Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, yo no podría hacer la magia que Mashima *corazones para el shipper number one del gruvia*. FT es propiedad de Hiro Mashima.

Desde hace un sueño - No te va gustar.

Advertencias: Vómito verbal, as always. Cualquier parecido con mis headcannons y clichés de películas con finales felices, es mera coincidencia. A ciencia cierta no sé que pretendo, pero mientras al final salga gruvia, puedo cargar con las consecuencias.

Notas de la autora: Esto es un riesgo dado que solo tendré acceso seguro a internet hasta el domingo, pero ya que estaba escrita decidí no dejarla morir. Sólo son drabbles cortos, viñetas cuanto mucho. Escribí esta week pensando dos posibilidades: el Universo Original que siempre me acompaña o arriesgarme con un Universo Alterno, la verdad es que la segunda opción me pareció un buen descanso al drama y una amiga me dio visto bueno a ello. #LaShippMereceAmor y la verdad quería darles un descanso de mi drama. Dramea Mashima, dramea el fandom y si todavía drameo yo, pobres sean mis niños. Plus, mis drabbles OUs estaban pesados de contenido, quería probar algo nuevo y más ligero. Este es vómito verbal más cortito(?.


Desde hace un sueño.

Gruvia Week.

—Passion—

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"Non c'è fine. Non c'è nessun inizio. C'è solo la passione infinita della vita." —Federico Fellini.

Una pincelada, dos y luego tres, y Gray Fullbuster no puede evitar sonreír ante la escena frente a él. Recuesta su cuerpo contra el marco de la puerta y su mirada se pasea por la nívea habitación y la chica con la brocha en manos, quien ajena a su presencia, se mantiene enfocada en su labor.

La nota concentrada, decidida a dar forma a algo que él aún no distingue pero que mucho recuerda al mismo cielo, ya que la pared que antes era completamente blanca, va dando lugar al celeste que con empeño dispersa sobre su momentáneo lienzo mientras tararea una canción.

Algunas gotas se encuentran con el suelo cubierto de diario, otras tantas descansan incluso sobre la camisa que ella lleva puesta —y que por lo grande que se le nota, seguramente es suya—, pero lo que roba su atención, es la sonrisa que surca los labios de su esposa a cada pincelada.

La observa alejarse y contemplar su trabajo, le divierte verla criticar su propio desempeño y coger un rodillo en busca de otro resultado.

Y no puede dejar de admirarla.

Allí, con sus pies descalzos, la camisa a medio abotonar y el cabello desordenado, puede apreciarla en su elemento. Reconoce su mirada entusiasta, y su risa cantarina parece un llamado directo a sus recuerdos, aquellos que atesora en lo más profundo de su ser, aquellos que comparte con ella.

Así ha sido siempre, apasionada y persistente. Lo sospechó al conocer a aquella niña que pasaba sus horas haciendo tarjetas para él, lo supo cuando fue testigo de sus días enteros tejiendole prendas durante su primer invierno juntos y lo ha confirmado en cada acción que le ha sido dedicada desde que decidieron compartir su vida juntos.

Juvia vive por aquellos que ama y dedica cada uno de sus latidos a hacerles sentir ese amor. En cada una de sus acciones deja una porción de si y por ello la intensidad de sus emociones se plasma y adhiere en todo lo que toca, incluyéndolo a él.

—¿Gray-sama? —incluso se transmite en su voz— Juvia no lo escuchó llegar.

—Te veías concentrada.

Ella ríe y al voltear completamente hacia él puede notar como su mejilla y un mechón de su cabello se encuentran completamente azules, denunciando que había estado probando otros colores antes de su llegada.

—Juvia lo está, quiere que se vea perfecto —y la sabe feliz, porque incluso da pequeños saltos al hablar.

Analiza sus facciones, su mirada soñadora y como junta sus manos a un lado de su rostro con emoción, perdiéndose en una de sus fantasías. Desearía decirle que mejor descanse, que él se encargará, pero muy bien sabe que no podrá apartarla, no cuando ella ha estado poniendo todo de sí en ello.

Se acerca a ella, no dice nada y la acción causa que la chica abra sus ojos, sorprendida cuando el acuna su pequeño rostro en su mano y frota con delicadeza su mejilla con su pulgar, intentado limpiar los rastros de pintura.

—¿Crees que pueda ayudar? —y ella se ilumina ante su propuesta, asintiendo con entusiasmo.

—¡Gray-sama siempre es una inspiración para Juvia!

Su ego aprecia sus palabras, pero mucha más lo hace su corazón. Aún después de tantos años, es capaz de hacer su rostro arder y su estómago apretarse con sus demostraciones de amor, dejándolo sin palabras, únicamente capaz de responderle con un tierno beso en su frente y una fugaz caricia a su vientre.

Carraspea y aunque se sabe incapaz de engañarla, mira a un lado despeinando su cabello y fingiendo compostura.

—Y entonces, ¿qué pintamos?

La chica le acerca la brocha que había estado usando y se para frente a la superficie a medio pintar, estirando sus brazos a sus lados casi como si buscara abrazar la extensión de la pared con cariño, observa por el ventanal a un costado y luego vuelve a mirarlo con su más grande sonrisa.

—El cielo.

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—658—

—Gracias por leer—

¿Críticas?

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La pasión de Juvia está en los detalles, ella lo hace todo con amor.

Gracias a Ise por la IseApprove y a Saorii por animarne a subirlo. Ahora te toca a ti :x