volvió a la normalidad.
Una niebla oscura emergió de los rincones más obscuros de la habitación. Se unieron en una misma y formaron una gran nube con dos ojos brillantes de color blanco en el centro. Luego, se extendió hacia todo el cuarto para después retorcerse como cuerdas. Se alargó rodeando el cuerpo de Naruto, y casi de inmediato se unió con él.
...oOo...
La misma niebla emergió de un pequeño portal negro en un lugar completamente diferente. El sitio, o mundo, no tenía rasgos distintivos, más allá del blanco infinito que lo ocupaba. El suelo, el cielo, incluso el horizonte; todo traía un efecto casi enloquecedor de estar mirando a la nieve. Ese mundo estaba vacío; sin signos de vida, salvo por una persona que estaba encerrada dentro de una burbuja siniestra. Era Naruto, abrazando sus rodillas cerca de su pecho mientras lloraba con lágrimas de sangre.
Después de encontrar su objetivo, la niebla oscura se retorció de nuevo y tomó una figura hambrienta, para luego convertirse en una hermosa mujer. Ella poseía rasgos faciales muy delicados, así como un cabello pálido extremadamente largo que tocaba el suelo, ojos blancos sin pupilas visibles y una pequeña hendidura en su frente. Lo más notable eran dos cuernos como protuberancias que salían de su cabeza. Sus cejas eran mantenidas cortas — un símbolo de nobleza. Llevaba los labios pintados con una tonalidad oscura, así como esmalte en sus largas uñas. Estaba vestida en un kimono de princesa tradicional con cuello alto, el cual estaba adornado con líneas intrincadas y tomoes corriendo sobre el centro y los bordes de la ropa.
Sus ojos blancos se entrecerraron ante Naruto al tiempo que venas aparecían cerca de sus sienes. Su chakra, pensó. Se teletransportó cerca de él usando un portal negro como una puerta que se abrió enfrente de ella.
La presencia súbita de la mujer causó que el chico mirara hacia arriba con sus mejillas manchadas de sangre. "¿Q-Quién eres?" preguntó el joven, asustado por el poder de aquella mujer. Desde que era pequeño, él podía detectar la presencia de otra gente a través de sus chakras, así que fue fácil sentir la cantidad de chakra que la mujer tenía. Lo aterraba el hecho de que fuera vasto. Ni siquiera su madre y padre combinados tenían tanto chakra.
La mujer no respondió la pregunta. En vez de eso, acarició las mejillas del pequeño con sus manos. "¿Cual es tu nombre, y por qué estás llorando?" preguntó. Su tono no sostenía ninguna emoción.
Al principio, Naruto estaba reacio a responder, pero decidió hacerlo. No quería conseguir que se enfadara. "M-Mi nombre es Naruto Uzumaki," dijo.
"¿Y por qué lloras?"
"Mis padres," declaró el chico en un tono desanimado, escondiendo su ira y tristeza en él. "A ellos les importa más mi hermana gemela que yo. Para ellos, no soy nadie. No les importa si vivo o muero..." Comenzó a llorar y a decirle todo sobre sus padres, su gemela, y el favoritismo de ambos hacia ella.
Incluso después de oír la triste historia de Naruto, el rostro de la mujer no mostró emoción alguna. Miró al chico con sus ojos blancos. Y después de un largo minuto de silencio, habló de nuevo. "¿Qué vas a hacer ahora?"
"N-No lo sé," respondió Naruto mientras envolvía sus brazos alrededor de sus piernas y enterraba su cara en sus rodillas. "Quizás encuentre paz aquí."
"Puedo ayudarte, si eso es lo que quieres."
Naruto elevó su cabeza hacia ella. "¿Por qué?" preguntó. No sabía por qué esta mujer quería ayudarlo. No había nada que pudiese darle a cambio, y —para colmo— ni siquiera conocía su nombre. "¿Y quién eres tú?"
La expresión en el rostro de la mujer permaneció inalterada. "Mi nombre es Kaguya Otsutsuki. Soy tu ancestro," dijo.
Los ojos del muchacho se ensancharon al oír que ella era su ancestro. "¿A- Ancestro?... ¿Pero cómo?" preguntó el joven. Solo con ver sus ojos blancos, él podía determinar que tenía el Byakugan. "Digo, tú eres una Hyuuga y ni mi madre ni mi padre están relacionados con ese clan."
"No soy una Hyuuga. Soy la madre de Hagoromo," dijo Kaguya. Notó una expresión confusa en su rostro. "Quizás lo conozcas por su otro nombre: 'El Sabio de los Seis Caminos'."
"¡El Sabio de los Seis Caminos! ¡Eres la madre del Sabio de los Seis Caminos!" Naruto casi gritó, rápidamente poniéndose de pie. Shock y entusiasmo eran claramente visibles en su cara. "¡El creador del Ninjutsu y el chakra!" Había leído acerca de ese hombre. Aquel era el dios de todos los Shinobi. Pero también era su ancestro debido a que los descendientes de su hijo más joven formaron el clan Senju, así como también fueron parientes distantes del clan Uzumaki, el clan de su madre.
La cara de Kaguya cambió de no sostener emoción, a una llena de rabia y odio. "Muchacho, él no era más que un ladrón como su hermano," dijo, su voz dura y fría, "y él no fue el creador del chakra en absoluto. Él y su hermano me robaron eso. Yo soy la progenitora de todo el chakra."
Naruto tragó saliva y asintió, no queriendo enfurecerla aún más. Es aterradora.
"Ese chico idiota repartió mi chakra... Le dio el chakra a los humanos." La hendidura en la frente de Kaguya se abrió, mostrando su tercer ojo, el cual era rojo y contenía varios círculos concéntricos y nueve tomoes, asustando aún más a Naruto. "El chakra... me pertenece a mí, y a nadie más que a mí."
El rubio reunió algo de coraje en su voz y preguntó, "Pero, ¿por qué?"
"Porque el chakra no es para los humanos," dijo Kaguya, mientras miraba hacia abajo, hacia donde Naruto estaba. "¿Sabes que uso le dan los humanos a mi chakra?"
"Lo usan para las batallas... para la guerra," dijo Naruto. Su tono de voz era demasiado maduro para su edad. Dirigió su mirada hacia los ojos de Kaguya. "Para destruir."
Kaguya sonrió. "Bien. Puedes entender." Esa fue la única vez que la mujer mostró una emoción positiva. "No podemos dejar que esto le pase al mundo... a mi precioso jardín."
"¿Pero qué podemos hacer ahora?" preguntó Naruto. "El mundo entero tiene chakra, y vivirá para siempre."
"Entonces uniremos todo el chakra en un solo lugar... Vamos a recuperarlo," sugirió Kaguya. "¿Me ayudarás con eso?"
"¿Cómo?" Su declaración lo había confundido aún más. ¿Era acaso posible recolectar todo el chakra del mundo?
"Te diré acerca de eso más tarde. Primero, responde mi pregunta. ¿Vas a ayudarme a traer paz al mundo?"
Naruto dudó, pero era la primera vez que alguien le brindaba atención a él, no a su hermana. No quería decepcionarla. Esta mujer era la primera persona que había reconocido su existencia. Realmente se sentía bien. Miró a Kaguya con su determinación recién descubierta. "Te ayudaré con todo mi poder."
"Bien," dijo Kaguya. Ella colocó su mano sobre su cabeza. El cuerpo de Naruto brilló por algunos segundos antes de que la luz muriera. "Primero, déjame decirte cómo nació el chakra."
Naruto tomó una posición en el suelo inexistente y se puso cómodo para escuchar la lección de historia de Kaguya.
"Incluso antes de que el hombre hubiera ganado chakra... Ellos habían estado luchando entre ellos en una guerra interminable..."
...oOo...
El cuerpo de Naruto Uzumaki yacía en la cama del hospital. Nadie más estaba en el cuarto, así que no podían ver el brillo negro que emanaba su cuerpo. El mismo comenzó a alterarse ligeramente y cambiar antes de desaparecer completamente.
Naruto lentamente alzó su mano derecha para remover la máscara de oxígeno de su cara. Juzgando por el olor a medicina, él podía adivinar que estaba en el hospital. Entonces, desconectó todos los cables unidos a su cuerpo y se sentó con las piernas colgando por el borde de la cama. Sujetándolo, el chico se puso de pie, cojeó hacia el baño —casi cayéndose en su camino— y se detuvo enfrente de un espejo.
Cómo había hecho aquello con las vendas cubriendo sus ojos era un misterio.
Primero retiró la venda de sus ojos y los abrió lentamente, permitiendo que se adaptaran a la luz. Notó que sus ojos estaban completamente bien. No había signo de daño en ellos. Luego, comenzó a remover las vendas que restaban. Cuando su cuerpo fue liberado, pudo ver algunas cicatrices sobre su cara y cuerpo. Pero, para su sorpresa, todas ellas empezaron a curarse con rapidez y la piel cubrió las heridas por sí sola. En cuestión de segundos, las marcas habían desaparecido completamente. "Eso es nuevo," murmuró para sí mismo, lanzando un poco de agua sobre su cara.
Miró hacia arriba hasta encontrarse con su reflejo, y vio algo que lo congeló.
Sus ojos habían cambiado.
En el derecho tenía uno de los doujutsus más famosos de Konoha, el Sharingan — irises de color rojo sangre con tres tomoes aparecían en una formación de triángulo alrededor de la pupila. Sin embargo, en su ojo izquierdo, portaba un doujutsu desconocido el cual era portado por una sola persona según sabía el chico. Se componía de un esclerótico rojo sangre e iris con varios círculos concéntricos y cinco tomoes.
Se parece al tercer ojo de mamá, pensó, pero le faltan algunos tomoes.
De repente, el reflejo de Kaguya apareció en la esquina del espejo, atrayendo la atención de Naruto hacia ella. "Naruto" dijo.
"¿Mamá?" dijo el chico. Después de pasar seis meses con ella en un lugar desconocido para aprender más acerca de ella, la había comenzado a llamar 'mamá'. No podía negar que fue mejor madre para él en los últimos seis meses que lo que Kushina fue en toda su vida. "¿Que le pasó a mis ojos? ¿Por qué mi ojo izquierdo luce como tu tercero?"
"Tus viejos ojos... estaban dañados irreparablemente," dijo, "Así que mi chakra te otorgó un set de ojos completamente nuevo. Son poderosos, así que úsalos sabiamente, hijo mío."
"Gracias, mamá."
"De todos modos, no me queda mucha energía, así que escucha cuidadosamente... Envié un mensaje a alguien. Hará contacto contigo pronto. Esta persona es mi voluntad, confía en mí. Te asistirá en tu entrenamiento así como en completar nuestro objetivo."
"¿T-Te veré de nuevo?" preguntó, temiendo que ella fuese a desaparecer para siempre.
"Sí, lo harás," le dijo ella, para luego desvanecerse del espejo.
Naruto observó sus nuevos ojos antes de cerrarlos. Para cuando los abrió de nuevo, ellos ya habían sido reemplazados con sus viejos orbes violeta.
...oOo...
Mientras tanto, en la torre del Hokage, Minato estaba sentado en su oficina, suspirando por centésima vez en el día. Habían pasado casi seis meses desde que Natsumi había perdido el control sobre el chakra del Zorro, hiriendo gravemente a su hermano Naruto, quien aún estaba en coma, pero fuera de estado crítico.
Se volvió hacia la única foto que mostraba a la familia entera. En ella, él sostenía a su esposa mientras sus manos yacían sobre cada uno de los hombros de Natsumi. Naruto estaba apartado en un costado con una mirada triste en su rostro. El Hokage apartó la mirada al sentir que aquella imagen le recordaba aquellos errores que había cometido con su familia. Sus errores habían estado afectando a Naruto más que a cualquiera en su familia, y él había estado demasiado ciego como para verlo.
Recordaba por qué hizo lo que hizo. Todo era debido a la profecía que los sapos habían hecho. Había creído que era acerca de su hija. Ella era la 'Niña de la Profecía'. Se creyó que había tomado la decisión correcta al escoger uno de sus hijos en favor del otro, esperando asegurar el bienestar del mundo. Sin embargo, se había olvidado de que estuvo alejándose de su hijo al hacer aquello.
De repente, algo imprevisto ocurrió. El vidrio alrededor del rostro de Naruto se resquebrajó. Era un signo ominoso, y le preocupó en gran medida.
"¡Minato!" una voz lo llamó urgentemente. El Hokage giró la cabeza en dirección hacia la fuente de la voz. Ahí estaba una persona que no había visto en largo tiempo, su sensei Jiraiya. Incluso después de todos esos años, podía afirmar que su maestro no había cambiado mucho en apariencia. Él todavía era un hombre alto con cabello blanco que le llegaba a la cintura, alborotado, usualmente atado en una cola de caballo, con dos mechones largos que enmarcaban ambos lados de su cara. También tenía líneas rojas que corrían hacia abajo desde sus ojos, y vestía un protector de frente con pequeños cuernos, portando el kanji de 'Aceite', el cual denotaba su afiliación con el monte Myoboku.
"Sensei, ¿qué estas haciendo aquí?" preguntó, viendo como el hombre saltaba a través de la ventana para entrar en la oficina. "¿Encontraste a Tsunade-sama?" Después de que los médicos le dijeran que sólo Tsunade tenía la posibilidad de ayudar a su hijo, él inmediatamente contactó a su sensei para que la hallase. Jiraiya era un maestro espía y un ex compañero de aquella mujer, así que era la única persona quien podía encontrarla.
Jiraiya sacudió la cabeza negativamente. "Lo siento, Minato. Incluso traté que los Sapos contactaran a su invocación de babosas para enviar un mensaje de emergencia, pero eso también falló."
Minato impactó sus manos en la mesa y se puso de pie. "Entonces, ¿por qué estás perdiendo tiempo aquí Sensei? Naruto—"
Jiraiya lo interrumpió, "Minato, es importante."
"¿Qué es más importante que encontrar a Tsunade?"
"Minato," dijo Jiraiya. Sabía que su estudiante estaba molesto y preocupado. Necesitaba la ayuda de Tsunade para curar a su hijo, quien estaba en coma desde hacía seis meses. "La profecía ha cambiado."
Minato sintió una punzada de dolor en el pecho. "¿Qué dice ahora?" preguntó, sin tener el deseo de descubrirlo.
"Bueno…"
...oOo...
En la lejanía se alzaba la Mansión Uzumaki. Era grande, no tan espaciosa como la de un Uchiha o la de un Hyuuga, pero aún así lo suficientemente grande como para cuatro personas.
En aquel momento, Kushina estaba sentada en el sillón del living mientras contemplaba la única imagen que tenía de toda la familia junta. Era idéntica a la que tenía su esposo en su oficina. Ella aún no podía creer lo que habían hecho. No podía declararse a sí misma como una buena madre, peor aún, no podía declararse como una madre en absoluto después de lo que hizo. ¿Cómo puedo haber apartado un hijo de mí, en favor de otro?
Miró una vez más la foto, pero antes de que pudiera marcharse algo sorpresivo ocurrió. El vidrio de la figura se resquebrajó sobre la cara de Naruto. Ella sintió un leve dolor en el pecho.
"¡Kushina!" la voz de Minato la llamó, al tiempo que aparecía en un flash en el cuarto.
...oOo...
Natsumi estaba tomando té con sus amigas, quienes conversaban felizmente. A su lado estaba sentada otra persona cuya familia tenía cabello rubio: Ino Yamanaka. El otro asiento era ocupado por su amiga más tímida, una chica con un lindo cabello índigo y ojos lavanda: Hinata Hyuuga.
La joven sonrió y se acercó a la taza, pero antes de que su dedo la tocase, la porcelana se resquebrajó para luego destruirse completamente. Un dolor inmenso se arremolinó en su estómago al mismo tiempo, y no pudo evitar desmayarse en aquel lugar. Lo último que escuchó antes de perder la consciencia fue a sus amigas exclamando su nombre una y otra vez.
...oOo...
Dentro de la mente de Natsumi había una prisión gigantesca, donde sombras maléficas se revolvían en la oscuridad de la misma. Un sólo ojo rojo se abrió. Fue hacia delante, mostrando su figura masiva y las nueve colas detrás suyo.
El Kyuubi había sentido un chakra poderoso que pertenecía a un ser desconocido. Sus ojos brillaron.
Este chakra... es más poderoso que el del viejo.
Se levantó de su posición y rugió. Envió chakra hacia la prisión, en un intento por romperla, pero el sello lo bloqueó efectivamente.
...oOo...
En la Mansión Uzumaki, más precisamente en la habitación de Natsumi, Kushina estaba sentada al lado de la cama de su hija, observándola descansar. Minato se paró a su lado, su mano yacía en el hombro de su esposa.
"¿Qué le pasó?" preguntó Kushina preocupadamente, acariciando el cabello rojo de su hija. "Revisamos el sello, y luce bien para mí."
Minato palmeó su mentón, sumergido en pensamientos profundos. "Creo que el Kyuubi ha tratado de romper el sello otra vez," dijo.
Estaban muy preocupados por ella. Después de oír la nueva profecía, no se la podían sacar de la cabeza. ¿Qué significaba? ¿Cómo podía influenciar el futuro?
De repente, un Anbu con máscara de perro caminó adentro del cuarto. Tenía cabello blanco alborotado, y vestía la armadura normal de los Anbu. "¡Sensei!"
"¿Sí, Kakashi?" dijo Minato al único de sus estudiantes que aún seguía con vida.
"Sensei, su hijo," dijo Kakashi. "Ha despertado del coma. Los médicos dijeron que estaba sano."
Al oír aquello, una sonrisa apareció en la cara de Minato mientras Kushina sintió como las lágrimas recorrían sus mejillas. Esa era la primera vez que oían buenas noticias en tanto tiempo. Los seis meses que transcurrieron habían sido los peores momentos de sus vidas. Sin embargo, les enseñó la importancia de la familia y cómo las malas decisiones que tomaban podían afectar a sus hijos.
"Te lo agradezco Kakashi," dijo Minato. "Te puedes ir."
El Anbu asintió y salió del cuarto.
"Gracias a Dios, está despierto," dijo Kushina, aliviada al saber que su hijo estaba fuera del coma.
"Espero que nos perdone," dijo el Hokage, dándose cuenta de que tenían que encargarse de algo.
Ellos no sabían que ya era demasiado tarde para ser perdonados... La semilla de revolución que había sido plantada en la mente de Naruto por Kaguya ya había brotado y recién comenzaba a florecer. Le llevaría años crecer y volverse fuerte, pero una vez que lo hiciera, quebraría la estructura que sostenía al mundo Ninja.
(CONTINUARÁ)
Habían pocas notas de Autor originales, más que nada agradecimientos a aquellos que leyeron su historia y peticiones de reviews. Así que bueno, solo voy a volver a dejar en claro que respeté el estilo del escritor, así como las situaciones, conversaciones, y demás cosas que hacían su historia tan especial. Puse alguna que otra palabra para que quedara bien en español, pero los cambios son muy pocos.
Para los que sepan inglés lo suficiente como para leer el fic YamiNaruto, verán que esta traducción es fiel copia del original. Salvo algunas cosas que me vi en la necesidad de dar más estructura para que fuera coherente en español. Nada es mío, salvo la traducción en español, y como verán no apliqué mi estilo para reformar el fic a mi gusto. Pedí y se me concedió, pero también prometí que lo dejaría tal como está; claro está, exceptuando aquellas cosas que agregué para no confundir al lector.
Aunque no sea mi historia, me gustaría que dejaran un review. ¿Qué les parece que Naruto podrá hacer en el futuro? ¿Y sus ojos, aprenderá a usarlos? ¿Será poderoso? Podemos especular, pero pronto comenzaré a traducir el cap 2 de la historia original. Lamento decir que sólo hay cuatro caps escritos por el autor, pero está aún activo y muchos esperamos que vuelva pronto con la muy esperada actualización. Apenas salga, la traduciré para ustedes. Por ahora, disfruten este capítulo.
Otra cosa que no se habló ni en esta traducción, ni en el fic original, fueron las parejas. No sé que planes tenga el autor, pero yo me voy mantener fiel a su historia. Me gustaría que Naruto se quedara con Natsumi, no porque sea incesto, sino porque ambos harían muy buena pareja. Aunque... Kaguya es muy probable que se convierta en la única pareja del Uzumaki, pero sólo estoy especulando. Aunque, ¿qué pareja les gustaría que tuviera este fic?
Con eso, me despido. Estén atentos al cap 2, que me va a tomar tiempo. No es difícil traducir, pero hay que ser muy preciso con los errores, estructuras y demás. No puedo simplemente traducir así nomás sin revisar nada antes de publicar. ¡Pero ese es otro asunto!
¡R&R!
