Esta historia se trata de una traducción de "How Still my heart" de Cadignan.
Esta historia está ambientada tras el final de la octava temporada.
Capítulo 1
"¿Podrías, eh… podrías encontrar a alguien?"
Dean apenas sonaba como él mismo. Su voz es un bajo raspeo en el teléfono. No saludó de ninguna forma, no dijo hola, no la llamó "su majestad". Pero Charlie supo que era él todo el tiempo. Podía imaginárselo de pie en el bunker, manteniendo el teléfono en su oreja, pasando su otra mano por su nuca.
Ella no había estado esperando por la llamada, pero no es exactamente una sorpresa escuchar de Dean. Vio esa "lluvia de meteoritos," la que la NOAA no había predicho, al igual que nadie más. Buscó sobre ello, pero no encontró mucho - una subida en la tasa de nacimiento, pero eso parecía más coincidencia que otra cosa. Pero de nuevo, ¿cuándo algo había sido simplemente coincidencia?
Tiene la sensación de que no es el momento de bromear con Dean, así que todo lo que dice es, "Si, probablemente."
"Él puede estar –él puede hacerse llamar Jimmy Novak, o Emmanuel. Él -,"
"¿Cas? ¿Quieres que encuentre a Cas?"
Dean se queda callado por un momento. Quizás había olvidado que ella leyó todos los libros de Carver Edlund, incluso los que no se publicaron. Charlie le oye tragar antes de hablar, "Si."
"¿Estás bien?"
"No. La verdad es que no."
Claramente no vienen más explicaciones. Así que de vuelta a los negocios. "¿Tienes alguna foto de él?"
Dean no dice nada, pero un momento después su teléfono vibra. Es una copia de una foto pequeña, una foto de una cara, probablemente de alguno de los proyectos fraudulentos de los Winchester. El hombre tiene el pelo oscuro, ojos azules, cansado. No parece un ángel. Una de las esquinas de la foto está ligeramente arrugada, como si hubiera sido arrugada y entonces aplanada de nuevo, restaurada. Charlie se pregunta si Dean ha tenido esa foto consigo, metida en su cartera como un icono secreto.
"Bien," dice. "Esto ayudará."
Dean está callado de nuevo.
"¿Nece…necesitas algo más?" ¿Cómo alguien con quien hablar?
"Sólo encuéntralo," dice y cuelga.
A Castiel le toma días saber su ubicación. Esa primera noche, las estrellas no ayudaban, eclipsadas por los ángeles. El recuerdo de la noche –después de ese doloroso momento brillante – es una oscura mancha en su memoria. Una nueva experiencia, y no una agradable. Él despertó en el bosque, adolorido en formas que no comprendía, y entonces caminó.
Se durmió la segunda noche, demasiado exhausto para esperar a que las estrellas aparecieran. Las señales verdes y blancas de la carretera están en inglés –Castiel está aliviado, por un momento, de no haber perdido la capacidad de leer junto con algo más –y el clima es templado. Lo más probable es que esté en Estados Unidos. Es lo suficientemente cálido como para no congelarse mientras duerme en un pasto, pero no lo suficientemente cálido para que sea confortable dormir en un pasto.
Ser humano es cualquier cosa menos confortable. Recuerda la primera vez, claro, esa larga y lenta descendencia antes del Apocalipsis que se evitó, pero esto es diferente. La incomodidad tiene que ver con el frío, y el calor, y la quemazón de ser humano, pero también tiene que ver con algo más profundo, algo vulnerable, y temible, y violado. Castiel no quiere pensar en ello, así que cuando despierta con hierba en las mejillas al tercer día, simplemente se levanta y continúa andando. Sus piernas duelen.
No tiene que esperar por las estrellas esa noche. Sigue la carretera hasta que descubre la ciudad de East Lansing, Michigan. Saca el último billete de dólar arrugado que tiene de su bolsillo y se gasta noventa y nueve centavos en un café en Biggerson's. se sienta en una mesa junto a la ventada y mira hacia su taza, intentando no contemplar el resto de su vida.
Hay un resto de su vida ahora. Un resto de su vida con final.
De todas sus nuevas limitaciones, esa es la única que se siente consoladora.
"Hablando de coincidencias," alguien ice.
Castiel alza la cabeza y se encuentra con una joven pelirroja parada junto a su mesa. Tiene una tablet y por alguna razón sonríe de oreja a oreja.
"Debe ser el destino," concluye ella.
"No," dice Castiel. "Ella me odia."
No es una broma pero la mujer ríe de todas formas. "Hola Cas," dice. "Soy Charlie."
El nombre es familiar, quizás de alguna plegaria de Dean. Esos recuerdos son distantes. Castiel supone que se desvanecerán. La memoria es efímera, poco fiable. ¿Cómo pueden los humanos vivir así?
Charlie le toca el hombro, e incluso a través de su abrigo, el peso y el calor de la mano lo atraviesa. Nadie le había tocado desde que le había robado la gracia, desde que estaba atrapado en ese cuerpo para siempre. Por un atontado momento, se pregunta si está sintiendo atracción sexual. Pero no siente nada más cuando mira la cara de Charlie, y su toque no parece sexual. Es simple contacto, Charlie está siendo amable.
Castiel mira su mano y esta se aparta de su hombro. La ausencia de su toque le hace sentir solo, y entonces se siente absurdo y avergonzado.
No lo sabía, pero aparentemente a la suma de comida, dormir, y aire, los humanos necesitan contacto. Es algo aterrador, la necesidad.
Charlie se sienta frente a él, sin invitación. "¿Éstas bien?"
Hace dos noches, Castiel perdió su gracia y vio a su familia caer en picado del cielo. Está más cercano a todo lo malo que a estar bien. Pero considera el presente, el tangible y soluble, y simplemente dice, "tengo hambre."
"Puedo arreglar eso," dice Charlie. Mira alrededor del restaurante. "Pero quizás, ¿no aquí? Estos sitios me asustan un poco, desde los Leviatanes, ¿sabes? No estamos muy lejos de mi casa –en serio, gracias por ser tan conveniente. Cuando Dean me pidió que te buscara, asumí que me tomaría al menos unas semanas. Pero aquí estás, ¡justo frente a mis narices! De todas formas, no soy una gran cocinera, pero puedo apañarme con unos huevos y tostadas, si eso está bien para ti."
"¿Dean te pidió que me buscaras?"
Charlie rodó los ojos. Primero, Castiel piensa que su interrupción había sido ruda, pero entonces nota que ella está sonriendo. Es algo más entonces: afecto, quizás, o alguna broma privada. No sabe cual es el chiste.
Ella esperaba claramente alguna respuesta similarmente divertida por su parte, porque cuando él no hace nada, su expresión cambia completamente. Sus ojos giran y parpadea. "Vosotros… tuvisteis una pelea o algo?"
Castiel reflexiona de sus últimos encuentros con Dean. "Podrías decir eso."
"Ok," dice Charlie lentamente. "Yo…yeah, no me voy a meter en eso. Salgamos de aquí. Puedes contarme todo lo de esa extraña caída de meteoritos mientras conduzco."
El coche de Charlie es pequeño y silencioso, nada que ver con el Impala. Su apartamento es pequeño también, pero está limpio. Ella le señala que se siente en la mesa de la cocina mientras saca los huevos y la leche de la nevera. Es acogedor. Se quita su chaqueta y la cuelga del respaldo de la silla.
"Y eso," termina, toda la larga historia fuera. Sus manos están en su regazo, inútiles. "Eso es todo. Le fallé al Cielo. De nuevo."
Charlie se gira y cruza la cocina en un aso. Tira de la adyacente silla y se sienta a través de la equina donde está él, casi lo suficientemente cerca como para que Dean lo considerara invasión del espacio personal. Charlie coge una de sus manos entre las de ella, tocándolo nuevamente. Se pregunta por qué, pero no lo cuestiona. El contacto se siente bien.
Charlie le está mirando, curioseando en su cara como si intentara ver que hay debajo de la fachada. No hay nada, quiere decirle. Esto soy yo ahora. "Cas." Dice. "No es tu culpa." Él abre la boca y ella le silencia con una sacudida de cabeza. "Pasaste el último año siendo manipulado por gente más poderosa que tú. Sé que es difícil no culparse cuando cosas malas le pasan a tu familia," Charlie se detiene, traga, "Lo sé, de verdad. Pero incluso si fue tu culpa –y no lo es, te lo prometo – está bien, porque vamos a ir a Kansas mañana y encontrarnos con Sam y Dean, y entonces vosotros lo arreglaréis como siempre hacéis."
"No sé si podremos esta vez," dice.
Ella aún mantiene su mano. "Yo lo sé," dice, y Castiel se pregunta como puede sonar tan segura. Suelta su mano y se levanta, de vuelta a la cocina y empieza a romper huevos en un bol. "Y algo que puede que no sepas sobre ser humano es que el desayuno y, uh, sin ofender, pero una ducha caliente y quizás algo de ropa nueva, pueden hacerte sentir mucho mejor."
Charlie tiene razón sobre el desayuno y la ducha, así que es razonable que también la tenga sobre la ropa nueva. Pero aun así Castiel vacila en la entrada de la tienda. Él nunca ha estado en un centro comercial antes. Es brillante y ruidoso.
"No tengo dinero."
"Va por mi cuenta, Cas," dice Charlie. "Considéralo un pago por salvar el mundo todas esas veces, o lo que sea. Además, no voy a conducir once horas a tu lado si tu ropa huele así."
Él le frunce el ceño, pero su sonrisa no titubea.
"Ahora, ¿tienes alguna opinión sobre vestimenta o esto va a ser como la escena del cambio de look en una comedia romántica? Quiero decir, sé que no soy un símbolo de estilo." Charlie señala a su camiseta, que está adornada con muchos emblemas y las palabras lo mismo decimos todos, "pero tú no eres un patito feo tampoco."
"Yo -¿qué?" él no entiende, pero decide que le gusta Charlie de todas formas.
"Vamos," dice, y entra a la tienda. Castiel la sigue. Intenta imaginarse a Dean comprando en esta tienda, pero es difícil, hasta que ve los trajes y las corbatas en la parte de atrás, todo de nueva línea y afilado corte. Dean sólo se viste así en las cacerías, pero las últimas veces que cazaron juntos, Castiel observó pequeños cambios en lo que Dean vestía: nuevos patrones, más colores. Se pregunta si Dean disfruta al vestirse.
Charlie no está interesada en los trajes. Coge varios pantalones. "No sé que talla llevas, así que vamos a tener que figurárnosla." Dice. Coge un par de camisetas y las coloca sobre la pila de pantalones. "Probablemente tengas una M, imagino." Más prendas de ropa acaban en sus manos, y él está ahogado por las opciones cuando llegan a los probadores del final de la tienda. Charlie se sienta en un banco y se indica que entre en el probador por su cuenta. "Sal cuando estés listo," le dice.
Castiel se quita la ropa en el probador. Ha estado habitando este recipiente por años, con y sin su ocupante original, pero ahora esos desnudos pies y pantorrillas son sus desnudos pies y pantorrillas. Ha estado desnudo antes, pero no lo recuerda muy bien. Había abejas, una vez, cree. Aún puede oír el grito escandalizado de Dean. Dean no es un aficionado de las abejas, los sentimientos de Dean hacia Castiel son más difíciles de discernir.
Castiel dirige su cuerpo hacia la pila de ropa que se supone que se tiene que probar e intenta no pensar en Dean. No tiene el mismo control sobre sus reacciones que tenía antes, ahora que está atrapado en este torbellino de hormonas, y urgencias, y necesidades. Tendrá que aprender a vivir con ello en algún momento –un pensamiento que lo llena de temor.
"¿Cas? ¿Todo bien ahí dentro?"
Se pone una camiseta y un pantalón y abre la puerta del probador.
"Vamos a tener que trabajar con tu desenfrenada presencia," Charlie le dice. Se estira hacia su cuello y él se mantiene inmóvil, inseguro de sus intenciones. Siente sus dedos meterse bajo el cuello de su blusa. "Etiqueta," explica. Él asiente, alejando el recuerdo de Dean arreglando su corbata. "Parece que está te va bien. ¿Estás cómodo?"
No, casi dice. Pero no es la ropa lo que no encaja.
Cuando él no dijo nada, Charlie le miro y dijo, "Cas," como si eso tuviera que significar algo. Entonces dijo "ven aquí," lo cual no tenía sentido, pues ella fue la que se movió. Entonces sus brazos estaban alrededor de él y su mejilla estaba presionada contra su pecho y él estaba mirando abajo a su cabeza, lentamente, alzó sus brazos y los pasó por su espalda.
Abrazar daba más confort del que esperaba, y se entristeció un poco cuando Charlie se alejó.
"Pruébate el resto y luego iremos a hacer algo divertido, ¿vale?"
Castiel se probó el resto de las prendas. Es consciente de que los humanos usan la ropa para señalar cosas sobre sí mismos –riqueza, clase, género, intereses particulares –pero no sabe realmente como funciona, o que podría expresar si supiera como expresar cosas, por lo que aceptó las cosas que Charlie eligió sin protestar. Dejó atrás la ropa que no le servía y Charlie pagó por el resto. Parecía demasiado dinero, pero ella ignoró sus comentarios.
Es tarde cuando ellos terminan. Castiel se preocupa por un momento de que Charlie le pregunté sobre lo que considera divertido, y él tenga que confesar que no tiene ni idea. Ha tenido algunos momentos de diversión, pero siempre parecían pasar por accidente, y siempre con Dean. Castiel no sabe como divertirse por su cuenta.
Pero Charlie no le pregunta nada. Ella conduce hasta un cine y compra dos entradas y un cuno de palomitas. La película no tiene nada que ver con la vieja película de carrete de exorcismos de demonios que vio con Sam y Dean en el bunker. Es más agradable, pese a que Castiel duda que los humanos hayan creado nunca tecnología que les permita teletransportarse. No está seguro sobre los viajes espaciales más rápidos que la luz. Castiel se lo menciona a Charlie en el cine y ella le sisea "¡Suspende el escepticismo, Cas!"
Aparentemente no es aceptable hablar en los cines. Afortunadamente, durante un tiempo él no quiere hacerlo. Se olvida de si mismo completamente en favor de concentrarse en la historia: esa falsa gente resolviendo falsos problemas en un futuro que no existe. Pero se siente real. La película tiene un increíble poder, dibujando risas y suspiros y una aplauso de la audiencia. Castiel se encoge una o dos veces. Incluso derrama lágrimas cuando uno de los personajes principales aparentemente muere.
Es un shock cuando los créditos aparecen y Castiel se da cuenta de que han pasado más de dos horas. Esto es lo bueno de olvidar, entonces: los humanos pueden escapar de sí mismos. Y sienten cosas tan profundas –simpatía, humor, júbilo, tristeza –incluso por gente que realmente no existe.
Por primera vez, se le ocurre a Castiel que mientras que ha perdido sus poderes, puede que haya ganado algo mejor.
Ellos cenan en la cocina de Charlie después del cine, y entonces terminan en el sillón de su salón. Castiel está a mitad de su segunda cerveza, y Charlie está cerca de acabar con su tercera. Se pregunta perezosamente si la está haciendo sentir nerviosa, pero es difícil de decir. Aunque el ritmo de su conversación disminuye marginalmente con su cerveza.
"Tío, debe ser tan extraño," dice, y no le está mirando, sino mirando a algo en la distancia. Ella gesticula con su botella de cerveza, un vago movimiento circulas. "No tener un cuerpo –al menos, como, un cuerpo humano –y entonces tener uno."
Ella hipa. "Oh, mierda, ¿eso fue insensible?"
Él supone que si, pero meramente sacude la cabeza.
"Pero al menos quizás habrá algunos… placeres de la carne, ahora, o lo que sea, ¿no? ¿orgasmos revestidos de plata?"
Casiel está sorprendido por la pregunta. Mira a Charlie, pero ella es inmune a ello.
"Oye, he leído esos libros," dice Charlie.
Por un momento, Castiel no está seguro de a qué se refiere. Entonces le viene. "¿El evangelio de los Winchester?"
"Si es así como quieres llamarlos," dice Charlie. "menos evangélico, más pegajosa acción-aventura –quiero decir, hasta que me di cuenta de que era real, era eso."
Charlie le está diciendo que es consciente de la historia completa de los Winchester, lo que pone esta conversación en un contexto diferente de algún modo. "No deseo visitar ningún otro burdel, si es lo que estás preguntando," dice.
Charlie ríe y sacude la cabeza. "No," dice. "Casi, pero no. Guau, que lío."
"¿El burdel? No lo disfruté, pero Dean lo encontró entretenido."
"Apuesto a que sí," dice Charlie, y no parece dirigirse a él. "De todos modos, estaba diciendo que probablemente parece un paso hacia atrás, pero de vez en cuando ser humano está bien. Descubrimos el café, y Star Trek, y los vibradores."
"¿Qué-," y entonces e lo piensa mejor y se detiene. Hay una pregunta más importante que hacer. "¿Crees que el sexo es lo mejor sobre ser humano?"
Ella le palmea un hombro y eso le recuerda a Dean. "Hablas como un virgen, Cas." Pero entonces luce más seria. "Quiero decir, no voy a mentir, el sexo es genial, pero no es lo único que hay. Hay, ya sabes, la conexión con otras personas, preocuparte por ellos, formar vínculos, amistad, amor, todo eso. Esa es la parte buena."
"Los ángeles también son capaces de ello."
"Mmhmmm." Charlie no suena convencida, pero Castiel no desea convencerla. Sospecha que ella está hablando de algo más exclusivo, algo que no podría discutir. "De todos modos," dice, "parece que tú te las has apañado con todo este abrupto cambio de especie bastante bien, considerándolo todo. No es que tenga otras referencias para comparar. Pero aún así."
Castiel no está seguro de estar manejándolo bien. Está bastante convencido de que sin la intervención de Charlie sería un vagabundo. Tiene un extraño sentimiento de ser precariamente contenido, como si siempre estuviera al borde de algo –cayendo aparte, quizás – pero quizás eso es lo que se siente al estar atado por ligamentos, y piel y huesos. Se toma el último sorbo de su cerveza. Después de un momento, dice, "Gracias, por tu ayuda."
Charlie se encoge de hombros. "Haría mucha cosas por Dean," dice. "Y tu pareces estar bien." Le sonríe. "Bueno, me encantaría quedarme despierta y hablar pero tenemos que levantarnos y conducir durante once horas mañana, y no hay nada sino campo entre aquí y Kansas, así que será mejor que no esté medio dormida."
Aunque el sofá cama de Charlie es mucho más cómodo que el pasto, a Castiel le toma mucho tiempo caer dormido.
"Así que, ¿estás listo? ¿La increíble aventura de Cas y Charlie?"
Castiel no sabe como Charlie se las arregla para estar tan feliz y compuesta. Hoy lleva una camiseta que dice ¿Has intentado apagarlo y encenderlo de nuevo? y él la mira sin comprender. Odia levantarse casi tanto como odia la necesidad de dormir en primer lugar. Se sienta y apoya contra el respaldo del sofá, entonces parpadea y acepta la taza de café que Charlie le ofrece. Es rico y oscuro, más aromático y sabroso que el café de Biggerson's. después de un momento, se da cuenta de que Charlie le había hecho una pregunta. "No lo sé." Contesta.
"Oh, venga. Cosas extrañas se han puesto en marcha en el círculo K. será divertido."
Él roda los ojos. No hay suficiente café en el mundo para ello. "NO -,"
"Entiendo esa referencia," finaliza Charlie. "Lo sé. Supongo que vosotros estabais muy ocupados destruyendo y/o salvando el mundo los últimos años, pero de verdad, Sam y Dean no te han enseñado nada. Espero que estén avergonzados."
"Esa película de ayer puso luz en algún comentario que hizo Dean alguna vez," dice Castiel. Cuando Charlie alza una ceja, Castiel explica. "No directamente a mí, pero yo… le escuché comparar los ángeles a los Vulcanos, una vez."
Charlie asiente. Parece que quiere decir algo, pero en su lugar sonríe.
"No se suponía que fuera un halago," dice Castiel. "Pero el Vulcano de la película de ayer… él era…" heroico. Admirable. Castiel no es nada de eso. Espera que Charlie termine su abandonada frase, pero no lo hace.
"Lo siento, Cas," dice. "Siguiendo la Prima Directiva en este caso. No interferencias."
Él frunce ante esto. "¿Te refieres a la regla que rompen en la película? ¿La de no revelar viajes estelares a las culturas que no los han descubierto todavía? Eso… no es aplicable." Incluso cuando entendía la referencia, no entendía la referencia. Los humanos son agotadores.
Charlie ríe ante su expresión. "¿Estás preparado para este viaje si o no?"
Castiel se pone unos pantalones y una camiseta y dobla sus otras prendas colocándolas en la bolsa del día anterior. La suma de todas sus posesiones no pesa más que unos pocos gramos, y aún así parece pesado. Aparte de una espada de ángel, nunca ha tenido nada propio antes. No le tomó mucho a Charlie empacar, y pronto estaban en el coche.
Ella pone algo entre sus mano después de sentarle. Es blanco y rectangular y lo reconoce como algo que Sam tenía. "Es muy tentador decir 'el conductor elige la música, así que cierra tu bocaza'," dice Charlie. Castiel ni se molesta en suspirar. "pero primero, no es verdad –en serio, siéntete libre de abrir tu bocaza cuando quieras, es un largo camino –y dos, voy a intentar mantener las referencias, sólo por ti. Sobre todo desde que la primera es menos filosófica y más…textual, supongo. Dios, esto es raro. Nunca debí haber leído esos libros." Castiel ignora su parloteo y ella le enseña como mover el dedo por la pantalla de su iPod para elegir canciones. "A por ello."
Castiel se entretiene seleccionando música más o menos al azar mientras acortan camino a través de suburbios y pastos. Eventualmente, todo el paisaje pasa a ser caminos de campos verdes dotados de algún granero ocasional, lo que Charlie le explica que es el crecimiento industrial que le mencionó la pasada noche. "Quiero decir, algunos de estos campos son de soja, pero de igual forma, sigue siendo un camino aburrido."
Condujo por horas. Dejaron atrás Michigan, Indiana e Illinois, esquivando la extensión de Chicago y entonces girando al sur hacía más campo de maíz. Los campos eran ocasionalmente interrumpidos por una serie de señales blancas, cada una contenedora de una línea de un rítmico poema sobre la posesión de armas ("Cuando el control de armas / nos haya golpeado/ los criminales se adueñarán / de nuestras calles"), y muchos, muchos carteles, la mayoría anunciando comida y coches, pero otros con algunas precauciones siniestras. Castiel no podía discutir con el gigante testo blanco sobre negro que decía "El Infierno es Real", aunque no estaba seguro de que se suponía que debía hacer ante ello.
Más interesante que la vista de las ventanas era la gran variedad de música en el iPod de Charlie. Su lista de reproducción estaba completamente llena de inescrutables combinaciones de caracteres como ":D" y ":(" y ":)". Le gustaban los dos puntos y el paréntesis final mucho más. No era demasiado ruidoso, ni rápido, ni deprimente.
Algo que seleccionó hizo a Charlie bajar la cabeza y soltar una carcajada. "Joder," dice. "tienes una infalible forma de encontrar cada cosa vergonzosa que hay ahí dentro. Como todo lo de Carly Rae Jepsen y 'Wake me up Before you Go Go'. Respeto eso. Es como una extraña forma de adivinación, sólo que en ves de predecir el futuro o encontrar agua o algo de eso, tú encuentras las cosas vergonzosas en las colecciones de música de la gente. En verdad soy muy guay, ¿sabes?, tengo buen gusto."
"¿Qué hay de embarazoso en esta canción?" es un género que Charlie le identificó antes como música folclórica.
"Oh, nada, realmente," dice Charlie. " Sólo me gusta pretender que soy una de esas lesbianas guays que escuchan a Robyn –quiero decir, soy una de esas lesbianas guays que escucha a Robyn. Pero también resulta que soy secretamente sensiblera, y como sea, ¿Dónde están las lesbianas que no tienen a las Indigo Girls en su iPod? Y quizás tenía un Ani DiFranco cuando era adolescente. Quizás aún lo hago. ¿A quién le importa?"
"Nada de eso significa nada para mi."
"Simplemente… no se lo digas a Dean."
Castiel escucha la canción más intensamente que antes. Todas las otras canciones que Charlie mencionó como potencialmente embarazosas tienen el mismo alegre, feliz perfil. Ninguna tiene letras complicadas. Esta, por otro lado, es más filosófica canción sobre estar satisfecho sin conocer respuestas. Tenía muy poco sentido el sentirse avergonzado por que te guste o no un tipo de música particular. Debe ser que la música es como la ropa, entonces: una de las muchas formas en que la gente expresa su individualidad y señala a los demás como se valúan y encajan en el mundo. Todo es el resultado de muchas elecciones. Castiel se siente cansado al pensar en ello. "¿Estás realmente avergonzada por esto? Puedo cambiarlo."
"Na," dice Charlie. "Estaba bromeando. No estoy realmente avergonzada por nada de eso. La vida es demasiado corta para avergonzarse por cosas como esa. LARPe diem o lo que sea."
Él mira hacia el pequeño espacio frente a su asiento y Charlie tuvo la gracia de parecer un poco avergonzada.
"Ok, pero esta es fácil de explicar," dice. "LARPing* es esto que…"
La explicación continua todo el camino hasta que paran para comer, donde cogen hamburguesas y papas fritas en algún lugar de Illinois. Mientras vuelven al coche, Charlie se para, "Ey, estoy cansada de conducir. ¿Quieres probar?"
Lo considera y se sorprende de descubrir que realmente quiere. Aún así, duda. "No sé como."
"Es fácil."
"Esto parece una mala idea."
"Eh, estamos rompiendo una ley o dos. Si un ángel caído conduce un coche en un campo de maíz y ningún poli lo pilla, ¿es realmente ilegal?"
"Si," dice Castiel. Ella le tira las llaves.
Le cuenta sobre los controles del coche mientras él conduce un círculo o dos alrededor del parking. Controlar el coche es relativamente fácil, como se presenta. Charlie le advierte que predecir el comportamiento de otros conductores es menos fácil.
"Ok, normalmente no haces a alguien incorporarse a la interestatal en su primera lección, pero que rayos, lo tenemos," dice. "Sólo mira sobre tu hombro y asegúrate que nadie viene, entonces acelera y muévete hasta el carril. Y no te estampes con ningún otro coche porque 'siniestro total' no es mi forma preferida de morir, ¿vale?"
"No inspiras mucha confianza justo ahora."
"Calla y conduce."
Castiel sigue sus instrucciones y mira a la carretera mientras se incorpora, lo cual es simple porque la carretera está vacía. Charlie sigue agarrando su hombro mientras acelera, apretando sus dedos en la manga de su camiseta. "Baja ahí, vaquero. El límite de velocidad es 65"
"Creía que eso era una sugerencia," le dice Castiel, y sonríe cuando ella palidece.
"Espera…¿eso era una broma?"
Él presiona el acelerador nuevamente en respuesta.
"Dios, has pasado demasiado tiempo con Dean," dice Charlie. Pero Castiel baja la velocidad hasta el límite para pacificarla. Después de un rato, los otros coches desaparecen y están solos en la interestatal de nuevo. "Ha," se jacta Charlie. "Te he engañado con éxito para que conduzcas por mi. Ahora verás lo aburrido que es."
"Sería menos aburrido si no te empeñaras en conducir tan despacio."
"Esto es un Kia, Cas, no un Chevy Impala del 67. Conducir rápido no te va a producir el subidon que estés buscando." Pero ella le enseña a usar el control de velocidad y a prender el limpiaparabrisas y las luces, y después de unas cuantas millas, se siente a gusto al volante. Una habilidad humana adquirida, sólo le quedan un millón más.
El resto del viaje pasa sin incidentes. Escuchan mucha música y discuten los puntos de Star Trek: En la Oscuridad una vez más. Paran por gasolina y café y baño, y Castiel piensa en Dean y Sam y las miles de horas que han pasado viajando por el país de esta forma. El dolor en sus piernas y espalda.
Y entonces, una hora después de la caída del sol, salen de la interestatal y conducen por las calles de un pueblo hasta que llegan al camino de grava que lleva hasta el bunker.
Charlie aparca el coche y saca sus bolsas del asiente trasero. Sigue a Cas hasta la puerta del bunker y esperan hasta que alguien conteste a su llamado.
Dean abre la puerta con a Sam y un niño que Charlie no reconoce tras él. "¿Cas?" dice. Hay un pequeño obstáculo en su voz. Jesus, piensa Charlie.
"Sorpresa," dice ella. Dean no le presta atención. Sam le da una triste sonrisa. Luce enfermo. Puede que no tan enfermo como la última vez que lo vio, pero aún enfermo. El niño de pelo oscuro le mira con curiosidad.
"Estás vivo," le dice Dean a Cas. "¿Estás-,?"
"Si."
"Así que no puedes arreglar a Sam, entonces."
Charlie nunca había hecho realmente un facepalm en la vida real, pero hoy podría empezar. Dios, no es que metiera la pata. Es más bien como que metió el cuerpo entero, y no de una forma sexy. Es un puto Uróboros de absolutamente cosas mal que decir. Casi puede sentir a Cas desplomarse junto a ella. Ve a Sam tomar aliento profundamente.
"Ey, ¿Podemos entrar ya?" dice Charlie. Se entremete, en el espacio vacío entre Dean y Cas, y entonces pasa a Dean y entra al bunker. Se toma un momento para susurrarle "Delicado" en la oreja de Dean al pasar junto a él. "Hemos estado conduciendo todo el día, ¿sabes? Algunos de nosotros éramos un sin techo y estábamos muertos de hambre hasta antes de ayer, así que confort material suena bastante bien ahora. Soy Charlie, por cierto."
"Kevin," dice el chico.
Y entonces, tras ella, algo increíble sucede.
"Lo siento," dice Dean. Suena bastante desdichado en ello, también. "No quería decir-,"
"Lo siento también," dice Cas. Charlie empieza a sentir que no debería estar viendo esto. La forma en la que se encuentran juntos, con un montón de incómodo espacio entre ellos, el anhelo flotando entre ellos como oleaje. Esos dos no necesitan un panel de cristal para mantenerlos separaos. Pueden hacerlo por si mismos. Abrazaros de una jodida vez, piensa, pero ellos no lo hacen.
Ella mira a Sam y Kevin, y entonces por un acuerdo silencioso mutuo, los tres se alejan de la entrada. Sam toma su bolsa y la lleva hasta una de las habitaciones vacías, y luego van a la cocina, sentados frente a la mesa de cocina. Sam coge tres cervezas del frigorífico.
Charlie mira a Kevin. "¿Eres mayor de edad?"
Él alza las cejas.
Ella levanta las manos en son de paz. "Simple curiosidad," dice. "¿Cómo te metiste en todo esto, de todas formas? No sabía que los Winchester habían empezado a corromper a los jóvenes."
"Te podría preguntar lo mismo."
"Larga historia," dice. Kevin asiente. Ella mantuvo su cerveza por el cuello de la botella y el chocó la suya contra ella.
"Gracias por encontrarlo, Charlie," dice Sam. "Dean estaba completamente destrozado."
"Si," dice. Todos miraron hacia la librería sin querer.
"Así que supongo que no… hablaste a Cas sobre Dean. O a Dean sobre Cas, ¿quizás?"
Ella ríe ante la esperanza de Sam. Ella podría haberla armado unas cuantas veces borracha, pero estaba sobria ahora. "Sam, eso está muy por encima de mi salario y no hay suficiente dinero en el universo para ello."
Él suspira. "Lo sé. Esperaba que lo hubieras hecho así no tendría que vivir con ellos más."
"Así no tendríamos que vivir con ellos más," replica Kevin. "O Dean, al menos. Quizás es mejor, ahora que Cas está aquí. Quizás no me ahogaré en la melancolía. Quizás Cas puede estrangularme por sí mismo."
Charlie le mira alarmada y Sam suspira y sacude la cabeza. "No te hagas ilusiones."
"Con el estrangulamiento o con el final de la melancolía?"
"Es bastante triste, ¿no es así?" dice Charlie. "Pero honestamente, ese es el tipo de de cosas por las que tienen que pasar por ellos mismos. Nadie es lo suficientemente gay o lo suficientemente Yoda para arreglarlos con una conversación, ni siquiera yo. Y soy una gay increíble."
Ella mira a Kevin después de la broma, dándose cuenta con retraso que él probablemente no sabía eso, pero todo lo que dice es, "¿Pero como de Yoda eres?"
"Paciencia debes de tener, mi joven padawan."
Todos se colocan bien cuando Dean y Cas entran en la cocina. Sam se levanta de la mesa y les lleva una cerveza, y luego se sientan todos alrededor de la mesa.
"Tengo tiempo para esa larga historia ahora," le dice Charlie a Kevin.
"Bien, estaba practicando chelo una mañana, la mañana que se suponía debía pasar mi examen de selectividad, realmente, y…"
En este fic, al igual que en la serie, hay muchas referencias, y más o menos creo que se pueden comprender todas, y las que quizás vez más difíciles intentaré explicárosla en los comentarios.
También me disculpo por los posibles fallos gramaticales que pueda tener, pero suele pasar que después de estar traduciendo mucho rato ya ni entiendo lo que quiere decir la autora original y me puedo liar un poco, e intentado solucionarlo, pero me disculpo si se me pasa algo. Igual espero que disfruten este fic de la misma forma que lo disfruté yo, pues encontraréis que está escrito de forma muy similar a como se realiza la serie, y es una idea muy original.
*LARPing (Live Action Role Playing game) – es cuando un grupo de gente se junta para jugar Rol en vivo, según un videojuego, serie o película en el que quieran participar, como se ha visto más de una vez en la serie.
