Personaje Principal: Juugo
Desclaimer: Ningún personaje me pertenece, todo es de Masashi Kishimoto.
Aviso: Esta historia pertenece al reto "Lo perdí" del foro "La Aldea Oculta entre la hojas"
Jaula de Oro
Tal vez afuera el sol salió, tal vez afuera el cielo era inmenso y no había ninguna nube que lo opacara, tal vez… afuera existía la misma paz que ahí adentro, pero sin que ella generase el sentimiento opresor que ahora lo consumía.
Juugo sabía que su futuro –también su hoy-, tendría que ver con ese cuarto oscuro, que protegía al mundo de su monstruosa persona. También estaba muy consciente de que su idea de reivindicación estaba fuera de su alcance, tras la pérdida de su jaula, Kimimaro.
Ya era un día de su marcha –o al menos calculaba ese tiempo-, y la idea de una nueva persona que tomase su lugar –ya que nunca más él volvería-, seguía sin sonar bien. ¿Cómo reemplazar a Kimimaro? Kimimaro representó su libertad y su condena, el miedo que estremece, y así mismo con él llegaba a tener significado la palabra "amistad". No, era imposible, que un extraño tome el lugar de alguien que significó tanto, llegaba hasta ser risible. Y tal vez reiría, ahora, en esa oscuridad que lo devora, - o tal vez ayer, cuando a su mejor amigo se le ocurrió semejante idea-, pero no pudo hacerlo, se estremeció ante este dolor agudo que le causaba la pérdida –de algo que quiso tanto, pero tanto-, y entre lágrimas agónicas –que demuestran que no es tan desalmado como se cree-, empieza repetir el nombre de aquel que iba a ser su redentor.
Lo más seguro es que Kimimaro haya muerto en el campo de batalla, y también había que dar por hecho, que ello se debió más a su enfermedad que a cualquier otra cosa. Juugo sabía muy bien que no lo volvería a ver, que siquiera había esperanzas para ello, y a pesar de su total rechazo a la idea –porque sencillamente es imposible-, de que Sasuke Uchiha sea algo similar a la reencarnación de su amigo, él llega a esperar… espera que su jaula de oro vuelva a brillar –de esa forma peculiar-, ante sus ojos.
No me gusta lo suficiente, pero ni qué hacer, estoy con paro creativo, me duele la cabeza, el estómago, y sigo enojada porque mi jodido celular se perdió. Hubiera querido hacer algo mejor, de verdad, pero esto es lo único que sale, y es mi primer intento con Juugo, eso también hay que añadir.
En fin, a pesar de mis trabas, espero que a alguien le haya gustado al menos un poquito este escrito, ojala que sí, y…
¿A alguien le gustó la historia?
