Nota de la autora: Hola a todos, es un placer tenerlos aquí, este es mi primer fic de esta pareja, la que me inspiro desde el principio a leer, confieso que tengo 12 años leyendo y pensando en escribir y aunque comencé con otra pareja al fin me decidí y nada aquí esta, este es un proyecto ambicioso que mi amiga y beta misaki- sama me ayudo a concretar, les recomiendo sus fic enormemente, no hay mucho más por saber, soy traductora igualmente y mi otro fic se llama: el diablo de ojos azules.
Déjenme un comentario con su opinión constructiva aquí o en mi face, con este nombre me encuentran.
Disclaimer: ningún personaje me pertenece, la historia si.
By: Annabeth Grey.
.
.
.
Aún era demasiado temprano, el sol comenzaba a asomarse. Sus músculos adoloridos clamaban por descanso pero no se lo concedería, estaba ansioso, muy ansioso, por fin se reuniría con los suyos. Sasuke Uchiha estaba de vuelta a la aldea que lo vio nacer y crear su propia familia, - sonrió ante esa palabra.
.
.
Años pasaron desde que salió para cumplir con esta misión, ahora que casi estaba completa; en conjunto con su mejor amigo y ahora Hokague acordaron que volvería a casa y continuaría con sus misiones desde su hogar, ya no era necesario estar constantemente en movimiento. Por fin era seguro volver.
.
.
Dejaría de ser un desconocido para su hija, nunca se los dijo pero él igual las necesitaba a ambas. Jamás confesaría la necesidad constante que desarrollo por ellas. Sarada siendo la prueba física, de que su amor era real.
.
.
Acelero el paso y al divisar las puertas de la villa -suspiro cansado-, no le sorprendía en lo absoluto que al acercarse los guardias le cerrarán el paso, no lo tomo a mal, era su trabajo después de todo así que como identificación les mostró sus ojos rojos y estos lo reconocieron de inmediato. Con el paso de los años y mucha práctica logro dominar el poderoso rinnegan, por lo que ahora lo activaba y desactivaba a placer utilizando solo el sharingan o ambos si la situación lo ameritaba, era un alivio y otra ventaja más en batalla ya que el consumo de chakra disminuía considerablemente
.
.
—Adelante Uchiha-san —Uno de ninjas le dedico una respetuosa inclinación mientras el otro opto por asentir, el pelinegro devolvió el gesto y continúo su camino.
.
.
—Estoy en casa — La emoción burbujeándole internamente pero sin delatar nada en su expresión, eran años de práctica, solo aquellos que lo conocían bien notarían aquel brillo de emoción en sus ojos.
Unos cuantos pasos después no supo que sería mejor. -¿Disfrutar de la vista a pie o ir inmediatamente de con Naruto?-, seguramente el molesto rubio notó su presencia desde hacía buen rato y lo esperaba, sin embargo el destino se encargó de darle su respuesta.
—¿Papá? —Aquella suave y conocida voz decidió por él, se giró para mirarla.
—Sarada —Pronunció como saludo y le dedico una pequeña sonrisa, amaba a esa pequeña pelinegra.
—¡Eres tú! —La heredera Uchiha saltó hacia la enorme figura de su padre que gustoso la atrapo en el aire aferrándola con el brazo sano a su cuerpo, lo que le recordó que tenía una prótesis por la cual ir más tarde. Después de un par de minutos la dejó en el suelo pero descanso la mano sobre sus cabellos.
La risilla femenina así como sus ojos acuosos le confirmo el agrado de aquellas demostraciones de cariño que aunque pocas eran sinceras. "Como a su madre" Resonó en su mente. —¿Qué haces aquí? — Sasuke levanto una ceja ante la pregunta.
Ella se sonrojo por el tono escandalizado que uso, su padre seguro pensaría que no lo quería cerca y nada era más falso. —Quiero decir...Bueno es que… yo... —¡Demonios!.
—Se lo que quieres decir, tranquila— Sarada evitó sus ojos aún avergonzados pero Sasuke movió la mano en su cabeza a modo de caricia.
— ¿Y Sakura? - Amaba la voz tranquila y profunda de su padre.
—Trabajando .
—Hmp —La rutina de su esposa era exigente— Vamos a casa —Giró su mano haciendo que la niña girara como trompo humano para comenzar a caminar. La risilla de su hija ante su contacto lograba que su corazón se hinchara de felicidad.
.
"Salud por las segundas oportunidades" Pensó
.
.
2.-
Los golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos. —Adelante —Dijo enderezándose en su cómoda silla intranquila, desde que despertó tenía una extraña sensación.
.
.
—Hola Sakura —Quiso darse una palmada en la frente disgustada, su intuición nunca fallaba.
.
.
—¿Qué tal Len? —Era cordial con él, en realidad no era un mal chico poseía cualidades atractivas pero ella era una mujer… ¿Felizmente casada?, suspiró apartando de sus pensamientos la definición de su matrimonio por el momento.
.
.
—Te ves cansada —Se sentó frente a la pelirosa con mucha confianza, se conocían desde hace un par de años de los cuales casi todos los llevaba enamorado de ella, hubo un punto, después de la guerra cuando Sasuke no estaba que Sakura realmente considero intentarlo, no tenía nada claro con el pelinegro, estaba sola y confundida.
.
.
Cuando por fin comenzaron a salir se divertía sinceramente pero nunca olvidó al Uchiha por más que intento; Len fungió como su escape, lo veía como un amigo, estuvo mal usarlo, admitía su parte de culpa pero el castaño no lo hacía. Días después de comenzadas sus salidas Sasuke regreso a la aldea y notando el comportamiento extraño de su compañera, decidió externarle las dudas que lo carcomían no de manera amable por supuesto ; ella orgullosa como era no dijo mucho, por lo que insatisfecho con su ambigüedad la vigilo enterándose de las intenciones del "intruso" como lo bautizo. Siendo como era Sasuke Uchiha enfureció por completo, la posesividad rugió en sus venas, reclamaba a la Haruno como suya.
Len por su parte cansado de la indecisión de Sakura exigió una respuesta, la cual no le favoreció en lo absoluto. Ofendido arremetió contra la pelirrosa a las afueras del hospital, desahogo su rabia a base de insultos y acusaciones a lo que ella, culpable y avergonzada no se defendió pero no paso lo mismo con el azabache cuando aquello llego a sus oídos gracias a los múltiples bocazas de Konoha. Un par de golpes e insultos después Sasuke le enseño modales y a nunca levantarle la voz a la pequeña kinoichi. Sakura por supuesto no estuvo contenta con aquello, no del todo en realidad, los celos del Uchiha le alegraban pero no se lo dijo nunca, al revés le soltó un sermón a voz de grito fingiéndose ofendida y enojada, Sasuke solo la miro sin decir nada para luego sin perder más tiempo fue a por lo suyo dejándole claro al "extranjero bueno para nada" quién era el dueño del corazón de la medic-nin.
.
.
La posterior noticia de su boda no le fue nada grata y el anuncio de su embarazo endulzado con la sonrisa arrogante de su ahora marido no ayudo a mitigar el golpe.
.
.
—Solo un poco ¿En qué puedo ayudarte? —Quería que se él se marchara pronto para poder cenar junto a su hija.
.
.
—Vamos a cenar.
.
.
—Len ya sabes la respuesta, la palabra "Casada" ¿Te dice algo? —Sonó fastidiada para repelerlo, pero no logró borrar la mirada coqueta que le dirigía el ninja.
.
.
—En ese matrimonio eres la única que respeta los votos —Su expresión cambió completamente y ahora sus ojos lucían un brillo de ira.
.
El rostro de Sakura no expresó emoción alguna, portar el apellido Uchiha tenía consecuencias, sin embargo sus manos empuñadas dentro de las bolsas de la bata eran otro cantar.
.
.
—¿Ya terminaste? Tengo trabajo —Divertido aparentemente inmune al rechazo se acomodó mejor en la silla.
.
3.-
.
—¿A dónde vamos Sarada? —Murmuró confundido cuando su hija tomo un camino distinto al que él recordaba.
.
—A casa ¿Por qué preguntas?,
.
.
—Ese no es el camino —Lo dicho le recordó a la pelinegra el pequeño detalle que su padre aun ignoraba, ¡Rayos! —Ya no vivimos ahí —Respondió restándole importancia, que su madre le explicara más tarde. Sasuke levanto una ceja sin entender la situación, pero no dijo nada.
.
.
Después de enterarse lo que Sakura le hizo a su primera casa no supo si reír o llorar, la pelirrosa se negaba a ocupar la mansión del barrio Uchiha alegando que no le pertenecía, aún con la insistencia de Naruto y sin la presencia de él, por supuesto que ella hizo lo que le vino en gana y compró una nueva casa, no era desagradable, pero eso no es que les correspondía a sus mujeres, suspiró, otro tema más que discutir con ella.
.
.
¡Eran un matrimonio demonios! "Lo mío es tuyo", eso se juraron hace años pero su exasperante mujer era orgullosa hasta la médula y mientras el no estuviera la que mantenía los gastos era ella por lo tanto las decisiones no tenían nada de democráticas. Podía hacer un esfuerzo por aguantar ese heco con una segunda casa pero ¿una tercera? absolutamente no.
.
.
El enojo corrió por sus venas libremente, Sarada también era su hija, por lo tanto también era responsabilidad suya, no existía motivo alguno para solventar sola los gastos de la maternidad, partirse la espalda como venía haciendo desde hace años no era necesario, era poseedor de mucho dinero y extensos terrenos con sus respectivas casas, le daría el mundo sí se lo pedía pero por supuesto Sakura no lo haría.
.
—¿Papá? ¿Qué pasa? ¿Dije algo malo? —Lo observo preocupada al ver que su mandíbula tensa que delataba cólera. Además apretaba su mano más fuerte de lo normal, Sasuke volvió a la realidad escuchándola y respiro profundo, luego aflojo su agarre y con el pulgar masajeo la pequeña mano en forma de disculpa.
.
.
—No. No es nada, pero quiero que me hables de algunas cosas.- Asintió y acepto su pequeña caricia ¡Por dios! ¡La estaba mimando!
.
.
4.-
.
.
—¿Pero qué mierda…? —No acabo de terminar la oración cuando su vista se volvió roja. Sarada con los ojos como platos miraba atónita el enorme arreglo de rosas rojas en la entrada de la casa.
.
.
Era un esfuerzo grandísimo mantener su genio a raya, no activar el Sharingan en este momento suponía de un gran autocontrol. —Sarada ¿Qué es esto? —Soltó un gruñido mientras ella se encogía asustada. Mejor no mentir para proteger a su madre, la heredera Uchiha al ser tan pequeña no tenía quien le diera ese tipo de regalos tan clichés, y él definitivamente no recibiría flores, gruño otra vez. La respuesta era obvia, la batalla para contener su instinto asesino continuaba.
.
—Papá —Lo miró directo a los ojos —Tengo que hablar contigo —Se reconoció a sí mismo con el tono usado al pronunciar aquella frase.
.
.
"¡Oh por supuesto que sí! ¡Con un demonio que quería saber que jodidos pasaba!" —Hmp.-
.
5.-
.
.
Tomó su mano entre las suyas y la miró directamente a los ojos —Eres joven, bella y...
.
.
—Y casada —Lo cortó al instante repitiendo la palabra que parecía no significar nada para Len —Además —Soltó su mano— Estoy enamorada de Sasuke, siempre lo he estado y lamento mucho el pasado pero así son las cosas —Se levantó dispuesta a irse pero el ninja no se dio por vencido. Se levantó de un salto y la intercepto.
.
.
—Te propongo algo —La ceja de Sakura se alzó incrédula, ¿Estaba de broma? —No tenemos que salir en plan romántico, yo necesito aprender jutsus básicos de medicina-. Len levantó una mano pidiendo silencio cuando la ojijade quiso protestar —Sabes que no miento, Tsunade hizo el acuerdo con mi aldea y tú eres la mejor, si no funciona simplemente buscare a alguien más.- Sakura bajo los hombros derrotada ¡¿Amigos?! ¡Mi trasero!, no era tonta, sus intenciones estaban claras y aun así accedió —De acuerdo.
.
Ahora que Naruto era Hokague gozaba de un par de privilegios, bastaba con hablar con él para deshacerse de Kumamoto, su amigo sabía la historia de principio a fin, de hecho al principio se divirtió de lo lindo molestando a Sasuke con la situación hasta que su instinto asesino casi lo alcanza, -suprimió la risa que el recuerdo le provoco. - suplicaría por ayuda de ser necesario, no solo por ella si no por el propio Naruto, su pellejo estaba en riesgo al dejar que Len se le acercara de nuevo. Todo se resolvería de de manera diplomática para evitar problemas entre aldeas. ¿cierto?
.
.
6.-
.
Una Sarada lívida y Sasuke mortalmente serio con un aura asesina rodeándolo era el cuadro que se veía en el living la casa Uchiha, como cereza del pastel el dichoso ramo de flores antes hermoso ahora era solo un montón de cenizas.
Luego de haber quemado el jodido arreglito el moreno abrió la puerta probablemente rompiendo el cerrojo en el proceso debido a la fuerza ejercida, al entrar a su hogar a Sarada se le fue exigido hablar. Lo que su primogénita le informo lo llevo casi al límite.
.
.
El hijo de puta Kumamoto nunca se dio por vencido, llevaba mucho pretendiendo a la médico, enviaba flores, obsequios e incluso se atrevió a enviarle cosas a su hija.
.
.
Sonrió orgulloso de ella al confesarle que al igual que su madre, los quemaba todos. El molesto peso en su pecho se redujo un poco luego de que Sarada le asegurará que Sakura nunca se alegraba con aquellas atenciones ni conservaba ninguno de los objetos por caros o hermosos que fueran. La pelirrosa siempre le era fiel.
.
Aun así al final del relato casi podía verse salir humo por sus orejas, sus dientes a punto de ceder por la fuerza con la que apretaba la mandíbula, pero aun sin pronunciar una palabra al respecto..
.
.
Durante largo tiempo se consideró un tipo con alguna clase de bendición, su esposa era hermosa, increíblemente fuerte e inteligente, valiente y fiel hasta la raíz del cabello, con la determinación propia de un Uchiha, simplemente perfecta y si todas esas cualidades no le pasaban desapercibidas precisamente a él, mucho menos al resto de la población masculina de la aldea con sus alrededores incluidos.
.
.
Era un maldito bastardo afortunado. – Sonrió recordando -, no todo fue miel sobre hojuelas, la Haruno le hizo pagar cada una de sus lágrimas, a veces consiente de lo que sus acciones provocaban en él y otras veces sin notarlo , una de esas lecciones fue verla salir con el estúpido castaño y otra con su copia barata durante el tiempo que ellos eran solo amigos y buenos compañeros.
.
.
¡Y una mierda! Les dejo claro a todos esos hombres repartiendo golpes por aquí y por allá quien era su dueño .
.
.
Se casaron, vino Sarada y todo lo demás —Te juro papá que mamá te ama y no tienes motivos para dudar —Hablo preocupada mordiéndose la uña del pulgar.
.
.
Él se levantó y con dos dedos toco su frente —Lo sé —¡Por supuesto que lo sabía! —Iré con Naruto, no le digas a Sakura que estoy aquí —Le ordenó. Quería sorprenderla, ya hablarían después de todo los acontecimientos, primero harían otras cosas.
.
.
.
.
.
Nota de la autora: ¿Qué tal?...espero sus comentarios. He corregido algunos detalles que como siempre no dejan de salir, por conveniencia y gusto mio para la historia he cambiado algunos detalles como por ejemplo el que el rinnegan lo tenga oculto, amo sus ojos negros o rojos, el cabello lo traerá mas corto, etc.
En este capitulo es mas la narración que lo que los personajes hablan pero es algo asi como el prólogo, les reitero que me pueden mandar PM, agregarme al face o dejarme un comentario nos leemos en el siguiente.
