Bleach no me pertenece. Propiedad de Kubo Tite, historia original escrita por mí.
UNIVERSO ALTERNO
NOTA: palabras en itálica, pensamientos de los personajes.
Introspección: Enamorarse es fácil. Más aún, si tienes un paño a quien llorarle cada vez que te parten el corazón. Pero, estar a su lado tanto tiempo sin saber lo que esa persona siente por ti… Puede ser lo único que necesites ver en realidad… Antes de perder lo verdaderamente valioso… Y decidirte por actuar...
Sumary: ¿Cuántas veces miramos desde afuera, a esa persona?. Sin poder decirle, cuanto la queremos…
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Y todo el tiempo…
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Por Ireth I. Nainieum
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Capitulo I
"Siente mi alma"
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"Ni el sol, ni la muerte pueden mirarse fijamente"
-François de la Rochefoucauld-
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Y nuevamente…
Lloraba en su regazo, como una niña perdida. Suspiro…, eso era lo que Rukia hacía en ese preciso momento, en el cual él la contemplaba. Llevaba un sencillo vestido índigo, poco más arriba de sus rodillas.
Poco antes de esta situación, él se encontraba en su hogar; era un domingo, casi las veintidós horas. E Ichigo se estaba estudiando para un importante examen sobre el sistema circulatorio periférico. Cuando, los toques insistentes y casi desesperantes interrumpieron la tranquilidad de su estudio, en su apartamento en Tokio. Fastidiado ante la insistencia, avanzo hacia la puerta; mientras respingaba constantemente por la amarga interrupción. Y, al abrir la puerta, fue clara su sorpresa.
Su mejor amiga se le arrojo a sus brazos, y lloraba tristemente en ellos; mientras se acurrucaba en él. Retrocedió un poco, con ella aún sobre él y cerró la puerta. Poco después se recargo contra la primera pared que toco su espalda, y mimo afanosamente su cabellera.
Y lo supo…
Seguramente, acababa de terminar su noviazgo de ocho meses con Hisagi. La miro melancólicamente. Rukia, solía ir siempre con él, cada vez que terminaba alguna de sus relaciones amorosas; ya que él era el único que la comprendía. Eso le dijo alguna vez. Suspiro cansado. Había sido su paño de lágrimas, desde ambos tenían trece años…, y ahora casi una década después aún ella mantenía esa costumbre. De ir a sus brazos en busca de consuelo.
―Tranquila –exhalo- ¿qué paso esta vez, Rukia?
―Él…, -alzo su rostro- él…
Sus labios le temblaban, estaba completamente roja; sin contar con las el camino de lágrimas en sus mejillas. En pocas palabras, su aspecto actual era un completo desastre en comparación con otros días.
―Vamos
La tomo de la mano y camino con ella al sofá de su hogar. Cuando, Ichigo se mudo a Tokio al inicio de su carrera universitaria Rukia, le bromeo diciéndole que ahora ya podría traer a chicas sin tener que preocuparse por su padre. Cosa que lo hizo carraspear, donde él le reclamo que no requería del permiso de su progenitor para hacer eso. Simplemente, que aún, no encontraba a la mujer ideal.
Se conocían desde niños. Habían asistido al mismo jardín de niños, inclusive coincidieron en la primaria, secundaria y preparatoria, e inesperadamente ambos fueron aceptados en la misma universidad. Solo que en diferentes sectores de la misma. Ichigo se inclino hacia la medicina, mientras que Rukia opto por una carrera en educación; en la importantísima Universidad de Tōdai. (1)
Somos los mejores amigos…
La sentó y él fue hacia el baño, por algo de papel para limpiarle el rostro, que se la había manchado con el exceso de maquillaje que uso esa noche. Instantes, después regreso con una caja de pañuelos, y en vez de entregarle alguno; el mismo se sentó sobre la mesa de estar y le trato su cara con sumo cuidado. Mientras tanto, Rukia se dejo consentir por él. Al final, ella cerró sus ojos, mientras Ichigo paseaba el pañuelo, eliminado los excesos.
―Gracias, Ichigo
Susurro, cuando supo que había terminado y lo miro. Poco después, le sonrió con franco cariño y finalmente dejo caer su frente recargándola contra su pecho.
―No, se que haría sin ti –cerró sus ojos- sin, mi mejor amigo
Mejor amigo…
―Ya lo sabes –acaricio su espalda- que yo siempre voy a estar aquí, para ti…, hasta el día que ya no me necesites
―Tonto –susurro- tu siempre vas a ser importante en mi vida
Ichigo, le sonrió dudoso.
Ambos se miraron varios minutos en total silencio, hasta que finalmente Rukia rompió e contacto visual y se dejo caer contra el respaldo del sofá; a la par que se estiraba lánguidamente.
―¡Shūhei, es un completo idiota! –respingó herida- debí haberlo comprendido antes –suspiro- pero…, no me di cuenta
Miro el techo, y de nueva cuenta la sensación de llorar se acrecentó en su interior. Ichigo dejo la caja de pañuelos y se sentó junto a ella.
―¿Por qué?
Entonces, Rukia recargo su cabeza en el hombro del varón y una vez más cerró sus ojos.
―Me dijo, que lo nuestro iba demasiado rápido –memoro- y que necesitaba tiempo –se enfado una vez más- que no estaba listo para un compromiso tan serio –giro su rostro y lo miro - ¿puedes creerlo?
Silencio.
Somos los mejores amigos…
―Te creo
Rukia lo abrazo.
―¿Me puedo quedar hoy aquí? –rogo- ¿Ichigo?, no tengo ganas de ir a mi casa
Él también la mimo.
―Claro, no tienes porque pedir permiso
Ella colocó su oído a la altura del corazón de su amigo y con ese sonido constante, ella se durmió. Al cabo de algunos minutos más, Ichigo comprobó que ya no se despertaría más; le encantaba el verla dormir, transmitía una enorme tranquilidad con ese gesto tan simple. Con sumo cuidado, se levanto procurando no despertarla y camino con ella a su habitación. Y ahí, suavemente del lado izquierdo de la cama matrimonial que tenía, bajo las sábanas blancas. Por otra parte, Ichigo ocupo una vez más su silla en el escritorio y desde ahí la miro.
Somos los mejores amigos…
―Tengo que terminar con la lección
Se dijo, y volvió a concentrarse en sus estudios. Había apagado la luz de la habitación, y en su defecto, encendió la lámpara del escritorio. La mantenía enfocada en su libro. Aprendiendo cada uno de los términos de su texto, se estiro al cabo de un tiempo más. Estudiar medicina, era francamente algo muy complejo, más había sido su ilusión desde niño. El movimiento en su cama lo distrajo de su antiguo pensamiento, y sonrió levemente al contemplarla.
Se levanto, camino hacia el baño para colocarse su ropa de dormir; un simple short y camiseta. Apago la lámpara y avanzo a la cama, donde ella dormía. Poco después ocupo el espacio derecho de la misma, junto a Rukia.
―Shūhei…
Musito y esto lo hirió profundamente.
La cama, era lo bastante grande; así, que cada quien tendría su propio espacio. Se acerco lentamente y deposito un delicado beso en el hombro izquierdo de Rukia. Al final quedaron espalda con espalda. Ella, mirando una pared vacía y él, la luna en el cielo inalcanzable.
―Siempre, es un error el enamorarse de su mejor amigo –susurro- ¿cierto, Rukia?
Somos los mejores amigos…
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Capitulo II
"Riendo lejos"
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Notas de la autora:
+ Es una historia no tan larga, en cuanto al largo de los capítulos.
+ Un reto personal, de escribir algo menos "cruel" y con un final feliz. Para quienes lo han pedido.
Glosario:
+ (1) Tōdai, es clasificada generalmente como la universidad más prestigiosa de Japón.
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Nos vemos
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