VIDAS CRUZADAS
Capitulo I Ilusiones paralelas
La lucha había sido devastadora, Hermione y Ginny vivían en un pequeño pueblo juntas, ya que lo ocurrido con Ron las había unido más que nunca, sí junto con Harry lucharon valientemente contra las fuerzas oscuras pero en una desgraciada batalla Ron había caído, el dolor fue tan grande que ambas amigas abandonaron la lucha fueron a refugiarse a un pueblo tranquilo a la espera de la batalla final.
Dos años mas tarde….
-Ginny estoy tan contenta que nos reuniremos de nuevo con Harry.- dijo Hermione.
- Si él fue el héroe, en El Profeta no paran de hablar del ojiverde, de cómo destruyó a Voldemoret en la batalla final, como lo convirtió en polvo, rió Ginny, además Hermione amiga te pasas todo el día hablando de Harry, ya me tienes los oídos rotos Harry esto, Harry aquello se burló la pelirroja.
- no seas así, se sonrojo la castaña, sabes muy bien que él es nuestro amigo y que yo lo quiero mucho, como también quería a Ron, y diciendo esto unas lágrimas rodaron por sus mejillas.
- Hay Hermy, Hermy, tienes que ser tan sentimental, Ron es un recuerdo, Harry esta vivo y es todo un héroe millonario.
-Ginny –gritó Hermione- cómo puedes hablar así Ron era tu hermano.
-si mi hermano pero esta muerto y yo sigo vivita y coliando y el mundo se va a rendir a mis pies, y diciendo esto Ginny se fue dejando a la castaña con la palabra en la boca.
Ginny era una chica temperamental, con una hermosa cabellera pelirroja, buena estatura y un físico que se había desarrollado voluptuosamente en los últimos años, además ella acompañaba su apariencia con una alegría nata, y una pizca de desfachatez que la hacía encantadora, ella tenía muy claro que llevaría acabo todo lo que se propusiese, y su objetivo mayor era hacerse de dinero, sí mucho dinero no pensaba terminar su vida como sus padres ella no sería pobre, cueste lo que cueste.
Hermione era tranquila, leal, buena, demasiado buena, quería a su amiga como si fuera su hermana, una hermana loca solía decir, era alta de buena figura linda y con una cabellera castaña de rulos, tenia un secreto que le oprimía el alma, un secreto que la mayoría de los conocidos sabían, no porque la castaña lo compartiera sino porque se le notaba, le salía por los poros, quien conociera a Hermione Jane Granger sabría su secreto, quien conociera a Hermione Jane Granger sabría que estaba locamente enamorada de Harry, su Harry, su niño bueno, su niño que sobrevivió, que sobrevivió para ella y él estaba por llegar.
Ginny volvió de su paseo y se dirigió a la castaña como si nada hubiese ocurrido.
-Hermy, Hermy gritó.
-que pasa?
-Hermy, fui a la mansión de los Malfoy y a que no adivinas.
-No Ginny , que paso?
-Me encontré con Draco, el muy condenado esta divino.
-que dices Ginny.
-que esta divino, se estaba dando una ducha, hay Hermy tiene un cuerpo, un físico.
Hermione fue a donde estaba su amiga y la agarró del brazo, Ginny estas loca, te metiste en su casa.
-no Hermy como crees, sólo me introduje en su baño y diciendo esto largo una carcajada, Hermi disculpa es que tu eres tan puritana.
-Si y tu eres tan libertina, Ginny prométeme que no lo volverás a hacer.
-Esta bien seré una buena niña y no lo haré más, y se volvió a reír.
Momentos antes en casa de Draco
Draco terminaba de regresar de la guerra, su participación había sido fundamental para derrotar a Voldemort, sus compañeros de lucha estaban en el otro frente y le cubrían las espaldas a Harry y su tropa, había hecho un gran trabajo, se sentía orgulloso de él mismo y su regreso también era triunfal, no había luchado mano a mano con el señor oscuro pera había sido la carnada perfecta para la trampa que lo llevó a su fin.
Draco Malfoy era un chico alto, fuerte, sexi, seguro de sí mismo ex compañero de las chicas, amante perfecto y muy mujeriego, sólo pensaba pasar un tiempito en la mansión ya que ( al igual que Ginny ) pensaba que ese pueblo era un asco, una tumba.
Draco se estaba dando un baño cuando sintió una risita a su espalda.
-quien anda ahí preguntó el rubio.
-vamos fue una risita muy agradable, quien es su dueña insistió, es que el rubio conocedor del tema, sabía perfectamente que esa risa era de una admiradora, de las muchas que había abandonado con su partida.
-vamos eres tu Andrea, Claudia ummmmmm me rindo y diciendo esto corrió de un manotazo la cortina que lo separaba de su admiradora.
- el rubio se quedo sin palabras, sólo atino a decir: valla, valla, valla si es la menor de los Zanahorias Weslley, señorita es ud muy atrevida.
-Ginny sin sonrojarse dijo, es que a mi me gusta ver lo bueno, y créeme Malfoy tu estas de lo mejor, y muerta de risa se escapó por la ventana que había entrado.
Malfoy no dejo de asombrarse mientras pensaba lo grande que se había puesto la niña.
La mañana siguiente encontró a las jóvenes con la sorpresa que Molly se quedaría un tiempo con ellas en la casa, bueno mansión así era como Ginny obligaba a llamar a su hogar ya que ese nombre le daba categoría a la misma, en realidad Molly se presentó a pedido exclusivo de la castaña ya que ésta se lo sugirió reiteradamente para intentar poner un freno a las andanzas de la pelirroja.
Molly, la mamá de Ginny era una señora simpática y de hogar quien crió a sus hijos con poco dinero pero mucho amor, a pesar de no ser la misma luego de la muerte de Ron ella veía la vida con optimismo, y dedicando todo su esfuerzo a su marido, hijos e hijos postizos, como llamaba a Harry y Hermy.
-Hola Molly bienvenida, dijo la castaña
-hola mamá corrió a su encuentro Ginny
-que tal queridas, pero que desorden, seguramente hace tiempo que no comen una comida decente, y dicho esto último se adentro a la cocina dónde prepararía unos platos exquisitos.
Ginny beso a su madre y salió al jardín, la castaña se descuido y cuando quiso buscarla, la pelirroja había desaparecido, la castaña decidió no hacerse problema y ayudar a Molly en la cocina, después de todo ya estaba allí su madre, Ginny y Malfoy ya no era su problema.
Ginny corrió hasta llegar a la mansión de Draco cuando estaba llegando este la vió y fue a su encuentro.
-Hola muñequita dijo el rubio.
-Hola hurón contesto la pelirroja
-sólo Granger me llamaba así.
- sí, lo se, pero me gusta ahora es mío, ahora yo te llamaré hurón, de acuerdo,
-De acuerdo muñequita, a propósito la comelibros esta con tigo me pareció verla?
-si ella comparte la mansión, pero esta todo el día encerrada.
- sigue siendo tan insufrible?
-más que eso ahora se la da de puritana, y se pasa todo el día esperando a su amado Potter, y queriendo dirigir mi vida, fíjate que hizo venir a la pesada de mi madre nada más que para que no pueda verme contigo, dijo Ginny con vos melosa y haciendo puchero.
-maldita sangre sucia espetó el rubio, de cualquier manera muñequita no creo que puedan con tigo.
-claro que no, hecho a reír Ginny.
En ese momento Draco la tomo de la cintura y la llevó hacia él dándole un beso apasionado al que Ginny respondió con igual pasión.
Capitulo II Las promesas
Los encuentros del rubio con la pelirroja eran cada vez más frecuentes y apasionados, ambos hervían con sólo mirarse.
-Ginny.
-que hurón.
-vendrás mañana?
- tu sabes que lo intentare
-eso no me vasta, necesito verte, tenerte, quiero que seas mía, quiero hacerte el amor.
-ya te dije que por ahora no huroncito, tienes que darme tiempo. Además ya te dije que no quiero aventuras , que yo quiero algo serio.
- pero yo también muñequita –dijo el rubio haciendo puchero. Yo te quiero y quiero que seas mía.
-eso ya lo sé, pero no entiendes Draco, a mi no me alcanza. Y sin mediar nueva palabra la pelirroja partió dejando al rubio desconsolado, pensando una y otra forma en que pudiera hacer suya a la escurridiza pelirroja.
Los días pasaban y Ginny no acudía a las citas, el rubio se desesperaba por verla pero nada ni rastro de su muñequita, tal vez este enferma, pensaba el rubio, tal vez Molly la ha castigado, tal vez ya no quiere estar conmigo, no esto último lo descartó de plano se sabía demasiado sexy como para que Ginny lo dejara así porque sí.
A la noche del tercer día no pudo más y se decidió iría a buscar a Ginny, se arreglo con su camisa negra que hacia juego con unos ajustados pantalones que remarcaba todo sus atributos, se peinó los rubios cabellos que casi le llegaban el hombro, se puso unas gotas de perfume y allá fue en busca de su conquista más valiosa.
Al llegar a la mansión vio luz en unos de los cuartos y se dijo ahí esta mi pelirroja y sin pensarlo trepo por el balcón hasta la habitación al llegar ala misma divisó la figura de una mujer saliendo de la ducha llena de toallas y sin meditación previa se lanzo a atraparla por la espalda acto seguido la beso apasionadamente y una vez apartado de su boca recibió un empujón acompañado un terrible cachetazo.
Auxilio!! apenas pudo pronunciar la agredida mientras tomaba su barita y apuntaba a un rubio desconcertado que todavía no advertía lo sucedido.
-por dios si es el depravado de Malfoy, voceró Hermione
-por dios si es la comelibros, puritana, santurrona Granger, respondió Draco
-te vas de acá inmediatamente, dijo la castaña
-tu no eres quien para echarme, dijo el rubio, pero tranquila Granger , te debo una disculpa, como imaginarás no era a ti a quien quería besar, yo ando buscando obviamente a la pelirroja despampanantemente hermosa de tu amiga, y como demás esta decirlo, si sabía que eras tú y no ella, ni me molestaba en trepar por el balcón, estas palabras dolieron a la muchacha.
-eres un maleducado, atorrante, engreído y debieras saber, que un cuarto no es el lugar de visitas a una chica decente, contesto la castaña.
-Granger, Granger, cada vez estas peor te pasas de santurrona, dijo el rubio.
-Malfoy, te prohíbo que me llames así, grito la muchacha.
-Santurrona, santurrona, santurrona, Granger es una puritana santurrona se burló el rubio.
En esos momentos ingresó a la habitación Ginny, justo cuando la castaña lanzó una maldición a Draco al verse burlada
Hermy que estas haciendo? Draco mi amor viniste, -gritó Ginny se abalanzó al rubio dándole un beso apasionado, que para la castaña había durado horas
-Ginny , no debes estar en nuestro cuarto con él, dijo Hermy
-Mira Hermione, Draco y yo nos amamos y no es precisamente él quien sobra en estos momentos y hazme el favor que cuando te vallas no regreses por lo menos en dos horas contestó la pelirroja a su atónita y sonrojada amiga, que sólo atino a recoger su ropa y salir corriendo dando un portazo.
Ginny se descostillaba de risa al ver la actitud de la castaña y de una forma muy sugerente se sentó al borde de la cama, cosa que el rubio imitó.
-Hermione no cambia más. Aseveró Ginny, y si Harry no le hace el favor se quedará para vestir santos, dijo no pudiendo parar de reír.
-pero muñequita se supone que es tu amiga, mira como la tratas.
-sabes una cosa hurón yo no tengo amigos, dijo Ginny categóricamente.
- te extrañé tanto muñequita, fueron tres días interminables,
-también para mí huroncito, pero he estado pensando y tu sólo quieres jugar conmigo,
-eso no es cierto, eres tú la que se divierte haciéndome sufrir no dejando que te toque, no dejando que te haga el amor.
-es que yo quiero una relación seria ya lo sabes!
- mira Ginny, yo no quería decírtelo todavía, pero la semana que viene tengo que irme a una misión por encargo de Dumbledor es que hay una sublevación y tengo que estar ahí , tardaré unos tres meses en regresar y cuando lo haga, dime Ginny te casarías con migo?, serias la Sra Malfoy? Podría comprar una casa en otro pueblo mudarnos allí dime Ginny? aceptas? Dijo el rubio con profundo amor.
Ginny lo miró a los ojos no podía creer su suerte, terminaban de pedirla en matrimonio y nada mas que el soltero más codiciado Draco sexi tengo mucho dinero Malfoy, justo lo que andaba necesitando y quería comprar casa nueva para ella y todo, por dios.
-Aceptas? Volvió a repetir el rubio.
Ginny ni lerda ni perezosa se arrojo a los brazos de Draco, y le susurro un moderado acepto al oído.
Draco la volvió a besar y cuando sus manos se posaron en los pechos de la pelirroja ésta ya no los retiró, después de todo iba a ser la futura Señora Malfoy le dijo.
Por supuesto Ginny encontró la forma de escaparse al día siguiente y todos los demás días, donde los encuentros fueron sexualmente apasionados y el rubio adoraba cada vez más a la pelirroja futura Sra Malfoy .
El día de la partida llegó y la pelirroja se escapo antes de lo previsto ingresó en la habitación de Draco, se puso un baby doll blanco como a él le gustaba, que resaltaba con su cabello y lo espero acostada en su cama, cuando el rubio entro y la vio supo que ella era especial, su desfachatez lo volvía loco, se lanzo hacia ella y comenzó a besarla pronto no pudo aguantar su excitación y le hizo el amor como nunca lo había hecho antes, sus cuerpos estallaban de placer y sus bocas se fundían, sus gemidos invitaban a soñar con la dulce melodía del amor.
Quedaron extasiados y adormecidos pero la hora de la partida había llegado y el rubio despertó a la pelirroja con un beso, ésta se levantó se vistió, y se separaron prometiéndose amor eterno.
-Hasta la vuelta muñequita..-
-hasta la vuelta hurón.
-en cuanto vuelva serás la Sra Malfoy muñequita.
-cuando vuelvas me casaré con vos hurón.
Capitulo III La traición
Los días siguientes fueron terriblemente aburridos para Ginny, solo la ilusionaba pensar en su casamiento, pensar solamente, ya que no había compartido la noticia con nadie ni siquiera con la castaña que la miraba asombrada al darse cuenta, que las aventuras y las escapadas de la pelirroja se habían terminado, sí, el pensamiento de Ginny iba desde los metros de la cola de su vestido blanco hasta la cantidad de invitados y mozos que servirían la fabulosa fiesta que seguramente su huroncito le regalaría .
Temprano en la mañana las chicas estaban en la cocina desayunando y Molli hacía unos pasteles para enviar a los mellizos, cuando por la ventana entro una lechuza con una carta en el pico Ginny corrió y la agarro, con la esperanza de que sea su huroncito pero no, al leerla pego un grito de alegría y miró a su amiga dándole la carta, Hermione se puso colorada ya que Molly no dejaba de observarla, es de Harry dijo emocionada mañana llega con unos magos del ministerio y nos pide si podemos alojarlos aquí.
Por supuesto dijo Molly, vamos niñas, mándeles una lechuza urgente con la contestación.
-Hermy dice por casualidad cuantos son, pregunto la señora.
-con Harry son cinco, contesto la castaña todavía sonrojada.
-tendremos mucho que hacer, ordenar cuartos y hacer más comida, dijo contenta Molly.
- si comida, contesto absorbida en sus pensamientos la castaña.
La cabeza de Hermione daba vueltas, mañana llegaría Harry, su amor , mañana lo volvería a ver luego de dos años, mañana comenzaría a vivir de nuevo, mañana lo tendría para ella, sólo 24 horas más, no podría resistirlo, su corazón latía a mil, mañana su vida tendría sentido sólo cuando él llegara.
Todos los momentos compartidos con Harry y con Ron desfilaban por la cabeza de Hermione, también se acordaba de los pequeños romances que cada uno había tenido en su época estudiantil, los cuales no pasaban de un beso robado o apasionado.
Se acordó de Krum con sentimiento, de Cho Chang no con mucha simpatía y también recordó con una sonrisa el fugaz romance de Harry con Ginny, el cual no había prosperado para su alegría, estaba en un profundo ensueño cuando escucho a Ginny.
-Hermy que te vas a poner mañana? le preguntó.
-no se pero…., ni siquiera lo había pensado, Ginny tenía razón tenía que pensar en su atuendo tenía que verse hermosa para Harry.
-no lo pensé y tu, preguntó Hermy
Ginny se apareció con un vestido (bueno, si a eso se le puede llamar vestido) la parte de arriba era blanca imitando a una camisa sin mangas y con un nudo al frente, y la pollera era roja tableada y se notaba que su largo era diminuto, acompañado de unos zapatos rojos muy altos.
-te gusta, pregunto.
-Sí, esta muy lindo contesto la castaña, yo me pondré mi pantalón negro el que es bien ajustado con mi remera rosada.
-hay Hermy, si a ti te gusta le contesto Ginny con cara de asco.
-sí Ginny es lo que a mi me gusta, no me es cómodo andar con polleras cortas y escotes pronunciados, refuto Hermy además Harry ya me conoce, espeto enojada.
-esta bien, dijo la pelirroja y acto seguido se fue de la habitación con todos sus vestimenta, todavía le faltaba elegir los accesorios.
El día esperado por todos y especialmente por la castaña había llegado, Hermy se vistió, arregló el cabello y los nervios la consumían, daba vueltas de un lado para el otro en el holl esperando divisar el coche muggle que traería a la comitiva, la hora se acercaba y ya Molly le hacía compañía, no sabían nada de Ginny cosa que a ambas extrañaban, pero supusieron que como siempre la pelirroja llegaría tarde.
Ahí vienen le grito una Hermione histérica a una no menos nerviosa Molly.
Los vehículos pararon cerca de la entrada, cada uno con su choffer que habría la puerta y realizaba una reverencia a sus pasajeros, Harry fue el primero en salir y Hermione fue la primera en echarse en sus brazos, harry fue sumamente afectuoso con ella no paraba de besarle la frente y luego se acercó a Molly y también la besó.
Luego de saludar a toda la comitiva ingresaron a la casa.
-dónde esta Ginny pregunto Harry.
-ya sabes como es, dijo Molly le encanta llegar tarde
-hacerse esperar, agregó Hermy con una risita.
De golpe todos los caballeros presentes se quedaron mudos, la atrevida pelirroja acababa de hacer su entrada triunfal, bajaba las escaleras con total desparpajo moviendo sus caderas y haciendo que su falda roja-corta y tableada se bamboleara dejando ver más de lo que a su madre le hubiese gustado.
-Ginny!! dijo Harry mirando a la muchacha perplejo.
-Harry como estas? Se acerco y le dio un beso cerca de la boca, el muchacho sonrió.
-te ves muy linda le dijo Harry
-gracias tu también, además eres todo un héroe, y la gente victorea tu nombre, quién se case con tigo será muy afortunada, dijo Ginny diciendo esto miró a Hermione que se había quedado muda y no le gustaba en absoluto la manera que su amiga se pavoneaba delante de su novio y menos como éste la estaba mirando.
-Ginny lanzo una risita seductora y besó a cada uno de los invitados que la miraban azorados, luego Molly llevó a todos los huéspedes menos a Harry, a sus respectivas habitaciones quedando solo en el comedor la castaña la pelirroja y el ojiverde.
Hermione indico a Harry que se sentara en el sillón ( en realidad quería distraer su atención de Ginny y tratar de alejarla un poco de ella) la pelirroja se alejo y se puso del otro extremo por detrás del sillón restante, inclinada sobre el mismo y mirando fijamente los ojos de Harry, esta posición dejaba ver en su máximo esplendor el busto de la chica que sin importarle el detalle cada vez se inclinaba más, Harry estaba absorto no podía quitarle los ojos, los esfuerzos de la castaña por preguntar y acaparar su atención eran nulos, Harry sólo tenía voz, oído, ojos, sonrisa, halagos para Ginny. Molly rescato a todos de esa situación y se llevó al ojiverde a su alcoba, la castaña realmente aprobó su intervención y ella también se retiro a su cuarto.
Desde hacía un tiempo las amigas no compartían el cuarto, bueno a decir verdad desde que la pelirroja introducía al rubio en el mismo, cuando Hermione llegó al suyo se lanzó sobre la cama y se puso a llorar, lloro desconsoladamente, con una pena terrible su corazón sufría y su cabeza no entendía que era lo que había pasado, pero era claro, su Harry, su amor, el hombre por el cual respiraba, por el cual vivía, no sólo la despreció, sino que se había pasado babeando y coqueteando con Ginny, pero por que? Por que? si Ginny tenía a Malfoy, por que Harry la trató así, a ella, que siempre lo había amado, por que se dejo seducir por la pelirroja, por que su amiga la traicionaba, ella sabía sus sentimientos y no le importaban, llorando envuelta en todos estos pensamientos la castaña se quedó dormida.
A la hora de la cena todos estaban charlando en la mesa pero Hermione no llegaba, Harry preocupado, se sentía culpable por la poca atención que había brindado a su amiga, se incorporó para ir a buscarla pero Ginny lo intercepto
-a donde vas Harry? preguntó inocentemente la pelirroja
-voy a buscar a Hermy, dijo el muchacho.
- no te molestes iré yo, y se fue hacia el dormitorio sin dejar que Harry respondiera.
La pelirroja era muy lista, se dio cuenta del interés del ojiverde hacia ella a penas la miró, estaba enloquecida con los términos que usaban los presentes hacia Harry, con los chóferes muggles que le hacían reverencias al subir o bajar del vehículo, es que la condenada chica había mirado con lujos de detalles la llegada de Harry desde su alcoba y todo lo visto la fascinó, sí, ella tenía a un Malfoy a sus pies, pero la idea de ser la primera dama del mundo mágico, la Sra Potter con todo lo que representaba ese apellido la enloquecía, llego a la habitación de Hermione, abrió despacio la puerta, y observó a la castaña dormida, acto seguido tomo su varita y le lanzó un poderosa hechizo adormecedor, para que su amiga no despertara hasta la mañana siguiente, contenta con el resultado de su intervención volvió a la mesa.
-Ginny, dónde esta Hermione, preguntó Molly
-lo siento mamá, ella se disculpa con todos uds ya que tiene un fuerte dolor de cabeza.
-ire a verla se apresuró a decir Harry.
-te sugiero que no lo hagas, dijo la muchacha, es que recuerda Harry que yo tengo estudios de medimaga , le di una poción y se quedo dormida.
-bueno si es así no la molestaré, contestó el muchacho.
La cena transcurrió entre risas anécdotas y ocurrencias de la pelirroja la velada era excelente, Harry era feliz y ya nadie sentía la ausencia de la castaña, claro Ginny hizo todo a su alcance para, ser el centro de todas las miradas, en especial la de Harry.
Al retirarse a sus alcobas Ginny invito a entrara la suya a Harry con la excusa de mostrarle una fotografía de ellos dos junto a Ron, invitación que por supuesto el ojiverde no pudo rechazar, una vez adentro cuando ya habían observado la foto, la pelirroja tomo del cuello al atónito Harry y le dio un sensual beso dejando al muchacho perplejo, acto seguido le confesó su amor eterno y lo mucho que deseaba ser su novia, Harry cuyos sentimientos estaban a flor de piel respondió el beso apasionadamente y le prometió a Ginny que a la mañana siguiente hablaría con Molly.
