Disclaimer: Todo le pertenece a Stephenie Meyer, cualquier marca que mencione de ahora en adelante tampoco es mia.

Cuando los Cullen muestran su lado humano

Capitulo 1 : Cuando todo empieza

Bella se despertó casi a las nueve de la mañana. Tanteó el espacio vacío a su izquierda y gruñó. "Estúpidos vampiros con sus estúpidas cacerías" murmuró y estiró los brazos, apartó con pereza las frazadas y se levantó de la cama, no sin antes perder el equilibrio. Se vistió inconscientemente, se lavó los dientes como una autómata y salió de la casa despidiéndose de las paredes, ya que su padre hacia horas que había salido a pescar con Billy en ese domingo soleado.

Finalmente Bella fue despertada por el ruido estruendoso de su auto, a veces se preguntaba si no era gracias esos sonidos horrorosos que nunca tuvo un accidente en la mañana. Sacándose esos pensamientos idiotas arrancó el monovolumen y se dirigió a la mansión Cullen por el ya conocido camino.

Nadie le abrió la puerta apenas se oyó el coche, y Edward no la sacó del auto como acostumbraba, otro día le hubiera extrañado, pero la verdad que ese día cualquier cosa le importaba un comino.

La casa estaba bastante desordenada, por alguna razón había restos de comida humana por todos lados y algunos jarrones rotos con manchas de sangre alrededor de ellos. Bella se quedó quieta en el lugar, sólo se animó a gritar un "¿hola?". Dos minutos después una sonriente Alice bajaba por las escaleras de dos en dos, se tropezó en la mitad de la escalera y se cayó al piso con ruido sordo. Se levantó de un salto y se arregló la ropa, la castaña la observó con ceño fruncido. Era Alice, pero no era Alice. No caminaba con esa gracia propia de ella estaba… torpe. Su pelo no estaba tan brillante como siempre, su piel no parecía de piedra, las ojeras habían desaparecido y lo que le llamó más la atención: sus ojos eran castaños, con un brillo muy Alice, pero no eran los ojos de Alice.

-¡Bella! – una voz chillona gritó, la voz de su casi hermana siempre había sido chillona, pero chillona de una manera hermosa, esta voz parecía la de cualquier adolescente. Ahora definitivamente estaba confundida. Brazos calientes y pequeños rodearon su cuello, y cuando la soltaron Alice irradiaba felicidad.

-Bella ¡Somos humanos! – no reaccionó por un momento, costo bastante que su cerebro procesara la información

-¡¿Qué?!

-¡Es increíble! Como que de repente todo se volvió negro y pensé que estaba teniendo una visión pero cuando volví en mí era distinta ¡todos lo éramos!

-¿Me estás diciendo que de la nada se volvieron humanos?

-Ajá.

-¿De enserio?

-Sí ¿No lo ves? Mirá – Alice fue corriendo hasta la pared y se golpeó la frente contra esta -¡Me dolió!

-¡Alice! ¡Estás sangrando!

Los ojos de pelinegra se iluminaron y un dedo fue a tocar la herida de su cabeza. Su pequeño dedito manchado de rojo parecía ser un milagro y no pudo evitar llevárselo a la boca para degustarlo.

-Asco. ¡Es un asco! Vení Bella, vamos a comer.

-No Alice, ¿dónde está Edward?

-Ah, primero probó romperse un florero en la cabeza y después se fue a dormir, algo sobre soñar con vos – Bella se sintió mal por disturbar su primer sueño, así que le pareció una buena idea preguntar por los demás

- ¿Y el resto?

-Emmet y Rosalie también están durmiendo, y Jasper está llorando.

- ¿Llorando?

-Sí, al parecer extrañó eso. Esme quiso aprovechar, así que Carlisle está con ella.

- ¿Aprovechar qué?

- No querras saber - dijo sombría, como si le hubiera provocado algún trauma.

Verán, cuando Esme se enteró que eran humanos primero probó comida humana y luego arrastró a Carlisle escaleras arriba para tratar de concebir un hijo. Escuchar a tus padres teniendo sexo a los gritos NO es una experiencia muy linda que digamos.

Bella tomó la advertencia silenciosa de su amiga y se retiró cautelosamente mientras Alice devoraba vorazmente una pizza entera, manchándose las mejillas con salsa. "Supongo que esto es lo más parecido a verla cazar que voy a ver alguna vez en mi vida. Y doy gracias por ello"

Subió las escaleras y fue directo al cuarto de Edward, la cama por fin tenía un uso. Su novio estaba durmiendo y cuando ella se sentó a un lado de la cama se despertó.

-Bella ¡Soñé con vos!

-Maravilloso – contestó con una sonrisa

- Soñé que estábamos en una calesita que giraba y giraba y de repente vino un payaso triste y exploto un globo de agua frente a nosotros. Después estábamos en el prado besándonos desenfrenadamente mientras tres irlandeses bailaban polka y vos te sacabas la ropa y la ropa caía como si fueran ríos de sangre por debajo de mi cuerpo y los colores giraban y giraban y los enanos bailaban y aparecieron más payasos que tenían crema y me sonreían y la crema se deslizaba de una manera sexy por tu cuerpo y Esme me decía "ya está la comida" y Emmet y Jasper se besaban y… - a este punto Bella quería vomitar lo que no había desayunado. Puso una mano sobre la boca de Edward y este se cayo, sus ojos ahora verdes la miraron intrigado, como si no se hubiera dado cuenta de que su sueño no era del tipo que le contabas a tu novia. "O talvez que no se dio cuenta" pensó Bella.

Edward sonrió, ajeno a la repulsión que sentía su acompañante, y se inclinó hasta rozar los labios rosados que amaba tanto. A ella le costó acostumbrarse a que ahora sus labios eran cálidos, pero cuando se dio cuenta de que podía ir tan lejos como quisiera, no le costó nada tomar el ritmo.

Mientras estos dos cerraban la puerta con llave (descuiden, nada para mayores de dieciocho pasará allí, cuando eso pase nos encargaremos de que se enteren, sí, somos así de pervertidos. ¿Quiénes somos? No es de su interés) Emmet y Rosalie se despertaban de una siesta rejuvenecedora y realizaban … actividades para adultos ( dijimos que les avisaríamos) Cuando estuvieron listos bajaron mano en mano por las escaleras y Rosalie se resbaló con su tacón. Pegó un grito y este hizo que Jasper saliera de su habitación para ver. Al ver a su "hermana" tirada en el piso frotándose su trasero por el dolor su corazón se encogió y se largo a llorar

-¡La vida es tan injusta! – gritó y volvió a su habitación con un portazo

En eso el timbre sonó y una Alice manchada de comida por todos lados salió corriendo a responder la puerta. Esta Alice en el camino se tropezó mínimo cinco veces, pero nada lograría doblegar su espíritu.

-¡Sí!- exclamó al ver por la mirilla – es el pedido que le hice a Wal-Mart – aabrió la puerta, entró a una velocidad increíble las miles de bolsas con víveres y le revoleó un fajo de muchos billetes de cien al repartidor que quería meterse debajo de una piedra.

Casi instantáneamente le entró al helado de chocolate y Emmet se le sumó, ahogándose en Doritos.

-¡UGH!- chilló Rose.- ¡Comen como cerdos! – sacudió la cabeza y se fue a mirar al espejo de la sala - ¡TENGO UNA ARRUGA!

No hace falta decir que entró en pánico frente a la arruga inexistente y que comenzó una búsqueda exhaustiva de cremas anti-age por internet y que las compró a todas vía online. No hacía falta decirlo pero lo dijimos de todas formas, porque los que ponemos las reglas acá somos nosotros.

Carlisle por fin pudo salir de su cuarto y se dirigió a la sala. Vio como Alice y Emmet comían malvaviscos y caramelos respectivamente y prefirió dejarlo pasar. Sabía que les iba a agarrar una tremenda patada al hígado pero el tenía sus propios problemas. Esme le había dado un poco de miedo. Agarró el vino que alguna vez le habían regalado su jefe y se sirvió una copa, y luego otra. En eso vino Jasper, que se robó la botella y empezó a tomar del pico. Luego encontró la botella de fresita que les habían regalado y se la bajó de una. Carlisle lo vio hacer todo esto con una expresión indescifrable y pudo escuchar algunas quejas del rubio sobre "el mundo capitalista donde todos eran muñecos de un sistema de mierda que no dejaba que nadie fuera feliz".

Jasper se tiró al sillón y empezó a llorar. Rosalie revisaba a cada rato el reloj, esperando la llegada de sus cremas. Emmet y Alice comían nuggets de pollo crudos. Carlisle los miraba a todos sentado en su sillón. Con este panorama se encontraron Bella y Edward cuando bajaron las escaleras. Bella quedó horrorizada. Edward se fue a fijar que había para comer.

-¡Brócoli! – exclamó. Rose lo miró.

- ¿Eso es light? – preguntó

-Según tengo entendido

-Pasame uno – Edward le lanzó una plata de brócoli, esta le pego en el ojo.

Justo cuando estaba por disculparse se escuchó

-¡CARLISLE VENIS YA!

El aludido suspiró y subió las escaleras con poca energía.

Bella no estaba tan segura de que fuera algo bueno que los Cullens fueran humanos.