¡Holas estimados lectores!, ojala les guste este pequeño (o esa era la idea inicial) relato. Si quieren saber que hay previo (así como la ambientación... no sé…) a esta historia, les recomiendo leer el capítulo 4 (correspondiente a la 2º forma) de "De cómo se declara un Kurosaki", el link se los pongo al final. Había querido subirlo cuando lo hice (la semana pasada), pero gracias a la semana mechona ahora tengo el tiempo de traspasarlo y subirlo... ahhhhhh... ¬¬ he estado desde las seis de la tarde del 23/03 tratando de subirlo ¬¬... está en mis archivos subidos, pero cuando voy a tratar de publicarlo en bleach me manda error al entrar en la categoría... cuánto detesto esto u.u... resignación!

Bleach es de Tite Kubo y sólo tomo prestaditos sus personajes (aunque sea sin permiso…) y el summary me lo dio Maricela! waaaa jajajajaja me reí mucho con su idea xD.


Duelo innecesario

Tenía los auriculares puestos, ya había terminado la tarea y la revisaba mientras golpeaba con su lápiz siguiendo el ritmo de la canción que escuchaba. Volteó la hoja y sonrió con suficiencia cerrando el cuaderno, se estiró en cuan largo era dejando sus brazos pasar su cabeza. Volteó la silla con alegría, pero toda ella desapareció abruptamente.

-¿Qué haces aquí?- más que una pregunta parecía un reclamo, sus ojos amielados miraban inquisidoramente hacia su cama. El ente viviente que allí se encontraba hizo caso omiso de la actitud agresiva de Ichigo.

Lo había presentido, pero de igual forma le era molesto comprobar que se encontraba en su cama, habiendo ingresado como de costumbre sin permiso a su cuarto. Sus ojos eran lo que más le molestaban al chico de naranja cabellera, parecía que le proponían un reto en el que ya le creían perdedor.

-Salte de mi cama –le dijo bajándose los audífonos al cuello, aguardando por alguna respuesta -¡Que te bajes! –le gritó exasperado sin levantarse de la silla.

El ser movió su cabeza para mirar por la ventana, se acercó al marco aún estando sobre la cama y se quedó mirando hacia la calle en silencio, pasando completamente de Ichigo, al fin y al cabo conocía de tiempo al chico y sabía que por más disgustado que estuviera no le dañaría, además no le asustaba, ya no.

-¡Ah maldición!, ¡escúchame cuando te hablo! –Ichigo se levantó de su asiento luego de revolverse frustración el cabello y se acercó para tratar de lanzar fuera a su interlocutor, cuando algo detuvo sus crueles planes.

El timbre de su casa había comenzado a sonar. Comprendió al instante el porqué de que a quien consideraba actualmente su adversario se había dirigido a la ventana y desistió de cogerlo, yéndose nuevamente a sentar en su silla, apoyando un brazo en su escritorio mientras mantenía el cuerpo inclinado hacia su cama y miraba ferozmente a quien en ella estaba.

-Escúchame bien, bola de pelos, comedor insaciable, e irrespetuosa pulga… esta vez, ¡esta vez yo me quedaré con su atención! –le dijo en tono desafiante. Su interlocutor, que ahora estaba rascándose con una de sus patas traseras su oreja izquierda, por fin se dispuso a mirarlo fijamente, sin apartar sus ojos negros, haciéndole entender a Ichigo que aceptaba el reto –Ya verás…

*** en el piso de abajo ***

-¡Rukia-chan! –gritó el padre de Ichigo que había corrido a abrir para recibir efusivamente a la chica, luego de abrazarla y casi sofocarla le sonrió, la hizo ingresar y cerró la puerta –están arriba –le dijo dejando que se encaminara por su cuenta.

Rukia subió corriendo presurosa, ansiosa de ver a alguien de ese segundo piso. Mientras, Ichigo seguía con su duelo de miradas, ahora más intenso frunciendo enormemente el ceño puesto que extrañamente su adversario no le apartaba la mirada. Quiso agregar una última cosa a su advertencia, para remarcarla antes de que Rukia pudiera ingresar.

-Esta vez ganaré yo… no me la robarás –su ceño estaba extremadamente fruncido, se levantó de la silla en actitud prepotente mirando hacia abajo, tratando de intimidar al ser que parecía haber perdido el interés en observarlo. Se acercó a la puerta viendo como esta se abría abruptamente –Hola Rukia… -su rostro dejo ver una tierna y cálida sonrisa –te… -abrió los brazos para darle un abrazo a Rukia cuando ésta comenzó a acercársele rápidamente, pero jamás concretó su intención.

-¡Te extrañé! –Rukia pasó por su lado, interrumpiéndolo y diciendo las palabras que él iba a decir, pero para mal de Ichigo se las decía a la criatura que el denominaba de "rival" mientras la cogía en brazos y acariciaba –Estás más delgado, ¿acaso el tonto de Ichigo no te alimenta bien? –le pregunto al ser mientras lo levantaba y dejaba su rostro a la altura de ella -¿Me extrañaste Chappy? –el animalito acercó su rostro a Rukia para olfatearla mientras le hacía cosquillas levemente con sus bigotes mientras movía tiernamente la nariz. -¡¿Quién es el conejito más lindo? –Rukia encantada se expresó con emoción, sin darse cuenta de que había dejado a un Ichigo molesto que se había sentado en la silla farfullando. Toda la atención de la chica de negros cabellos estaba ahora en el conejo blanco que tenía en sus brazos.

-Claro… Chappy esto, Chappy lo otro –Ichigo disgustado imitaba pésimamente la voz de Rukia –Seguro entre enanos se entienden… -El censor de pelea se activó en Rukia y volteó rápidamente para argumentar o insultar según el caso, pero notó el estado depresivo que ocultaba bajo su molestia el chico de cabellos naranjas. Depositó al conejo de nuevo sobre la cama de Ichigo y se le acercó sin hacer notar su presencia, ya que el chico no estaba mirando hacia ella.

-A ti te extrañé más –le dijo mientras lo abrazaba repentinamente por la espalda.

-Hasta que te acuerdas que existo –comentó sin voltearse aún molesto.

-¿Ha?, ¡Ni que estuvieras celoso de Chappy! –le reclamó Rukia separándose de él poniendo sus manos en las caderas, podía ser celoso de sus amigos, ¿pero de su conejito?

-¡No digas tonterías!, ¡¿Cómo voy a estar celoso de esa cosa? –dijo ya gritando, mientras se sonrojaba levemente.

-¡Entonces no hagas como si te afectara idiota! –Rukia le dio un sape a Ichigo, para hacerle ver que estaba siendo obvio.

-E-na-na… -Ichigo se levantó rápidamente de la silla con aura sombría haciendo retroceder un poco a Rukia, pese a ello, inesperadamente la envolvió entre sus brazos –Te extrañé Rukia –le dijo con voz sumamente delicada al oído, derritiendo los sentidos de la chica, haciéndola sonrojar. La apretó contra él, profundizando el abrazo y Rukia se lo correspondió con igual intensidad, disfrutando de la seguridad que el chico le inspiraba.

-Yo también… te extrañé… -recuperó su tono normal en las mejillas, mientras hablaba con sinceridad inspirando el aroma masculino del chico -… y más que a Chappy –dijo sin poder evitar reírse de la actitud previa de Ichigo y como sonaban esas palabras.

Ichigo sonrió mientras dejaba ir un pequeño suspiro, posó su frente en la de Rukia mientras aflojaba un poco su abrazo. Le dedicó una gran sonrisa de satisfacción y afecto, que sólo a ella dejaba ver que podía dar, retiró delicadamente el mechón rebelde que surcaba siempre el rostro de la chica, notando lo levemente sonrojada que estaba. Le encantaba ver lo linda que se ponía en esos momentos, pero sus labios le llamaban insistentemente, así que posó delicadamente su mano en la mejilla de la chica mientras la besaba con amor y necesidad. Cuando se hizo presente la necesidad de aire la abrazó más fuerte contra sí, Rukia dejó de estar de puntillas y él inclinado mientras estaban juntos abrazados de pie. Ichigo dirigió su mirada a Chappy que aún estaba en su cama y sonrió socarronamente.

-"Te la gané" –pensaba Ichigo con mirada autosuficiente, tratando de transmitirle el mensaje sin palabras a su rival. De pronto vio que el conejo saltaba de su cama y comenzaba a salir de la habitación.

Rukia, que se sentía cobijada y feliz entre los brazos de Ichigo, abrió sus ojos al escuchar algo golpear contra el suelo de la habitación, giró un poco la cabeza alcanzando a ver por el resquicio de la puerta la colita de su conejo.

-¡No vayas a las escaleras! –gritó separándose rápidamente de Ichigo corriendo en dirección al conejo. Ichigo quedó de piedra mientras el dulce momento se difuminaba dejándolo solo.

-¡Maldición! –gruñó disgustado –"Estúpido conejo!, ¡Devuélveme a mi novia!" –abandonó la habitación corriendo tras Rukia con esos pensamientos, admitiendo así su millonésima derrota. El marcador seguía sumando para Chappy, mientras que Ichigo aún estaba en cero.


Ajajajaja… me da risa esto xD, jajajajaja imaginar a un Ichi celoso hasta de un conejo… (bueno, es celoso de cierta forma hasta de Kon), no tengo naaaaaada más que decir… a si… ¡Viva la tonta semana mechona en mi universidad!, gracias a eso puedo subir esta historia en el rato libre xD… y por supuesto Viva el Ichiruki! (pobre del que diga que como son un par de tsunderes no les va a ir bien ¬¬... en mi opinión ese comentario que leí por ahí es absurdo... sería genial que fueran pareja... claro desde mi punto de vista)

Oh! El link… casi lo olvido xP… http:/ www. /s/6763857/4/ De_como_se_declara_un_Kurosaki

quítenle los espacios... no recuerdo cuantos le puse xD jajajajjajaa

Me dejan review por fiiiiiissss?