Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer.
Claim:Jacob/Leah
Summary: Lo que nadie podía entender era que lo suyo no era amor, no era una ilusión adolescente, era puro y ardiente deseo. Un deseo que iba más allá de las cosas banales, pues ambos parecían como dos imanes que se atraen por la fuerza de atracción.
Notas: Para el reto Palabras Para El Recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Deseo)
Fuerza de atracción
Terminaron las horas de patrulla y los lobos que estuvieron toda la noche despiertos pueden irse a descansar. Jake, Quil, Leah y Brandy serán relevados por Sam, Embry, Paul y Seth.
La situación es tensa. Desde hace unas cuantas semanas, cuando todo comenzó, la manada se convirtió en un caos.
Jake y Leah miraron a Sam indiferentes, mientras este se alejó echándoles miradas de resentimiento. Se sentía dolido, pero igualmente su actitud era sumamente egoísta.
Luego de eso, cada uno se fue para su respectivo hogar. Excepto Jake y Leah.
Jake y Leah. Leah y Jake. Ellos dos eran el problema. Estaban juntos, saliendo o algo así y aquello hacía que Sam se sintiera celoso. Era imposible ocultar un secreto en la manada y al segundo en el que lo que fuera que pasara entre ellos había sucedido ya media manada estaba enterada.
Pero lo que nadie podía entender era que lo suyo no era amor, no era una ilusión adolescente, era puro y ardiente deseo. Un deseo tan intenso y tan fiero que les era imposible contenerse. Era algo que iba más allá de las cosas banales, pues ambos parecían como dos imanes que se atraen por la fuerza de atracción.
Y cuando sus caderas se movían a un ritmo único y los gemidos resonaban en la oscura noche sólo había sudor, sudor y más sudor. Los invadía un calor abrumador, que les recorría desde el cuero cabelludo hasta los dedos de los pies, que se alojaba en la boca del estómago y se expandía hasta las extremidades. Insoportable, sofocante y asfixiante.
Y aquello, caliente y excitante valía mucho más que las miradas de rencor o los comentarios malintencionados. Después de todo, Sam no había hecho más que hacerla infeliz y Leah había encontrado un excelente consuelo en los fuertes y seguros brazos de Jake.
