PVOS:KUROSAKI ICHIGO

CAPÍTULO 1

Prácticamente todo en mi vida tiene que ver con Rukia.

Nos conocimos cuando solo teníamos cinco años, en el Jardín Escolar.

Desde entonces hemos sido amigos.

Ella ha estado en los mejores momentos como cuando gané mi premio nacional en Jiu Jitsu y en los peores, cuando mi madre murió.

Yo he estado también cuando golpeó a aquel niño que quiso subirle la falda, fue impresionante ver como de una patada pudo sacar tanta sangre y también estuve cuando se enteró que tuvo una hermana que falleció buscándola.

No me imagino mi vida sin ella.

Ahora cursamos el ultimo año de preparatoria, estamos a punto de tomar caminos distintos, yo quiero ir a Estados Unidos para estudiar Arquitectura y ella quiere ir a España para estudiar Diseño Industrial.

Ella se voltea, me sonríe desde su pupitre y me lanza una pelota de papel sin que el profesor Aizen la vea. Escucho risas por todo el salón, el profesor busca la fuente de los murmullos.

—Silencio clase — Aizen, mi profesor, demanda atención y sigue con la clase de matemáticas.

En cuanto se da la vuelta leo rápidamente la nota.

"Pedazo de idiota, hoy iremos a la fiesta de Matsumoto? Habrá de todo y casi toda la escuela irá"

Ladeo la cabeza en una falsa respuesta de "tal vez" pone los ojos en blanco y trato de aguantar la risa, muevo la cabeza en aprobación y sin más que decir se voltea a prestar atención en la clase.

Siento una mirada sobre mi, giro hacia mi derecha e Inoue me observa tímida, saluda con la mano y finge atención en lo que dice el maestro. Tengo la leve sospecha de que le gusto. Me incomoda tal pensamiento.

Las clases terminan y como todos los días desde hace 12 años ella me acompaña a mi casillero.

—Oye, Ichigo, en pocos meses será la graduación. ¿Ya elegiste pareja?

—No.

—Yo iré con Renji, me lo propuso hace unos días, el miércoles que llegaste tarde —da un saltito estúpido como niña pequeña.

—¿El Yakuza? —trato de hacerla enojar. Ese imbécil se le acerca cada que yo no estoy.

—No es tal cosa. Simplemente tiene cara de criminal como la tuya. Además nadie me ha invitado.

—Pudiste ir conmigo. Ya sabes, como amigos.

—No me invitaste. —dejo mis zapatos de la escuela y tomo los otros.

—Tú no me dijiste que querías ir en pareja, creí que era obvio que estaríamos juntos. Siempre estamos juntos.

—Ya olvídalo —suspira y se adelanta a la salida— ¡Paso a las ocho por ti zanahoria!

—¡De acuerdo Gnomo!

Al llegar a casa mis hermanas me saludan como de costumbre.

—Yuzu, Karin, hoy saldré con Rukia, no me esperen despiertas.

—¿Tu también te vas? —Karin me recrimina desde la sala— Papá tuvo una consulta lejos de aquí.

—Llegaré a las 12 no se preocupen. —busco un zumo en el refrigerador.

Me doy un baño y me pongo un pantalón negro y una playera en v sin estampado color gris, hace demasiado calor en Japón.

Escucho el timbre y bajo con rapidez las escaleras al encuentro con mi mejor amiga.

Y ella estaba esperándome, con un pantalón de mezclilla y una simple playera blanca.

—Llegas tarde son las 9.

—¡Nos vemos! —grita en dirección a mi casa. Mis hermanas se despiden sin decir nada.— Lo siento, mi hermano no me quería dejar venir a "estudiar"

—Tengo que llegar a las 12, ellas estarán solas.

—Con eso basta, el punto es distraernos de la escuela.

La fiesta se fue a niveles altos. Ya sabemos que las fiestas de Matsumoto son de alcohol libre. Rukia y yo tomamos tequila para no quedarnos atrás y disfrutar de la música.

Cada trago aumentaba mi adrenalina hasta que deje las cosas por la paz, debía regresar a cuidar a mis hermanas también tenia que cuidar a Rukia en la fiesta.

Baile con ella cada canción, de vez en cuando se acercaban unos idiotas pero con mi mirada los ahuyentaba, nadie la toca.

Todo estaba en oscuridad, las pocas luces apenas me dejaban ver la silueta de mi amiga.

—Rukia, estás tomando mucho —le quito una lata de cerveza.

—Cállate y dámela —trata de quitármela.

—No. Estas loca. Recuerda que en un rato nos vamos.

—Odio que empieces de sobre protector cuando ambos sabemos que esto se acabó.

—¿Estas bien? —me río de la expresión infantil de su rostro.

—Nos vamos a separar, ya no te veré.

Rukia se acerca y me asusta la presión de nuestros cuerpos, me pone demasiado nervioso. Sus pequeños pechos rozan con mi cuerpo, me abraza tiene una mirada que nunca antes había notado en ella. Sus manos me sueltan y recorren mis brazos, los acaricia de una forma que me hace erizar la piel, mi cuerpo reacciona y siento algo muy abajo de mi, en mis pantalones.

—Hey, Rukia, estas… quítate.

—Bésame.

Mi corazón me engaña, en un principio se detiene y luego late como si nunca antes lo hubiera hecho. A pesar de la ruidosa música y de los gritos de mis compañeros tomo su rostro entre mis manos y soy capaz de oír su respiración entrecortada.

Y ella vomita encima de mi. Los presentes escuchan sus arcadas, yo sin pensarlo dos veces y sin hacer caso a las voces que desprecian el acto de Rukia pongo una mano en su vientre y con la otra acaricio su espalda ayudándola a vomitar.

Se desploma en mis brazos.

—Ishida-kun ayudalos. —Escucho a Inoue dando órdenes al cuatro ojos del salón.

—¿Kurosaki, te ayudo? —trato de tomar a mi amiga pero sin saber como hacerlo sin mancharse.

—Estoy bien Ishida. Yo puedo.

—Los llevo hasta su casa.

Acepte sin más remedio. Inoue nos acompaña a la parte trasera del auto y en el camino solo se dedica a tratar de limpiarnos.

—Esta bien Inoue, solo limpia a Rukia.

—Quiero ayudar —limpia un poco mi playera.

—¿Dónde vamos Kurosaki?

—A mi casa, ella se queda conmigo.

—¿Puedo confiar en ti?—pregunta como si yo fuera algún tipo de violador o asesino en serie.

—Cállate y conduce. Yo te pagaré.

—Era una broma, no te preocupes en pagar, después me lo pagas con un favor.

Al llegar a mi casa bajo del auto, Ishida hace mas comentarios de mal gusto que apenas me entran en un oído y salen por el otro.

—Gracias chicos, nos vemos el lunes.

Me limito a agradecer y entro a mi hogar sin voltear una sola vez.

Rukia me gusta y mucho pero creía que era por nuestra amistad por los años que hemos compartido pero hasta que me pidió besarla. No había pensado en la posibilidad de tener algo con ella aunque sea por las copas de más que dijo tonterías.

Mis hermanas cambian a Rukia de ropa mientras yo me doy un segundo baño.

"Bésame"

Si ella no estuviera borracha ¿Me lo habría pedido?

Ella descansa en mi habitación la veo dormir como tantas veces otras, ¿Será que lo que siento por ella va más allá que una amistad y un amor de hermanos?

Tengo miedo de la respuesta.