La playa estaba tranquila, usualmente lo era, ya que estaba fuera del Templo Cristal, que la gente rara vez visita. No las puedes culpar, las gemas no son humanas, y era de esperarse que la naturaleza humana no la aceptara.
Ahora, desde que la playa es poco visitada, todos los sorprendentes elementos lavados por el océano siguen siendo, aún algunas gemas desenterradas.
Steven caminaba alrededor de la playa buscando cosas de su interés. Vio un elemento bastante grande, color dorado brillando en la arena. Lo tomó curiosamente ''Hmm.'' Lo inspeccionó ''¡Se ve genial, quizás las demás piensen lo mismo!''
Steven se precipitó dentro. ''Hey chicas, ¡miren lo que encontré!'' Gritó sosteniendo la gema. Perla miró a Steven. ''Ahora no, Stev-'' se congeló. ''Steven. ¿Dónde, exactamente, encontraste eso?'' Steven se encogió de hombros ''Estaba por ahí, en la arena.''
Garnet, que estaba hablando con Perla cuando Steven entró, puso su mano en el hombro de Perla. ''No podemos estar seguras, han pasado siglos.'' Perla le arrebató la gema de la mano a Steven, y la examinó de cerca.
Ella suspiró ''Estás en lo cierto Garnet, ha pasado mucho tiempo, la gema probablemente fue destruida.'' Dejó la pequeña pieza de ámbar en el mostrador.
Steven observó la escena confundido, no tenía idea en lo absoluto de lo que estaba hablando o que hizo a Perla actuar así. Las gemas pronto se fueron por una misión, Steven, como siempre, se quedó atrás.
Se acercó a la cocina para tomar un aperitivo y se dio cuenta de la pieza de ámbar. La recogió y se rió entre dientes ''Lo siento pequeño, parece que a ellas no les gustas tanto como a mi.''
La gema se sentía caliente en sus manos, y pronto se dio cuenta de que se estaba calentando. El la dejó sin esperar a ver cuán caliente se pondría. Se quedó mirando a la gema por lo que parecían horas, antes de volver a la televisión.
Pasaron varias horas, hasta que las gemas volvieron. Steven se levantó de un salto. ''¿Me trajeron algo?'' preguntó emocionado.
Amatista sonrió ''Claro que lo hicimos.'' Amatista le arrojó una bolsa de cuerpo pequeña. Estaba vacía, para decepción de Steven, él miró la pieza de ámbar.
Sonriendo, dejó caer el ámbar en la bolsa de cuerpo y la ató por arriba. ''Vamos a ser los mejores amigos de ahora en adelante, me llamo Steven, ¿cómo te llamas tú?''
Como esperaba, ninguna respuesta llegó desde la bolsa. ''Un tipo silencioso, ¿eh? Estoy bien con eso.'' Se guardó la bolsa de cuero y luego se sentó en el sofá.
La noche cayó pronto, Steven dejó la bolsa al lado de su cama ''Buenas noches, mejor amigo.'' Dijo a través de un bostezo. Se dio la vuelta y rápidamente se quedó dormido.
Las gemas despertaron con un fuerte grito. Salieron corriendo. ''¡STEVEN!'' Perla gritó invocando su arma. ''¡Se ha ido!'' lloraba Steven, las lágrimas corrían por sus mejillas.
Levantó la bolsa de cuero, estaba vacía.

Levantó la bolsa de cuero, estaba vacía.