Yo aquí, tu allí ¿Y donde esta el amor?
Por Claudia Granger
Basado en hechos de la vida real
Introducción:
Una joven bruja de nombre Hermione Jane Granger después de terminar su infeliz matrimonio con Draco Lucius Malfoy, vuelve a apegarse a las cosas del mundo muggle y conocerá gracias a Internet a un joven muggle del cual se enamorará ¿podrá sobrevivir un amor de lejos, solos sostenido por E-mail? ¿Draco se resignara a perder a su esposa por un desconocido online? ¿Un muggle podrá enamorarse de una bruja estando tan lejos de ella? ¿Serán sinceros entre si y con ellos mismos? ¿Hermione podrá decidir entre el amor que siente por el desconocido virtual o volverá a las redes de su ex – marido? ¿Se llegaran a conocer? ¿De verdad sienten amor ellos dos? ¿El amor puede surgir en Internet? ¿Puedes amar a un sin cara?
Capitulo Uno: Recuerdos del pasado
Empiezo a narrar mi historia presentándome: mi nombre es Hermione Jane Granger tengo 23 años en la actualidad, tengo un trabajo muggle después de querer desligarme de lo que fue mi mundo durante tantos años, estuve casada por dos con la persona con quien jamás creí que llegaría a compartir pero eso ya no es parte de mi presente, la historia que voy a contar es nada mas y nada menos que mi historia luego de salir del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería
- Ya llegaste – dijo la voz de mi esposo, Draco Lucius Malfoy – ves la hora que es?
En el momento que empiezo a narrar teníamos dos años de matrimonio, yo contaba con 21 y una bella hija llamada Erika que en ese momento tenia un añito (yo siempre había estado fascinada por la historia de los vikingos y se lo puse en honor a Erico el Rojo) teníamos demasiados problemas después de que yo, embarazada de mi hija, descubriera que Draco me engañaba con una mujer mayor que el, mucho mas adinerada que el mismo, pues el lo había perdido todo después de que su padre lo desheredara públicamente por casarse conmigo y ambos tuviéramos que vivir de nuestro trabajo.
- Si, lo se, me quede con unas amigas – eso era una mentira manifiesta, yo nunca he tenido realmente amigas, en ese momento, yo completamente desenamorada de Draco, estaba empezando a salir con una persona que conocí gracias a mi trabajo, un apuesto joven cuatro años mayor que yo, perro era tanto el sufrimiento que me causaba mi infeliz matrimonio que por simplemente tratar de darle a mi hija un hogar como se debe y mi miedo a enfrentarme de nuevo sola a la vida
- Son las diez y media – dijo Draco inexpresivo
- Discúlpame, no me di cuenta del tiempo – dije yo
Los remordimientos de conciencia no me dejaban vivir en paz, quería escapar de mi desgraciada vida pero no tenia el valor suficiente
Draco se acerco para besarme, desde hacia muchísimo tiempo mi boca respondía mecánicamente pero mi corazón hace mucho que estaba congelado, sin embargo, la culpa me hizo voltear la cara y Draco se quedo extrañado
- Te pasa algo Hermione? – pregunto
- Me siento mal – mi excusa preferida – creo que me iré a dormir de inmediato
Esa noche, había cometido la primera infidelidad de mi vida, mientras una parte de mi ser decía que ojo por ojo y diente por diente, la otra
Decía que estaba haciendo algo incorrecto y la final esa fue la que gano
- Draco – levante la voz para llamarlo – ven aquí por favor
Me sentía muy atraída por la persona con quien estaba saliendo, pero esa no fue tanto la razón por la que decidí romper, mi matrimonio había empezado a agonizar casi desde empezar, así que creí que era lo mejor para ambos
- Quiero que nos separemos – dijo ella sin mirarlo
- De que hablas? Tu no estarás diciendo que nuestro matrimonio se fue por la borda verdad? - pregunto
- Si Draco, eso es lo que digo, quiero que recojas todas tus cosas y te vayas de aquí – conteste
- NO PUEDES HACER ESO... – grito Draco
- Por favor, es lo mejor para todos, ya no nos queremos, ya yo no quiero dormir contigo mucho menos acostarme contigo – dije algo nerviosa
- TU NO ME VAS A DEJAR... ES POR OTRO VERDAD? TE ESTAS VIENDO CON OTRO? – gritaba Draco fúrico
- Tu sabes que hace mucho tiempo que esto no funciona, lo que quiero es terminar y terminar bien, que podamos hablar y se amigos por el bien de la niña – decía yo viendo una golpiza venir
Draco en ese momento me agarro por el cuello con una sola mano (era extremadamente fuerte en comparación conmigo) y me estaba ahogando
- sue...suelta..me – musite medio asfixiada
Draco me soltó al momento, me miro con ojos de intenso odio y después de gritarme un buen rato se encerró en nuestra habitación, yo me fui a la anexa y me la pase llorando
Al día siguiente se fue de la casa y se llevo todas sus cosas, al verlo marchar y al ver como mi vida era sol pedazos de lo que una vez fue, no pude aguantar y di rienda suelta al llanto, lloraba por mi, por el por todos los años que habíamos estado juntos primero como novios luego después de casados
Draco siguió visitándome casi a diario, mi relación con aquel fugaz personaje había resultado ser el más grande fracaso de mi vida, algo humillante luego de enterarme de la cruda verdad, pero igual me propuse salir adelante por mi misma costara lo que fuera, como me sentía sola e indefensa (siempre he sido muy vulnerable e insegura pese a la imagen que todos han tenido siempre de mi) aceptaba su presencia y luego de unos cinco meses acepte que volviese a la casa, pero el remedio fue peor que la enfermedad, luego de dos meses la casa se había vuelto a convertir en la sucursal del infierno, tanto que decidí viajar dos semanas con Erika para descansar de los problemas, pero Draco, que había aprendido a usar el teléfono (yo viaje de manera muggle) me llamaba todas las noches a preguntarme de mala manera cuando volvería
Cuando teníamos apenas casi cuatro meses la situación era insostenible, yo no quería estar en casa donde me veía obligada a vivir dormir comer y estar con Draco y le pedí por segunda vez que se marchara, luego de una pelea peor que la primera donde la mayoría de mis cosas fueron rotas en su furia se marcho no antes de intentar pegarme con todas sus ganas, yo salí de la casa con miedo bajo una lluvia torrencial y no volví a entrar hasta que Draco finalmente se había quedado dormido
