Mi bella hechicera

The Goddess of Eternia


Capítulo 1

Ella no había escogido ser la Hechicera de Grayskull, sino que lo eligió para salvar su vida del hechicero Morgoth. Tuvo que abandonar su aldea, su novio y su familia, pero aún los recordaba. Siempre soñó con tener una familia, y cuando nació Teela creyó que al fin podría cumplir alguno de sus sueños, peor se dio cuenta que el destino de ella era alejarse de Grayskull. Fue muy doloroso separarse de ella.

Había desarrollado un gran cariño por el Príncipe, desde que le entregó la Espada del Poder, y se sintió muy atraída cuando lo vio convertido en He-Man, pero él amaba a Teela, su propia hija. Ella estaba condenada a estar sola.

Ese día estaba viendo una batalla entre He-Man y las fuerzas de Skeletor a través de un espejo mágico. El enemigo había reunido un gran ejército, y estaba decidido a conquistar Eternos de una vez por todas. Pero He-Man y los demás Guerreros Heroicos se enfrentaban a él.

—¡Vamos, He-Man! —gritó ella emocionada, cuando él levantó una roca y destruyó una máquina de asedio.

Pero entonces vio que Evil-Lyn cargaba energía en su bastón mágico, y descargaba una potente descarga en la espalda de He-Man.

—¡Nooo! —gritó Sorceress, y se transformó en el águila Zoar para ir a ayudarlo.

Cuando llegó, la batalla se había trasladado al límite del Bosque Evergreen, y He-Man yacía aturdido en el suelo, con la Espada clavada en el suelo, cerca de él. Sorceress se posó en la Espada.

—¡Levántate, He-Man! ¡Debes seguir luchando!

—Ya casi no me quedan fuerzas —dijo él, estaba débil por el hechizo de Evil-Lyn.

—Puedes recargarte, sólo debes alzar tu espada otra vez —le dijo Sorceress.

—Apenas puedo levantarme —dijo él, esforzándose por levantarse.

Ella recuperó su forma humana y se arrodilló junto a él para ayudarlo a ponerse de pie. Sus muslos rozaron sus manos, y He-Man se sonrojó un poco.

—Sorceress —susurró mirándola a los ojos.

Ella le dio un beso en los labios.

—Cuando acabes esta batalla, debemos hablar —dijo ella acariciando sus músculos.

El corazón de He-Man latió como no había latido antes, y sin dudar besó a Sorceress y luego recogió su espada.

—¡POR EL PODER DE GRAYSKULL! —gritó, y sintió como su cuerpo se llenaba de energía. Le sonrió a Sorceress, y ella le sonrió también. Luego, He-Man partió a derrotar a Skeletor.