Notas: Hulaaaaaas!!!!! bueno aquí les traigo una nueva historia escrita junto con mi desquiada hermana Anirak Cross... esperamos que les guste ^-^
Salvando nuestro futuro
Capitulo 1: Volviendo al pasado
- Dumbledore… - fue la última palabra dicha por Harry, de unos 22 años, débil y demacrado, antes de que caer en las manos de la muerte, en su mano derecha se encontraba un pergamino arrugado. El cual, la más pequeña tomó por curiosidad.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Papi!!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡No te muedas!!!!!!!!!! - gritaban unas pequeñas e indefensas niñas de no más de 5 años de edad.- ¡¡¡Papi!!!! ¡¡¡¡Deacciona!!!! ¡¡¡¡No te muedas!!!!!- lloraban las pequeñas.
- ¡¡¡¡no!!!!- gritó la mayor, los vidrios se rompieron al son del grito.
Comenzó a temblar, los cuadros caían, las mesas temblaban, los vasos explotaban y las niñas lloraban y gritaban a más no poder. Luego de unos minutos en ese estado, ambas pequeñas cayeron dormidas el pecho de su fallecido padre.
Unas horas más tarde, las niñas fueron despertadas por su tío Sirius. Quien las separó del cadáver lo más rápido que pudo, llevándose a las pequeñas a otra habitación.
- ¿que pasa tío Sidius?- preguntó la melliza menor.
- nada pequeña Mili- dijo acariciando la cabellera rubia platinada de la niña.
- ¿pod que llodas?- preguntó la mayor.
- vengan tenemos que vestirnos.
- ¿vamos a salid?- preguntó la rubiecita
- si pequeña
- ¿A dónde?- preguntó la melliza mayor
- háganle caso a su tío Sirius niñas, vayan a vestirse.
- ¡¡¡¡tío Demus!!!!- corrieron a abrazarlo.
- vamos pequeñas tienen que vestirse- les dijo, su voz sonaba triste y apagada
- sí- dijeron ambas
Subieron a vestirse, Sirius les eligió dos vestidos negros idénticos y cuando estuvieron listas fueron llevadas a una especie de cementerio.
En el velorio había mucha gente, y cada una de ellas se acercaba a las niñas llorando y dándoles sus pésames.
Hasta que, antes de que se retiraran del lugar las niñas observaron a un hombre alto de edad avanzada que caminaba lentamente hacia ellas, con lágrimas en los ojos y lentes de media luna, pero a pesar de lo triste que se veía poseía una mirada amable.
- ustedes son las hijas de Harry ¿cierto? – pregunto aquel hombre.
- Dumbledore, gracias por venir…- dijo Sirius amablemente, pero muy triste también
Ambas pequeñas se miraron cómplicemente y gritaron
- ¡¿ito Dumbledode?!
Los adultos se miraron sin decir nada, el que rompió el silencio fue Remus.
- ¿Qué sucede niñas?
- ito Dubledode- dijo la morenita señalando al anciano.
- ¿Qué ocurre?- el anciano tomó a la pequeña en brazos y le volvió a preguntar- ¿Qué ocurre?
- Papy Hady , dijo tu nomde – dijo la más pequeña – y dejó esto pada ti – le entrega el pergamino que estaba arrugado, éste decía.
~ ayúdalas a salvar su futuro ~. Guarda el pergamino en su bolsillo y habla con los mayores.
- Remus, Sirius, yo me encargaré de ellas – dijo y tomo a cada una de las pequeñas de sus manitas - ¿Quieren un caramelo de limón?
- sí – hablaron al unísono.
Se comieron el caramelo y volvieron a tomar la mano del anciano, apareciendo en las ruinas de lo que alguna vez fue Hogwarts. Las niñas quedaron impresionadas por lo que vieron, no se esperaban encontrar a las ruinas de Hogwarts, sí, el mal había vencido.
Llevándose consigo a sus padres, abuelos y tíos. Las niñas siguieron al ex director a su antiguo despacho, el cual también se encontraba en ruinas, solo se podían distinguir algunos objetos entre todos los escombros.
- pequeñas, - les dijo el anciano- tengo el deber de ayudarlas a salvar este futuro, como ven aquí este castillo alguna vez tuvo vida, pero después del regreso de Voldemort…quedó en este estado.- de una esquina tomo el único objeto que permanecía en un perfecto estado, era un reloj de arena.- este reloj, queridas niñas, es un artefacto que los antiguos magos egipcios ocupaban para permanecer jóvenes, pero eso no es lo único que hace… ¿Harry les habló de Draco?
- si, es nuesto papá, pero ed abandonó a papi hace mucho tempo- explico la melliza mayor
- así es Violeta, y eso pasó por que Draco se fue al lado del mal.
- tonces ¿qué quiedes que hagamos, ito Dumbledode?-
- tendrán que ir al pasado, y revertir este horrible futuro.
- no te tendemos
- tienen que lograr que sus padres estén juntos para cuando comience la guerra. Si ambos se encuentran en el lado del bien, venceremos.
- ah… ¿tonces tenemos que dogad que papá y papi tén juntos?
- si, querida, pero no deben decirles que son sus hijas o podría empeorar las cosas. Tienen una gran responsabilidad y me gustaría que estuvieran más grandes, pero no podemos esperar más.
Confío mucho en ustedes, les deseo suerte. – Toma el reloj y le da unas cinco vueltas-Recuerden que todo lo que hagan puede alterar el futuro. Cuando cumplan su misión volverán, pero si el reloj llega a romperse podrían quedar atrapadas en el tiempo espacio… por siempre. Cuídense mucho - les pasa el reloj a las niñas y la habitación comienza a dar vueltas y vueltas para ellas, estaban asustadas y por ende, se abrazaron, esperanzadas de que todo fuese bien.
Cayeron abruptamente al piso, se levantaron y cuando alzaron sus miradas, se encontraron con una mirada amable, detrás de unos lentes de media luna y vieron a un Dumbledore mucho más joven del que ellas conocían.
- ¡ito Dumbledode! – el anciano le sonrío.
- ¿Quienes son? , queridas niñas – pregunto extrañado. A pesar de no conocerlas, esas niñas le recordaban a unas personas, pero no estaba tan seguro de ello.
- ito Dumbledode… – exclamo la menor
- ¿podemos contad contigo? … - continúo la mayor
- ¿ciedto? – preguntó la menor
- claro, ahora díganme a que han venido – sonríe
- si – juntas le muestran el reloj de arena, y se lo pasan al adulto – mida, venimos a salvad el futudo
- ¿si? , prosigan
- somos hijas de hady y daco-
- eso es evidente.
- ¿pod qué?- pregunta la menor
- por que tú eres igual a Draco, menos en sus ojos… tienes los ojos de Harry, en cambio, tu pequeña, tienes el cabello rebelde de Harry y ojos grises de Draco… son la combinación perfecta de ellos dos.- las niñas sonrieron.- ahora por favor continúen.
- el futudo es muy feo y hay que salvaddo – dijo la menor. – pod ciedto, mi nomde es Mili y el nomde de mi manita es Violeta.
- ya veo… ¿y quien les pasó ese reloj?
- tú, pedo más viejito
- bueno, como ven yo soy Dumbledore, y sus padres están en el ultimo año de Hogwarts.
-ah…tonces papi tiene…- calculó cotando sus deditos- diecisiete años, ¿ciedto?
- si, ¿por qué?
- pod que papi Hady nos dijo que nos tuvo a los diecisiete.
- ya veo... ¿ahora que piensan hacer?
- em… avediguad donde está papi hady.
- vayan, cualquier cosa no duden en decírmelo
- como digas ito Dumbledode.
Dieron media vuelta y salieron del despacho. Al estar fuera se dieron cuenta que no sabían donde buscar, entonces comenzaron a caminar sin rumbo fijo.
- donde vamos manita- preguntó Mili 15 minutos después
- a buscad a papi, pero no sé donde puede tad
- tengo hamde
- igual yo… ¿que hacemos?
- mida pada allá va toda la gente
- vamos.-
Caminaron hasta llegar al Gran Comedor, cuando entraron muchas miradas se dirigieron a ellas, estas se sintieron intimidadas por las miradas y un poco asustadas caminaron hacia la mesa de los leones pues habían distinguido a lo lejos una llamativa cabellera roja.
- tio Don!!! – gritaron al unísono las mellizas, ante el grito todas las miradas se posaron en Ron. Las hermanas se abalanzaron sobre el pelirrojo, éste estaba perplejo no conocía a las pequeñas.
- ¿Quiénes son ustedes? – dijo el pelirrojo
- yo soy Violeta y ella es Mili – dijo la mayor.
- ¿por qué me llaman tío?
-podque… - tartamudea la menor.
- hola Ron – aparece Harry de unos diecisiete años, junto a Hermione.
- tia Mione, pa… - la pequeña estaba a punto de revelar la verdad pero la mayor le tapa la boca con su manita y no alcanza a terminar de hablar.
- tía Mione, fea – la morena le saca la lengua , la pisa y sale corriendo del Gran Comedor
- ay! – exclamo molesta, luego de calmarse dijo: - ¿Quién eres tú, pequeña?
- me disculpo pod mi manita, normalmente ella no es así – hace una reverencia - mi nodme es Mili - dijo la rubiecita
-¿y tus padres?- preguntó la joven
- em… pues…- titubeó la menor - tamos con ito Dumbledode
- ¿con Dumbledore?
- sí, con ito Dumbledode – sonríe Mili.
- ¿que haces aquí?, ¿no tienes algo que hacer?, ¿por que no te vas, como tu hermana?- dijo Ron
- ¡Ron!, no les digas eso- dijo Hermione
- pero es que todos nos están mirando…
- tío Don no me quiede – mira a Harry y a Hermione y luego a Ron con lagrimitas en los ojos.
Sale corriendo del Gran Comedor y tropieza con el temido profesor de pociones, cayendo bruscamente al piso y poniéndose a llorar fuertemente; ocasionando que el profesor la mire al darse cuenta de que por el llanto de la pequeña las cosas se empezaban a caer, los vidrios se rompían, las paredes se resquebrajaban. En el pasillo se encontraban varios estudiantes, pero al ver como las cosas se rompían, salían corriendo.
Snape quedó solo con la niña, en un intento de hacer que la pequeña se tranquilizara, la tomó en brazos como si de un monstruo se tratase y la agitó, provocando que ésta llorara más fuerte. Su melliza aparece, le da patadas al profesor y grita : - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡suelta a mi manita!!!!!!!! – lo patea nuevamente, pero Snape se corre y la morena se cae al suelo, comienza a llorar y patalear en el piso.
El llanto de ambas causaba cada vez más destrozos, los candelabros en forma de araña cayeron al piso, provocando que el llanto de las pequeñas aumentara el doble, en ese momento aparece Draco; quién a ver la situación de su padrino, da media vuelta dispuesto a salir del lugar.
- ¡Draco!, ¡¡ven acá!! – gritó su padrino lo máximo que pudo, para que se alcanzara a escuchar a pesar de los gritos y los llantos de las mellizas.
- ¿pero que quieres que haga?- dijo acercándose.
- ¡¡¡¡¡¡ayúdame a callarlas, antes del que techo se nos venga encima!!!!!!
El rubio se acerco a la morenita que estaba en el suelo y la tomó igual que su padrino, como si ésta fuera un monstruo.
- cálmate ya- ordenó
La morena al ver a Draco se tranquilizó, ahora solo hipaba y lo miraba con tristeza
-no creí que funcionará- susurró
- Daco – dijo la mayor. Al escuchar esto la menor, se froto sus ojitos y dijo: - tío Sev.
- al fin se calmaron… ¿que le dijiste Draco?- preguntó Snape dejando a la niña en el suelo, la cual corrió hasta Draco enseguida.
- que se calmara... hey niña suelta mi túnica- le dijo a la rubia que le tiraba la punta de la túnica pidiendo atención
- no las hagas llorar Draco… o podría ser peor- dijo al ver que la rubiecita sollozaba cada vez más fuerte.
- ¿de donde salieron las niñas?... acaso son tus sobrinas…
- no digas estupideces… no son nada mío, y no tengo idea que hacen aquí.
- ¿y que piensas hacer?- dijo dejando a la morena en el suelo.
- querrás decir que vamos a hacer
- lo siento padrino pero tengo cosas que hacer- dio media vuelta y caminó.
- Draco… no creo que te puedas librar de ellas… mira- señaló en dirección a sus pies, ahí se encontraban las dos niñas atrás de el como si de una extensión de su cuerpo se tratasen.
- ¿que les pasa?... suéltenme ya, vayan con Snape… ¡¡¡¡que vayan con Snape les dije!!!!- les gritó, a lo que las niñas se esconden tras Snape.
- ¡¡¡Daco malo!!!- le gritó Violeta
- ¡¡¡Daco nos odia!!!- le gritó Mili
Ambas comenzaron a llorar, primero despacio, pero luego de unos segundos el llanto se intensificó de tal manera que nuevamente las cosas comenzaron a caer, y las murallas a resquebrajar.
- ¡¡¡ves lo que hiciste!!!- le gritó Snape a Draco.
- no es necesario gritar Severus… - le dijo la anciana voz de Dumbledore
- ¡¡¡pero mira lo que hacen las niñas!!!
- no te alteres Severus…- le dijo muy tranquilo, luego se hincó y se dirigió a las pequeñas que lloraban.- ¿un caramelo de limón?…- les ofreció, las niñas lo aceptaron parando de llorar y ya calmadas se lo comieron- ahora díganme niñas, ¿por qué lloraban?
- es que...- sollozó- Daco… Daco no nos quiede… y nos gitó.- explicó Mili
- y tío Sev tampoco nos quiede…- sollozó
- ¿es eso cierto señor Malfoy?, ¿le ha gritado usted a estas inocentes, pequeñas e indefensas niñas? – dijo con tono melodramático.
- bueno… es que… pues… sí, pero…
- a hecho usted muy mal señor Malfoy, tendré que darle un castigo por esto… y que más podría ser si no cuidar de estas niñas mientras estoy de viaje.
- ¿yo solo?
- tiene usted razón no puede cuidarlas usted solo, sería demasiada responsabilidad…
- tiene razón, yo no podría…
- compartirá el deber con el señor Potter.
- ¡¡¡ ¿con Potter?!!! , ¡¡¿ Por qué?!! , ¡¡¡¡ Él no tiene nada que ver en esto!!!!
- no se altere señor Malfoy, y déjeme decir que el señor Potter tiene que ver, y para aprovechar la oportunidad los voy a hacer convivir en una forma decente a través de estas pequeñas, por que ya me está cansando tener que escuchar las peleas entre usted y el señor Potter- dijo muy calmadamente- niñas, no les molesta ¿cierto?- les guiño un ojo.
- no nos importa ito Dumbledore- dijeron a coro
- bien, entonces desde este momento están a cargo de el señor Malfoy y el señor Potter. Severus te pido que le informes de esto al señor Potter, y no dude en avisarme de cualquier conflicto que se presente.- se acercó a las niñas, se hincó y en susurro les dijo- tomen niñas- les dio a cada una un lindo broche de plata- si algo malo ocurre frótenlo tres veces y digan mi nombre, y yo me comunicaré con ustedes de inmediato, ¿entienden?- las niñas asintieron y se colocaron los broches en las ropas
Dumbledore se levantó y volvió a dirigir su atención a los mayores- una cosa más, eviten hacer llorar a las pequeñas, no queremos otro desastre como este ¿no?- y en un agitar de su varita lo roto se arregló, y el castillo quedó como antes.- debo irme, hasta luego.- dio media vuelta y salió del lugar.
- bien me voy, cuídalas ¿si?- le dijo Draco a Snape, dando media vuelta.
- no pensarás que yo las cuide ¿cierto?
- pues yo no pienso hacerlo… tengo otras cosas que hacer
- Draco… yo no las voy a cuidar por ti
- entonces llamaré a uno de los elfos de mi padre para que las cuide
- haz lo que quieras, pero a mi no me metas en tus problemas
- Daco… tío Sev… ¿donde tá mi manita?- preguntó Mili.
- ¿que dices niña?
- ¿donde ta mi manita?- repitió
- estaba junto a ti…
- Draco la niña no está
- por ahí debe andar…
- Draco tienes que ir a buscarla
- calma ya aparecerá…
- Draco no te voy a ayudar, va a ser tu responsabilidad, a si que tendrás que arreglártelas solo… no espera, no solo con Potter.- dicho eso se fue.
- como si fuera tan difícil cuidar a unas niñas, le das un dulce y se quedan tranquilas.- dice al aire
- Daco tengo hamde
- y ¿que quieres que haga?, no tengo nada que comer aquí
- pedo yo tengo hamde…
- ya te dije que no tengo nada que comer aquí
- pedo tengo hamde
- ¡¡te dije que no tengo nada que comer aquí!!- le gritó
- buaaaa… ¡¡¡¡ota vez Daco me gitó!!!!- lloró la niña y nuevamente tembló y los cuadros amenazaban con caerse
- yo no quise gritarte… tranquilízate ¿si?…- la tomó en brazos y la meció para calmarla, esta se tranquilo y abrazó a Draco.
- te pedono…pedo no me vuelvas a gitad.
- sí, sí como quieras- trató de dejarla en el piso, pero esta se aferraba a él con mucha fuerza- ¿quieres soltarme?
-no, no quiedo
- como quieras
En algún lugar del castillo la pequeña Violeta caminaba explorando cada rincón.
- esto si es lindo, no como el del futudo… a Mili le encantadá ved esto... – le sono el estomago – ¡¡tengo mucha hamde!!- miró a su alrededor, no había nadie por ahí.
Continuó caminando por unos minutos, llegó hasta un pasillo con muchos alumnos, pero ninguno se dio cuenta de la presencia de la pequeña. Esta miraba hacia todas partes tratando de reconocer a alguien, pero ni un rostro conocido pasaba por ahí.
Siguió caminando, pero la pequeña ya no pudo más y se sentó en el suelo a descansar, ya estaba oscureciendo y se encontraba totalmente perdida.
- Daco… ¿donde ta mi manita?- le preguntó la pequeña Mili, quien se encontraba en la sala común de Slytherin junto a Blaise y a Pansy.
- seguro está bien…
- Drake, ¿no deberías ir a buscarla?, según nos contaste tú estas a cargo de ellas y si Dumbledore sabe que perdiste a una quizá que cosa te vaya a suceder si no la encuentras…- le dijo Pansy
- no se tiene por que enterar…
- ¿y si la pasa algo?
- Pansy, si tanto te preocupa anda a buscarla tú, ¿es mas por que no mejor las cuidas tu?, eres mujer debes saber más cosas, que se yo… toma- le pasó a la niña- cuídala bien, yo me voy estoy muy cansado.- se retiró dejando a los jóvenes con la niña y con dos grandes gotas tras la cabeza.
- tío Bd… Bdlese… tío bini, ¿me cuentas un cuento?
-¿un cuento?
- si, pod favod
- pues no se ninguno
- pod favor- puso una carita de cordero degollado.
- que Pansy te cuente uno mejor…
- ¡¡¡¡pedo yo quiedo que tio Bini me cuente un cuento!!!!- pataleó
- ya, ya, esta bien…veamos… em… había una vez, en un mansión embrujada, un vampiro, dueño de dicha mansión.
- ¿un vampido que chupaba la sange? – pregunto asustada.
- sí, chupaba la sangre a niñas pequeñas como tú.
- ¿ensedio? – Preguntó – ¡que bien! - sonríe
A Blaise le cayó una gotita tras la cabeza.
- ¿y que mas pasó?
- bueno pues…
- pequeña ya es tarde tienes que dormir- le dijo Pansy tomándola en brazos
- pedo yo nunca duermo sin mi manita
- tu hermana, es cierto… la había olvidado, ¿donde podrá estar?- se cuestionó Pansy
- no sé, este castillo es muy grande… podría estar perdida, sola, asustada y con mucha hambre…
- ¿ensedio?- preguntó preocupada la pequeñita
- o podría estar muy bien, alegre y feliz en alguna parte… aunque no es probable
…- le dijo Blaise a la rubiecita para tranquilizarla.
- Blaise, hazme el favor de callarte- le dijo Pansy
- ¿que haremos con lo de la niña?
- ya pasó el toque de queda, no podemos salir…
-¿mi hedmanita no va a dodmid con migo?
- no pequeña, ahora vete a dormir con Pansy
- no quiedo… si no voy a dodmid con mi manita tonces quiedo edegid con quien dodmid…
- ¿y con quien quieres dormir?
- contigo
- ¿con migo?, pero… está bien, pero promete que no harás ningún escándalo más- le dijo Blaise
- si, tío bini- gritó
- vamos, ya es tarde- la tomó en brazos y se la llevó
- tío bini, yo puedo caminad solita- dijo la pequeña rubia
- si sé, pero no quiero arriesgarme a que tú también te pierdas… Pansy me mataría
Por ahí, en algún lugar….
- tengo hamde, y sueño…- la pequeña Violeta, miró a su alrededor… absolutamente nadie, totalmente desierto.- no hay nadie… ¿que es eso?- observó el pasillo y vio como una sombra plateada se acercaba a ella
- buenas tardes señorita, ¿que hace una damita despierta y sola a estas horas? – preguntó el fantasma de Sir Nicholas
- ¿uted es un fantasma?
- si, pequeña
- ah… ¿uted me podía ayudad?
- ¿y para que sería?
- es que me pedí… y tengo hamde y sueño…
- ¿y donde te gustaría que te llevara?
- no sé… donde haya comida…y una cama…
- pues… la verdad no sé… aunque podrías ir a la sala de los Menesteres
- ¿que es eso?
- ahí encontraras lo que necesitas
- ¿y donde ta?
- sígueme- comenzó a flotar lentamente, seguida por la pequeña.
- ¿como te llamas?- le dijo a los minutos de caminar
- puedes decirme Sir Nicholas
- ¿sid Nicholas?... yo me llamo Violeta
- es un lindo nombre…
- gacias, ¿fadta mucho?
- mira… esa muralla
- ¿que pasa con esa mudalla?
- tienes que pasar tres veces por ella y pensar, en una habitación, que tenga cama baño, como a ti te guste…
- ¿y que va a pasad?
- va a aparecer una puerta la abres y encontrarás una habitación con lo que pediste.
- ah… gacias tío fantasma
- bueno pequeña, yo me retiro
- espeda…- se acercó al fantasma y trató de alcanzarlo
- pequeña vas a traspasarme…- y para la sorpresa de Sir Nicholas, la niña le tomó la cara con ambas manos, y le dio un beso en la mejilla- gacias pod todo tío Nick…- dio media vuelta y comenzó a caminar frente a la pared que Nick casi decapitado le había indicado.
- ¿como hiciste eso?- preguntó asombrado el fantasma
- ¿qué cosa?
- como pudiste tocarme
- con las manos… pod que ¿acaso nunca te habían tocado tío fantasma?
- ¡¡¡por supuesto que no estoy muerto!!!
- ¿y que?... quedía dadte las gacias es todo… mida ya se habió la puedta
- si, bueno que duermas bien.
- gacias tío fantasma, buenas noches…- Sir Nicholas se retiro flotando aún muy confundido.
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- ¡¡¡¡¡¡¡Mili ya duérmete!!!!!!!!- le gritaron dos alterados jóvenes.
- pedo no tengo sueño…
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡hace quince minutos dijiste que tenías mucho sueño!!!!!!!!!
- ¡¡¡¡¡¡¡pedo ya no!!!!!!!!!
- no me importa nosotros tenemos clases mañana así que ya duérmete- le dijo Blaise
- pedo no tengo sueño… además no taje mi pijama
- es cierto, no lo había pensado…- Blaise miró a la niña, quien aún traía el vestido del funeral de su padre.- ¿no trajiste nada?
- no, pedo yo no duermo sin mi pijama- se cruzo de brazos y se sentó en la cama de Theo.
- Blaise, haz algo ya es tarde y tengo sueño- le dijo Theo
- lo sé, ¿pero que quieres que haga?
- no sé
- yo quiedo mi pijama… sin mi pijama no duedmo
- tienes que dormir, y dormir ahora, ¿entendido?- le dijo Theo, tomándola en brazos, acostándola en la cama de Blaise, y arropándola- bien ahora duérmete.
- no- se levantó y sentó en la cama.- no sin mi pijama
- ¡¡¡al diablo tu pijama!!! ¡¡¡Duérmete ahora!!!- le gritó Theo
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡no quiedo!!!!!!!!!!!!!!.... ¡¡¡¡¡quiedo mi pijama, y mi sedpiente de peluche!!!!!!!- comenzó con una pataleta, gritaba y tiraba las frazadas al suelo. Entonces empezó a temblar, primero despacio, pero luego de unos instantes muy fuerte, casi parecía un terremoto- ¡¡¡¡¡¡¡quiedo mi pijama!!!!!!!!! Buaaaaa…. ¡¡¡¡¡Quiedo mi
pi- ja- ma!!!!!!- de repente se escuchó un fuerte golpe, y es que había aparecido un enorme armario, esto provocó que la pequeña callara y se acercara al mueble.- ¿que es esto?- preguntó señalando el mueble
- no lo sé… es la primera vez que lo veo- Dijo Blaise
- ábrelo y sabremos que hay dentro- dijo Theo
- si tío Bini, abdelo
- lo abro, si luego te vas a la cama y te duermes sin hacer escándalo
- te lo pdometo, abdelo- Zabini se acercó al mueble, y abrió la puerta que este tenía, encontrándose con un gran pasillo, con una gran variedad de ropa, accesorios y juguetes, especial para niñas pequeñas.
- oh, que lindo- dijo la pequeña entrando en el armario- cuanta ropa… pada mi y pada mi manita…- corrió entre las prendas que estaban colgadas- ¡¡¡mida, mi sedpiente de peduche!!!- tomó el peluche y lo abrazó, justo al lado estaba, su camisa de dormir, negra.- mida aquí tá mi pijama- también lo tomó, se los llevó a Blaise quien estaba en la puerta.
- póntelo, y te vas a dormir.- le dijo Blaise, la pequeña asintió. Salió del armario y se fue al baño.
- al fin…- dijo Theo- es una niña insoportable
- si, pero al fin se dormirá, eso es bueno
- ya tío Bini, toy dista- la pequeña tenía puesta su pijama negra, y en sus brazos sostenía su serpiente de peluche
- que bien- la tomó en brazos, y la acostó en su cama, la arropó- bien ahora duérmete
- ¿y donde vas a dodmid tú?
- en la otra cama- dijo señalando la cama de enfrente
- dudeme con migo, no quiedo tad solita
- esta bien, pero ya duérmete.
- ¿me cuentas un cuento?
- no
- ¿uno codtito?
- no
- uno solo, y me duedmo
- no, ya duérmete
- esta bien…- se resigno la pequeña. Abrazó a su peluche y cerró los ojos y a los minutos todos se encontraban durmiendo.
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La pequeña Violeta abrió la puerta, y entró en la habitación, cerrando la puerta tras ella. Miró la habitación, en esta había unos pequeños sofás, en un rincón al lado de estos una puerta, la cual la pequeña supuso que era el baño, también había unos bellos muebles de una finísima calidad, y por supuesto una hermosa cama de dos plazas con doseles blancos, cuando Violeta se iba a subir a la cama se dio cuenta que en ella había dos personas cubiertas con las mantas.
- ¿pedo quienes son?- susurró, la pequeña miró los bultos, y a juzgar por su respiración estaban profundamente dormidos.- ¿quienes tadan ahí?- y como bien dice el dicho, la curiosidad mató al gato, levantó la manta que los cubría, y se sorprendió al ver que los ocupantes de la cama eran…
Continuara…
Notas finales: Bueno esperamos que les haya gustado este capi.... subiremos el otro muuuuuuuuuuy pronto (Voz interior: como en un año ) nooo mentira pronto lo prometo
bueno eso es todo.... ah!!! y un reviewcito no le hace mal a nadie vale?
Hasta otra
Hermanas Cross.
